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RedShirts, de John Scalzi

Buenas tardes, amigos.

RedshirtsHoy venimos con un libro que me ha encantado, por lo original de su planteamiento,  lo divertido y lo bien que expone sus ideas, dando alguna que otra colleja a ciertos sectores de una forma simpática y con buen gusto. Un claro homenaje a la ciencia ficción, a las series de este género y en especial, al universo de Star Trek.

Estoy hablando de RedShirts, de John Scalzi, quien se ha llevado con su novela el Premio Hugo 2013, algo que le hace justicia, pese a no ser una obra de ciencia ficción al uso.

Es sencillo e inevitable hablar de lo más obvio, las claras referencias a esa magnífica serie y a los tripulantes de la Enterprise y ese juego metaliterario que nos propone el autor, que lejos de quedarse en lo básico, en el que un libro habla de lo sucedido en otros libros, aquí va un paso más allá y no solo nos enfrasca en una aventura en la que los personajes son conscientes de eso, de que son simples personajes, rompiendo la cuarta pared y llevándolos a interactuar con otro universo, no sé si más real que el suyo propio, para salvarse.  Ese juego, en el que su propio mundo, el nuestro, el de la serie de televisión de la que forman parte e incluso aquella en la que se inspiraron los guionistas, converge y se desarrolla en apenas 310 páginas, en forma de una novela no solo entretenida, sino bien hilvanada, cargada de humor y con unos giros más que interesantes, haciendo que el lector no pueda evitar una sonrisa cómplice mientras se desarrolla la trama y se avanza en la historia.

 Sinopsis de la contraportada

  El alférez Andrew Dahl acaba de ser destinado al Intrepid, buque insignia de la Unión Universal desde 2456. Es un destino de prestigio, y Andrew está más emocionado si cabe por el hecho de que lo hayan asignado al laboratorio de xenobiología de a bordo, lo que le dará la oportunidad de servir en misiones de desembarco junto a los famoso oficiales de la nave.

    Sus perspectivas no podían ser mejores… hasta que Andrew empieza a comprender que (1) cada misión de desembarco implica algún tipo de enfrentamiento letal con fuerzas alienígenas, (2) el capitán de la nave, su oficial científico jefe y el atractivo teniente Kerensky siempre sobreviven a estos enfrentamientos, y (3) lamentablemente, al menos uno de los tripulantes de bajo rango siempre, siempre, muere.

     Por tanto no sorprende que los tripulantes de las cubiertas inferiores eviten como la peste las misiones de desembarco. y cuando Andrew tropieza con una información que transforma completamente tanto su propia visión como la de sus compañeros de lo que realmente es el Intrepid, surgirá la arriesgada oportunidad de salvar sus propias vidas.

 

Estamos ante un argumento que de por sí ya resulta atractivo. Una idea que se desarrolla de manera gradual y que se convierte en toda una revelación cuyas consecuencias obligan a nuestros protagonistas a tomar decisiones desesperadas, lo que el autor aprovecha para desarrollar ese ejercicio literario que es, en esencia, el leit motive de la novela,  tan sorprendente y efectivo , haciéndonos partícipes de todas y cada una de sus implicaciones y llevándonos de la mano en una aventura en la que nada es lo que parece, en la que realidad y ficción se entremezclan, dando lugar a una serie de sucesos que ponen en duda incluso nuestra propia situación en el entramado final y nos plantea de nuevo la vieja cuestión de si al fin y al cabo, no seremos nosotros también simples personajes en una historia de un autor desconocido, que interpretan su papel en un decorado que reconocemos como propio en una función que no somos siquiera capaces de concebir.

Dinámica y fluida, sin entretenerse en detalles superfluos e innecesarios, pero haciendo hincapié en lo coherente (dentro del absurdo)de su planteamiento, sus deducciones y aquello que conlleva, se aprovecha de la complicidad del lector para que no podamos evitar sentirnos como parte de la trama, gracias a los continuos guiños y menciones. Eso dice mucho de a qué tipo de público está dirigida la obra. Si bien es cierto que cualquiera puede disfrutar de ella sin problema, también lo es el hecho innegable de que los lectores de cierta edad y de obvios gustos personales la paladearán con mayor fruición. 

Redshirts es una oda, una ofrenda divertida y sin perjuicios, bastante irreverente en algunos momentos, que logra su propósito de llegar al lector y hacerle parte de la misma.  Un homenaje  a Star Trek y a sus fans y seguidores, en el que no escatima ni admiración ni algún que otro tirón de orejas cuando se tercia, pero siempre desde la más profunda devoción y cariño.

John ScalziEl tratamiento de los personajes, cada cual cumpliendo con su papel dentro d la historia, sin estar demasiado trabajados, si gozan de una personalidad propia, tan marcada que sin llegar a ser profundos en absoluto, gozan de la suficiente fuerza y carisma como para convencer y que lleguemos a empatizar con ellos y logren  caernos realmente bien. Incluso los simples secundarios tienen su momento de gloria, voz propia, más allá de pasar sin pena ni gloria. Todos tienen una función que cumplir y se les deja espacio para ello, evitando convertirlos justo en esas figuras a las que hace referencia el título, simples Red Shirts.

Lo mejor,  ese tono de humor presente a lo largo de toda la novela, que nos pone una sonrisa continua en los labios, sin por ello dejar de meter alguna que otra colleja tanto al mundillo de los fans, como a guionistas y actores. Resulta curioso comprobar cómo se puede construir un entramado donde la metaficción y  algunas cuestiones cuasi filosóficas, pueden ir a la par de una obra divertida y con chispa, donde el humor es hilado de manera muy sutil, pero constante, sin caer en algo absurdo y sin sentido. Como guinda del pastel, las tres historias, que como una suerte de spin of de algunos de los personajes, cierran la historia, ofreciendo al lector el remate final, con las impresiones y las consecuencias que ha tenido en sus vidas ese extraño y maravilloso encuentro. Un excelente modo de terminar.

Muy recomendable. Yo creo que la disfrutaréis. Os prometo que el juego que nos propone el señor John Scalzi es una delicia al que vale la pena jugar.

 

RedShirts

John Scalzi

Editorial: Minotauro

ISBN: 978-84-450-0179-0

Páginas: 320 pág.

PVP: 18€