Pues si, mis Lectores Ausentes.
Aprovechando que esta aun reciente la reseña de «Noctámbulo», he creido que era una ocasión estupenda para que conozcais un poquito mas a su autor.
Miguel Aguerralde es un tipo simpatico , con el que tuve el placer de coincidir en el ultimo Hispacon y con el que pude disfrutar de una cena divertidisima en compañia de varios amiguetes. Fueron apenas unas pocas horas las que tuvimos para charlar, pero doy fe de que dieron mucho de si.
Un tio majo y muy noble, con el que os dejo a continuación:
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1-AI -¿Quien es en realidad Miguel Aguerralde?
MA -Supongo que cada vez me queda menos para saberlo. Una entidad inquieta encerrada en un cuerpo que la lleve de un lado a otro, una persona con mil pájaros en la cabeza que poco a poco va ordenando los libros en las baldas de su estantería, no siempre en la correcta. En general un tipo sencillo al que le gusta crear historias, contarlas, y entremedias reírse de todo.
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2-AI- ¿De donde viene tu afición a la escritura?
MA -Cuando era pequeño y vivíamos en Madrid, el trabajo de mi padre nos hacía cambiar de casa demasiado a menudo. Para un chico tímido y tirando a introvertido como yo, hacer amigos nuevos a cada rato resultaba duro y agotador. Mis compañeros de juego eran Long John Silver, Sherlock Holmes y Drácula. Así…
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3-AI -¿Que fue lo que te empujo a decidirte a escribir novela y además de este subgenero en particular?
MA -De chaval era muy asustadizo, recuerdo que mi madre me obligaba a irme a leer o a dibujar a mi cuarto cuando en el salón querían ver algo que pudiera provocarme pesadillas, vamos, casi todo. Y una y otra vez yo entreabría la puerta los centímetros necesarios para poder mirar y ala, otra noche en vela. Llegó un momento en que tenía que saciar esa curiosidad de una manera más digna y superar esos miedos.
En el cine descubrí un universo aterrador de criaturas y terrores contra los que luchar. Aprendí a adorar las películas de Hitchcock, de Carpenter, de Craven, el cine de los ochenta me llevó a la literatura de terror en los noventa, a devorar cuanto de suspense y misterio cayera en mis manos. Entre El Silencio de los Corderos y sucedáneos, el videojuego Silent Hill y sobretodo Stephen King, me empujaron a escribir los cuentos que me hubiera gustado encontrar en los libros o en la pantalla.
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4-AI- ¿Tienes algún autor favorito? ¿Alguien a quien tengas como referente?
MA -Empecé a leer terror con Stephen King, pero quise buscar más y llegué a los relatos de Barker y sobretodo al Soy Leyenda de Matheson. Si supiera juntar un mínimo de cada uno de ellos me saldría una gran novela. Me encantaría combinarla con el suspense aventurero del mejor Pérez Reverte y saber inventar un buen misterio policíaco al estilo de los grandes de la novela negra. Un asesinato, un investigador, crímenes horribles, personajes con vida propia que se suban al carro de nuestros miedos. Eso intento con cada nueva novela. A ver si alguna vez me sale.
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5-AI- ¿Qué hace Miguel Aguerralde cuando no escribe?
MA -El hecho de que trabaje como maestro en un colegio no quiere decir que haga mucho cuando no escribo. Para escribir no necesito cuaderno ni lápiz, ni ordenador ni grabadora. Escribo todo el día en mi cabeza mientras la vida a mi alrededor pasa. Me gusta leer, ver películas, pasear bajo la luna, correr, jugar, montar en bicicleta. Me relaja tomar cañas escuchando música en vivo y desenredo mis ideas arañando las cuerdas de mi guitarra. Lo raro es verme estar quieto, la verdad.
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6-AI- ¿Cómo fueron tus inicios en el mundo editorial? Cuéntanos cómo fueron tus primeros pasos y cómo fue la experiencia.
MA -Escribí mi primera novela, Los Ojos de Dios (que ahora se edita con 23 Escalones), allá por el año 2002. Desde el momento en que puse el cartel de “Fin, no hay más palabras”, ésta y las que vinieron después desfilaron por un sinfín de editoriales en forma de costosos tochos de fotocopias a una cara y doble espacio en no mucho menos costosos envíos de Correos, devueltos todos con ridículas cartas de agradecimiento por el esfuerzo. Años después ya ni me molestaba en enviar nada, total, ya sabía de memoria la carta que me iban a remitir como respuesta. Sin embargo la llegada del correo electrónico y los empujones vehementes de una gran amiga –a la que le debo sin duda todo lo que me pasa ahora- me hicieron aprovechar la posibilidad de enviar los manuscritos sin gasto alguno, y así en 2009 la gente estupenda de Ediciones Idea tuvo la valentía de ayudarme a cumplir mi sueño.
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7-AI- ¿En qué andas metido ahora? ¿Nos puedes decir cuáles son tus proyectos en este momento?
MA -Mi principal ocupación, desde hace dos veranos, es conseguir dar a conocer mis novelas publicadas para que tanto esfuerzo y tanta dedicación no se quede en polvorientas estanterías en las que nadie mira. Ya me dirán si les gustan mis libros o no, pero para eso deben leerlos, yo se los llevo. Y mientras tanto, continuo escribiendo hasta en servilletas de papel ideando tramas, personajes, retorciendo y torturando ideas para darles forma de novela. Quiero perfilar y dar los últimos retoques a una de mis criaturas con la esperanza de que a lo largo de 2011 pueda interesarle a alguien hasta el punto de animarse a publicarla.
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8-AI- ¿Cómo te ves… digamos… dentro de 10 años?
MA -Tengo una serie de novelas terminadas más por ejercicio y exorcismo personal que por verdadera confianza en que algún día consiguiera publicarlas. Me encantaría verme dentro de diez años con muchas de ellas convenientemente revisadas y publicadas, y con alguna de las que tengo en mente terminada. Me gustaría seguir escribiendo y a ser posible publicando, me gustaría seguir trabajando con chavales en mis clases y disfrutar de mi familia y del revoltoso de mi perro. ¡Espero que dentro de diez años no esté demasiado pachucho!
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9-AI- ¿Cuál es tu opinión referente al panorama actual de la literatura de genero? ¿Piensas que tanto las editoriales como el público están dándole por fin la importancia que se merece a estos géneros nuestros (Fantasía, Terror y Ciencia Ficción), tan denostados hasta hace bien poco o por el contrario, sigue siendo catalogados como géneros minoritarios ? ¿Te ha resultado difícil el colocar Noctámbulo, en definitiva una novela de detectives o genero negro, por el detalle de que sus personajes tengan esas particularidades «fantásticas»?
MA -Hace unos años declararte fan o escritor de terror era como decir soy un bicho raro y mi cabeza anda seriamente trastornada. Ese prejuicio nos ha acompañado casi hasta antes de ayer. Creo que en los últimos años el éxito cotidiano y cercano de escritores populares como Stephen King, pero sobretodo el cine, donde el terror es tremendamente taquillero asuste de verdad o dé pena, han desterrado parte de esa tendencia. Tengo la impresión de que Hollywood, como moldeador de la masa, ha convertido el género de terror en un referente casi para el resto de líneas creativas.
Sería interesante debatir sobre si el comienzo de la “dignificación” del terror llega con Se7en o El Silencio de los Corderos en los noventa, o si es Shyamalan y su El Sexto Sentido el que hace que todos los ojos de los productores y editores dibujen el dólar mirando hacia este territorio hasta entonces casi marginal, pero desde luego es un cambio de mentalidad que hace que novelas, películas y hasta videojuegos de género nos beneficiemos con creces.
El problema con Noctámbulo lo tengo más al definirla ante los lectores potenciales que después, una vez estos la han leído. El componente fantástico de la novela es marcado y tiene muchísimo peso, pero por encima de todo no deja de ser un cuento policíaco de los de siempre, con sus crímenes y detectives, con su misterio por resolver. Lo que sucede en este caso es que es una novela definida totalmente por sus personajes, por los dramas y tragedias con los que cada uno convive. Y uno, en concreto, se alimenta de sangre y tiene mucha mala leche.
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10-AI- Si Miguel Aguerralde no fuera escritor, ¿hubiera sido…?
MA -Me gusta jugar a imaginar que guitarrista. Pero me temo que no tendría la paciencia necesaria para ello. Daría mis clases como profe de escuela sin despistarme tanto por las mañanas.
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11-AI- A Miguel Aguerralde le asusta……
MA -El agua. No nadar, bucear o jugar en la playa o en la piscina, no es ese tipo de miedo al agua. Me aterra la profundidad, el buceo. Me da pánico imaginarme ahí abajo y perder la respiración. Por culpa de un principio de asma mis pulmones alguna vez me dan algún sustillo. Supongo que en definitiva es un miedo a la asfixia.
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12-AI- Por último… Cuéntanos cuál el último libro que has leído, la última peli que has visto y el último cd que has escuchado.
MA -Acabo de terminar «La Silla», de David Jasso, que me ha encantado por cómo define esa indefensión con la que mis terrores más íntimos están tan unidos, y tengo a medias El Cebo de José Carlos Somoza. La última película que he visto, a parte de revisiones de imprescindibles que siempre vuelven, es Splice, de Vicenzo Natali, que por desgracia me ha decepcionado bastante. Y el último CD que he escuchado entero es Para no ver el final, de M-Clan, porque su toque blusero y nocturno va mucho con alguna de mis caras, la que reina ahora.
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AI- Pues creo que eso es todo, Miguel. Un abrazo.
MA -Muchas gracias, Athman, me ha encantado la entrevista. Un abrazo muy fuerte desde mi cueva de Lanzarote.