Isla muerta, de Daniel Gutiérrez

Por Jorge Herrero.

Isla muerta es una novela que hará las delicias de los amantes de las historias de zombis en su vertiente más clásica, ya que el que se adentre en ella se encontrará con una trama plagada de sangre, vísceras y situaciones que pondrán al límite a los distintos personajes que protagonizan este título. Todo ello contado de una manera muy amena y fácil de leer, con una narración muy visual y cinematográfica, gracias al ritmo con el que el autor ha sabido dotar a la obra, donde no habrá ni un solo momento de respiro. La historia contiene mucha acción y tensión, logrando que la lectura se haga del tirón, cosa que se agradece.

El autor sabe en todo momento que teclas tocar para mantener el interés del lector, en especial con las situaciones más impactantes y gore, donde no le tiembla el pulso a la hora de mostrar con todo lujo de detalles los ataques de los muertos vivientes, habiendo momentos que da la sensación de que te van a salpicar la sangre y las vísceras que irán diseminando a lo largo de la novela nuestros queridos zombis.

Los personajes cumplen su función bastante bien, pero sin que resalte ninguno por encima de los demás. Lo cierto es que no destacan por tener una fuerte personalidad, y en bastantes momentos caen en la mayoría de tópicos y clichés del género, dando la sensación de que podrían formar parte de muchas de las novelas de zombis que hay en el mercado.

La ambientación y las localizaciones están bien conseguidas. El autor ha situado la acción en la isla de Tenerife, logrando en gran parte de la novela que el lector se adentre de manera minuciosa en los lugares que van apareciendo a lo largo de la historia.

La novela no llega a las 250 páginas de extensión y eso juega a su favor, ya que la trama no da para mucho más y el alargarla más de lo necesario habría estado totalmente fuera de lugar. El autor no ha necesitado más espacio para contar su historia. A pesar de que no es una obra que destacaría por su originalidad, no es para nada un mal libro de género zeta. Es una historia entretenida y que recomendaría a los amantes de los zombis en su vertiente más clásica, y también para los que se quieran adentrar en dicho género. Pero si el lector busca algo más que eso, se le va a quedar floja en ese aspecto.

En definitiva, Isla muerta es una novela que cumple con su objetivo, que no es otro que el de entretener, y eso lo hace con buena nota, pero que no va mucho más allá.

A pesar de sus fallos, que tiene unos cuantos, también tiene sus cosas buenas, y estás prevalecen sobre las malas.

Sinopsis:

En una cueva al norte de Tenerife un extraño gas es liberado durante unas labores de mantenimiento. Este suceso hará que los muertos regresen y ataquen a la población. La infección no tardará en propagarse sembrando el pánico, y solo un pequeño grupo de supervivientes logrará refugiarse en un lugar seguro mientras planean de que manera escapar de la trampa mortal en la que se ha convertido la isla.

Una vez allí asistirán atónitos a como una recién nacida que uno de ellos ha encontrado, podría cambiar el devenir de los acontecimientos… podría cambiarlo todo.

El caos ha tomado proporciones irreparables.

Y la única esperanza de la humanidad acaba de nacer.

TEORÍA DE CUERDAS. VVAA. (La Pastilla Roja Ediciones)

Por R. G. Wittener.

Antes que nada, quiero decir que ésta antología me parece un experimento literario muy interesante. Por encima de todo, porque la premisa básica que le ha dado forma al libro no resultaba nada fácil, y aún así consiguió reunir una cantidad respetable de relatos. Un resultado al que han debido colaborar, y mucho, la capacidad de cada autor para exprimir sus filias particulares en el género del terror.

Teoría de cuerdas comienza con un relato del antologista, Daniel Gutiérrez, en el que se nos presentan a cinco personajes: Gabriel, un muchacho preadolescente; Darío, su padre, que ejerce de policía; Lucía, su madre; y dos seres de pesadilla, que se pueden definir como «el gordo» y «el flaco», que invaden el relato para meternos de cabeza en el terror e incomodarnos el estómago, al mismo tiempo que nos obligan a hacernos muchas preguntas (¿qué quieren?, ¿por qué han ido allí?, ¿qué interés tienen en la familia de Gabriel?, ¿qué clase de secretos conocen sobre Gabriel?) mientras van elevando la tensión, hasta un abrupto clímax de final abierto. Y a partir de aquí comienza el experimento literario.

¿Cuál es la premisa de ese experimento? Coger a los cinco personajes, la última frase del relato, y armar una historia a partir de lo narrado por Daniel Gutiérrez. Un juego de «cadáver exquisito» cuyo mayor escollo, o así me lo parece, habrá sido conseguir que las tramas finales de los relatos resultasen originales. Todo lo cual, al menos en parte, se puede decir que han cumplido Alberto M. Caliani, Emilio J. Bernal, Athman M. Charles, Néstor Allende, Santiago Sánchez Perez, Marta Junquera, Daniel Meralho, Leticia A. Lorenzo, Carolina Marquez Rojas, David Rozas Genzor, Carlos J. Lluch, y Tony Jimenez.

El problema (y es un problema de índole personal, lo reconozco, y por tanto muy subjetivo), es que tanto el relato inicial como buena parte de los que componen la primera mitad de la antología se mueven con fruicción (y decir fruicción puede ser quedarse corto) en el terror «sucio«: vísceras, sangre, y otras clases de fluídos corporales surcan sus páginas; las riegan, en estallidos parabólicos que no dejan hueco sin cubrir. Y a ello le acompaña una violencia que raya en el sadismo, con un vocabulario barriobajero a juego. De forma que, aún desarrollando tramas diferentes, a un lector como yo (insisto) le parezca estar asistiendo a variaciones de un mismo tema. Algo que quizás podría haberse atenuado repartiendo esos relatos tan «similares» por la antología, para evitar que se concentrasen. Como ya se puede imaginar, esta opinión es producto de no ser un gran fan de ésta modalidad del terror, y supongo que para otros no resultará ningún problema disfrutarlo.

A pesar de estos remilgos, que espero los autores sepan perdonarme, no voy a decir que la antología no me haya gustado. Que nadie piense tal cosa. Pero quizá por esa «saturación» de gore, la mayoría de mis relatos favoritos son precisamente los que no han incidido tanto en ese recurso.

«Do«, de Néstor Allende «Sgrum». Quizás porque es el que más destaca respecto a ese tono «vísceral» de la antología, desviándose hacia una historia para adultos pero sin regodearse en lo sangriento. Su trama se centra en un tema clásico del género sobrenatural, como es el del Apocalípsis bíblico, con un discurso que podría hacernos pensar en una versión de Neil Gaiman. A lo largo de la historia Gabriel descubre que tiene un papel muy relevante en el fin de los tiempos, y disfrutamos de algunas peleas entre ángeles y demonios mientras el autor va manejando de forma muy creativa la mitología hebrea, así como los diccionarios infernales, para estructurar un universo celestial bastante interesante.

«Toc, Toc«, de Tony Jimenez. Derivando hacia un terror más clásico y psicológico, Tony Jimenez nos plantea una historia en la que la casa de los protagonistas es el centro de actividad de objetos malditos y presencias malignas (los «tockers»), más sentidas que vistas, con las que logra mantenerte interesado en su relato página a página hasta el trágico final para Gabriel y su familia. El único pero que le pongo son ciertos monólogos internos de Gabriel, que me hubiese gustado ver resueltos de otra manera.

«Semillas de demonio» de David Rozas Genzor. En este relato, el autor teje una historia de maldiciones y tratos con sectas infernales, en las que el joven Gabriel se ve obligado a descubrir su infausto pasado y la oscura maldad que le aguarda en el futuro, por medio de una narración que recordará al lector las tramas de La Profecía. No se puede decir que su final sea imprevisible, pero a quienes estén familiarizados con estas historias seguro que se les pasará por la cabeza a medida que lo estén leyendo.

«Buscando una salida«, de Daniel Meralho. El último de mis favoritos es el único que sigue esa dinámica de gore y terror «sucio» que he comentado al principio. Sin embargo, Daniel Meralho lo ha desarrollado dentro de una dinámica de «atrapado en el tiempo» infernal, que te sujeta por las tripas y te obliga a seguir leyendo mientras sientes más y más lástima por el protagonista; hipnotizándote con esa brutalidad y crueldad.

Para hacer honor al título del libro, y completar este viaje por el multiverso, Daniel Gutiérrez cierra la antología con otro relato que se nutre de todo lo que hemos vislumbrado en esos universos paralelos y nos deja en la última página preguntándonos cuál de todos los destinos que hemos presenciado es peor. En definiva, una obra curiosa cuyo público principal son los amantes más acérrimos del género del terror.

 

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Pesadillas de Sangre, de Daniel Gutiérrez y Carlos Gregorio Simón Godoy

Buenas tardes, mis queridos Lectores Ausentes.

pesdsanHoy venimos con Pesadillas de Sangre, una antología de Daniel Gutiérrez, autor a quien la mayoría ya conoceréis  por sus anteriores trabajos Necrosis, La profecía del templario o Isla Muerta. El autor regresa a la carga con un recopilatorio de relatos oscuros que harán la delicia de los aficionados a este tipo de historias macabras y siniestras, donde el mal rollo, la angustia y la perversidad del autor no conoce límites.

Esta antología fue ya publicada hace algún tiempo por una editorial que no supo darle la cancha que se merece y pasó sin pena ni gloria.  Por suerte para nosotros, los amigos de Dissident Tales llegaron al rescate,  demostrando de nuevo tener muy buen ojo  y no han dudado en darle una segunda oportunidad  a una obra que en mi opinión, se merece ser conocida y apreciada por todos aquellos que disfrutamos de este tipo de literatura. No contentos con eso, le han dado un lustre maravilloso al libro, con una edición cuidada y con un buen gusto exquisito, tanto por los acabados y la textura de las páginas,  como por su alucinante  portada  y las ilustraciones que acompañan a los relatos. Una muestra del increíble talento de Carlos Gregorio Godoy, más conocido por estos lares como CalaveraDiablo.

El diseño de la portada capta a la perfección la esencia misma de la antología. La locura, el absurdo, el horror más absoluto asaltando nuestro día a día, irrumpiendo en lo cotidiano. Pesadillas sangrientas que se hacen realidad, para desgracia de sus protagonistas, quienes las van a pasar muy putas ante lo que se les viene encima.

Si hay algo que me ha gustado en la dinámica de los relatos, es sobre todo, la mala baba que se gasta el autor a la hora de putear a sus personajes. No son simples historias de terror. Daniel juega en otra liga, conocedor de esa gran verdad que es el saber que causa mayor efecto la sensación de fatalidad, lo inesperado, la impotencia y la desesperación que litros y litros de sangre. Si hay algo que define a sus relatos es eso, el mal rollo que provocan las situaciones que nos propone. Más allá del resultado, de sus consecuencias, lo que pone los vellos de punta es la imaginación del autor para narrarnos esas anécdotas que se definen a sí mismas con una sola imagen mental que ya nos deja con el culo torcido: Un tipo con la mano atrapada en un desagüe… Una llamada de teléfono inesperada…. Una peculiar familia aterrorizada en su domicilio… Un anciano decrépito sentado frente a su escritorio…. Imágenes, instantáneas  o fotogramas que nos advierten de cómo se pueden llegar a complicar las cosas  cuando algún dios cabrón y aburrido decide que va entretenerse contigo esta tarde. Un sentido del humor tétrico y despiadado que hace que uno mire con recelo a Daniel y piense que cojones le pasa a este tío para ser tan sádico con sus desdichadas víctimas potenciales.

Y como suele ser habitual, vamos con  un breve repaso a los relatos.

-El favor: El relato que abre la antología es una oda a la amistad y al compañerismo, llevando esos sentimientos de hermandad al extremo. Historia de fantasmas con un  final inesperado y extrañamente bello.

-La llamada: Dicen que tener aficiones es bueno, pero no sé yo si el protagonista de esta historia estaría muy de acuerdo. Llamadas inesperadas y visitantes con los que uno no contaba, hacen de este un relato potente y con muy mala leche. Puro karma.

-En ocasiones: Una de las historias que más me han gustado de todo el recopilatorio, por su sencillez, su naturalidad y el buen rollo que me ha dado, pese a lo macabra que pueda parecer. Me ha gustado muchísimo y me ha dejado una sonrisa en los labios.

– Indómitos: Una verdadera vuelta de tuerca al género zombie, desde una perspectiva pocas veces vista. Crudo, triste y que llega al corazón. Como suelo decir demasiado a menudo: Los monstruos existen. Somos nosotros.

-El cuadro: El relato que más me ha impresionado, tanto por su brevedad como por lo bien que define lo que es la antología en sí misma. Una pesadilla absurda, ridícula, pero aterradora. Una simple idea que basta para darnos en lo morros. La brevedad y la simpleza lo convierten en una pieza curiosísima.

-El desagüe: El relato más chungo, crudo y mal rollero que he leído en mucho tiempo. De cómo se pasa de un pequeño incidente anecdótico que casi daría risa a una experiencia agobiante, en la que lo llegas a pasar mal a medida que ves lo que está por suceder. Chunguísimo y por ello, disputa el lugar de ser el mejor relato de todo el libro. Daniel, que mala baba te gastas, tío…

– El extraño: No podía faltar el relato de casa encantada con fantasma y lo cierto es que  este es otro de mis preferidos de la antología. Una pequeña pieza de orfebrería literaria con un giro final acojonante, que rompe con todo lo que creías anticipar.

-Posesión: Relato con un tono humorístico que en cierta medida y salvando las distancias, me ha recordado a The yattering and Jack, de Clive Barker, aunque en este caso, nuestro demonio novato se pasa el relato explicándonos como se forma un demonio como tal antes de salir al mundo de los mortales a cobrarse su primera alma. Curioso, entretenido, pero admito que poco más. No es de los que uno se acuerde demasiado al cerrar página.

-Z-Pet: Otro relato de zombies, en el que los podridos se han convertido en el producto de moda. Si no tienes a un Caminante putrefacto como mascota, ¡no eres nadie, amigo! Entretenido, aunque cuenta con el handicap de parecer algo ya visto…

-La autopsia: Terror del bueno frente a la mesa de autopsias. Unas tijeras van a ser el eje central de la historia. Una historia en la que anticipamos, según nuestras premoniciones, que todo va a acabar muy, muy mal… Muy bien llevado y cumpliendo a la perfección lo que pretendía el autor, que no es otra cosa que hacernos reír mientras se nos pone la piel de gallina y nos acercamos a lo inevitable.

-La inspiración: Otra de las joyas de la corona. ¿Conocéis aquello de “La fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar”? Pues el precio va a ser muy alto, me temo. El ego del escritor, su necesidad de reconocimiento a toda costa, su entrega absoluta por su trabajo y el saber que se le va la vida en ello…. Enorme.

-El impostor: Una historia bastante extraña que no me ha terminado de convencer. Parte de una premisa muy, muy buena, pero toma unos derroteros que si bien tienen su chicha, me da la sensación de que van un tanto a la deriva hasta que llega a buen puerto. No es una mala historia, pero se le ven las costuras en exceso.

-Sin ojos veo: Y por fin llegamos a esta historia. LA HISTORIA, así, en mayúsculas. Relato que no solo me parece una jodida maravilla, sino que casi puedo visualizarlo como cortometraje, porque tanto lo que nos cuenta como la forma en que nos lo expone, lo hacen ideal para ello. Una mujer que queda ciega tras un accidente descubre un don terrible y que a su pesar, deberá de aprovechar para evitar algo. Duro, intenso e inquietante, un thriller sobrenatural de los buenos, en los que la tensión no nos abandona en ningún momento. Hace semanas que terminé el libro y todavía puedo ver en mi cabeza la imagen de la protagonista, en la cama del hospital con la venda puesta sobre los ojos y sangrando a raudales… Joder, la piel de pollo, amiguitos.

-El diente y el hada: El hada de los dientes  siempre ha sido una leyenda ambigua. Para unos es un ser bondadoso que premia a los niños y les compensa con monedas o golosinas la pérdida de sus dientes de leche. Para otros, es un ser perverso y mentiroso, una suerte de bruja que se alimenta de sus sueños. Yo os digo que las hadas, como se dice claramente en la tradición céltica y como sabe todo buen irlandés, son malvadas y hay que evitar toparse con ellas. Y si no, leed el relato y ya me diréis…. Un relato cortito, pero potente.

caldanPesadillas de sangre es una obra honesta, que ofrece lo que promete en su título. Distintas formas de entender el horror, distintos escenarios, pero siempre en un contexto similar, en el que se nos recuerda que pese a lo confiados que nos sintamos en nuestro día a día, en la comodidad de nuestros hogares, bajo es falsa sensación de seguridad en un vida en la que nunca pasa nada, lo cierto es que cosas horribles suceden  a diario. Cosas terribles, eventos inesperados que parecen estar al acecho para convertir nuestra vida en un infierno. Pesadillas, algunas tan absurdas y extravagantes, que nos hacen sonreír con suficiencia,  sin que a la luz del día recordemos los sudores fríos que nos provocaron durante la noche y la desesperante angustia por despertar hasta que logramos incorporarnos sobre la cama, sobresaltados.

Solo me queda decir que he disfrutado mucho con esta antología, que me lo ha hecho pasar mal con algunos de los relatos mencionados, más allá del simple terror. Me quedo con eso, con el mal rollo que destilan algunos de ellos, por lo redondos que son los más sencillitos  y por lo equilibrada que es la obra en general.

Una lectura más que recomendable en la que solo puedo decir que Daniel Gutiérrez se reafirma como un autor al que tener muy en cuenta. Mención especial a las ilustraciones que abren cada nuevo relato, donde CalaveraDiablo se luce por su talento y buen gusto. Y para terminar, darle la enhorabuena a Dissident Tales por apostar por esta obra que sin su apoyo, hubiera quedado en el limbo de los libros perdido, con lo que los lectores nos hubiéramos visto privados de una antología cojonuda.

 

Pesadillas de sangre.

Autor: Daniel Gutiérrez.

Ilustraciones y portada: Calaveradiablo.

Editorial: Dissident Tales.

Páginas: 188 pág.

14 ilustraciones

PVP: 13€

http://www.editorialdisident.com.es/tienda/inicio/9-pesadillas-de-sangre.html

 

 

Pesadillas de Sangre, de Daniel Gutiérrez

Buenas tardes, amigos.

Hoy hablaremos de Pesadillas de Sangre,  de Daniel Gutiérrez, una antología de relatos de terror que no os dejará indiferentes.

122_imagenNos ha sorprendido de manera muy grata lo completo que resulta el recopilatorio, gracias a la diversidad que existe en cuanto argumentos y las distintas formas de entender el género.  Se agradece esa variedad, que  hace que la antología se convierta en una suerte de  catálogo de los horrores, donde uno puede encontrar historias de todo tipo y que reflejan  las diversas vertientes que podemos encontrar en la  literatura de terror.

Desde historias de fantasmas, relatos de zombies, objetos malditos, criaturas del infierno y mentes perturbadas, hasta las que más me han gustado: Aquellas que nos presentan situaciones reales, cotidianas, que de algún modo absurdo empiezan a torcerse hasta terminar en tragedia. Todas ellas atípicas, desde un enfoque bastante original y con altas dosis de humor negro, ironía  y mala leche.

Relatos simples que no buscan otra cosa que entretener. Sin otra pretensión que ofrecer al lector un rato de esparcimiento. Con un estilo sencillo, pero cuidado, otorgándole a la narración el enfoque y tono que esta requiere, Daniel logra convencernos de que la realidad puede superar a la ficción, pero también que  lo imposible puede parecer  plausible….

Vamos a hacer un repaso de los relatos….

-El favor. Dos soldados comparten algo más que amistad aún después de ser acribillados por el enemigo. Una historia de fantasmas distinta, en la que los amigos se hacen favores incluso desde el Más Allá…

-La llamada. Oscar recibe una extraña llamada de una voz femenina mientras se encuentra en casa con una cita.  La mujer le amenaza desde el otro lado de la línea telefónica y clama venganza. Una historia  onírica y surrealista, que me ha gustado bastante.

-En ocasiones. Un feliz matrimonio tiene  extraños gustos en sus pasatiempos. Relato de fantasmas que me ha llegado al alma, gracias a su sencillez. Una historia tan sorprendente como preciosa.

-Indómitos. Una historia de zombis vista desde otra perspectiva.  Me ha encantado. Es dura, cruel y distinta a cualquier cosa que haya leído antes sobre los zetas. Uno de mis favoritos en esta antología.

-El cuadro. Los objetos malditos tienen lugar en esta antología. Relato previsible, aunque bien escrito.

 -El desagüe. Llegaremos a los límites de la cordura cuando un hombre queda con la mano atrapada en un lavabo. Otro de mis favoritos. Situación tan cotidiana y familiar, tan normal y mundana, que uno puede sentirse en la piel del pobre protagonista. Creo que podría sacársele aún más jugo y que daba para una novela, al estilo La Silla, de Jasso o El Juego de Gerald, de King.

-El extraño. Solo en su nueva casa, adecentándola días antes de que llegue su familia, un tipo se enfrentará a un intruso que se ha colado allí de noche. Terror onírico para un relato en el que se juega con la locura, las pesadillas y la posibilidad de cambiar el futuro. Cómo mínimo, curioso.

-Posesión. Acompañaremos a un joven demonio a su graduación. Para mí, el relato más flojo de la antología. Bien escrito, pero no me ha llamado la atención ni he sabido entender que busca provocar en el lector.

-Z-Pet. Zacarías quiere estar a la moda y pretende hacerse con un zombi mascota. Divertida crítica social sobre nuestros hábitos consumistas, el qué dirán y el estar a la moda. Sin una mascota zombi no eres nadie. Si tu vecino tiene una, tú también  la quieres. No sabes para qué, pero la quieres.

-La autopsia. Otro relato sobre objetos malditos. Y otro de mis favoritos. ¿Puede un objeto inerte asesinar a varias personas? Sugerente y bien narrado, en mi opinión es un relato redondo.

-La Inspiración. ¿Hasta donde es capaz de llegar un escritor por conseguir la fama? Buen relato. Puede parecer una historia ya conocida, pero aun así resulta una buena lectura.

-El impostor. Un médico posee el don de adueñarse de otros cuerpos y adoptar sus vidas. Pero a veces, ocurren accidentes y uno pierde el control de los acontecimientos. Buen relato, bastante inquietante, aunque el desenlace se ve venir demasiado pronto.

-Sin ojos veo.  La asombrosa historia de una mujer  que tiene extrañas visiones tras perder los ojos en un accidente.  Otro de mis favoritos,  es una historia ideal para un guion cinematográfico o como mínimo, un cortometraje.

daniel gutierrezEl terror tiene mil rostros y puede adoptar cualquier forma. Daniel lo demuestra con sus relatos. La muerte y la locura nos acechan desde los lugares más insospechados y nada de lo que hagamos evitará que el desenlace sea fatídico si los hados así lo quieren.  Con mucho humor, la moraleja de esta antología sería sin duda que los Dioses son unos cachondos que se lo pasan pipa a costa de putear al personal.

Daniel Gutiérrez es miembro de NOCTE (Asociación española de escritores de terror), y ESMATER (Escritores Madrileños de Terror).  Para más información sobre él y su obra, podéis consultar su blog: http://danielgutierrezautor.blogspot.com.es/

 

Pesadillas de Sangre

Daniel Gutiérrez

Editorial: SeLeer

ISBN: 978-84-15615-40-8

Páginas: 170 pág.

PVP: 16,95€
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