Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar

La mirada blanca, de José Antonio Suárez

Buenos días, mis queridos Lectores Ausentes.

 lmb1Hoy venimos con La Mirada Blanca, lo nuevo de José Antonio Suárez, reputado autor de ciencia ficción que en esta ocasión se sale un poco de lo que nos tiene acostumbrados y  nos propone con su nueva novela  un techno-thriller conspiranoico, ubicado en un futuro cercano, a la vuelta de la esquina, reconocible y en el que la aventura  predomina como género.

Un terrible secreto se esconde en el corazón de la Antártida.

En base Hispania, enclavada en una de las regiones más inhóspitas del planeta, la rutina diaria de sus habitantes queda truncada por el hallazgo de unas misteriosas instalaciones subterráneas, construidas durante la Segunda Guerra Mundial. Nadie las ha reconocido oficialmente como suyas y ni siquiera figuran en los mapas, pero albergan pruebas que, si viesen la luz, reinterpretarían hechos fundamentales de nuestra historia reciente, incluido uno de los episodios más negros de la transición española, sobre el que ha caído un espeso manto de silencio.

Siete trabajadores de una prospección de gas tendrán que elegir entre descubrir la verdad o seguir con vida. Porque la base subterránea tiene un dueño. Y no se ha olvidado de ella.

Con cierto regusto a peli ochentera, el elenco de personajes  que configuran la plantilla de trabajadores de la estación  resulta clásico, pero a la vez, muy premeditado y construido con acierto. Cada uno de ellos asume su rol y lo cumple a la perfección, desde los protagonistas absolutos como Alba, hasta los más secundarios, los falsos culpables y los interesados.  El autor acierta con ellos y les da a cada uno el espacio que necesitan para ejecutar su papel dentro de la obra.

El escenario elegido es también uno de los elementos más destacables de la historia. El situar la acción en un lugar tan inhóspito como es una base polar, perdida en medio de la nada, rodeada por un páramo helado, árido y solitario, logra crear una atmósfera cargada, tensa, en la que el aislamiento y la vulnerabilidad pesan como una losa, lastrando el ánimo de los personajes y fomentando la más absoluta paranoia y desconcierto. Una permanente sensación de impotencia y claustrofobia. La desconfianza, el miedo y la incapacidad de huir de ese lugar y de lo que esconde, lo que genera en el ánimo de los integrantes del equipo,  desembocarán en un final apoteósico y una revelación que quizás jamás debiera salir de allí.

Suárez juega muy bien con eso, con el misterio, la intriga, el miedo y la sorpresa ante cada nuevo descubrimiento. Pone a sus personajes en brete, en peligro constante y  ante situaciones que les superan, pero sin caer en el error de sobrepasar el punto de lo creíble ni convertir la historia en una simple peli de acción, logrando un equilibrio que se agradece  entre esas escenas y aquellas partes en que lo que se impone es el thriller como tal, la investigación, lo desconocido, lo imposible, los hallazgos, los conflictos entre los personajes y la conspiración.

Como punto negativo, por llamarlo de alguna manera, me ha quedado la sensación de que algunos de los diálogos resultan demasiado largos. Eso sucede en ciertos momentos muy dispares y que curiosamente, van de un extremo a otro: Unos, por intrascendentales y otros por dar demasiadas explicaciones y resultar un tanto reiterativos. El lector no es tonto y quiere la información en su justa medida. Es consciente de los problemas, de los conflictos existentes, de la relación entre personajes.  No es que sea nada exagerado, ojo, pero si es cierto que da esa impresión, de alargarse en algunas conversaciones de manera innecesaria. De todos modos, esto es una observación personal mía, alguien que ya sabéis que le gusta ir al grano en ese aspecto.  Otro detalle que me ha llamado la atención ha sido como se resuelven algunos desenlaces, dejando demasiado margen a la intervención divina, la suerte de los tontos o la puñetera casualidad.  Y el final me ha gustado muchísimo, pero me he quedado con ganas de más, en el sentido de que ahí, en ese aspecto, si hubiera agradecido que el autor se tomase su tiempo y lo desarrollase con mayor profundidad,  pausado y sin prisas.

lmb2Dejando eso a un lado, he de decir que estamos ante una buena lectura.  Un estilo narrativo que le viene como anillo al dedo a lo que nos quiere contar el autor. Gran dominio de la intriga y del misterio, bien argumentada en lo que se refiere a las connotaciones conspiranoicas y excelente en cuanto a ambientación y personajes.  Sin trampa ni cartón, el autor nos permite avanzar en la investigación al mismo ritmo que lo hacen los protagonistas, haciéndonos partícipes de todo aquello que sienten, experimentan y descubren.   Nada desentona en ese aspecto, ni hay giros argumentales absurdos y sin sentido, siendo coherente en todo momento con lo que se nos ha mostrado hasta entonces. Aventura y misterio se dan la mano y nos permiten disfrutar de una historia potente, inquietante en un escenario insuperable,  con un toque maquiavélico que le sienta de miedo.

En definitiva, si disfrutas de este tipo de historias, no te la deberías perder.  El hallar una conspiración creíble que no nos resulte ridícula; el sentirnos aislados en medio de la nada; el desconfiar de todos los que tenemos a nuestro alrededor; el sentir que la paranoia se adueña de nosotros y nos hace dudar de todo y de todos, incluso de nosotros mismos; el comprobar que nuestra vida está en peligro y podemos ser el siguiente en caer y el descubrir una verdad que podría cambiar el mundo no es algo que podamos hacer todos los días. Así que yo de vosotros, le daría una oportunidad. Lo vais a agradecer…

 

La Mirada Blanca

José Antonio Suárez

284 páginas. 15,24 x 22,86 cm

Encuadernación rústica

ISBN-10: 1502881527

ISBN-13: 978-1502881526

http://www.joseantoniosuarez.es/mirada.htm