Buenas tardes, mis queridos Lectores Ausentes.
Acabo de terminar Futuros Perdidos, de Lisa Tuttle y debo decir que a pesar de que a la novela se le ven algunas costuras, que la protagonista hay momentos que te gustaría que la atropellase un camión de la basura o algo (el victimismo y la debilidad de carácter de la protagonista me ponía de los nervios) y que en cierto modo el final me ha resultado un tanto precipitado (buscando la salida fácil), sigue pareciéndome una de las propuestas más curiosas, inquietantes y estimulantes que he leído en referencia a los universos paralelos y realidades múltiples y alternativas.
Una exploración metafísica del jardín de los senderos que se bifurcan.
Clare Beckett es una mujer madura acosada por las consecuencias de una negligencia juvenil, y sueña febrilmente con escapar a un mundo en el que las cosas hubieran sido diferentes. Pero sus sueños son tan vívidos que llega a experimentar otras vidas, futuros perdidos que ponen en entredicho su cordura…
Futuros perdidos propone un viaje de exploración al interior de la conciencia en uno de los vehículos narrativos de mayor calado filosófico: la posibilidad de explorar el árbol probabilístico de la teoría de los muchos mundos y acceder a otras líneas argumentales de nuestra propia vida.
El estilo de Tuttle es ágil y fluido, con un ritmo que va a más a medida que avanza la trama, sin buscar realmente alcanzar un clímax cómo tal, sino prefiriendo que nos sorprendamos por nosotros mismos ante lo que nos propone y dejando que sea la propia historia quién marque las pautas. Todo ello con una prosa que no deja lugar a florituras innecesarias, pero bien elaborada y con un tono premeditado que le sienta de fábula a lo que nos quiere contar. Algunos cambios de escena un tanto precipitados al principio, en los primeros saltos de conciencia del personaje, pueden resultarnos un tanto abruptos, sin una transición clara entre una y otra, hasta que entramos en la dinámica y comprendemos lo que pasa: es justo lo que la autora pretendía, contagiarnos la incertidumbre e incomprensión ante lo que ocurre, tal y como le sucede en un principio a la protagonista. Lo que en un primer momento puede parecer un error, se descubre cómo un total acierto cuando la historia avanza, dotándole de una atmósfera onírica y un tanto surrealista, en la que la protagonista (y nosotros mismos) somos incapaces de afirmar con certeza si todo es real o no, si estamos en nuestra vida o en una de las posibles variantes a esta, arrastrándonos poco a poco hasta hacernos dudar de su cordura.
Sin llegar a ser una novela de terror (navega a medio camino de la ciencia ficción y la fantasía), si coquetea con él de forma descarada, sobre todo con esos momentos de angustia extrema que sufre su protagonista al aparecer en una vida que no es la suya, pero que si lo es… El descenso a la locura, la obsesión por encontrar una realidad perfecta, la negación de aceptar quien es ella y cómo ha vivido su vida ni las decisiones que ha tomado, la incapacidad de cambiar lo que no le gusta por sí misma, prefiriendo suplantarse en otras vidas que envidia y que no fue capaz de asumir o provocar en su momento cuando tuvo oportunidad, buscando una salida y escapar fuera de su propia realidad…
Uno no puede evitar reflexionar ante lo que se nos propone en la obra. La infinidad de puertas que se abren a cada segundo: ¿Y si hubiera salido del trabajo treinta segundos más tarde? ¿Y si se me hubieran caído las llaves antes de entrar en casa? ¿Y si la hubiera besado? ¿Qué habría cambiado en mi vida? ¿Dónde estaría hoy? La propuesta de Tuttle es tan interesante como incognoscibles las cuestiones que entraña y es justo por eso que me resulta tan fascinante.
El Efecto Mariposa es algo que escapa a esas doscientas seis páginas que tiene la novela y el solo centrarse en decisiones, en teoría vitales, obviando los pequeños detalles que pueden parecer triviales, aquellas elecciones casi inconscientes y que se acumulan a lo largo del día, (pero que en mi opinión tienen la misma repercusión y trascendencia que cualquier otra decisión o elección consciente), es quizá lo único que he echado en falta en esta lectura. Por todo lo demás, una delicia inquietante, una especie de Alicia en el país de las maravillas, llevado a otro nivel, en que uno toma conciencia de algo que ya sabe, aunque no lo tenga presente: tu vida es tan terrible como quieras que sea y donde TÚ, como individuo pensante, creas tu propia realidad IMPROVISANDO segundo a segundo, desde que naces hasta que mueres, sin saber si hiciste la elección correcta o si de algún modo, todas ellas lo son, de una forma u otra. Es el camino el que te hace ser quien eres, y para bien o para mal, tú creas a su vez ese camino. Cuestiones trascendentales, filosóficas, que dan para horas de charla rodeados de amigos, entre copas y cigarrillos, para no llegar a ninguna parte ni a ninguna conclusión. Pero creo que es de esas cosas que no solo son recomendables de vez en cuando, sino verdaderamente necesarias.
Si podéis, metedle mano a la novela. Hacedme caso, lo agradeceréis.
Futuros Perdidos
Lisa Tuttle
Editorial: Gigamesh
ISBN: 9788416035540
Páginas: 224 pág.
PVP: 18:00€
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