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Cortometraje: Larvas, de Félix Cárdenas.

Larvas, de Félix Cárdenas. Corto grabado en sistema analógico. Sin medios y con mucha improvisación, bajo el concepto de found footage extraño y atípico. Pura experimentación creativa, su autor juega con el simbolismo de lo grotesco y con nuestra reacción más visceral (el rechazo y la aprensión) ante el horror de una mente perturbada, a través del surrealismo y lo onírico, obligándonos a acompañar a su protagonista en su propio descenso al infierno. Inquietante, donde lo atroz, sin ser siempre explícito, está presente en todo momento. La repulsión por bandera, tanto a lo que se ve, como la que siente el protagonista por si mismo, incapaz de negar su naturaleza. Un monstruo que quiere saber, que quiere conocer, obsesionado por la belleza de la muerte y la tortura, que pretende atrapar esa chispa, ese instante que ansía justo en el momento del tránsito, aquel en que la vida abandona a la víctima. Tras ese trance, solo queda un cadáver. La putrefacción. Las larvas. Restos descomponiéndose. Hedor y podredumbre. Cajas de madera en sus nichos, aunque ni siquiera esa será su última morada. Los huesos, terminarán en un osario común y las cajas, amontonadas de cualquier manera, ofreciendo una estampa deplorable, a la vista de todos. Esa es la verdadera cara de la muerte: El abandono, el olvido, la nada.

Como digo, la fascinación por lo grotesco predomina en el corto, es su esencia. Experimental en extremo, sin más guión que el que surge, ni más diálogos que los del propio protagonista consigo mismo o con un hipotético observador futuro, son una confesión, un arrebato, una declaración de intenciones, un grito de ayuda ante la imposibilidad de dejar de ser quien se es.

No es una obra apta para todos. Es más, incluso en la mayoría de los casos resultará ya no solo mórbida y excesiva, si no que anda en la cuerda floja rayando el mal gusto. y para muchos no será más que un despropósito, una ida de olla, pero siempre digo que hay que poner la obra en contexto y entender su razón de ser, su significado final, si se entra en ella sin prejuicios y con la mente abierta.

Peca de ser harto reiterativa e insistir demasiado en algunos momentos, pues parece temer que no alcancemos a comprender lo que pretende y no es así. Se regodea innecesariamente. El concepto, la intencionalidad, quedan claras para cualquiera; el mensaje subyacente, lo que busca y ofrece, es asumido sin problema. Esa insistencia le hace flaco favor y perjudica al conjunto del corto, que en mi opinión, incluso con solo la mitad de metraje hubiera funcionado mucho mejor, al no resultar tan largo, innecesario y repetitivo.

Ayuda la inclusión de algunos cortes extraídos del film alemán Begotten, de E. Elias Merhige, que en si mismas son una verdadera obra de arte, aunque duras, crudas y salvajes, puro gore. Estas escenas, se ajustan muy bien al corto y sirven para retratar el grado de demencia en el que vive sumergido el prota. También se mezclan otras grabaciones reales, rodadas por el propio director en un vertedero y que sirven para reforzar la idea del destino que nos aguarda a todos. Imágenes que sin ser nada del otro mundo,  en comparación con la violencia explícita y lo depravado del conjunto de la obra, resultan casi más inquietantes que el resto de metraje, por su naturaleza real y lo que nos revelan.

En definitiva, una obra curiosa, sin otras pretensiones que las de experimentar, el dejarse llevar, el rotar alrededor de una idea o concepto e inquietar o más bien, incomodar, al espectador., enfrentándolo a un absurdo que sin embargo, no es tal cuando lo analizamos en profundidad y que nos enfrenta al abismo, a la oscuridad, voraz y autodestructiva, que todos en mayor o menor medida, albergamos en nuestro interior. 

Dentro de sus fallos, carencias y defectos, obvios y evidentes, se deja ver y tiene algunos elementos realmente interesantes. Su tono surrealista y la simbología con la que se pretende que entendamos cual es la meta final del asesino, su verdadero deseo, son sin duda sus mayores atributos.

No pretende ser más que lo que es, un experimento creativo oscuro y malsano, nada más, ni nada menos.

http://www.imdb.com/title/tt6083642/

 

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CINE: Lo que hacemos en las sombras, de Taika Cohen

Un artículo de Isma.

 

Título original: What We Do in the Shadows

Año: 2014

Duración: 86 minutos

País: Nueva Zelanda

Director: Taika Cohen (AKA Taika Waititi), Jemaine Clement

Guión: Taika Cohen (AKA Taika Waititi), Jemaine Clement

Música: Plan 9

Fotografía: Richard Bluck, DJ Stipsen

Reparto: Jemaine Clement, Taika Cohen (AKA Taika Waititi), Jonathan Brugh, Cori Gonzales-Macuer, Stu Rutherford, Ben Fransham, Rhys Darby, Jackie van Beek, Elena Stejko, Jason Hoyte, Chelsie Preston Crayford, Karen O’Leary, Mike Minogue

Productora: Unison Films / Defender Films / Funny or Die / New Zealand Film Commission

Género: Comedia, found footage

Web oficial: http://whatwedointheshadows.com/

Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=qdw9Q4Kb6lw

 Sinopsis:

“En este documental veremos el día a día de unos compañeros de piso algo particulares, son vampiros.”

Premios:

2014: Festival de Toronto: Mejor película (Midnight Madness)

2014: Festival de Sitges: Premio del Público

Muy buenas Incoherentes, aquí me tenéis sacando tiempo de donde sea para poder hacer una reseña. Vivimos tiempos locos… Pero no nos estresemos y como propuesta, este magnífico estreno que tendremos este viernes, día 3 de Julio.

What We Do in the Shadows” es un falso documental que narra el día a día de unos vampiros, anacrónicos a más no poder. Unas vidas completamente normales, con los problemas habituales de cualquier ser humano: ¿Quién lava los platos? ¿Podemos respetar las normas básicas de convivencia? Por favor no te comas eso o limpia aquello.

La historia se desarrolla en Nueva Zelanda, un lugar donde tampoco hay mucho para hacer y las caras suelen ser las mismas.

Un marco estupendo para hacer una comedia sin igual. Las carcajadas en el festival de Sitges fueron épicas y me quedé con las ganas de repetir la película y ahora vuelve al cine. Como recomendación, vedla en VERSIÓN ORIGINAL, los acentos de los personajes son sublimes y sus interpretaciones, caseras y próximas. Son seres entrañables y divertidos que muestran otra faceta del mito del vampirismo, mucho más real a lo que pasaría si de verdad, ellos estuvieran entre nosotros.

No dejéis de ir a verla, os lo pasaréis en grande.

CINE: El Estigma del Mal, de John Pogue

Un artículo de Mitsuko C.

Título original: The Quiet Ones

Año: 2014

Duración: 98 min

País: Reino Unido

Director: John Pogue

Guión: John Pogue, Craig Rosenberg, Oren Moverman

Música: Lucas Vidal

Fotografía: Mátyás Erdély

Reparto: Sam Claflin, Jared Harris, Olivia Cooke, Erin Richards, Rory Fleck-Byrne, Laurie Calvert, Max Pirkis, Richard Cunningham

Productora: Lionsgate, Hammer Film Productions, The Travelling Picture Show Company

Género: Terror

Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=b57Ict4YgZc&noredirect=1

 

Sinopsis:

“Años 70, un doctor quiere demostrar que no hay nada sobrenatural en alguien que dice estar poseído, sino que todo es producto de la mente. Para probarlo llevará a cabo un experimento junto a camarógrafo que documentará todo lo que suceda.”

 

Nuevamente nos encontramos con un film de posesiones, o supuestas posesiones, alternando la técnica tradicional de rodaje con la del “found footage” o falso documental. Esta vez, en lugar de cámaras digitales, nos encontramos con cámaras de bobina, como la que podemos ver en “Sinister” por ejemplo, pero nada tiene que ver una película con la otra.

The Quiet Ones” no tiene nada nuevo que ofrecer, susto fácil, final predecible, personajes planos y estúpidos… ¿Qué le ocurre al género de terror? Parece que está desapareciendo irremediablemente. Pones toda tu fe en cintas que prometen ser aterradoras, pero que se quedan en un quiero y no puedo y lo más inquietante, es que parece que todas tienen en mente ser franquicia y apostar por segundas y hasta terceras partes…

Echo de menos el cine de los ochenta, donde lo políticamente correcto apenas existía y el cine de los cincuenta a los setenta, donde el terror era algo sutil o extraño, nuevos mundos por explorar y que al menos te provocaban una cierta intranquilidad.

¿Nos hemos perdido en los efectos, ya sean caros o baratos? ¿En una misma forma de rodar? ¿Este género queda relegado a historias fáciles y mal llevadas?… Para mí esta película ha sido una gran decepción y un aburrimiento absoluto.

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CINE: Así en la Tierra como en el Infierno, de John Erick Dowdle.

Un artículo de Mitsuko C.

Título original: As Above, So Below.

Año: 2014.

Duración: 93 min.

País: EEUU.

Director: John Erick Dowdle.

Guión: Drew Dowdle, John Erick Dowdle.

Fotografía: Léo Hinstin.

Reparto: Perdita Weeks, Ben Feldman, Edwin Hodge, James Pasierbowicz, François Civil, Marion Lambert, Ali Marhyar, Cosme Castro, Hamid Djavadan, Théo Cholbi, Emy Lévy, Roger Van Hool, Olivia Csiky Trnka, Hellyette Bess, Aryan Rahimian, Samuel Aouizerate.

Productora: Legendary Pictures / Universal Pictures

Género: Terror, thriller, found footage.

Web oficial: http://www.asienlatierracomoenelinfierno.es/

Tráiler: http://www.youtube.com/watch?v=WpRh9KEIsUg

Sinopsis:

Scarlett es una brillante y osada arqueóloga y alquimista que ha consagrado su vida a conseguir encontrar la “Piedra Filosofal”: portadora de vida eterna y la clave para convertir cualquier elemento en oro, cuya búsqueda inició su padre. Su investigación la llevará hasta las míticas Catacumbas de París, donde, acompañada por unos expertos en los túneles, un amigo especialista en arameo y un documentalista, todos encontrarán una experiencia fuera de lo común”.

Gracias a esta película hemos podido ver por primera vez en la gran pantalla las “Catacumbas de París”, un lugar donde anualmente peregrinan miles y miles de personas para recorrer unos pocos kilómetros bajo tierra, acompañados por los huesos de, alrededor, seis millones de personas, que se depositaron allí durante el s. XVIII debido a la acumulación de cadáveres que se daban en las calles y que resultaban un problema para los vivos.

Las “carrières” son originariamente minas de piedra caliza que se utilizaban durante el imperio romano, también han servido de inspiración para la redacción de libros como “Los Miserables” de Víctor Hugo o como refugio antiaéreo durante la IIGM. Su historia y sus leyendas urbanas son extensas y muy atrayentes para todos aquellos a los que nos guste lo místico y lo macabro.

En “Así en la tierra como el infierno”, los hermanos Dowdle (Quarantine, La trampa del Mal), se inspiran para su historia en el grabado que encontramos nada más bajar a las Catacumbas: “Arrête ! C’est ici l’empire de la mort”: “¡Detente! Esto es el imperio de la muerte”. Es la entrada al infierno, y el infierno es personal, cada personaje encontrará su propio infierno y se verá en la tesitura de tener que enfrentarse a él o perecer por sus malas acciones, que no pecados, ya que en ningún momento encontramos en el guión una mención a la religión cristiana.

La cinta está rodada utilizando la técnica del falso documental o el “Found Footage”, que en este caso creo marea demasiado al espectador, ya que hay momentos en los que no puedes apreciar absolutamente nada de lo que está pasando. Es una cinta de terror y esos movimientos tan bruscos y borrosos te distraen y rompen un poquito con los momentos de clímax.

La historia recuerda bastante a “Indiana Jones” pero tratada de otra manera, esto no es cine de aventuras y nadie puede llegar ni a soñar con oler las plantas de los pies del Dr. Jones, pero a pesar de los mareos y de personajes que no sabes muy bien qué pintan en la historia, te encontrarás con una peli entretenida y que si tienes una mínima inquietud te planteará muchas preguntas sobre el mundo “Hermético”, la alquimia, el perdón a uno mismo y tu propia conciencia.