Una crónica de María Dolores Alonso Dávila
Amo el mundo Z, así que cuando me enteré de que la empresa WRG organizaba un Survival Zombie “relativamente” cerca de casa no lo dudé (y entrecomillo relativamente porque tuve que hacerme casi 90 km). Hablo de la 32º edición de este evento que tuvo lugar el día 5 de septiembre en Villanueva del Río y Minas (Sevilla). Hace tiempo, tal vez demasiado para contar ahora cómo fue mi experiencia, pero más vale tarde que nunca.
Primero y muy interesante, no es una actividad barata, pero si compras las entradas con antelación suficiente puedes obtenerlas a mitad de precio. Yo pagué 33 € por cada entrada sacándolas casi dos meses antes. Su precio final fueron 66 €, así que fue un 2×1. Esto en lo que se refiere a la modalidad “Superviviente”. Si vas de zombi es mucho más barato y el precio es fijo desde que las entradas se ponen a la venta hasta el día del evento. Yo contaré mi experiencia desde el punto de vista del superviviente, que creo que es la mejor opción ya que te permite vivir la aventura desde los dos bandos si tienes la mala fortuna de que acabes en las garras de una horda.
Nerviosos desde dos días antes, con la adrenalina por las nubes, emprendimos el viaje hacia Villanueva del Río y Minas el día del evento mi pareja y yo. Equipamiento que considero indispensable: ropa oscura para esconderte más fácilmente en la oscuridad, linterna, pilas de repuesto y agua.
Debo hacer una advertencia. Si no vas con la idea de entregarte al juego al 100% olvídalo. Tienes que meterte en el papel que vayas a desarrollar, ya sea como superviviente o como zombi. Ten en cuenta que si vas de superviviente muy probablemente vas a estar andando y corriendo durante horas y horas, a oscuras, quizás con frío, acabarás sucio, tal vez magullado además de cansado, hambriento y probablemente solo perdido en mitad de un lugar que no conoces y oyendo gritos de terror por todos lados, así que o te entregas a la aventura o igual te ves tentado a abandonar prematuramente.

Desde el momento del check-in la ambientación es increíble. Militares armados hasta los dientes, carteles de publicidad de la resistencia, salpicaduras de sangre debido a “accidentes” acontecidos previamente…con esto lo que quiero decir es que el momento de zambullirte en la historia es desde el mismo instante en que te pongas en la fila para obtener tu kit de superviviente. Este kit consiste en un plano del lugar con los lugares clave como zonas de descanso, atención médica y zonas de reunión, una cartilla de racionamiento donde te irán sellando las diferentes pruebas que vayas realizando, una pulsera que te identifica como jugador y un pañuelo de un determinado color que te identifica dentro de un rol determinado (habitualmente verde para los supervivientes, rojo para los zombis, y amarillo para la organización).
El contexto de la aventura es el siguiente: WRG es una organización paramilitar que trata de desarrollar una cura para el virus Z y la “resistencia” es un movimiento rebelde que les acusan de mentir y de utilizar a los zombis en su propio beneficio. Las pruebas te irán guiando a través de una historia donde descubrirás verdades y mentiras de ambos bandos, aunque en cada edición el guion es diferente así que no merece la pena profundizar más en esto.
Una vez hecho el check-in nos citaron a las 23:00 en una zona de reunión que sería el punto de partida para la aventura. Así que tuvimos tiempo de cenar algo, dar una vuelta por el pueblo para ir familiarizándonos con el terreno y trazar estrategias. Por cierto, con respecto a las estrategias: nosotros éramos dos y pensamos que era inteligente unirnos a alguien más. Cuando el juego comenzó nos acoplamos a un grupito de 5 o 6 chicos y fue divertido, sí, pero muy lento. También tratamos de trazar un recorrido para ver por donde era mejor ir, ver la iluminación del terreno y tal…sandeces. Lo más eficaz: grupos pequeños, parejas o tríos e incluso ir solo si os atrevéis. Os moveréis rápido y os podréis ocultar con facilidad. En cuanto al recorrido, olvidaros, lo único importante es moverse rápido, todo lo rápido que podáis para ir a buscar las pruebas. La noche es larga pero pasa volando y es muy difícil conseguir pasar por todas las pruebas si no espabilas.
23:00, unas 500 personas reunidas en una plaza y comienza la performance de salida. Una chica dando un discurso acerca de la organización y de sus planes para desarrollar una cura para el virus Z. Unos cuantos encapuchados en primera fila que me inspiraban muy poca confianza y de repente el caos. Los encapuchados son de la resistencia. Comienza a increpar a la chica con gritos de “NO PODREIS CON NOSOTROS! ¡SOMOS LA RESISTENCIA!”. Alzan bien alto una mano con un vial con algo dentro y se lo beben. Y a correr. La adrenalina empieza a fluir y todos los planes que pudieras haber hecho antes no sirven para nada. Sólo corres movido por los gritos de los encapuchados convertidos en Zetas y por la gente sumida en una especie de histeria colectiva. Alucinante.

¿Qué son los zetas? Bien, en estos eventos os encontrareis dos tipos de zombis. Los, llamémosles “normales” que van en hordas y no corren (OJO, tienen permiso para correr en algunos lugares concretos que, por supuesto, los supervivientes desconocen). Estos son fáciles de esquivar corriendo un poco o desviándote, eso sí, como te veas atrapado entre dos hordas estás perdido. En ese caso entrégate, déjate devorar. Es divertido. El segundo tipo de zombi son los zetas. Van solos, son sigilosos, se esconden y corren más que un galgo. Si uno te pone la vista encima soltará un alarido al cielo y ya puedes correr porque te aseguro que son rápidos, MUCHO. Lo bueno es, que por regla general, a no ser que los pilles desplazándose entre zonas, su radio de acción está limitado de alguna manera. Es amplio pero no infinito así que si eres lo bastante rápido y/o lo bastante listo como para ir a buscar a otros supervivientes que te sirvan de señuelo, tienes alguna posibilidad de salir de su zona de influencia o de escapar.
A partir de aquí ya es cuestión de buscar pruebas y de hacerlas con cuidado. Comenzarás sin ningún tipo de indicación de hacia dónde dirigirte para buscar la primera prueba. Tienes que explorar y preguntar a la gente con la que te cruces. Sé muy comunicativo con todo el mundo. Ayuda a quien te pregunte, cultiva el “compadreo”. Hay gente muy salada en estos sitios. En cuanto a las pruebas, habitualmente en ellas hay zetas involucrados, bien tratando de que no accedas a ella o dentro de la misma, así que algunas son muy difíciles. En ese caso, como las pruebas se suelen hacer en grupo, infíltrate dentro de uno numeroso para repartir las probabilidades de ser devorado.

Como ya he comentado antes, nosotros éramos solo dos y nos pareció una buena idea tratar de acoplarnos a un grupo algo más numeroso. Encontramos a una pandilla de chicos que nos acogieron muy bien. La verdad es que fue divertido ir con ellos, haciendo avanzadillas por las calles en plan dramático pero tardamos más de dos horas en encontrar la primera prueba. Demasiados para tomar decisiones y para desplazarnos. Recordad: mejor grupos muy pequeños. Si vais muchos amigos, dividíos en varios equipos.
Tras más de dos horas dando vueltas, indecisos y muy perdidos, conseguimos dar con la primera prueba. Entramos y conseguimos salir todos. Uno de nosotros, mi pareja, se lesionó. Esto le costó que un Zeta le acabara cogiendo. Yo continué con el grupo hacia la siguiente prueba pero en el momento de entrar los militares nos separaron. Fui la única que se quedó fuera. A partir de ahí tuve que apañármelas sola.
Dudé, creedme. Estuve tentada de abandonar y entregarme a una horda de zombis pero me forcé a probar, a esperar un poco más. Finalmente conseguí entrar y superar la segunda prueba. En ese momento me di cuenta de que tal vez ir sola no era tan terrible. Decidí continuar a ver qué ocurría. Para desplazarme de una prueba a otra tuve que caminar por carreteras oscurísimas. Me crucé con un par de hordas pero me fue muy fácil esconderme. No tuve ningún problema. Cualquier matorral es suficiente para esconder a una única persona. Así que poco a poco fui cogiendo confianza y logré superar otras dos pruebas más yo solita antes de que el tiempo se me echara encima. En total cuatro pruebas. No sé cuántas me faltaron, creo que en total eran ocho. Eran ya las 6:30 y a las 6:45 estábamos citados todos los que hubiéramos conseguido sobrevivir a la noche, así que no hubo tiempo de más.
No tengo que decir que fue un subidón ver cómo pasaban las horas y seguía sobreviviendo y encima sola.
Por poner alguna pega, la atención médica. Había una ambulancia contratada por la organización del evento pero lo único que podía hacer la persona que iba en la ambulancia era ponerte una tirita y llevarte al ambulatorio para que te viera un médico de verdad. Creo que en este sentido se puede mejorar mucho. Una ambulancia con enfermería y un médico sería lo suyo. En esta edición hubo más de cien personas que requirieron atención médica con cortes, esguinces e incluso un par de roturas de hueso. Es una cosa seria por mucho cuidado que tengas porque cuando corres perseguido por un zeta es muy fácil acabar de bruces en el suelo o meter el pie donde no debes en medio de la oscuridad.
En conclusión, una experiencia emocionante y divertida que hará que la adrenalina corra desbocada por tus venas si te entregas a vivirla. Muy, muy recomendable. De hecho pienso repetir en cuanto pueda.
Para estar al tanto de los eventos organizados por los amigos de WRG, os dejo link de su web y sus páginas de Facebook:
PD: Fotografías cedidas por la organización de Survival Zombie.