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EL CÍRCULO. EL PASO 4: LAS SERIES TELEVISIVAS.

Por José Luis Carbón

En este nuevo capítulo, se analizarán las dos series televisivas:

-1999 –The Ring: The Final Chapter (Ringu: Saishûshô)

-directores: Fukumoto Yoshito, Hidetomo Matsuda, Yoshihito Fukumoto

-1999 –Rasen -director: Yoshihiro Kitayama

Volvemos al universo de Sadako, después de revisionar el material fílmico que la obra de Koji Suzuki dio hasta el 2000. En 1999 dos series de televisión y el primer remake, coreano, siguieron insistiendo en que no se deben ver cintas de video malditas y en el 2000 la precuela del boom de The Ring versión Hideo Nakata quiso buscar el origen de todo esa materia fílmica.

El logotipo de la productora.

El 7 de enero de 1999 la productora Fuji Television Network junto a la Kyodo Television emitió el primer capítulo de la serie televisiva basada en la novela de Suzuki titulada Ringu: Saishûshô y conocida internacionalmente como The Ring: The Final Chapter (justo dieciséis días más tarde se estrenaba en todo el país la secuela de Hideo Nakata The Ring 2). La cadena japonesa Fuji Television es importante en la difusión del anime japonés en todo el mundo gracias a Dragon Ball, Ranma ½, Yu Yu Hakusho, Rurouni Kenshin, Digimon, Hellsing, One Piece, Dr. Slump y muchas más series (algunos que tenemos ya una edad siempre recordaremos con melancolía…vale, lo diré: Heidi y Marco). El éxito de ventas de la novela de Suzuki y del film de Hideo Nakata hizo pensar a la cadena que todavía podía estirarse el chicle hasta doce capítulos. El éxito fue inmediato.                                          

El formato televisivo permitió cambiar el tiempo que disponían aquellos que se aventuraban a ver el video maldito: trece días en lugar de una semana. Pero claro está que a pesar de que se sigue la trama fundamental de la historia original de la novela (el periodista Akasawa que investiga la extraña muerte de unos adolescentes, el descubrimiento de la cinta, el descubrimiento de la maldición y cómo salvar tu vida y la de tu hijo) los cambios son necesarios por dos motivos: uno, nombrado más arriba, porque se tiene que explicar la historia en 540 minutos; y dos, el público quería ver otras tramas, una expansión del universo ringniano, que podríamos decir ya a esas alturas

La serie The Ring: The Final Chapter, a mi modo de ver, cumple bien con el objetivo de respetar la idea central de toda la historia y su tema principal, el de la muerte y cómo nos aferramos a la vida y a la vez de incorporar unas tramas argumentales que enriquecen toda la historia.

La serie es, en ese aspecto, una nueva versión de la novela, y a la vez un remake de la primera plasmación visual de la obra de Suzuki, el telefilm Ringu (1995). De hecho el primer capítulo es casi literalmente la primera parte tanto el telefilm como de la novela. Kazuyuki Akasawa (interpretado de forma convincente por Toshiro Yanagiba) decide investigar la muerte de varias personas que tienen en común el haber muerto a la misma hora y de un supuesto ataque al corazón. La investigación le lleva al descubrimiento del video maldito, su visión y, como es de esperar, la lucha contra el tiempo por conseguir la forma de evitar o vencer a la maldición.

Akasawa ante el video maldito.

Y decimos que es casi literalmente porque se añade una trama argumental que será la que dé juego a toda la serie: Ryuji Takayama (recordemos que en la novela es el personaje que acompaña a al periodista Asakawa en su investigación, y en las diferentes versiones cinematográficas y televisivas fue tomando diferentes matices; en nuestra serie está interpretado, muchas veces sobreactuado, por Tomoya Nagase) es un popular vidente que, en pleno programa televisivo sobre los poderes mentales y maldiciones, lanza una apuesta al también famoso profesor Kaneda, contrario a la existencia de tales fenómenos, en la que afirma que en una semana éste estará muerto. Junto a este personaje nos encontramos con Mai Takano (interpretada magistralmente por Akiko Yada), hermana del anterior, perturbada por un trauma infantil y que presenta una de las nuevas tramas en esta serie que se cruza con la historia de Sadako.

Uno de los aspectos que más llama la atención de esta nueva vuelta de tuerca sobre la historia de Sadako es la de que el video maldito a simple vista no lo es tal. Me explico. Antes de que el personaje de Akasawa vaya a investigar al hotel donde su sobrina y unos amigos fueron a pasar un par de días y vieran el video, una compañera de trabajo, Akiko, le comenta que está en boca de todos una leyenda urbana que afirma que un video de la famosa cantante Matsuzaki Nao (nombre real de la actriz y cantante japonesa) hace que quien lo vea se muera. Es curioso que se utilice un fragmento del famoso video-clip de la canción Shiroi Yo en un momento en que los cantantes pop japoneses eran aclamados por los fans como dioses. 

Video-clip “Shiroi Yo”

El hecho de que ese video pudieran verlo miles de jóvenes lo hacía mucho más peligroso ante la supuesta maldición. ¿Y qué papel juega Sadako en este nuevo video? La respuesta la tenemos en lo que la cultura japonesa es algo que de tanto en tanto nos tiene acostumbrados, en series infantiles o canciones pop. ¿Algún lector recuerda hace muchos años, a finales de los 90, la polémica surgida en torno a un capítulo de la serie Pokemon donde las imágenes brillantes provocaron ataques de epilepsia a cientos de niños en Japón? Un elemento que en la serie que estamos analizando es de lo más original de este universo: la imagen subliminal. Un video dentro de otro, la matrioshka que descubre Asakawa en el segundo capítulo gracias a Takayama y en el que podemos ver un bebé, una mujer mirándose al espejo y el aviso de que si ves esto morirás en trece días. El hecho de que The Ring sea la historia de una maldición, llevada a cabo a través de la visión de unas imágenes creadas por la misma Sadako, y de la lucha humana contra la muerte, no puede ser más sintomático que la visión inocente de un video-clip musical se convierta en una sentencia de muerte para quienes no han de morir todavía. Por cierto, una vez vista la serie recomiendo ver en YouTube el video-clip completo de la canción Shiroi Yo, todo un espléndido documento visual, muy metafórico y con unas imágenes muy ringnianas.

Otro aspecto que merece ser remarcado es el hecho de poder ver día a día el sufrimiento del protagonista por evitar la maldición de Sadako. Pasamos de la alegría al dar un paso positivo a la tristeza y melancolía al dar un paso en falso. Para los amantes de las series televisivas de los últimos años puede ser toda una sorpresa el poder verla hoy en día. Tiene un tempo narrativo que le va bien a la trama argumental. Los capítulos se encadenan unos a otros con un ritmo adecuado. Y a pesar de que la trama es por todos conocida, algunos capítulos son excelentes. El capítulo octavo, por ejemplo, es uno de los mejores. Todo el drama de los personajes se muestra aquí, sin estridencias, con una música coherente con los sentimientos de Akasawa, Akiko o Takayama, y con unos diálogos concisos y contundentes: Akiko le pregunta a Akasawa qué puede hacer para ayudar o dar con la solución a la maldición. Puede parecer un diálogo poco original o intrascendente. Pero para nada lo es cuando has estado conviviendo con la lucha personal de ambos protagonistas durante siete capítulos anteriores. Y el capítulo final lleva a las últimas consecuencias lo que ocurre con el hijo de Akasawa y que fue obviado en el film de Nakata.

La serie The Ring: The Final Chapter es como una versión extendida de la trama principal de The Ring. Contra todo pronóstico, y sin ser una obra maestra (ni fue esa su intención), es muy respetuosa con el material que tiene entre manos. Un material fantástico que se convierte en un drama. De hecho, podríamos hablar de un drama con elementos sobrenaturales.

El éxito en Japón de la serie hizo que una segunda parte rápidamente se llevara a cabo. Al igual que The Ring versión Nakata tuviera una secuela no oficial (que adaptaba, recordemos, la segunda novela de Koji Suzuki), The Ring: The Final Chapter tuvo como secuela la serie Rasen, producida de nuevo por Fuji Television Network. Rasen, la nueva propuesta televisiva, se alejó conscientemente de su predecesora al tener presente la vertiente sobrenatural de toda la trama y llevándola al extremo argumental en el que cada episodio iba a ser un no va más de la historia.

Rasen, la serie, orbita sobre el tema de la paternidad, omnipresente en la novela y en cada una de sus adaptaciones, tanto en cine como para televisión. Pero en este caso la paternidad es presentada de una forma especial: Ando Mitsuo (interpretado de forma convincente por Kishitani Goro), profesor en la enseñanza secundaria, perdió a su hijo al no poder salvarlo de ser ahogado en el mar, pero su mujer, ingresada en un centro psiquiátrico, lo cree todavía vivo, por lo que nuestro protagonista la visita ejerciendo todavía de padre.

Este hecho condicionará toda la trama de la serie y conectará con una parte de la novela primigenia de Koji Suzuki y con la totalidad de la segunda novela Spiral. Recordemos que ya la historia fue contada en el film Rasen (1998) ya comentado en la entrega 3.

Portada de la segunda novela de la saga.

Ver cada uno de los capítulos de Rasen, a diferencia de su antecesora, The Ring: The Final Chapter, es asomarse a un montaña rusa de tramas y subtramas argumentales que en algunos momentos pueden perjudicar el relato, pero que en la mayoría se acaban integrando en una historia que va mucho más allá que la adaptaciones anteriores: Sadako quiere vivir en nuestro mundo físico y la frontera entre la vida y la muerte se desvanece cuando la ciencia entra en acción.

Pero ahora ya no tenemos una cinta de video maldita que circula libremente para todo aquel desdichado o desdichada que quiera verla. La maldición circula por Internet. Es la primera vez que vemos que las imágenes están grabadas en un disco compacto. No podemos evitar pensar, al ver el interesante capítulo 5, en el que la maldición de Sadako puede ser enviada al mundo entero a través de la televisión, en el tema de la globalización y el terror.

¿Sadako vía WhatsApp?

Rasen se emitió en 1999. En dos años el mundo conocería un nuevo tipo de horror tras el 11-S. Ya las ficciones cinematográficas desde los años 50, en plena guerra fría, alertaban del horror universal (o lo que como sinónimo podemos decir horror norteamericano; por cierto, ahondaremos más en esta cuestión cuando nos enfrentemos al primer remake americano, en el 2002, The Ring –La Señal) a través de la radio. El medio como elemento clave en todo este entramado sobrenatural, la aldea global, en palabras de McLuhan, que Sadako necesita para expandir su maldición.

A pesar de estar producidas las dos series que estamos comentando, Rasen, frente a The Ring: The Final Chapter, muestra la ciencia-ficción de una forma mucho más patente. Será la ciencia y la tecnología la que devuelva a la vida a Sadako. Ya desde el mismo momento en que el personaje de Aihara Natsumi (interpretada por Yoshimoto Takami), exalumna de Ando e investigadora, ayuda al profesor en su búsqueda de la verdad, nos encontramos con una serie de acción, muy del estilo de las aventuras paranormales de los agentes Mulder y Scully en Expediente X (muchas de las escenas de ambos personajes son un calco de la serie de Chris Carter: búsqueda de pistas en lugares abandonados, con sus linternas en la oscuridad, tonos azulados… y que la serie fuera todo un fenómeno en Japón…¡también ayudó!).

La nueva Sadako serie

La serie contiene más dosis de terror que la precedente y está bien dosificado su uso: atención a un momento sublime del imprescindible capítulo 8, donde Ando ha de tomar una decisión trascendental en su vida privada y para el resto del mundo. Y es que el drama personal que vive el protagonista es parejo al vivido por el padre protagonista en The Ring: The Final Chapter: en ambos casos la lucha entre los deseos como individuo y el bien común con la humanidad (honor, sacrificio, elementos recurrentes en toda la tradición oriental) la sentimos, la vivimos, en una historia que, por muy fantástica que se nos antoje, conecta con todos nuestros miedos más profundos, como ya dijimos en entregas anteriores y no podemos obviar en todas las entregas, como es el de morir i/o perder a un ser querido.

Aihara y Ando.

Para todos aquellos y aquellas que quieran echar un vistazo a las dos series que acabamos de comentar, pueden visionarlas en YouTube, con subtítulos en inglés (1). La calidad no es muy buena, pero vale la pena sumergirse en dos series interesantes, curiosas, que incluso pueden asombrar en más de una ocasión, aunque también podamos ver cierta repetición de ideas tanto visuales como argumentales (algo que podríamos achacar a muchas de las series que se emiten actualmente: a mi mente vienen las dos últimas temporadas de The Walking Dead…y ya que nos animamos, descarto para esta aseveración la sublime, inclasificable y ya obra maestra de nuestro tiempo, la tercera temporada de Twin Peaks).

La que comentaremos en la siguiente entrega: El Círculo 5: el remake coreano de 1999 The Ring Virus (dirigida por Kim Dong-bin) y la precuela oficial Ring 0 del año 2000 (dirigida por Norio Tsuruta)

NOTAS:

  1. En el canal Rare Ringu se pueden ver tanto las dos series que hemos comentado y la primera adaptación de la novela que ya analizamos en la primera parte de esta serie. Ringu (1995).

 

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