Buenas tardes, mis queridos Lectores Ausentes.
Venimos hoy con Ojos de Circo, novela publicada por el sello Tyrannosaurus Books y escrita a cuatro manos entre Jesús Gordillo y Javier Martos, con una excelente portada de Daniel Expósito que nos lleva a imaginar esos viejos circos de antaño, el mundo de la farándula en todo su esplendor.
Aquél que fuera una vez el mayor espectáculo del mundo se convierte por arte de magia en causa y efecto, en escenario y desencadenante, en el leitmotiv de una historia casi intimista, con una profundidad mucho mayor de lo que pudiera parecer a simple vista, en la que seremos testigos de algo inusual: De cómo un niño normal terminará convertido en un Supervillano de manual, en un ser con un don maravilloso que terminará por consumirlo y le llevará a cometer verdaderas atrocidades, no por una maldad innata e inherente en él, sino empujado por unas circunstancias que le superan y que le empujarán de forma inevitable a su destino.
Y es que en definitiva, Ojos de Circo nos habla de eso. Hay una gran frase que podría resumir a la perfección la esencia de la novela: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.
Un poder, un don imposible, que bien enfocado podría haber creado cosas maravillosas, pero que por desgracia, en las manos de un niño, termina siendo algo terrible. No podemos culpar a Nicholas por convertirse en el monstruo que un día será. La falta de un guía, de alguien que le muestre el camino a seguir, que le enseñe a controlar ese poder y a utilizarlo de la forma debida, supondrá el primer paso que le llevará hacia el lado oscuro.
¿Qué razones llevan a alguien en convertirse en un malvado? La figura arquetípica del supervillano nos lleva a pensar en alguien que ansía poder, que desea doblegar al mundo y rendirlo a sus pies. Pero más allá de esa fachada, existen unos motivos reales, a menudo traumáticos, que le llevaron a ese punto. Y aquí, Gordillo y Martos nos permiten ser testigos de cuales fueron esos motivos en el caso de Nicholas.
Una familia ultraconservadora, con una enraizada tradición militar. Un padre que educa a sus hijos con una disciplina feroz. Una madre sumisa, ciega y obediente a los mandatos de su esposo. El sentirse diferente, marginado e incomprendido. Ser el bicho raro de la familia, la oveja negra. Sentir que no encajas, que no eres como ellos y lo más trágico, que no te permitan encontrar tu lugar en el mundo.
La tristeza y la frustración no tardarán en convertirse en rabia, resentimiento y odio. Un deseo de revancha, , de romper con las reglas y de vengarse de aquellos que no supieron estar a la altura de las circunstancias. Y ese odio se extenderá más allá de los círculos cercanos, convirtiéndose en una especie de misantropía malsana, llegando un momento en el que Nicholas solo se sentirá cómodo rodeado de otros como él. Seres desarraigados, descastados, unos parias. Monstruos de su misma condición. Personas con un don, una rareza fuera de lo común. Prodigios que son vistos por la sociedad con una mezcla de fascinación, repulsa y miedo.
Será por ello que Nicholas se empecinará en crear su propia versión del circo de los horrores, cumpliendo así su sueño, en busca del espectáculo perfecto. Es una búsqueda infructuosa, puesto que a medida que pasa el tiempo, Nicholas comprenderá que no hay lugar para ellos en el mundo. El odio y la frustración seguirán empujándolo más y más hacia la oscuridad, hasta que ya no le será posible salir de allí. Los errores del pasado volverán una y otra vez para atormentarle. Los fantasmas que creía haber dejado atrás regresarán, empeñados en impedirle ser feliz de ninguna manera. El hastío, la rabia y la decepción serán constantes en su vida y moldearán de manera definitiva su personalidad, obligándole a cruzar la última línea, la que lo convertirá en esa especie de supervillano que comentábamos al inicio de la reseña.
El ritmo ágil y fluido hace de esta una lectura agradable y muy intensa. Narrado a modo de continuos flashbacks, además de la historia de nuestro protagonista, también podemos disfrutar de una revisión a la historia actual de los EEUU. Desde finales de la Gran Depresión pasando por la Segunda Guerra Mundial, hasta nuestros días, llegaremos a comprender lo intolerante de una sociedad que de forma hipócrita rige sus normas de convivencia según unos preceptos que se toma a rajatabla y que la hacen repudiar todo aquello que sea distinto.
No resulta sencillo encontrarte una novela escrita entre dos personas y que el lector no sea capaz de diferenciar que es lo que ha escrito uno u otro. Este es uno de esos casos atípicos en los que no he logrado descubrir que partes ha elaborado cada uno y eso es bueno, muy bueno. La coherencia, la compenetración, la dinámica establecida, hacen que todo sea uno. El conjunto es compacto, bien ligado y no hay fisuras. No se pierde la frescura, ni el tono en ningún momento. La forma en que se relata lo sucedido engancha y uno se siente fascinado por Nicholas y su mundo. El lector logra empatizar con él y comprender sus motivaciones, aunque en la mayoría de ocasiones no las comparta ni esté de acuerdo con su forma de actuar. El que seamos capaces de comprenderle, de entender porque hace lo que hace, es el mayor logro de la novela.
En la parte final, hay una fuerte crítica social y sirva de ejemplo las innegables connotaciones de lo ocurrido en la novela con algunos de los episodios más trágicos y violentos acaecidos en Estados Unidos. Nos vendrán a la mente imágenes que todos hemos visto y que por sí mismas, sin intención de justificar lo injustificable, si nos permiten entender hasta qué punto existen incoherencias en las normas que rigen la sociedad. Hay una parte del libro que nos lleva a recordar los trágicos sucesos ocurridos en Waco, Texas, en 1993 y es ahí donde culmina la novela, donde de una vez por todas, el monstruo en que se ha convertido Nicholas se libera de cualquier cadena y toma el control. Pero veremos que Nicholas y los suyos no son los únicos monstruos. Comprenderemos al fin que los de ahí fuera, la sociedad, sean quizás los verdaderos monstruos, ataviados con la capa que oculta su verdadera naturaleza, disfrazándola de normalidad, de respetable, cotidiana y moral.
En definitiva, una lectura muy, muy recomendable y que por una vez, le ofrece al lector la posibilidad ponerse en la piel de quien, a ojos de la sociedad, sería el malo de la película. Yo la he disfrutado muchísimo y me ha encantado poder ver el mundo a través de los Ojos de Circo.
Ojos de Circo
Jesús Gordillo y Javier Martos
Editorial: Tyrannosaurus Books
ISBN: 9788494102066
Páginas: 274 pág.
PVP: 14,95€