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Pesadillas de Sangre, de Daniel Gutiérrez y Carlos Gregorio Simón Godoy

Buenas tardes, mis queridos Lectores Ausentes.

pesdsanHoy venimos con Pesadillas de Sangre, una antología de Daniel Gutiérrez, autor a quien la mayoría ya conoceréis  por sus anteriores trabajos Necrosis, La profecía del templario o Isla Muerta. El autor regresa a la carga con un recopilatorio de relatos oscuros que harán la delicia de los aficionados a este tipo de historias macabras y siniestras, donde el mal rollo, la angustia y la perversidad del autor no conoce límites.

Esta antología fue ya publicada hace algún tiempo por una editorial que no supo darle la cancha que se merece y pasó sin pena ni gloria.  Por suerte para nosotros, los amigos de Dissident Tales llegaron al rescate,  demostrando de nuevo tener muy buen ojo  y no han dudado en darle una segunda oportunidad  a una obra que en mi opinión, se merece ser conocida y apreciada por todos aquellos que disfrutamos de este tipo de literatura. No contentos con eso, le han dado un lustre maravilloso al libro, con una edición cuidada y con un buen gusto exquisito, tanto por los acabados y la textura de las páginas,  como por su alucinante  portada  y las ilustraciones que acompañan a los relatos. Una muestra del increíble talento de Carlos Gregorio Godoy, más conocido por estos lares como CalaveraDiablo.

El diseño de la portada capta a la perfección la esencia misma de la antología. La locura, el absurdo, el horror más absoluto asaltando nuestro día a día, irrumpiendo en lo cotidiano. Pesadillas sangrientas que se hacen realidad, para desgracia de sus protagonistas, quienes las van a pasar muy putas ante lo que se les viene encima.

Si hay algo que me ha gustado en la dinámica de los relatos, es sobre todo, la mala baba que se gasta el autor a la hora de putear a sus personajes. No son simples historias de terror. Daniel juega en otra liga, conocedor de esa gran verdad que es el saber que causa mayor efecto la sensación de fatalidad, lo inesperado, la impotencia y la desesperación que litros y litros de sangre. Si hay algo que define a sus relatos es eso, el mal rollo que provocan las situaciones que nos propone. Más allá del resultado, de sus consecuencias, lo que pone los vellos de punta es la imaginación del autor para narrarnos esas anécdotas que se definen a sí mismas con una sola imagen mental que ya nos deja con el culo torcido: Un tipo con la mano atrapada en un desagüe… Una llamada de teléfono inesperada…. Una peculiar familia aterrorizada en su domicilio… Un anciano decrépito sentado frente a su escritorio…. Imágenes, instantáneas  o fotogramas que nos advierten de cómo se pueden llegar a complicar las cosas  cuando algún dios cabrón y aburrido decide que va entretenerse contigo esta tarde. Un sentido del humor tétrico y despiadado que hace que uno mire con recelo a Daniel y piense que cojones le pasa a este tío para ser tan sádico con sus desdichadas víctimas potenciales.

Y como suele ser habitual, vamos con  un breve repaso a los relatos.

-El favor: El relato que abre la antología es una oda a la amistad y al compañerismo, llevando esos sentimientos de hermandad al extremo. Historia de fantasmas con un  final inesperado y extrañamente bello.

-La llamada: Dicen que tener aficiones es bueno, pero no sé yo si el protagonista de esta historia estaría muy de acuerdo. Llamadas inesperadas y visitantes con los que uno no contaba, hacen de este un relato potente y con muy mala leche. Puro karma.

-En ocasiones: Una de las historias que más me han gustado de todo el recopilatorio, por su sencillez, su naturalidad y el buen rollo que me ha dado, pese a lo macabra que pueda parecer. Me ha gustado muchísimo y me ha dejado una sonrisa en los labios.

– Indómitos: Una verdadera vuelta de tuerca al género zombie, desde una perspectiva pocas veces vista. Crudo, triste y que llega al corazón. Como suelo decir demasiado a menudo: Los monstruos existen. Somos nosotros.

-El cuadro: El relato que más me ha impresionado, tanto por su brevedad como por lo bien que define lo que es la antología en sí misma. Una pesadilla absurda, ridícula, pero aterradora. Una simple idea que basta para darnos en lo morros. La brevedad y la simpleza lo convierten en una pieza curiosísima.

-El desagüe: El relato más chungo, crudo y mal rollero que he leído en mucho tiempo. De cómo se pasa de un pequeño incidente anecdótico que casi daría risa a una experiencia agobiante, en la que lo llegas a pasar mal a medida que ves lo que está por suceder. Chunguísimo y por ello, disputa el lugar de ser el mejor relato de todo el libro. Daniel, que mala baba te gastas, tío…

– El extraño: No podía faltar el relato de casa encantada con fantasma y lo cierto es que  este es otro de mis preferidos de la antología. Una pequeña pieza de orfebrería literaria con un giro final acojonante, que rompe con todo lo que creías anticipar.

-Posesión: Relato con un tono humorístico que en cierta medida y salvando las distancias, me ha recordado a The yattering and Jack, de Clive Barker, aunque en este caso, nuestro demonio novato se pasa el relato explicándonos como se forma un demonio como tal antes de salir al mundo de los mortales a cobrarse su primera alma. Curioso, entretenido, pero admito que poco más. No es de los que uno se acuerde demasiado al cerrar página.

-Z-Pet: Otro relato de zombies, en el que los podridos se han convertido en el producto de moda. Si no tienes a un Caminante putrefacto como mascota, ¡no eres nadie, amigo! Entretenido, aunque cuenta con el handicap de parecer algo ya visto…

-La autopsia: Terror del bueno frente a la mesa de autopsias. Unas tijeras van a ser el eje central de la historia. Una historia en la que anticipamos, según nuestras premoniciones, que todo va a acabar muy, muy mal… Muy bien llevado y cumpliendo a la perfección lo que pretendía el autor, que no es otra cosa que hacernos reír mientras se nos pone la piel de gallina y nos acercamos a lo inevitable.

-La inspiración: Otra de las joyas de la corona. ¿Conocéis aquello de “La fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar”? Pues el precio va a ser muy alto, me temo. El ego del escritor, su necesidad de reconocimiento a toda costa, su entrega absoluta por su trabajo y el saber que se le va la vida en ello…. Enorme.

-El impostor: Una historia bastante extraña que no me ha terminado de convencer. Parte de una premisa muy, muy buena, pero toma unos derroteros que si bien tienen su chicha, me da la sensación de que van un tanto a la deriva hasta que llega a buen puerto. No es una mala historia, pero se le ven las costuras en exceso.

-Sin ojos veo: Y por fin llegamos a esta historia. LA HISTORIA, así, en mayúsculas. Relato que no solo me parece una jodida maravilla, sino que casi puedo visualizarlo como cortometraje, porque tanto lo que nos cuenta como la forma en que nos lo expone, lo hacen ideal para ello. Una mujer que queda ciega tras un accidente descubre un don terrible y que a su pesar, deberá de aprovechar para evitar algo. Duro, intenso e inquietante, un thriller sobrenatural de los buenos, en los que la tensión no nos abandona en ningún momento. Hace semanas que terminé el libro y todavía puedo ver en mi cabeza la imagen de la protagonista, en la cama del hospital con la venda puesta sobre los ojos y sangrando a raudales… Joder, la piel de pollo, amiguitos.

-El diente y el hada: El hada de los dientes  siempre ha sido una leyenda ambigua. Para unos es un ser bondadoso que premia a los niños y les compensa con monedas o golosinas la pérdida de sus dientes de leche. Para otros, es un ser perverso y mentiroso, una suerte de bruja que se alimenta de sus sueños. Yo os digo que las hadas, como se dice claramente en la tradición céltica y como sabe todo buen irlandés, son malvadas y hay que evitar toparse con ellas. Y si no, leed el relato y ya me diréis…. Un relato cortito, pero potente.

caldanPesadillas de sangre es una obra honesta, que ofrece lo que promete en su título. Distintas formas de entender el horror, distintos escenarios, pero siempre en un contexto similar, en el que se nos recuerda que pese a lo confiados que nos sintamos en nuestro día a día, en la comodidad de nuestros hogares, bajo es falsa sensación de seguridad en un vida en la que nunca pasa nada, lo cierto es que cosas horribles suceden  a diario. Cosas terribles, eventos inesperados que parecen estar al acecho para convertir nuestra vida en un infierno. Pesadillas, algunas tan absurdas y extravagantes, que nos hacen sonreír con suficiencia,  sin que a la luz del día recordemos los sudores fríos que nos provocaron durante la noche y la desesperante angustia por despertar hasta que logramos incorporarnos sobre la cama, sobresaltados.

Solo me queda decir que he disfrutado mucho con esta antología, que me lo ha hecho pasar mal con algunos de los relatos mencionados, más allá del simple terror. Me quedo con eso, con el mal rollo que destilan algunos de ellos, por lo redondos que son los más sencillitos  y por lo equilibrada que es la obra en general.

Una lectura más que recomendable en la que solo puedo decir que Daniel Gutiérrez se reafirma como un autor al que tener muy en cuenta. Mención especial a las ilustraciones que abren cada nuevo relato, donde CalaveraDiablo se luce por su talento y buen gusto. Y para terminar, darle la enhorabuena a Dissident Tales por apostar por esta obra que sin su apoyo, hubiera quedado en el limbo de los libros perdido, con lo que los lectores nos hubiéramos visto privados de una antología cojonuda.

 

Pesadillas de sangre.

Autor: Daniel Gutiérrez.

Ilustraciones y portada: Calaveradiablo.

Editorial: Dissident Tales.

Páginas: 188 pág.

14 ilustraciones

PVP: 13€

http://www.editorialdisident.com.es/tienda/inicio/9-pesadillas-de-sangre.html

 

 

El Rayo Rojo, de Roberto Malo y Carlos Gregorio Simón Godoy

Buenas tardes, amigos.

el-rayo-rojo-roberto-malo-y-calaveradiabloHoy vengo con la reseña de una lectura ligera y sencillita, de esas de echarte un rato en el sofá y despacharla bien a gusto. Se trata de El Rayo Rojo, el primer título de la colección Rebro de   Dissident Tales,  escrita por Roberto Malo e ilustrada por Carlos Gregorio Simón Godoy, más conocido por CalaveraDiablo, quien con su arte dota a la  obra de la fuerza y la presencia de la que el texto pueda carecer y consigue de ese modo evitar que se quede en algo más que una anécdota curiosa y divertida, bien escrita, pero algo falta de intensidad. Ojo,  la historia que nos cuenta Roberto no está nada mal, siendo fiel a su estilo desenfadado, cercano y buscándole tres pies al gato, pero lo cierto es que al partir de una premisa en apariencia tan sencilla y sin posibilidad de desarrollar la trama en profundidad a causa de la extensión y el propio espíritu de la colección, uno llega a pensar que le falta algo de chicha y carácter. Por suerte, como digo, las ilustraciones que acompañan al texto suplen con creces esa necesidad y ofrecen al lector un verdadero regalo para los ojos. A nivel visual, la obra es espectacular y las ilustraciones se encargan no solo de reforzar la historia, sino de convertirse en su alma, en su esencia.

 Roberto Malo sigue en su línea, con ese estilo a medio camino entre lo fantástico, el humor sutil, el surrealismo y la sencillez más impostada. De lectura sencilla, la narración busca ser cercana, creíble y desde una perspectiva  en la que el lector se siente como si lo que se le narra fuese algo posible, algo que te confiesa un amigo en el que confías y que ha vivido en sus propias carnes.

Por su parte, Carlos Gregorio Simón hace su magia y como ya digo, nos hace disfrutar como enanos con lo genial de sus ilustraciones. El artista se sale en esta ocasión. Confirma que está mejor que nunca y sus trabajos así lo demuestran.

10848016_886620454683956_813661658676191066_nEl argumento es simple, por muy disparatado que pueda parecer. Un escritor en plena crisis creativa decide dar un paseo nocturno por las calles de Teruel, lugar donde vive. Dicen que Teruel existe y como para demostrarlo, una nave alienígena no solo conoce su ubicación, sino que decide que ese es el mejor lugar para abducir a un espécimen humano, en este caso el pobre juntaletras, quien se ve  convertido en conejillo de indias para uso y disfrute de estos peculiares extraterrestres. Y si, digo bien. Disfrute. Y es que entre los muchos experimentos a los que le someten, está el de ser usado sexualmente por una hembra de muy padre señor mío. Una tiparraca azulada, de más de dos metros de altura, pero con unas curvas y un tipazo de infarto, que ya quisiera yo que me secuestrase cuando quisiera…

Una vez satisfecha la curiosidad alienígena, el escritor es devuelto a su casa, aparentemente sano y sin haber sufrido ninguna consecuencia tras semejante suceso. Salvo por un pequeño detalle, que hará que su mundo, su apacible existencia, se vea trastocada para siempre. Desde ese momento, lo más surrealista y absurdamente divertido  que jamás hubierais podido imaginar se hace realidad. Y hasta ahí puedo leer para no destriparos nada.

He de decir que he disfrutado de la lectura. Es una novela como digo sencilla y no busca otra cosa que entretenernos un rato, poner más de una sonrisa en nuestra cara y deleitarnos con las ilustraciones que encontraremos en ella. Honesta, sin pretensiones de ningún tipo, salvo cumplir con su tarea, algo que hace con creces. Una excelente relación calidad-precio, que supone un más que potable punto de partida para esta colección.

 

El Rayo Rojo

Autores: Roberto Malo (texto) y Carlos Gregorio Simón Godoy “CalaveraDiablo” (ilustraciones).

21×15 cms.

100 páginas.

20 Ilustraciones A COLOR (página completa).

Cubierta con solapas.

PVP: 10 Euros.

 

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