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Última etapa: Los MAESTROS siguen vigentes, cuarenta años después.

Por R. G. Wittener

Resulta muy curiosa la manera en que el destino hace que ciertos elementos acaben cruzándose en tu vida. Y, sí, eso significa que creo en que las casualidades ocurren. Pero es que resulta muy difícil no hacerlo, cuando te ocurren cosas como la compra del ejemplar de este libro. Porque llegó a mis manos en una compra de una librería «de viejo», y yo no soy un gran cliente de las librerías de segunda mano. Ni siquiera un cliente asiduo. He visitado alguna, haciendo tiempo mientras esperaba a que llegase el amigo con el que había quedado, y he hecho uso de sus servicios para regalar algún libro que ya no se podía conseguir de otra manera; pero ese es el escaso bagaje de mi experiencia con estos comercios. En comparación con ciertas amistades, casi no soy ni un novato. Claro que, si no me preocupase el espacio que iban a a acabar ocupando en mi casa, quizás dejaría sueltas las riendas a mi curiosidad lectora y atacaría sus estanterías con más fervor. El hecho es que, durante la última HispaCon, y aprovechando el tiempo libre que me había quedado entre una charla y otra, me fui paseando por los puestos de las distintas editoriales y librerías. Con más intención de mirar y apuntar títulos con vistas a un futuro que con la idea de comprar, por miedo a volverme a casa con el doble de peso en la maleta. El caso es que uno de ellos, una librería de segunda mano, tenían bastante rebajados los precios. Y reconocí las portadas de varios libros de ciencia-ficción y fantasía, por los ejemplares que había leído en la biblioteca del barrio cuando era un adolescente y podía dedicarle toda la tarde a la lectura. Así que empecé a curiosear y a pensar en la cantidad de textos «clásicos» del género que aún tengo en el debe de lectura, y mi habitual renuencia a saturar la biblioteca de mi casa se relajó por un instante. Y, pensando en que lo mejor era jugar sobre seguro, escogí un par de libros cuyos autores estaban más que reconocidos. Pero ni por asomo se me podía ocurrir que iba a dar con semejante tesoro al elegir este ejemplar, de entre todos los libros que descansaban allí sus añosas portadas.

¿Por qué digo que este libro es un tesoro? Pues porque Última Etapa es una antología cuyo formato, si nadie se ha atrevido a imitarlo, debería de recuperarse ya. Ahora mismo. Aunque, si se publicase una antología a imitación de ésta, me pregunto si repitirían las temáticas. ¿Eliminarían alguna para introducir otras? ¿Harían la lista más extensa? ¿Son las predicciones sobre el cambio climático un tema con entidad propia, o seguiría dentro de la categoría del fin del mundo? Me gustaría verlo, desde luego. Y estoy seguro de que hay autores más que capacitados para compararse con los maestros de sus páginas, y presentar propuestas igual de válidas (Orson Scott Card, William Gibson, Úrsula K Leguin, Tim Powers, Greg Egan…). No solo por la calidad de sus textos, si no por las reflexiones finales que cada uno de sus autores expresaron respecto al tema que se les propuso, y las obras que ellos mismos recomendaron para quien tuviera interés. Cualquier aficionado a la ciencia-ficción que comprase este libro a mediados de los setenta, es probable que acabase leyendo veinte o cuarenta novelas y relatos de los mencionados en esa sección. E incluso a día de hoy es una guía más que válida para introducir a alguien en la época clásica del género.

Y ya, sin más preámbulos, paso a comentar los relatos que conforman la antología.

 

-Compramos gente, de Frederik Pohl.

Con la premisa de hablar sobre el Primer Contacto, Pohl desarrolló un relato muy crudo del que nadie querría ser protagonista. Y, salvo por el hecho de que su historia se fundamenta en la disponibilidad de la tecnología del «ansible», lo que nos propone resulta terroríficamente plausible. Primero, porque las distancias que nos separan de otras civilizaciones avanzadas serán, con toda seguridad, astronómicas en un sentido muy literal; y las condiciones medioambientales en las que vivan tan diferentes, que nunca sería posible un «cara a cara». Y en segundo lugar, porque creo que la naturaleza humana sería capaz de aceptar las condiciones de esa «compra de personas», ya que está planteada muy bien para jugar con el conflicto interno entre valores morales y beneficios económicos. De hecho, el relato Space Traders, de Derrick Bell (convertido en guión para un episodio de una serie de ciencia-ficción negra, llamada Cosmic Slop, emitido por la HBO) sospecho que le debe bastante al relato de Pohl.

-Los exploradores del voor, de Poul Anderson.

Cuarenta años después, su propuesta puede seguir teniéndose en consideración como una opción válida a los problemas de su temática: la exploración del espacio. El principio tecnológico del relato, por desgracia, sigue siendo una utopía; pues aún no somos capaces de transferir el contenido de un cerebro humano a un procesador informático, y mucho menos lograr que la clonación física vaya pareja a una imitación de la personalidad del individuo inicial. En cualquier caso el relato, moviéndose entre lo romántico y lo dramático, elucubra con solvencia sobre qué sería de unos seres sentientes «obligados» a una eternidad de autoconsciencia sin todo aquello que los definía. Y plantea una interesante dilema sobre la forma de colonizar exoplanetas.

-Grandes giras de evasión, de Kit Reed.

Ante una temática como la inmortalidad, la autora planteó un remedo de solución, un tanto naïf, al dilema de la vejez. Y aunque su idea podría ser del agrado de muchos, no resultaría práctico (si bien soslaya el problema de la superpoblación de una humanidad inmortal). Al tener como protagonistas a un grupo de ancianos, y sobrevolar alrededor de ellos el sueño de recuperar la juventud, no pude evitar que me recordaran a la película Cocoon (y, de hecho, algún personaje me resultó bastante familiar); pero, a pesar de haber calificado su propuesta como inocente, el trasfondo del relato no deja de ser terrible: el deterioro de la edad, y el desesperado anhelo de conseguir lo que les ha vedado su clase social (porque aquí, como sería de esperar en la vida real, la inmortalidad está solo al alcance de quien puede pagarla).

-Esquemas para tres narraciones enigmáticas, de Brian W. Aldiss.

Inclasificable. Un ejercicio literario que ignoro si alguien había probado antes, o si se han atrevido a imitar después. La temática (el espacio interior), le sirve para explorar la consciencia propia de un modo muy poco ortodoxo. Porque, en ese contexto, creo que la propuesta de Aldiss no puede ser más genial. Como escritor, no se me ocurre mejor manera de describir la manera en que trabaja mi mente, que a través de la sinópsis «improvisada» de un relato; o de tres, como es el caso. Una lectura un tanto lisérgica ante la que nadie puede quedar impasible.

-¿Qué es el hombre?, de Isaac Asimov.

Usando la misma fórmula que lo convirtió en un clásico de la edad de oro de la ciencia-ficción, Asimov se despacha con una vuelta de tuerca irreversible contra los conceptos de su universo literario. Parece lógico que los responsables de la antología pensasen en él para hablar sobre robots y androides… Y eso es lo que hace aún más curioso que, el mayor exponente de la literatura de robots, aprovechase la oportunidad  para escribir su «último relato» sobre el tema; describiendo el discurso lógico que podría llevar a una IA autoconsciente a quebrar sus Tres Leyes de la Robótica. Ese ir en contra de su legado es lo más reseñable de una historia que, como suele ser costumbre en el maestro Asimov, no deslumbra con su prosa.

-Nosotros tres, de Dean R. Koontz.

Para cualquier lector familiarizado con el terror, la presencia de Koontz entre los autores anteriores le habrá resultado tan intrigante (supongo) como a mí, ya que nunca lo he relacionado con la ciencia-ficción. Aunque, desde luego, la temática que le ofrecieron (los niños extraños), suele tender a desviarse hacia lo oscuro y demostrar que la especulación científica no siempre es halagüeña (como el propio Koontz recuerda, al mencionar Más que humano entre las obras sobre la futura evolución de nuestra especie). Y aunque el concepto fundamental de su relato se puede catalogar de «ciencia-ficción blanda», no tarda en sumergirse en las tenebrosas aguas del terror, con tres niños dignos de asustar a El pueblo de los malditos.

-Ratas espaciales del CCC, de Harry Harrison.

Al igual que Asimov, Harrison colabora en ésta antología con un relato que juega a ser «el último». Con poco más que tres personajes, y un montón de estereotipos de la opereta espacial (armas desintegradoras, naves espaciales más rápidas que la luz, tecnología imposible…) articula una historia disparatada. Una parodia caústica que busca el corazón del género… para arrancárselo y pisarlo delante de nuestras narices. Aunque, quizás más interesante que el propio relato sea la reflexión final que la acompaña. Pues en ella postulaba Harrison que la space-opera era un género sin futuro y al que se debía enterrar a la mayor brevedad posible, pues ya había dado todo lo que podía ofrecer al desarrollo de la ciencia-ficción. Una condena que podía parecer irrefutable en 1975, cuando se publicó el libro… Y sobre la cual querría saber si meditó dos años después, con la entrada en escena de Star Wars.

-Viajes, de Robert Silverberg.

Todos somos hijos de nuestra época, y eso hace que muchas veces la sensación de familiaridad con un texto fluya en el orden inverso al que debería. Ese es el caso de esta historia de Silverberg, ya que todas las similitudes que pueda encontrar se basarán en obras posteriores a su relato, con casi total seguridad. Para empezar, su planteamiento de universos paralelos me recordó un poco a La tierra larga (salvando todas las distancias en sus fundamentos). Y, como aficionado a las ucronías, debo decir que admiro el trabajo de condensación de ideas que llevó a cabo con este relato. Solo en esas páginas hay bastante material con el que inspirarse para escribir una docena de novelas (aunque, como es de esperar, se dejase llevar por algunos de los tópicos de ese género). Y todo ello con la idea del viaje físico trasplantado al viaje entre universos: el impulso del retorno al hogar que anida incluso en los espíritus más vagabundos.

-El maravilloso y polivalente transmógrafo, de Barry N. Malzberg.

Mientras leía este relato, no dejaba de pensar en qué posibilidad había de que hubiese influído a Philip K. Dick parte de su ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?. Pero luego, revisando la cronología, descubrí que el Órgano de ánimos de Penfield podría ser anterior. En cualquier caso, el temor a que la humanidad pierda el contacto con la realidad (o decida evadirse por completo de un mundo que no le resulta soportable), parece que fue la previsión más evidente para ambos autores. El tema de la máquina incontrolable, en ese aspecto, sigue siendo igual de tenebroso, con la televisión como máximo exponente, incluso sin una revolución en la realidad virtual.

-El humo de su cuerpo se elevó para siempre, de James Tiptree Jr.

Este es el relato que más me chocó de la antología. Quizás porque se vale de un lenguaje «sucio», que no tengo vinculado con los autores de esa época. Y, además, el narrador deja escapar ciertos toques de obsesión enfermiza que te hacen sospechar del  protagonista. Prefiero pensar que, como justificación de su historia, Tiptree escarba en las partes menos agradables de la naturaleza humana para poder dejarnos con ese sabor amargo al final de la narración; ya que, al fin y al cabo, cuando a alguien le plantean hablar sobre lo que puede quedar después del holocausto, no debe de ser fácil imaginarse un cuadro bucólico. Su reflexión final también es bastante interesante, al especular sobre las razones para el rechazo de los lectores hacia las distopías, y porque reconoce haberse inspirado en algunas ideas de un antiguo parapsicólogo para plantear el relato.

-Algo para nosotros, temponautas, de Philip K. Dick.

Supongo que, si algo define la base de la ciencia-ficción, es la idea de «ir más allá». Por eso, muchos de sus temas son «el viaje». Y además de otros mundos y los universos invisibles, el viaje en el tiempo es un clásico desde los inicios del género. Pero cuando el tema se deja en manos de Dick, resulta sencillo saber que no vamos a circular por una trama al uso. Así que aquí nos encontramos con la historia de unos viajeros del tiempo, narrada en clave similar a las misiones de la NASA en la época de la carrera espacial, con un desastre, y unos personajes que se han visto arrastrados a una trampa temporal que hasta el último momento no se revela en toda su crudeza. Un ejemplo de cómo ese espíritu optimista de la edad de oro de la ciencia-ficción se había desvanecido por completo a mediados de los setenta.

Es todo lo que puedo contar, salvo animaros a buscar un ejemplar en alguna biblioteca y comenzar a disfrutar de su lectura. Y, por supuesto, que os atreváis a desafiar a la casualidad, entrando en la librería de segunda mano más cercana.

 

Gestarescala, de Philip K. Dick (Cátedra, 2016)

Una reseña de FJ Arcos Serrano

 

gentar1«Gestarescala» comienza un jueves de abril de 2046 en Cleveland, en la República Comunal de los Ciudadanos de América, una distopía totalitaria de corte comunista. El protagonista, Joe Fernwright, está desempleado y vive del subsidio. Antes era alfarero, como lo había sido su padre, en los tiempos en que un puchero de barro era algo maravilloso y los objetos no eran todos de plástico. Ahora su única forma de esquivar la cruda vacuidad de la sociedad global, su única forma de romper la soledad y el aislamiento, es descolgar el teléfono, conectar vía satélite con algún lugar remoto y participar en El Juego. Pero, un buen día, los servicios de Fernwright son requeridos en el Planeta del Labrador, junto con los de otros seres alienados y desahuciados de toda la galaxia.

Antes de empezar a hablar de este libro hay que decir que es el único de Philip K. Dick que no se había publicado nunca en España, así que desde aquí agradezco a la editorial Cátedra el regalo que nos ha hecho a todos los incondicionales de este escritor.

Centrándonos en estas doscientas páginas de Gestarescala, se nota que es una historia muy influida por la obra de Jung (búsqueda del alma verdadera por parte del hombre moderno….) donde se representa al inconsciente colectivo a través de la grotesca figura de Glimmung.

Para los incondicionales de Dick (espero que haya alguno en la sala…) encontrarán en estas páginas la prosa característica del escritor, y que no es otra que una depurada simpleza (sin carácter excesivamente negativo, of course) para describirnos lo complejo y loco de sus planteamientos, detalle que hace que sus páginas vuelen entre nuestras manos.

gentar3Podríamos dividir la novela en dos partes bien diferenciadas: la primera de ellas ambientada en un planeta Tierra sometido a un régimen totalitario que impide a nuestro protagonista realizarse como un ser humano normal y una segunda parte localizada en un aterrador y surrealista planeta.

He de confesar que la novela se me antoja un tanto insatisfactoria, sobre todo por un segundo segmento no demasiado convincente (se necesita de un importante tiempo para poder ir dilucidando e interpretando algunos de sus alucinados pasajes) y un final poco eficaz. Tampoco ayuda el tratamiento de los diferentes hilos narrativos y sus personajes, en su gran mayoría radiografiados con un tratado de brocha gorda un tanto burda.

Aún con estas deficiencias, podríamos decir de este Gestarescala que es un fiel ejemplo del mejor Dick menor y que merece ser leída/atesorada por todo aquel fan del escritor.

La edición de Cátedra contiene una excelente introducción (un completo ensayo sobre la obra del escritor de más de cien páginas por parte del experto Julián Díez) preparando el terreno al lector antes de adentrarse en esta historia repleta de conceptos tan brillantes como pobremente ejecutados.

 

Ficha técnica

Título: Gestarescala

Autor: Philip K. Dick

Editorial: Cátedra

Páginas: 328

ISBN: 978-84-376-3576-7

Precio: 15.90 euros

 

CINE: Blade Runner, de Ridley Scott.

Un artículo de Mitsuko C.

Título original: Blade Runner

Año: 1982

Duración: 112 minutos

País: EEUU

Director: Ridley Scott

Guión: David Webb Peoples, Hampton Fancher (Novela: Philip K. Dick)

Música: Vangelis

Fotografía: Jordan Cronenweth

Reparto:, Brion James, Joe Turkel, M. Emmet Walsh, William Sanderson, James Hong, Morgan Paull, Hy Pyke

Productora: Warner Bros Pictures

Género: Ciencia ficción

Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=eogpIG53Cis

Sinopsis:

“La poderosa Tyrell Corporation creó, gracias a los avances de la ingeniería genética, un robot llamado Nexus 6, un ser virtualmente idéntico al hombre pero superior a él en fuerza y agilidad, al que se dio el nombre de “Replicante”. Estos robots trabajaban como esclavos en las colonias exteriores de la Tierra. Después de la sangrienta rebelión de un equipo de Nexus 6, los replicantes fueron desterrados de la Tierra. Brigadas especiales de policía, los Blade Runners, tenían órdenes de matar a todos los que no hubieran acatado la condena. Pero a esto no se le llamaba ejecución, se le llamaba, retiro.” (Extracto de la introducción de la misma película)

Muy buenas Incoherentes, como no podía ser menos tenía que aprovechar este reestreno en cines, de la mítica “Blade Runner” para contaros algunas de las curiosidades que encierra esta peli de culto. Si sabéis de alguna más, ni lo dudéis y ponedlo en los comentarios, ¡ahí vamos!:

-“Blade Runner” es una adaptación muy “free” del libro de Philip K. Dick: «¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?». Estas son las diferencias:

LIBRO     PELÍCULA

Se desarrolla en una despoblada San Francisco

Los Ángeles, año 2019, superpoblada

 

 Las creaciones son del modelo Nexus 6, en ambos casos, pero aquí se les denomina androides,  y en modo despectivo “andrillos”

 El nombre que reciben es el de replicantes y despectivamente “pellejudos”

 

Es de gran importancia social poseer animales vivos auténticos

        No tiene ninguna relevancia, de hecho es ilegal

 

El primer androide descubierto por Rick Deckard es una cantante de ópera

            El primer replicante descubierto          por Deckard es una bailarina de un club nocturno

 

Deckard se preocupa únicamente por la adquisición de un animal vivo y está casado

      Deckard es un hombre que se   interroga por el sentido de la vida, sobre el miedo y la muerte. No tiene pareja

 

Roy Batty no es un modelo de combate

    Roy Batty es un modelo de combate y el líder del grupo

 

La ambientación es deprimente, una visión futurista absolutamente nefasta

  La ambientación es algo más optimista   que en el libro, resaltada al final cuando   Deckard y Rachel huyen en la primera   versión por un paisaje limpio y luminoso

 

John R. Isidore es el nombre que recibe J.F. Sebastian y no es asesinado

    Sebastian, muere a manos de Roy Batty

 

La empresa que crea los androides es la “Rosen Association

      La empresa es la “Tyrell Corporation

 

-El título de la película se llamó así porque Ridley Scott buscaba un nombre comercial y el guionista Hampton Fancher se encontró con una copia de “Blade Runner: A movie” (un tratado de cine escrito por William S. Burroughs), así que se hicieron con los derechos del mismo.

-El test “Voight-Kampff” con el que da comienzo la película no existe. Se trata de un test de empatía extraído de la novela de Philip K. Dick (hay una app para IPhone)

-En la película “El Sexto Día”, se repite la frase que se utilizó durante la escena de la prueba de “Voight-Kampff”.

-Existen actualmente hasta siete versiones del clásico, la última, el montaje final (The Final Cut) de 2007 y 2008 cuando cumplía 25 años de su estreno:

1. Versión previa de 1982
Un reducido número de personas de ciudades como Denver y Dallas fueron los privilegiados que tuvieron ocasión, en Marzo de 1982, de ser los primeros en visionar Blade Runner en modo prueba.

Esta versión, que sólo servía para recabar opiniones del público y ver qué partes funcionaban mejor y peor, obtuvo malas críticas. Esto provocó que los productores decidieran realizar cambios (ya sospechaban que la oscuridad y densidad argumental que impregnaba la película no sería sencilla para que el público la recibiera bien)

Como detalle, no se incluía el famoso «final feliz», aunque sí mantenía la voz en off (aunque no en versión completa sino reducida; la voz en off se ampliaría y esa es la versión que proyectaría meses después)

2. Versión mostrada en la ciudad de San Diego (1982)
Muy similar a la anterior. Tuvo lugar en mayo de 1982 justo un mes antes de que se estrenara oficialmente la película ante el resto del país. Esto significa que EEUU vio “Blade Runner” después de los afortunados que asistieron a este evento previo y donde había 3 escenas que se recortaron después.
3. Versión 1982 (EEUU)
Muchos siguen pensando que es la mejor de todas las versiones. Es la que dio como resultado el montaje con los recortes impuestos por los productores.

En ella no aparece la escena del unicornio, mientras que se añadieron múltiples voces en off que narraban secuencias que ya estábamos viendo como espectadores.

La redundancia de las mismas le restaba magia al conjunto pero además las mayores críticas de los fans y del propio Scott es que los productores obligaron a dejar el final feliz de la historia.

4. Versión de 1982 (Internacional)
Es prácticamente similar a la versión norteamericana pero con matices: tres secuencias de acción que incluyen algo más de violencia. Se distribuyó en Europa, Australia y Asia.
5. Versión de 1986 (EEUU)
Es casi exacta a la estrenada también en EEUU en 1982, aunque con dos minutos suprimidos con escenas de violencia. Se pasó de 116 minutos a 114.
6. Versión de 1992
El décimo aniversario de la película sirvió de excusa para que saliera a la luz la llamada versión “Director’s Cut”, que al final, por desgracia, no lo fue tanto. Scott quería incluir un montaje sin ataduras por parte de los productores, recuperando las secuencias que quedaron en montaje diez años atrás.

Es decir, quería incluir su secuencia del sueño del unicornio, además de la eliminación del «final feliz» y hasta trece diálogos de Deckard en off, por ser sobre explicativos. Aún así, la falta de tiempo y dinero y el trabajo que estaba Scott realizando para “Thelma y Louise” le impidieron realizar a la perfección la historia que había querido contar desde un principio.

7. Versión de 2007
Así llegamos a la última versión de la película hasta la fecha. Esta es la que se reestrena ahora en cines. La llamada “The Final Cut o Montaje Definitivo”. Aquí, Scott sí toca y arregla digitalmente errores que le habían acontecido en el pasado y mejora la cinta que quedó algo incompleta en 1992. Por ejemplo, los labios de Deckard en una secuencia junto al vendedor de serpientes, o la recomposición del rostro de Joanna Cassidy, que sustituye al de la actriz especialista de una de las secuencias de acción. Repetimos, sin miedo a decirlo, que es la versión que Ridley Scott considera más suya y para él es «la definitiva».

-Existe una réplica en Lego del Spinner (mítico coche de la película). La fábrica de Lego le obsequió con este regalo a Syd Mead, diseñador de los automóviles en la cinta.

-La fecha de su estreno en 1.290 salas de cine, el 25 de junio de 1982, fue escogida por el productor Alan Ladd debido al éxito obtenido con anteriores producciones como “Star Wars” o” Alien”.

-El estreno en España se produjo el día 14 de Enero de 1983 en Barcelona en el cine «Novedades», y el 31 de Enero de 1983 en Madrid en el cine «Avenida».

-Ese mismo mes se estrenó “ET”, por lo que finalmente la mayor recaudación se la llevó la película de Spielberg.

-Hay dos juegos de PC basados en la película, uno para Commodore 64 y ZX Spectrum de CRL Group PLC, y otro para PC de Westwood Studios. “Perfect Dark”, de la N64 se inspiró en “Blade Runner” también.

Ridley Scott llevaba consigo una foto de la famosa obra del pintor Edward Hopper «Nighthawks«, para mostrársela durante el rodaje a sus compañeros para darles una noción de la atmósfera que quería crear para el film.

-Los replicantes experimentan a lo largo del film una curiosa evolución emocional «in crescendo»:

1) Deseo de vivir

2) Deseo de libertad, rebeldía

3) Ira, odio, frustración, agresividad

3) Miedo

4) Deseo de identidad

5) Grupalidad, compañerismo

6) Deseo, amor romántico

7) Tristeza, lástima, dolor moral

8) Piedad, amor al prójimo, incluso hacia el enemigo. La escena final introduce en cierto componente “cristianoide” en la evolución descrita. Esta secuencia de emociones se puede relacionar o bien con la evolución personal de cada humano, o bien con la evolución histórica de la Humanidad.

-El simbolismo del ojo es muy importante durante toda la película: El ojo que se ve en la escena inicial, los ojos son usados en el test “VK”, Tyrell usa cristales gruesos para hacer sus ojos más grandes, Roy juega con unos ojos en un bote en el apartamento de Sebastian, los ojos de búho se muestran varias veces…

-Un modelo de la nave “Dark Star”, del film homónimo, fue usado también como un edificio. Puede verse detrás del cartel de Asain, en la escena en donde la nave de Gaff se aproxima al edificio de la policía.

-El arma que usa Deckard es un rifle Austrian Steyr/Mannlicher con acción de seguro, pero sin la empuñadura y el cañón originales, dejando solo el recibidor. Una nueva empuñadura fue agregada como efecto.

-En julio de 2000, finalmente el director Ridley Scott reveló que Deckard es, definitivamente, un replicante. Harrison Ford lo niega (pero debemos recordar la escena del apartamento cuando Deckard se lava la cara delante de Rachel, no digo más)

-Todos los replicantes tienen los ojos claros, incluso Rachel, que los tiene de un color miel.

-En el apartamento de Deckard aparece multitud de mobiliario de los años 40. Las paredes son baldosas de la ¨The Ennis House¨ de Frank Lloyd Wright y hay muebles como una silla baja con respaldo alto que fue vista en la última escena de ¨Saló¨ de Passolini (en esa silla se sientan los ¨señores de la casa¨ para ver con prismáticos las ejecuciones de los muchachos seleccionados para tal efecto)

-El número de serie de cada replicante suma sus características, por ejemplo: Leon es «N6MAC41717», que es Nexus-6, Masculino, físico-A, gnosis-C y fecha de creación 4/17/17 (mes 4, día 17, año 2017)

-Salió un Soundtrack de la película con la excelente música de Vangelis, pero, a diferencia de otras producciones, este no fue lanzado junto al estreno de la película, vio la luz dos años después.

-Cada personaje está asociado a un animal diferente:

Leon – tortuga

Roy – lobo – paloma

Zhora – víbora

Rachael – araña

Tyrell – lechuza

Sebastian – ratón

Pris – mapache

Deckard – pez -unicornio.

-Alguien reparó en que cierto número de las compañías cuyos logos aparecían en el filme tuvieron dificultades financieras después del estreno y se habló de la “Maldición de Blade Runner”. Atari tenía el 70% del mercado de consolas en 1982, pero sufrió pérdidas por más de 2 millones de dólares en el primer cuatrimestre de 1991. Bell perdió su monopolio en 1982. Pan-Am se declaró en quiebra en 1991. En 1982, Coca-Cola lanzó su «nueva fórmula», perdiendo millones de dólares. Sin embargo, esta compañía ha experimentado desde entonces el mayor crecimiento de cualquier empresa americana en la historia. Cusinart se declaró en bancarrota en Julio de 1989.

Constantino Romero dobló al replicante Roy Batty y viendo un pase en televisión de la película, el hijo de Constantino le preguntó a su padre si esa voz era la suya y Constantino después de pensar un rato le dijo que sí, que creía que era su voz. No recordaba haber doblado «Blade Runner«.

-El texto completo del anuncio callejero que puede escucharse mientras Deckard espera su turno en el bar que sirve fideos es el siguiente:

«Una nueva vida lo espera en las colonias del espacio exterior. La oportunidad de volver a empezar en una tierra dorada de oportunidades y aventura. Nuevo clima, facilidades recreativas… Completamente gratis. Use a su nuevo amigo como sirviente personal o un incansable trabajador de la tierra. El humanoide replicante genéticamente diseñado y vestido a la moda diseñado especialmente para satisfacer sus necesidades. Así que sigamos adelante, América, pongamos a nuestro equipo allá arriba…«

En el corte del director se agrega: «Este aviso es patrocinado por la Corporación Shimato Domínguez – Ayudando a América en el nuevo mundo«.

-La foto de Rachel con su madre, tiene un efecto de movimiento cuando Deckard la mira.

Harrison Ford ha asombrado a sus fans y a los amantes del cine en general, al declarar que la magistral “Blade Runner”, que protagonizó en 1982 no le gusta: “Mi personaje era un detective que no tenía nada que investigar. No llegué a identificarme con la historia en ningún momento«.

-El departamento de Sebastian está lleno de criaturas, parte humanas, parte máquina y parte animal. Hay un unicornio relleno en la mesa de trabajo (a la derecha de la pantalla, mientras los ratones se escabullen encima de la parafernalia diseminada mientras Sebastian duerme)

-En la escena donde Deckard y Gaff se aproximan a la central de policía en una nave, se puede ver disimulado, un modelo del “Halcón Milenario” que Harrison Ford usó en «Star Wars«, en el rincón inferior izquierdo de la pantalla.

-Cuando Gaff le habla a Deckard en el restaurante chino lo hace en húngaro, diciéndole: «Azonnal kövessen engem» (Sígueme inmediatamente), «Lófasz» («Mierda», pero en un sentido mucho más grosero) y «Nehogy mar, te vagy a Blade Runner,» (Sin duda, tú eres un Blade Runner); después de estas frases, cambia a otro idioma. Se dice que en algún momento se habla en “esperanto”.

-Todos los replicantes son llamados por sus nombres, mientras que los humanos son llamados por sus apellidos.

-Leon le dispara a su entrevistador cuando éste le pregunta sobre su madre. El tema de las «madres» siempre es aludido por Ridley Scott en sus películas, de una forma o de otra.

-El concepto de inmortalidad tiene obvias asociaciones en la posterior confrontación entre Tyrell y Batty. En un plano, el juego de ajedrez representa la lucha de los replicantes contra los humanos: los humanos consideran a los replicantes como peones que son removidos uno a uno. Los replicantes individuales (peones) intentan volverse inmortales (una reina). En otro plano, el juego entre Tyrell y Sebastian representa a Batty acechando a Tyrell. Este comete un error fatal en el juego de ajedrez, y otro error fatal tratando de razonar con Batty.

Y si queremos saber qué partida se está jugando concretamente es esta: La conclusión de un juego disputado entre Anderssen y Kieseritzky en Londres, en 1851, que es considerado como uno de los más brillantes de todos los tiempos, y se conoce como «El Juego Inmortal«. Su expresión algebraica: 1 e4 e5 2 f4 exf4 3 Bc4 Qh4+ 4 Kf1 b5 5 Bxb5 Nf6 6 Nf3 Qh6 7 d3 Nh5 8 Nh4 Qg5 9 Nf5 c6 10 Rg1 cxb5 11 g4 Nf6 12 h4 Qg6 13 h5 Qg5 14 Qf3 Ng8 15 Bxf4 Qf6 16 Nc3 Bc5 17 Nd5 Qxb2 18 Bd6 Qxa1+ 19 Ke2 Bxg1 20 e5 Na6 21 Nxg7+ Kd8 22 Qf6+ Nf6 23 1Be7 Checkmate (si lo habéis entendido, gallifante :D)

-En la escena en la que Deckard está sentado dando la espalda a un escaparate con unas letras en chino, este ideograma significa “origen”.

Dustin Hoffman rechazó hacer el papel de Deckard.

-La pantalla del PC en el spinner de la policía muestra la misma sucesión, con la palabra «purga» que el ordenador denominado Madre en la nave Nostromo de la película “Alien: El Octavo Pasajero” (también dirigida por Ridley Scott).

-El edificio usado en la escena de la persecución final entre Deckard y Roy, el Bradbury, era el mismo edificio usado en 1964, en un episodio televisivo titulado «El hombre de las manos de cristal«, protagonizado por Robert Culp.

-Las heridas de Zhora aparecen antes del sonido de las balas de la pistola de Deckard.

-La música de la partitura que Rachel lee no es la misma que la canción que después toca en el piano.

-Se puede ver una sombra de la cámara cuando Deckard está luchando con Roy en el edificio Bradbury.

-El cine enfrente del apartamento de Sebastian, se proyectan películas de la mujer de Ridley Scott.

-La novela de Dick ofrece una explicación de por qué ciertos animales reales son tan costosos (las palomas, vistas en gran abundancia en el edificio de Sebastian, no deben de contarse entre ellos): Algunos animales son mucho más raros que otros y supuestamente las lechuzas están extintas.

-Las compañías o productos que muestran sus logos en el filme son ANACO, Atari, Atriton, Bell, Budweiser, Bulova, Citizen, Coca-Cola, Cuisine Art, Dentyne, Hilton, Jovan, JVC, Koss, Lark, Marlboro, Million Dollar Discount, Mon Hart, Pan Am, Polaroid, RCA, Remy, Schiltz, Shakey’s, Toshiba, Star Jewelers, TDK, The Million Dollar Movie, TWA, Wakamoto.

-En la película se dice que el test Voight-Kamff es la única manera que existe para descubrir a los replicantes, pero Leon y Pris muestran en sendas escenas que sus manos no son dañadas por el nitrógeno líquido ni por el agua hirviendo… Ejem…

Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos D brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo… Como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir

Improvisación del diálogo fundamental: Este dato a comentar merece que a Hauer se le dé un mérito enorme. ¿Sabías que este poético y deslumbrante diálogo fue improvisado en gran medida por el actor durante el rodaje? Roy Batty, personaje de Hauer, debía morir pero al actor le parecía soso y simple, hacerlo sin más. Algunas personas filtraron que a última hora se escribió la secuencia donde se decidía que podía decir algo. Es decir, se escribió la idea de que Hauer comentara algo antes de morir en la misma víspera del rodaje.

Ridley Scott usó en uno de los finales varios planos rodados por Kubrick para “El Resplandor” que no llegaron a usarse en la citada película de terror. Se trata de las montañas y paisajes que salen al principio de dicha película.

Harrison Ford no podía ni ver a Sean Young, creía que era una actriz mediocre que no estaba a su altura, le amargó el rodaje hasta el último día, incluso llevándola al llanto.

Pues hasta aquí las “Curiosidades sobre Blade Runner”, espero que hayáis disfrutado de su lectura y que vayáis al cine a ver esta joyita en pantalla grande.