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Entrevista a Javier Pellicer, autor de Leones de Aníbal (Edhasa)

Buenos días, mis queridos Lectores Ausentes.

Hoy tenemos la visita de un invitado al que hacía tiempo que quería tener por aquí y que por fin, aprovechando la publicación de su último trabajo, ha tenido a bien el pasarse por esta, su casa.

Es un placer tener con nosotros a Javier Pellicer, autor de Leones de Aníbal, una novela histórica que de algún modo, sigue la estela iniciada con su anterior obra El espíritu del lince.

Tras darse a conocer dentro del género fantástico (Ganador del I Premio Crypshow Festival 2008, finalista en el “Monstruos de la razón” 2009, finalista en el I Premio de Novela Corta Katharsis 2008, participando en las antologías Su universo a través, Ilusionaria 2, Crónicas de la Marca del Este I y II, además de colaborar con medios tan respetables como Cultura H o Ilike Magazine) y sin abandonarlo por completo, ya que sigue participando en algún que otro proyecto dentro del mismo, Javier ha centrado su carrera en un tema que se nota que le apasiona y en el cuál ha demostrado no solo desenvolverse con soltura, si no que resulta evidente que ha supuesto un punto de inflexión trayectoria como escritor y la que le está ofreciendo mayores satisfacciones. Una recompensa merecida para un trabajo bien hecho, donde el talento innato va de la mano de una labor de documentación monumental.

Javier es un tipo honesto, currante y buena gente, con las ideas claras, amor por el oficio y con un excelente sentido del humor. Pero creo que es mejor que sea él quien nos hable de si mismo, de su obra recién salida del horno y de otras cositas que a buen seguro, os resultarán de interés.

Os dejo con la entrevista.

 

AI -¿Quién es en realidad Javier Pellicer?

¿Cómo te has enterado de que tengo una identidad secreta? Ahora voy a tener que matarte… Bueno, aparte de mi tiempo libre como supervillano, no soy nada del otro mundo, un tipo corriente de pueblo que trata de que sus historias lleguen a la mayor cantidad de lectores. Quizás un poco masoquista. Todos los que nos volcamos en intentar ser escritores profesionales (“intentar” es la palabra clave) lo somos un poco. Hay que serlo para seguir adelante en una actividad que, a pesar de que nos llena de satisfacción, también es durísima, sobre todo en el aspecto emocional.

AI- ¿De dónde viene tu afición a la literatura y al vicio de juntar letras?

Supongo que me viene de fábrica. No recuerdo la primera vez que cayó en mis manos un cómic, que es como comenzó todo. Imagino que sería algún “Mortadelo” o “Spiderman”, pero en cualquier caso fue el pistoletazo de salida para una afición que me llevaría irremediablemente hacia la literatura. Primero como lector, y luego como autor. Creo que era inevitable que se produjera el paso tarde o temprano, porque cuando terminaba un libro solía imaginar historias alternativas para sus personajes y cosas así. El potencial estaba ahí dentro, tenía que salir de algún modo.

AI- Tras tu primera incursión en la novela histórica con El espíritu del lince, ¿qué fue lo que te empujó a escribir una novela como Leones de Aníbal? ¿Cómo surgió la idea?

—“Leones de Aníbal” surgió poco después de “El espíritu del lince”, de manera natural. Mi primera novela, al igual que la nueva, es autoconclusiva, pero aún así terminaba en un punto de la Historia que dejaba fuera uno de los momentos más épicos de la Antigüedad: el viaje de Aníbal Barca que le llevó desde la península ibérica hasta las regiones itálicas donde estaba su gran enemigo, Roma. Y a mí lo épico me encanta, así que no podía olvidar un suceso tan apetitoso como ese y me puse manos a la obra. Lo abordé, eso sí, de un modo diferente a la primera novela, con más personajes protagonistas, pero siguiendo mi estilo centrado en la aventura y el desarrollo de los personajes, y además tratando de diferenciarme de otras obras que también narran este episodio histórico. En este caso, Aníbal no es el protagonista principal, si no sus leones, los hombres que lo siguieron en aquella odisea tan grandiosa. En ese sentido, “Leones de Aníbal” es ante todo una novela de personajes centrada en la relación que se establece entre ellos, de la que se pueden sacar valiosas conclusiones muy necesarias a día de hoy, como la convivencia entre individuos de condiciones muy diferentes entre sí.

AI- ¿Tienes algún autor favorito? ¿Alguien a quién tengas como referente?

Y quién no, aunque me temo que no voy a ser muy original en eso. Arthur C. Clarke, Stanislaw Lem, Tad Williams, Javier Negrete… Pero por encima de todos ellos siempre me quedo con aquel que me dio el empujón final para ser escritor: Tolkien. Cuando terminé por primera vez “El Señor de los Anillos” me dije “yo también quiero crear una historia tan fascinante como esta”. Ingenuo de mí, por supuesto, porque Tolkien solo hay uno.

AI- ¿Qué hace Javier Pellicer cuando no escribe?

Bueno, aparte de planear la conquista del mundo, como ya ha quedado claro, no soy nada del otro jueves en ese sentido. Trabajar para ganarme la vida ocupa gran parte del día, y el poco tiempo que no escribo lo dedico a moverme un poco por redes sociales (algo importante en la carrera de un escritor del siglo XXI), ir al cine, disfrutar de la familia… y leer, claro. La verdad es que escribir es una actividad que se adueña casi por completo de tu vida. Desde que te levantas no haces más que darle vueltas al proyecto en el que estás metido en cada momento. Es lo que hay.

AI- Recuerdo que al inicio de tu carrera, te movías dentro del género fantástico ¿Como fueron tus inicios en el mundo editorial? Cuéntanos tus primeros pasos y cómo fue la experiencia y, si existe, la razón de ese cambio de registro, centrándote en la novela histórica.

Los primeros pasos siempre son de tanteo, un poco caóticos. Yo empecé con los relatos, publicándolos en webs literarias donde mostrabas tus textos por primera vez a otra gente. Allí perdí ese miedo que todo escritor tiene al principio, esa vergüenza inicial, además de conocer a compañeros que hoy en día todavía son mis amigos. De ahí el paso lógico es tratar de publicar por primera vez, para lo que coloqué diversos relatos en antologías colectivas. Todo aquello te ayuda a conocer los entresijos del mundillo, hacer contactos, aprender cómo funciona esto. Pero como uno siempre quiere avanzar, llega el momento en que te sientes con fuerzas para abordar el gran reto: publicar una novela. Y, en mi caso, y es algo muy curioso, no fue con el género que más dominaba, la fantasía, si no con una novela histórica, algo que me venía de nuevo. Decidí meterme en ese género tan complicado y exigente como un reto personal, y mira tú por donde fue la decisión clave de mi carrera. Aunque luego volví a la fantasía épica, está claro que la novela histórica va a seguir siendo el camino principal por el que caminaré a partir de ahora. Sin descartar otros proyectos, por supuesto.

AI- ¿En qué andas metido ahora? ¿Nos puedes decir cuáles son tus proyectos en este momento?

De momento ando metido en todo el tema de promoción de “Leones de Aníbal”, que me tiene un poco desconectado de la escritura. Soy de los que necesitan meterse de lleno en los proyectos, olvidarse de todo lo demás, así que estoy en pausa por ahora. Pero los planes están hechos: tengo algo entre manos a medio camino entre la novela histórica y mitológica. Pero ya que como supervillano soy lo peor, porque me he dejado descubrir en esta entrevista, déjame que al menos mantenga la incógnita ese proyecto literario.

AI- Cuéntanos que es lo que te define como autor…

Mi agente literario, Déborah Albardonedo, ha definido a todos sus autores con una simple palabra. A mí me describió con “épica”. Creo que acertó de lleno. La grandiosidad suele ser el leit motiv de mis historias. Incluso cuando abordo argumentos más intimistas hay una épica de fondo. Me encantan las historias bigger than life, como dicen en Hollywood.

AI- ¿Cuál es tu opinión referente al panorama actual de la literatura en nuestro país? ¿Piensas que tanto las editoriales como el público están dándole por fin la importancia que se merece a los autores patrios, o por el contrario, siguen siendo un tanto marginados en favor de autores extranjeros?

Ahora mismo el mundo literario y editorial es un caos. Estamos en un momento en el que no sabemos hacia dónde vamos. Que si el formato digital, que si las nuevas plataformas de venta online, que si la piratería… Han aparecido elementos novedosos, para bien y para mal, que nos han descolocado a todos. Tradicionalmente el mundo del libro está poco acostumbrado a los cambios, en especial cuando llegan en avalancha.

Yo no creo que exista una marginación por parte de las editoriales hacia el autor nacional, de hecho la mayoría de escritores que publicamos somos españoles. Si te vas al catálogo de Edhasa, la editorial de “Leones de Aníbal”, te das cuenta de que la variedad está ahí, dependiendo un poco de cada colección: los españoles copamos Narrativas Históricas, y en cambio los anglosajones tienen más presencia en Nebulae, la colección dedicada a la ciencia ficción. En cuanto al público, creo que la cosa va por el mismo camino. El lector es tanto generador como receptor de las acciones de las editoriales (que en primera instancia se guían por lo que se vende o no se vende). Por ejemplo, salvo casos puntuales, el lector de novela romántica suele inclinarse por autoras antes que por autores varones, al igual que en ci-fi parece que pesa más la consolidada tradición anglosajona. Pero nada de esto es inamovible, en mi opinión.

AI- Si Javier Pellicer no se dedicase a escribir, ¿en que se mantendría ocupado en su tiempo libre?

Seguramente ya tendría listo un plan de dominación mundial. Probablemente en este momento serías uno de mis súbditos.

AI- A Javier Pellicer le asusta…

¿Miedo yo? ¡Soy el nuevo Doctor Doom!

AI- A Javier Pellicer le gusta…

Levantarse temprano para escribir, con un café cargado. A veces he llegado a levantarme a las cinco de la mañana. Creo que es cuando tengo más frescas las ideas, por extraño que suene. Ese estado todavía conectado al sueño me va muy bien. No puedo con eso de escribir por la noche, hasta las tantas. Será que me estoy haciendo viejo…

AI- ¿Cómo definirías tu forma de trabajar y que criterios sigues a la hora de afrontar un nuevo proyecto?

Una vez encontrada la historia que deseo narrar, me pongo a recopilar información. No importa el género, siempre es necesario un proceso de documentación, más o menos intenso en función de cada novela. Luego, un planning de la historia, que no es más que una sinopsis argumental extensa donde planteo los aspectos de la obra y su evolución argumental. Todo eso, por supuesto, sujeto a cambios. El desarrollo de los personajes viene después, al menos unas premisas básicas, ya que durante la escritura estos van a evolucionar casi por su cuenta. Y después, ponerse a escribir y hacer que la magia de la literatura conecte todos esos elementos.

AI- Por último: Cuéntanos cuál es el último libro que has leído, la última peli y serie que has visto y el último tema musical que has escuchado.

Te diré el último libro que me enamoró, porque prefiero hablar de lo que me gusta que de lo que no (al menos en cuanto a libros): “La historia de tu vida”, de Ted Chiang, una antología de relatos de ciencia ficción soberbia. Lo que me sirve para enlazar con una de las mejores películas que he visto en los últimos tiempos, porque el relato que da nombre a esa antología fue adaptada hace un par de años al cine: “La llegada”, de Denis Villeneuve. Una preciosa historia muy rica en todos sus matices, a nivel emocional, narrativo, argumental y visual. En cuanto a series, me quedo con las dos mejores ficciones televisivas que he visto en bastante tiempo: “Sense8” y “The leftovers”. Y tema musical te diría que uno que descubrí hace relativamente poco, “No hard feelings” de The Avett Brothers, una canción preciosa acerca de cómo un hombre afronta los últimos días de su vida.

AI- Eso es todo, Javi. Muchísimas gracias por tu tiempo.

Gracias a ti por sonsacarme mis planes de supervillano… digo, por esta entrevista tan entretenida.

Para saber más sobre Javier, os dejo AQUÍ el enlace a su página de autor.

Nos vemos.

Entrevista a Thomas F. Monteleone.

Por Soraya Murillo.

Thomas F. Monteleone ha sido un escritor profesional desde 1972. La primera historia del autor apareció en la revista Amazing Stories en ese mismo año. Se convirtió en un escritor popular de thrillers sobrenaturales. Ha publicado más de 100 cuentos en numerosas revistas y antologías. Su novela, Blood of the Lamb fue nombrada mejor libro del año del New York Times.

Monteleone ha ganado cinco veces el Premio Bram Stoker.  

ENTREVISTA:

-Soraya Murillo: Gracias por concederme la entrevista.

-Thomas Monteleone: Por supuesto, considero un honor que estuvieses interesada en mis opiniones y cuestionable sabiduría.

Usted es un escritor al que le gusta dar su opinión sobre temas políticos, incluso sobre el tema de las drogas. ¿Teme perder lectores por eso?

– No estoy seguro, a menudo doy mi opinión sobre política –Soy muy escéptico de la eficacia y moralidad de todos los políticos- independientemente del partido que sean. Yo tengo una serie de valores y una percepción de las cosas. Creo que la afiliación política debe ir ligada a la lógica , el sentido común y en el pensamiento racional. No tengo miedo de perder lectores por dar mi opinión porque nunca he insultado a nadie por sus ideas políticas. Sólo espero que mis análisis lógicos y mi implacable sentido del humor les llegue.

Con respecto a las drogas, soy en esencia un pensador libertario como tal, no creo que los estados deban decir a la gente las drogas que pueden o no pueden usar en sus propios cuerpos. La ley seca creo un enorme mercado negro de licores, cerveza y vino. La misma sin razón ha pasado con los grandes carteles de la droga. Si la gente quiere matarse con sustancias peligrosas, debería serle permitido. Y no tengo ningún problema con que el estado ponga impuestos sobre drogas como ya hacen con la nicotina y el alcohol.

-Su mujer Elizabeth es la administradora de Borderlands Press. Su hija es escritora y editora, usted publicó con ella una extraña antología de ficción/terror (Borderlands 6) premiada con el premio Bram Stoker a la mejor antología. ¿Están los tres felices de dedicar parte de sus vidas al mundo de la literatura?

-¡Claro que si! Nosotros amamos el mundo de la letra impresa y somos voraces lectores y también críticos duros. Cuando Elizabeth creó el Borderlands Press Writers Boot Camp en 1995, no teníamos ni idea de que llegaría a tener tanto éxito. Hasta ahora más del 70% de los graduados se han convertidos en escritores profesionales. Cuando nuestra hija Olivia quiso aprender como editar una antología de ficción original, estuvimos muy felices de ayudarla en su pequeño paso en el mundo impreso y de ayudarla en su futuro.

-Usted ha ganado el premio Bram Stoker cinco veces. ¿Todavía se emociona cuando es nominado?¿Qué significa para usted el haber ganado esos premios?

-Me siento muy honrado por haber sido nominado, por haber sido nominado por mis iguales. Otros escritores que saben de la dificultad de crear una historia original bien escrita. Y si, cada vez que soy nominado para un premio siento la misma emoción y tengo la esperanza para ser un digno ganador de ese premio. He ganado el premio Stoker en cuatro categorías diferentes –Novela, Colección, antología y no ficción… el ser reconocido por hacer las cosas bien en áreas tan diferentes es ciertamente gratificante ¿no crees? Y cuando fui premiado con el premio de la asociación de escritores de terror, me sentí en una nube. Ser incluido en la misma categoría de gigantes como Ray Bradbury, Richard Matheson, Stephen King, y muchos otros maestros es increíble.

-Su novela, The blood of the lamb fue ganadora del premio Stoker en 1993 y con el Notable Book del año para el New York Times. Para mi, es su mejor novela. ¿Qué recuerdos tiene de ella? ¿Tiene alguna anécdota o historia del tiempo en el que estaba escribiéndola?

-Muchos lectores me han dicho esto, y es a la vez maravilloso y un poco descorazonador el pensar que tu mejor obra es algo que escribiste hace tanto tiempo y que no has escrito nada mejor en más de veinte años. He mitigado esto último pensando que quizás era una idea que se escribe una vez en la vida. Quiero decir, vamos a ver, escribí un thriller religioso muchos años antes de que nadie usase las palabras “código” y “DaVinci” en la misma frase. Y lo hice mucho mejor. Con respecto a las anécdotas sobre este libro, le puedo decir que la compañía cinematográfica Bruckheimer se hizo con los derechos, pero jamás han hecho la película, pero desde hace más de catorce años han seguido renovando los derechos, por lo que cada dieciocho meses me embolso un buen diero. Ha sido traducida a quince lenguas distintas y ha sido impresa casi veinte años. Todavía vende bien como ebook, y yo estoy muy satisfecho de cómo ha funcionado esta novela.

-En su novela The blood of the lamb, el padre Peter Carenza tiene problemas con la organización religiosa. ¿Cuánto refleja el personaje sus ideas sobre el tema?

-Los problemas de la fe y de la organización religiosa siempre me han interesado y fascinado. A muchos niveles. Crecí en una familia de origen italiano, mi padre era una persona muy espiritual y con principios morales muy profundos, una persona muy implicada con la historia católica. El era un Knight of Columbus (Caballero de Colón), miembro de la Holly Name Society (La sociedad del santo nombre), sacristán en nuestra parroquia, incluso contaba el dinero de la colecta en la sacristía. Yo fui a un instituto de jesuitas lo cual me ayudo a retar a una educación clásica. Reforzado por el estudio del latín y la ciencia durante años aprendí el arte del pensamiento crítico. Los jesuitas eran personas con una alta formación académica, y una de las cosas que aprendí de ellos fue siempre a hacerme la siguiente pregunta. Y comencé a llenarme de una insaciable curiosidad acerca del mundo a mi alrededor. Y Cuando uno se da cuenta de la complejidad y de la inmensidad de nuestra galaxia dentro del número ilimitado de galaxias que conforman el universo es difícil de sentirse atado a algo tan pequeño como los conceptos del Creador o Dios. Nuestras explicaciones de por qué estamos aquí y quienes somos y quien (o qué) se preocupa de nosotros no tiene sentido para mi. Y aunque The blood of the lamb esta escrito dentro de lo que sería el sentido tradicional de la fe, creo que una de las razones por las que fui capaz de escribirla fue mi necesidad de examinar la importancia puede tener en muchos de nosotros. Nunca tuve la intención en ningún momento de menospreciar a la iglesia ni a sus seguidores, pero si plantear algunas posibilidades para alentar a mis lectores a reflexionar sobre los misterios que tenemos.

-Sus Nocturnia Chronicles son para un rango de lectores más amplio que cualquiera de sus trabajos. ¿Cuáles fueron los factores que le llevaron a incluir entre sus lectores a los jóvenes?

-Para ser sincero, nunca conscientemente decidí escribir una serie de novelas para los más jóvenes. Las Nocturnia Chronicles llegaron, si no por accidente, al menos de una manera algo oblicua. Deja que me explique: Hará unos doce años F. Paul Wilson y yo fuimos llamados por un grupo de visionarios que crearon un canal de televisión llamado The Horror Channel (Incluso registraron el nombre de manera que nadie pudiera usar su nombre, uso o presencia). Su modelo fue el exitoso canal Sci-Fi (el ahora conocido como SyFy) y estaban interesados en hacer una programación original, y es por eso que nos preguntaron a Paul y a mi si estaríamos interesados en crear una serie de dibujos animados en clave de terror equivalente a la serie de ciencia ficción Futurama.

A Paul y a mi nos gustó la idea y aceptamos el reto; pasamos el siguiente año creando un show llamado Nocturnia que con bromas ingeniosas incluiría a los iconos del género de terror al estilo de Futurama. Nos lo pasamos muy bien haciéndolo. Y finalmente llegamos a crear material suficiente para una temporada completa. Por diversas razones el canal The Horror Channel nunca llegó a hacerse realidad, dejándonos a Paul y a mi con muchísimo material y ningún sitio donde usarlo. Así que durante años tuvimos almacenado en nuestros ordenadores ese proyecto, hasta que una tarde mientras estábamos sentados en el bar de un hotel en una convención de terror, uno de los dos hizo la pregunta de que podíamos hacer con Nocturnia. Fue entonces cuando a uno de los dos (no recuerdo cual) se le ocurrió la idea de hacer una trilogía de novelas para lectores de nueve a doce años. Nos pusimos de acuerdo y durante tres años trabajamos en ello. El último volumen de la trilogía, The silent ones ha sido publicado recientemente en tapa dura y ahora estamos promocionando una versión de los tres en formato de bolsillo.

-The Time Connection ha sido comparado con parte del trabajo de Robert A. Heinlein. ¿Tuvo el alguna influencia en su trabajo?

-En mis “años de formación” fui un gran fan de Heinlein y pienso que Starship Troopers todavía es una gran novela de ciencia ficción. Los relatos cortos de Heinlein es maravilloso con conceptos rompedores. Pero honestamente puedo decir que nunca he sido consciente de tratar de emular su trabajo. (No de la forma en que lo hice con escritores como Bradbury, Zelazny, Ellison and Sturgeon). Mientras maduraba como escritor, pienso que reconocí la claridad y el estilo directo en el lenguage de Heinlein, y probablemente lo incorporé a mi propio estilo narrativo. Me gustaría sentarme en un bar mientras me tomo unos cuantos manhattans con cualquier crítico literario que comparo mi segunda novela (The time connection) con parte del trabajo de Heinlein. Es como decir que Boxcar Willie de alguna manera recuerda a John Lennon.

-Ahora es muy fácil auto publicar un libro, por lo que hay muchos nuevos escritores. Esto me lleva a preguntarle ¿Todo el que publica un libro podría ser considerado como escritor? ¿Qué piensa?

-Es una gran pregunta, pero no se si esta será una buena respuesta… pero vamos a probar. Represento a una generación única de escritores que empezaron en la era analógica y que al final terminamos abrazando la era digital. He sido testigo de una revolución inimaginable no solo en la forma en que las palabras eran escritas sino transformadas y distribuidas a los lectores. La digitalización a quitado muchas barreras o impedimentos que durante años separaron a los aficionados de los profesionales. Durante mucho tiempo los aspirantes a escritores tenían que crear su trabajo escribiendo a mano, después de mucho esfuerzo y terminada su obra tenían que mandar por correo su trabajo al futuro editor, que tras muchos meses lo leería y mandaría una respuesta al escritor o escritora. A principio de los ochenta todo eso empezó a cambiar con los ordenadores y sus procesadores de texto, entonces era más fácil escribir una novela y mucho más rápido el mandarla al posible editor, los archivos de PDF enseguida fueron aceptados. Pero también cambió el mundo de la edición porque cualquiera que tuviese un ordenador, una impresora y unos cuantos dólares en el bolsillo podía convertirse en editor de su propia obra. Después de este preámbulo y volviendo a su pregunta original creo que no, hay muchas capas que separan al aficionado del profesional. Pero mi opinión no creo que importe demasiado. Soy un capitalista, creo que el mercado es el que marca el éxito o el fracaso y si alguien vende muchos libros es un profesional. Al final no importa lo que yo piense, es el mercado el que separa al amateur del profesional.

-En Night of broken souls usted explora la reencarnación y el holocausto, los dos son tópicos delicados de manejar. ¿Vaciló usted a la hora de tocar estos temas y temió la reacción de sus lectores?

-Extrañamente no sentí miedo o falta de confianza en tocar esos temas a la hora de escribir esa novela. Previamente había manejado la idea de la posibilidad de grandes cambios después del milenio desde el punto de vista cristiano, y pensé que sería un reto interesante también el ver el comienzo del milenio desde una perspectiva judía. Mi única preocupación era al usar el holocausto como hilo narrativo de mi novela que era un tema que ya había sido usado muchas veces. Y si esa familiaridad con el tema restaría el drama que el terror merece. Con respecto al tema de la reencarnación, es uno de esos fenómenos que no tiene sentido en absoluto para mi, incluso sabiendo que existen investigadores con experiencias fundamentadas que desafían cualquier explicación. Imaginé que sería un campo fértil para una historia original. La novela tuvo una gran acogida entre la crítica y solo algunas acusaciones de crimen de “apropiación cultural” (que es una gilipollez por otra parte). No hay un mandato global que diga que yo tenga que enfocarme en cada matiz de la experiencia humana.

-¿A quien lee Tom Monteleone? ¿De qué libro no se cansa nunca?

-Al principio, descubrí los trabajos de Ayn Rand e inmediatamente me convertí a su manera de ver el mundo. Encuentro que su novela The fountainhead es una celebración brillante del poder y la grandeza del individuo que cree en su visión única del mundo. Mientras estaba todavía en la universidad descubrí Atlas Shrugged y desde entonces la he releído al menos cinco veces. Es un sermoneante, didáctico tomo, al borde entre la creencia del poder del individuo opuesto al supuestamente superior conocimiento del estado, y la necesidad de una inclinación al “bien mayor” –esa idea mítica de que la igualdad es de alguna manera la última medida para todos nosotros. Esto es algo a lo que yo soy muy propenso a decir que no es más que una gilipollez- simple y llanamente. Yo se que soy mas listo y con más éxito que la mayoría de mis amigos. Para mi imaginar o aceptar de que no soy más que cualquiera es simplemente absurdo. Pero estoy divagando. Otros escritores y sus trabajos de los que nunca me canso incluye a Ray Bradbury, Ambrose Bierce, Hemingway, Theodore Sturgeon, Clifford Simak, Poe, Lovecraft, incluso my mejor amigo, F. Paul Wilson ( He reeleido su Adversary Vycle dos veces un asombroso y brillante trabajo de seis volúmenes).

-En su novela, Night train, la mayor parte del libro esta ambientada en el metro de Nueva York. ¿Cuánta importancia tiene ese metro en su vida?

-Todavía me siento bien con esa temprana novela de terror que escribí en el apogeo de los libros de bolsillo de terror de los ochenta. Mi familia es originaria de Nueva York –después de que mi abuelo viniese a los Estados Unidos con quince años- y el metro ha sido algo muy familiar y confortable para mi desde que era un niño. Pero antes de intentar presentar un retrato preciso y transmitir la pronunciada rareza del metro de Nueva York (Lo que incluye el sistema del metro neoyorquino), sabía que tenía que emplear algo de mi tiempo en investigar y verificar algunos de los aspectos más extraños de los muchos niveles y anomalías que yacen bajo las calles de Nueva York. Acordé entrevistas y visitas con empleados de las alcantarillas, de tráfico y de las compañías de electricidad de la ciudad, y me sorprendió encontrarme con muchos representantes del gobierno local que estaban interesados en hablar conmigo y enseñarme sus mundos bajo Nueva York. Digo esto solo para enfatizar que la información de fondo sobre el mundo del metro de Nueva york que empleé en Night train fue revisada con hechos para mayor exactitud. Era importante para mi escribir una novela que emplease una descripción precisa de lo que yace bajo las calles de la ciudad.

-¿Qué enseñó un gran escritor como usted a sus hijos?

-Creo que la mejor manera de nosotros, como padres, podemos enseñar a nuestros hijos es con el ejemplo y estilo de vida –en lugar de sermonear e intimidar. Elizabeth, mi mujer desde hace casi treinta años, y yo siempre esperamos que nuestra hija eventualmente se daría cuenta y apreciaría la forma en la que conducíamos nuestras vidas. Nunca conservamos trabajos regularmente, eligiendo en su lugar vivir de nuestro ingenio- llevando una imprenta pequeña, vendiendo nuestros escritos o editando, y confiando en nuestra habilidad para producir algo que interese al mercado. Pero creo que la cosa más importante que he sido capaz de inculcar a mi hijo Damon, y a mi hija Olivia, es el que nunca abandonasen sus sueños y los sigan durante toda su vida. Nunca pierdas ese poder de soñar con cosas más grandes que tu mismo. He vivido mi vida bajo la premisa de que todo lo que realmente quiero está al alcance de mi mano. Siempre he creído que nada me podía apartar de mi objetivo. Cuando tenía veintiún años y nadie me conocía, yo sabía que vendería mis relatos cortos y eventualmente mis libros. Sabía que tendría éxito porque me negaba a creer de que iba a fracasar. Suena mal, pues bueno y qué, porque es la verdad. He vivido mi vida con un solo dictado: el fracaso no es una opción.

Y este es el mensaje que espero he metido en la cabeza de mis preciosos hijos.

-Gracias por sus respuestas.

-¿Eh, estas bromeando? Me siento muy honrado de que quisieses entrevistarme. Espero que sus lectores disfruten. Todo lo que pido es que me busques en Amazon y muestres mi trabajo. ¡Adiós!

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Entrevista a Sergio Moreno Montes, autor de Insomnio.

Buenos días, mis queridos Lectores Ausentes.

Hoy tenemos en el Athnecdotario a un invitado muy especial, un autor forjado bajo las formas de la vieja escuela,  alguien para quien el valor de una historia viene tanto de la propia historia como del modo en que se cuenta. Creador de atmósferas,  es un artesano de la prosa, concienzudo y empeñado en encontrar siempre ese tono, esa cadencia, ese estilo personal que ya es un sello de característico en sus obras.

Os presento a Sergio Moreno Montes, compañero y amigo y, aunque está mal que yo lo diga, un autor al que os recomiendo no perder la pista. Si todavía no le conocéis ahí van un breve repaso a su biografía:

smm1Sergio Moreno (Madrid, 1983) trabaja como soldador en una empresa ferroviaria y vive tratando de hacer felices a su mujer y a sus dos hijos hasta que llega la noche. Cuando eso pasa, se sienta en una silla muy incómoda y abre un ordenador para teclear, entre humo, las extrañas historias que le han valido el reconocimiento de varios jurados en diferentes certámenes literarios desde 2013 hasta el día de hoy. Ha publicado algunos de sus relatos en antologías como Calabazas en el trastero: Máscaras, Visiones 2013, Devoradores de Almas o Esta noche conectaremos con el infierno, hasta que en 2016 sale a la venta su libro de cuentos: Susurros de sótano y desván. Insomnio es su primera novela, un homenaje al mundo del terror.

Una vez cumplidas las formalidades, creo que lo mejor será que sea Sergio quien nos cuente un poco más sobre sí mismo y sobre su trabajo.

Sin más dilación, os dejo con él. Espero que la entrevista os resulte interesante…

 

AI -¿Quién es en realidad Sergio Moreno?

La pregunta difícil siempre al principio… ¿Decir que soy el resultado de todo lo que he vivido en mis 33 años sería demasiado rebuscado? Supongo que sí. Creo que soy una persona como muchas otras. Tengo aficiones, inquietudes, he encontrado todo lo que me hace feliz y me he llevado unas cuantas cicatrices por el camino. Estoy muy contento con mi vida, la verdad. No necesito mucho más que a mi familia, unos pocos ―pero buenos― amigos y escribir para sentirme pleno. No aspiro a más.

AI- ¿De dónde viene tu afición a la literatura y al vicio de juntar letras?

Pues mi afición a la lectura debió ser algo así como una alineación planetaria, visto el panorama que tenemos en ese aspecto en España. Tuve la suerte de que en mi colegio tenía una profesora que supo crear en mí esa inquietud. Se llamaba María Carmen ―Maricarmen, para nosotros―, y aparte de ser un encanto de persona y una excelente profesora, tenía por costumbre regalar a todos sus alumnos un libro cuando pasaban a un curso superior y tenía que despedirse de verles cada día. El mío se llamaba ―aún lo conservo, con su dedicatoria y mucho cariño― “Historias de conejos”. Imaginad la edad que tenía yo por aquel entonces. También solía recomendarnos lecturas. Recuerdo con especial claridad uno que se llamaba “El viaje de Doble P”, que trataba las peripecias de un pequeño extraterrestre que llegaba a la Tierra y conocía a un niño mientras relataba nuestras costumbres con total admiración. Devoré ese libro como quinientas veces. Supongo que ahí empezó todo. Después, un poco más mayor, cayó en mis manos un libro de mi hermano que se titulaba ―creo que muchos lo conocerán― “El pequeño vampiro”. Y creo que ahí descubrí que lo mío era el terror. En el Teleprogramas de aquella época solían aparecer relatos de misterio y terror que yo le arrancaba a mi madre para pegarlos en un cuaderno y me los leía de noche metido en la cama. También sigo conservándolo. Aparte de esto, mi padre siempre me decía que un libro era como un buen amigo, que el saber nunca ocupaba lugar. Siempre estuvo encima de mí para que los libros se convirtieran en una parte de mi vida. Y lo logró, así que me gusta pensar que está orgulloso de mí y puede leer todo lo que escribo desde algún lugar no muy lejano. A escribir no empecé hasta los 15 o así. Llené varios cuadernos con todo tipo de paranoias y reflexiones desde esa edad hasta los 19, pero nada que pudiese considerarse un verdadero cuento. Y, ¿adivináis? También conservo la mayoría de ellos. Después pasé una buena temporada sin leer ni escribir absolutamente nada. Supongo que en aquel momento creí que no lo necesitaba. Y en cierto modo así era. Lo que escribía tenía mucho que ver con un estado de apatía y soledad que no lograba sacudirme de encima. Pero cuando conocí a la que hoy es mi mujer, dejé de sentir esa necesidad. Suena precioso, y lo es. Pero cuando llevas algo como la literatura tan dentro es difícil no dejarlo salir si no quieres que te duela. Así que mucho tiempo después, en el 2010, empecé a escribir una novela de humor y aventuras. La terminé en 2012. Ahí fue cuando me di cuenta de que era algo que no quería dejar de hacer. Así que aquí estoy, con un montón de canas algo prematuras y pasando las noches frente al ordenador cuando mi mujer y mis hijos duermen.

AI- ¿Qué fue lo que te empujó a escribir una novela como Insomnio? ¿Cómo surgió la idea?

smm2La idea surgió de un sueño de mi mujer. Yo, para mi propia tristeza y exceso de trabajo para mi imaginación, nunca me acuerdo de los míos, si es que los tengo. Envidio muchísimo a esos escritores que dicen sacar unas ideas cojonudas de sus sueños para escribir, en serio. Yo tengo que conformarme con darle doscientas vueltas a una simple asociación de objetos y pensamientos o, en el caso concreto de Insomnio, tejer una historia con una imagen que tuvo a bien revelarme una mañana mi mujer. Me contó que había soñado con una sombra a los pies de nuestra cama. No nos hacía nada, tan solo estaba ahí quieta, mirándonos. Pero ella sintió que, a pesar de todo, no tenía buenas intenciones. Pensé que si ese sueño se repetía las veces suficientes, acabaría por no poder dormir, así que ya tenía el título de la novela y un protagonista. A partir de ahí, solo hizo falta preguntarse un montón de cosas y sacar ratos durante un año para dar forma a la historia que hoy podéis encontrar publicada, casi tres años después de ser escrita. Como curiosidad, os puedo decir que la casa donde se desarrolla gran parte de la trama existe de verdad. En ella viven uno de mis mejores amigos y su mujer, a los que no les importó demasiado alquilármela metafóricamente para que Gus y Myriam, los protagonistas de Insomnio, tuvieran un techo bajo el cual poder contarnos su historia. Ellos dicen que después de leerla pasaron un par de cosas extrañas, pero yo creo que lo hicieron para darme publicidad y disparar mis ventas. Huelga decir que no lo consiguieron.

AI- ¿Tienes algún autor favorito? ¿Alguien a quién tengas como referente?

Si tuviera que decantarme solo por uno sería imposible, aunque mis referentes, los primeros por los que sentí esa admiración por la que preguntas, fueron Terry Pratchett y Stephen King. Con el primero he aprendido tantas cosas y me he reído tanto y tan fuerte que cuando murió estuve varios días muy muy jodido. Es imposible que ningún otro escritor llene el vacío que dejó en mí, de eso estoy seguro. Y King, al que conocí a los 12 años con cierta novela en la que aparece un payaso, fue el primero con el que pasé miedo de verdad, del de mirar debajo de la cama y taparme hasta las orejas cuando cerraba el libro y me metía en la cama. Ambos me han hecho vivir tantas cosas entre sus páginas que supongo que les debo buena parte de lo que hoy soy como escritor, aunque en temática predomine siempre mi lado tenebroso. A Poe, Lovecraft, Bécquer o Bierce, por nombrar a los que más he leído, los conocí mucho después, pero es imposible no admirarlos a todos por alguna razón. Después de todo, las bases de lo que hoy es la literatura de terror las asentaron ellos, y los que se alimentaron de sus historias son los que se han encargado de hacerla perdurar y que haya ido evolucionando hasta nuestros días. También admiro a todos los escritores que tienen la valentía de tratar de hacer que su trabajo llegue a los lectores. A todos ellos. Escribir en un acto de soledad, cualquiera puede hacerlo, pero vencer el miedo a exponerte y que te juzguen no es algo que se pueda banalizar. Que luego ese trabajo te guste o no ya es otra historia, y creo que la pregunta no va por ahí.

AI- ¿Qué hace Sergio Moreno cuando no escribe?

Ufff, un montón de cosas. Levantarse a las cinco y media de la mañana para irse a fabricar trenes, leer, jugar a videojuegos, escuchar música, cantar en la ducha y en el coche, fumar, beber litros y litros de café y alguna cerveza, tratar de hacer felices a mi mujer y a mis hijos… Hace tiempo que no lo practico ―algo que debo solucionar―, pero también me gusta mucho el snowboard. Tengo el pulgar de la mano derecha un poco más gordo que el de la izquierda gracias a una caída, pero me viene fenomenal para pulsar la barra espaciadora, así que el año que tardó en crecerme de nuevo la uña mereció la pena, después de todo. También hice descenso de barrancos una vez con mi hermano y me dejé el coxis en una piedra al tirarme por un tobogán mientras él se descojonaba. Creo que lo mío son los deportes de salón, después de todo. Pero lo que más hago después de escribir es reírme. No todo lo que me gustaría, pero es que es muy difícil tratar de echarles la bronca a tus hijos si te ven sonriendo, ya sabes…

AI- ¿Cómo fueron tus inicios en el mundo editorial? Cuéntanos tus primeros pasos y cómo fue la experiencia.

smm3Mis primeros pasos… Pues supongo que fueron como los de muchos otros escritores cuando empiezan. Me presenté a unos cuantos concursos con los primeros relatos que escribí y no me comí un colín en ninguno de ellos, como era de esperar. Pero eso no me desanimó en absoluto. Seguí escribiendo y escribiendo y volví a presentarme a más concursos hasta que sucedió lo imposible: ¡gané uno de ellos! El primero de todos lo convocó una página web que decía que lo iban a publicar en papel ―H de Humanidades, si mal no recuerdo―… y ya han pasado cuatro años de eso. Pero oye, por aquel entonces yo ni soñaba con publicar, así que me quedé con el hecho de que algunas de las primeras personas que leyeron algo mío lo consideraron merecedor de un premio, y supuso una importante inyección de moral. Y seguí presentándome a más concursos, a muchos, y gané otro par más y quedé finalista o me seleccionaron para aparecer en varias antologías. La primera en la que vi un texto mío sobre el papel fue en el Visiones 2013, cuya temática debía ser lovecraftiana, así que fue especialmente ilusionante. Desde esa he aparecido en algunas más, hasta que a raíz de ganar la segunda convocatoria de un concurso que se llama “Encuentros en la tercera frase”, Víctor J. Sanz ―el director de Letras Inquietas, la web convocante―, se puso en contacto conmigo proponiéndome publicar con él un libro en la editorial que tenía pensado crear. Así nació Susurros de sótano y desván, una recopilación de catorce relatos de los que había ido acumulando a lo largo de los años y que vio la luz junto a Scribere Editores en enero de este 2016. Por aquel entonces ya había firmado también el contrato con Nowevolution que daría lugar a la publicación de Insomnio unos meses más tarde, en junio. La verdad es que no puedo quejarme. Si cuando empecé alguien me hubiese dicho que publicaría dos libros en un mismo año me habría reído en su cara. En cuanto a la experiencia, solo puedo decir que está siendo muy positiva. Me he encontrado a mucha gente que merece la pena por este mundillo gracias a las redes sociales y también gracias a ellas he aprendido a qué árboles es mejor no arrimarse. La verdad es que yo siempre he ido a lo mío, que es escribir, pero supongo que es inevitable llevarte unas cuantas decepciones por el camino.

AI- ¿En qué andas metido ahora? ¿Nos puedes decir cuáles son tus proyectos en este momento?

Pues ahora mismo estoy escribiendo la que será mi quinta novela, pero me lo estoy tomando con muchísima calma. La anterior me llevó dos años y medio y la verdad es que me dejó completamente agotado a nivel creativo. Me pasé todo el verano corrigiendo por centésima vez las dos novelas anteriores con la excusa de no escribir nada y creo que mi imaginación se recuperó de ese desgaste, así que poco a poco va tomando forma, pero no tengo ninguna prisa por acabarla. Veremos en qué acaba. Y en cuanto a proyectos más a corto plazo, publicaré una nueva novela de género post-apocalíptico en el primer semestre de 2017 con Nowevolution y, ya a finales de ese mismo año, otra con Apache Libros. Acabo de daros dos exclusivas así como quien no quiere la cosa. ¿Esto lo pagáis o algo?

AI-Cuéntanos que es lo que te define como autor…

Vale, veo que la primera pregunta no era la más difícil, después de todo. ¿Esta no es de las que deberían contestar los propios lectores? Qué puedo decir. Creo que soy un escritor de atmósferas. De momento me sigue costando horrores crear unos personajes a la altura de la trama, y es algo sobre lo que debo trabajar muchísimo, así que creo que de forma inconsciente trato de enmendar esa carencia con unas descripciones que te hagan sentirte parte del mundo que quiero recrear. Creo que es lo que mejor se me da, pero como te digo, eso es algo que deberían valorar los lectores. También suelo preocuparme mucho por la musicalidad del texto. Supongo que a muchos escritores esto les parecerá una gilipollez, pero cada vez encuentro menos relatos y novelas cuya prosa me haga creer que hay algo más que la intención de contar una historia. Me encantan los escritores preciosistas, esos que evocan de algún modo el romanticismo de los clásicos sin caer en la trampa de usar miles de adjetivos para describirlo todo. Supongo que a eso es a lo que aspiro. A contar buenas historias y además hacerlo, a mi manera, de un modo hermoso.

AI- ¿Cuál es tu opinión referente al panorama actual de la literatura en nuestro país? ¿Piensas que tanto las editoriales como el público están dándole por fin la importancia que se merece a los autores patrios, o por el contrario, siguen siendo un tanto marginados en favor de autores extranjeros?

smm4Tenemos un montón de buenos escritores en España, y creo que el problema no es tanto si los lectores prefieren a autores extranjeros como el hecho de que tendemos a infravalorar lo que se hace aquí. Nos pasa con todo. Además, también es cierto que las bases no están bien asentadas. No hay apoyo por parte del gobierno en prácticamente ningún ámbito cultural y la educación que se recibe en las aulas donde se forman los futuros lectores logran, en la mayoría de las ocasiones, que los niños acaben odiando los libros que se les manda leer. No puedes tratar de fomentar la lectura en un chaval de diez años si le pones como trabajo un comentario de texto sobre El Quijote. Los clásicos son imprescindibles, pero a su debido tiempo. Yo tuve suerte, porque aparte de mi naturaleza curiosa y una cierta predisposición ―que también influye mucho la personalidad, todo sea dicho― no me encontré con ningún libro que se me atragantase. Es más, de todos ellos, recuerdo con especial cariño Niebla y Diario de un náufrago. Son dos ejemplos de libros que despiertan esa curiosidad. Estoy convencido de que si Harry Potter fuese una lectura obligatoria para cierta edad, en el futuro tendríamos muchísimos más lectores. Y en cuanto al panorama actual, solo puedo opinar desde una posición que no es sino la de un autor que apenas ha empezado a dar sus primeros pasos, pero creo que el hecho de que estén surgiendo tantas pequeñas editoriales responde a una demanda que poco a poco se va incrementando en cuanto a publicaciones de género se refiere. Aunque es verdad que las ventas, salvo contadas excepciones, se reducen a los trescientos o cuatrocientos ejemplares, y eso si el autor ya tiene cierto renombre. Supongo que debemos alegrarnos de que la mayoría de los que componemos este mundillo no miremos solo el lado económico de la literatura, porque si no estaríamos mucho más jodidos de lo que ya estamos.

AI- Si Sergio Moreno no se dedicase a escribir, ¿en que se mantendría ocupado en su tiempo libre?

En componer canciones. Soy un músico frustrado. Me encantaría ser capaz de tocar la guitarra como es debido, pero me temo que no tengo ese don. Además, me paso el día cantando o tarareando. Llevo la música dentro, pero no tengo la capacidad de expresarla al mismo nivel que las letras. Y tampoco es que tenga mucha voz. Si acaso, para hacer los coros…

AI- A Sergio Moreno le asusta…

Pensar que mis hijos van a vivir en un mundo peor que el que yo dejaré algún día.

AI- A Sergio Moreno le gusta…

Saber que estoy disfrutando de todo cuanto tengo en la vida.

AI- ¿Cómo definirías tu forma de trabajar y que criterios sigues a la hora de afrontar un nuevo proyecto?

La definiría como caótica, para ser sincero. Me mueven impulsos, no soy nada planificador. Si sé cómo va a acabar la historia, pierdo interés en contarla, y creo que cuando lees un libro sabes si el autor te le estaba contando porque lo necesitaba o solo por pasar el rato. Y tampoco sigo ningún criterio al afrontar un nuevo trabajo. De momento sigo teniendo el lujo de hacer lo que quiera y cuando quiera, y no creo que supiese hacerlo de otro modo. Al menos, no mientras solo pueda dedicarle a esto dos o tres horas al día.

 

AI- Por último: Cuéntanos cuál es el último libro que has leído, la última peli que has visto y el último tema musical que has escuchado.

Mi último libro, sin contar una relectura de los relatos de Washington Irving, ha sido La corona del pastor, de Pratchett. Un libro maravilloso, por cierto. La última película que he visto ha sido Ice Age 5: el gran cataclismo, en compañía de mi mujer y mis hijos. No me gustó mucho. Creo que han ido a peor desde la tercera parte, que me encantó. Y el último tema musical que he escuchado ha sido Last of our kind, de The Darkness, que es un grupo que nunca me canso de recomendar. De hecho, ¿qué hacéis perdiendo el tiempo en leerme a mí cuando podéis estar escuchándolos a ellos? ¡Buscadlos en Youtube!

AI- Pues eso es todo. Muchas gracias por tu tiempo, Sergio.

Gracias a ti. Ha sido un placer. Hasta la próxima.

 

Entrevista a Manuel de los Reyes, traductor.

Buenos días, mis queridos Lectores Ausentes.

Hoy tenemos a un invitado muy especial, alguien al que sigo desde hace unos añitos y que me hizo abrir los ojos ante una labor prácticamente desconocida para los lectores, e incluso poco reconocida dentro del mundillo literario: la traducción. Manuel de los Reyes es uno de los más reputados profesionales en su campo y ha tenido a bien el responder nuestro pequeño cuestionario, haciendo de él una de las mejores entrevistas que hemos tenido en el blog.

Para los que no le conozcan, un breve repaso a su biografía…

mdr1Manuel de los Reyes es licenciado en Traducción e Interpretación por la Universidad de Salamanca. Trabaja en el sector editorial desde el año 2000, cuando tradujo su primer título meses antes de aprobar los últimos exámenes de la carrera. A partir de entonces, su bibliografía ha ido engrosando hasta abarcar más de un centenar de juegos de rol, cómics y novelas de distinta temática, con especial hincapié en los géneros del terror, la fantasía y la ciencia-ficción.

Ha traducido obras de autores tan emblemáticos como Isaac Asimov, H.P. Lovecraft, Ted Chiang, Richard Morgan, Lois McMaster Bujold, Paolo Bacigalupi, Robin Hobb o Brandon Sanderson, por nombrar solo unos pocos. Desempeña su labor desde la andaluza ciudad de Granada, donde vive con la también traductora Pilar Ramírez Tello (Guerra Mundial Z, Los juegos del hambre, Divergente o La quinta ola, entre otros).

Se puede encontrar más información sobre él y su trabajo en su página web.

 

AI- ¿Quién es en realidad Manuel de los Reyes?

Un cántabro nacido en Bilbao, de padres cordobeses, al que tras haber vivido tres años en Salamanca, otros tres en Oviedo, uno por ahí suelto en Escocia y hasta once del tirón en Alemania, no le cuesta nada imaginarse terminando sus días donde está ahora, en la encantadora ciudad de Granada, donde todo (sus gentes, su habla, su clima, su gastronomía, sus majestuosos paisajes y sus cármenes más recónditos… hasta los nombres de sus calles), absolutamente todo parece haberse diseñado para capturar mi corazón y arrebatarme el aliento.

AI- ¿De dónde viene tu afición a la literatura?

De haber aprendido a leer antes de empezar párvulos, con los tebeos que mi madre exprimía con gran sacrificio a la economía familiar para que luego mi padre, al que le costaba recitar tantas letras de seguido, se inventara lo que decían a fin de abreviar y pegarles carpetazo lo antes posible. Yo sabía que allí ponía «más» de lo que él pretendía hacerme creer, así que tuve que espabilar a marchas forzadas para desentrañar por mi cuenta el contenido de aquellas páginas misteriosas que tanto me fascinaban.

Aquel primer germen ya era de por sí fuerte, pero terminó de arraigar en lo más hondo de mi identidad cuando, entre los siete y los ocho años, debí pasarme tres meses confinado a los limitados confines de la cama de mi niñez por culpa de una dolencia hepática. Familiares, amigos y conocidos sabían ya que devoraba todo lo que contuviese dos letras seguidas, de modo que los antedichos confines de mi convalecencia no tardaron en ensancharse hasta el infinito gracias a los libros y cómics con los que aparecía todo el que se acercaba a ver al enfermo.

Así devino mi afición en pasión, y hasta ahora.

AI- La mayoría te conocemos por tu elogiada labor como traductor de algunos de los mejores títulos extranjeros de género fantástico en nuestro país. ¿Qué nos puedes contar de tu trabajo?

mdr7Que no me imagino la vida sin él, por ejemplo, aunque quizá eso equivaliera a empezar la casa por el tejado… Recapitulemos:

Corría el año 1992 y yo no veía la hora de que llegase septiembre para cumplir la mayoría de edad y anunciar en casa que había decidido dejar los estudios. La única asignatura que me gustaba era la de inglés, y en mi mente apenas pospubescente había trazado ya el plan maestro de seguir formándome por mi cuenta, en academias de idiomas, mientras trabajaba tras la barra del bar de pueblo de mis padres por la mañana y dedicaba las tardes a impartir clases particulares. Pero todo eso no era más que un plan B, por si fallaba (como falló) lo de convertirme en dibujante de cómics profesional. Dos Salones del Cómic portafolio bajo el brazo frustrados después, acepté el hecho de que nunca iba a ser el próximo Carlos Pacheco ni nada que se le pareciera.

En ese paréntesis, aparte de darme tiempo a sacarme un par de títulos de Cambridge y llegar a las puertas del último curso de la Escuela Oficial de Idiomas, la multitud de anécdotas y vivencias personales y extrañas acumuladas vino a sembrarme la duda de si no habría pecado quizá de imprudente alejándome con tanta alegría de los cauces académicos. Pensaba en retomar los estudios, por tanto, pero ¿cuáles? Y en estas que descubro que existe una carrera universitaria llamada Traducción e Interpretación. Es difícil explicar por qué me sedujo tanto la idea de empezar esos estudios, pero el caso es que caí rendido a los pies de lo que entonces solo era un sueño y ahora aún sigue siéndolo, solo que hecho ya realidad: leer y escribir, todo en uno. Traducir para ganarme la vida.

Y vivir para traducir.

AI- Pregunta de rigor: ¿Podrías mencionar tres autores extranjeros y otros tres españoles que consideres imprescindibles? ¿Alguien a quien tengas como referente?

En cuanto a autores extranjeros, admiro con auténtica devoción a la grandísima Ursula K. Le Guin. Los desposeídos, La mano izquierda de la oscuridad, el ciclo de Terramar… No podría quedarme con uno solo de sus libros, los considero todos imprescindibles. Recientemente se han publicado en inglés The Found and the Lost y The Unreal and the Real, dos antologías que aglutinan el conjunto de sus novelas cortas y sus relatos, respectivamente. La editorial patria que se animara a publicarlas en nuestro idioma y confiara en mí para traducirlas me haría la persona más dichosa del mundo.

Me declaro seguidor asimismo de todo cuanto he podido leer por parte de Gemma Files y Hoon Ya Lee. La primera me conquistó con su trilogía del Hexlinger, original mezcla de western y mitos de Cthulhu; las excelentes críticas que está cosechando su novela más reciente, Experimental Film, me anima a soñar con que no tardará en dejar de ser una escritora aún inédita en nuestro idioma. En cuanto a la segunda, me sedujo la mezcla de lirismo y ciencia-ficción hard que caracterizan los relatos incluidos en su antología Conservation of Shadows. Aunque todavía no he podido hincarle el diente a su primera novela, Ninefox Gambit, esta ya obra en mi poder y, al menos a primera vista, parece tenerlo todo para encandilarme tanto o más que su ficción breve.

Por lo que autores hispanohablantes respecta, haré un poco de trampa y, más que hablar de «imprescindibles», me limitaré a entresacar tres nombres de mi lista de lecturas más recientes. Por ejemplo: El murmullo, de Milo J. Krmpotic, un perturbador thriller sobrenatural con una prosa maravillosa; Criaturas abisales, de Marina Perezagua, una colección de relatos a cada cual más desasosegante, tan bellos como terribles como la mayoría de ellos; y uno que aún no he leído, pero caerá lo antes posible: El gran imaginador, de Juan Jacinto Muñoz Rengel, quien ya me sedujera con El sueño del otro. Tengo grandes esperanzas depositadas en este nuevo título suyo.

AI- ¿Qué hace Manuel de los Reyes cuando no traduce?

Buena pregunta… El tiempo libre que me deja la traducción lo empleo en impartir talleres sobre traducción, escribir artículos sobre traducción o participar en mesas y charlas sobre traducción, por ejemplo. Me temo que soy un poquito monotemático. Entremedias, eso sí, leo todo lo que comete el error de ponérseme a tiro.

AI- ¿Cómo fueron tus inicios en el mundillo literario? Cuéntanos tus primeros pasos y cómo fue la experiencia.

mdr4Muchos compañeros cuentan que llegaron a la profesión de rebote, por azares del destino, por hacer algo mientras buscaban otra cosa, etcétera. En mi caso, la fascinación que la lengua inglesa ejercía sobre mí de jovencito y mi desmesurada afición por la lectura y la escritura se aliaron para convencerme de que traducir aquello que más me gustaba (los cómics, los juegos de rol y las novelas de género fantástico en todas sus vertientes) podía ser, no ya una forma de ganarse la vida como cualquier otra, sino, al menos para mí, la mejor. Con esa idea en la cabeza me presenté a los exámenes de acceso de Traducción e Interpretación en la Universidad de Salamanca, tras un par de años lejos de las aulas convencionales pero inmerso en la «escuela de la vida» durante los que aprendí mucho más de lo que podría ofrecer jamás ningún currículo académico. Superé dicha prueba y, entre 1996 y el 2000, me dediqué a perseguir ese sueño.

Corría el último año académico y yo me encontraba en Escocia, «disfrutando» de una exigua beca Erasmus que no hizo sino animarme a utilizar aquella cosa tan enigmática pero en apariencia repleta de posibilidades que la gente denominaba Internet. Puesto que sospechaba que desde que empezara a enviar solicitudes de empleo hasta que recibiese respuesta iba a pasar mucho tiempo, decidí abreviar la espera, me dirigí a la biblioteca de la Universidad de Glasgow, me abrí una dirección de correo electrónico, busqué la página web de la editorial que publicaba los juegos de rol a los que yo por aquel entonces era tan aficionado, escribí para resumirles más o menos quién era y cuáles eran mis intenciones… y a vuelta de correo recibí mi primer encargo, el Libro de Clan: Salubri, un suplemento para Vampiro: Edad Oscura.

Cuando regresé por fin a Salamanca para presentarme a los últimos exámenes de la carrera ya contaba en mi haber con tres manuales por el estilo. Lo cierto es que ni estaba realmente preparado para zambullirme tan de sopetón en el mercado laboral ni fueron unos primeros pasos tan sencillos como pueda dar a entender esta versión abreviada de lo ocurrido, pero el caso es que aquí sigo, dieciséis años después, con un centenar largo de ISBN a mi nombre y ni una sola semana de parón laboral involuntario en todo este tiempo. Como sé que mi caso es poco representativo dentro de la profesión y, por añadidura, no soy nada desagradecido, procuro mostrarme tan cauto como optimista por lo que al futuro respecta cada vez que se me presenta la oportunidad de exponer mi caso particular ante todos aquellos, jóvenes y talluditos por igual, que en la actualidad comparten las ambiciones de aquel soñador, alocado e insensato veinteañero yo mío, tan afortunado él.

AI- ¿En qué andas metido ahora? ¿Nos puedes decir cuáles son tus proyectos en este momento?

Tengo la suerte de contar con varios encargos ya apalabrados que me mantendrán ocupado al menos hasta mediados del año que viene, aunque no todos se pueden airear todavía. Dos sobre los que sí me dejan hablar los contratos de confidencialidad en estos momentos:

A Head Full of Ghosts, de Paul Tremblay (para ediciones Nocturna), una novela de terror, ganadora del premio Bram Stoker, que se ha comparado con La casa de hojas de Mark Z. Danielewski, Déjame entrar de John Lindqvist o La maldición de Hill House de Shirley Jackson, por ejemplo. El terror siempre ha sido mi género literario preferido, como lector, por lo que traducir este libro (cuya próxima adaptación a la gran pantalla parece ser que estará protagonizada por Robert Downey Jr.) me produce una satisfacción especial.

Invisible Planets, de VV.AA., una antología de relatos de ciencia-ficción escritos por autores chinos que Ken Liu se encargó de recopilar y traducir para el mercado anglosajón. Es esta edición la que traduciré del inglés, por tanto, con la introducción y demás material adicional firmado por Liu, para el sello Runas de la editorial Alianza. Siete autores (cuatro mujeres y tres hombres, uno de estos el extraordinario Liu Cixin), trece cuentos y un amplio abanico de subgéneros y estilos literarios que depararán al lector español tantos desafíos como buenos momentos.

AI- Cuéntanos qué es lo que te define como profesional.

Lo desesperantemente lento que soy, supongo. Me consta que demasiado para algunos estándares editoriales actuales, caracterizados por la presión de llegar a una fecha de publicación determinada (una feria del libro por aquí, un lanzamiento simultáneo a nivel mundial por allá) para exprimir al máximo el potencial comercial de según qué títulos. Se me da fatal trabajar bajo presión, me temo.

Siempre he comparado la traducción literaria con artes como el dibujo o la escultura, donde se parte de un boceto inicial sobre el que se van añadiendo capas y matices, limando asperezas y recalculando volúmenes y contornos, hasta dar con la representación deseada del original. Procuro (tampoco me queda otro remedio) amoldar este modus operandi mío, lo más meticuloso y esmerado posible, a las exigencias del mercado de la edición, pero reconozco que las restricciones de tiempo a veces se me hacen muy cuesta arriba.

Por lo demás, me gusta pensar que ese mimo se ve reflejado en mi producción, pero ese veredicto no es de rigor que dependa de mi dictamen. Espero que aquellos de mis clientes y lectores que parecen compartirlo hoy en día, eso sí, continúen haciéndolo mucho tiempo.

AI- ¿Cuál es tu opinión referente al panorama actual de la literatura en nuestro país? ¿Piensas que tanto las editoriales como el público están dándole por fin la importancia que se merece a las labores de traducción o, por el contrario, siguen permaneciendo en un segundo plano, sin reafirmar su imprescindible aportación?

mdr2Hace poco me contaba un amigo escritor una anécdota: tras la presentación de un libro suyo (no el primero, pues lleva 25 años dedicándose a la escritura, tanto de ficción como de ensayos y artículos periodísticos) le preguntó a su editora, medio en broma, que si tenía algún «consejo» que darle. Ella no se lo tomó tan en broma y, tras pensárselo unos instantes, le dijo muy seria que, mientras no esperase ganar dinero «con esto», todo iría bien. Me parece una historia bastante representativa del estado actual de las letras en España: la editorial, la imprenta, la distribuidora, la tienda… todos ganan dinero con los libros. Mucho o poco, pero lo ganan. Para el escritor, en cambio, subsistir exclusivamente de lo que sale de su procesador de textos parece que sea un sueño descabellado.

En cuanto a los traductores literarios, y así voy entroncando poco a poco con la segunda pregunta, las cifras apuntan a que somos menos de un 10% los que vivimos en exclusiva de esta labor sin compaginarla con otras modalidades de traducción (técnica, jurídica, audiovisual, etc.) u otras actividades profesionales cualesquiera. Al mismo tiempo, en torno al 24% de los libros que se publican anualmente en nuestro país son traducciones de una u otra lengua extranjera. En otras palabras: se traducen muchos, muchísimos libros, pero somos pocos, poquísimos los que vivimos de ello. ¿Por qué? Pues ni idea, pero hace poco me comentaba una amiga traductora que nunca volveremos a cobrar lo que cobrábamos a principios de siglo, y mucho me temo que no le falta razón.

Mientras las tarifas se estancan o caen directamente en picado, sin embargo, se da la feliz paradoja de que desde muchos sellos editoriales se presta una atención cada vez mayor al nombre del traductor. Haber traducido el comienzo de una serie, por ejemplo, suele ser garantía de que te encargarán traducir las siguientes entregas en aras de conservar el tono y el estilo del autor, amén de para garantizar la coherencia terminológica; cada vez es más habitual también que un mismo traductor se convierta en «la voz» española oficial de un escritor extranjero determinado. Asimismo, contar en tu haber con varios títulos de una temática determinada puede ser la antesala de futuros encargos relacionados con ella, al igual que haber hecho gala de ciertas aptitudes o destrezas (familiaridad con la jerga barriobajera en los Países Bajos del siglo XVIII, por ejemplo, con los principios generales del derecho o con las teorías del aprendizaje) muy concretas.

AI- Si Manuel de los Reyes no se dedicase a traducir la lengua de Shakespeare, ¿en que se mantendría ocupado?

En traducir la lengua de Goethe, posiblemente. Aunque también es cierto que siempre he sentido una inmensa debilidad vocacional por la enseñanza. Cada vez que he sucumbido a la tentación de impartir alguna clase, curso, taller, etcétera, la experiencia me ha dejado con ganas de más. Quienes se dedican profesionalmente a ello lo saben más que de sobra, pero creo que mucha gente ni se imagina siquiera lo mucho que se puede llegar a aprender enseñando. La docencia me parece una actividad infravalorada pero tremendamente gratificante, tan exigente como maravillosa.

AI- A Manuel de los Reyes le asusta…

En la ficción, todo lo que gire en torno a los temas de la posesión sobrenatural y las casas encantadas, no sé por qué. Quizá se deba a que en ese tipo de historias el «adversario» suele carecer de un rostro definido, por no hablar de la ausencia de motivación palpable. El hecho de que tu hogar o tu propio cuerpo, que deberían ser los refugios más seguros de todos, se vean invadidos por un ente anónimo e inaprehensible, imposible de derrotar en la mayoría de los casos salvo rindiéndote a él, me llena de desasosiego. De ahí el placer malsano que me producen lecturas como Wild Fell, de Michael Rowe, The ‘Geisters, de David Nickle, o Experimental Film, de Gemma Files (publicidad nada encubierta de una editorial cuyo catálogo me trae de cabeza, la canadiense ChiZine Publications).

AI- A Manuel de los Reyes le gusta…

Hacer de anfitrión. Me encanta tener invitados en casa, tanto si no es nada más que para comer o tomar un café como si es para prestarles alojamiento durante los días que haga falta. Y me gusta mucho, mucho viajar. Da igual lo largo que sea el trayecto, siempre encuentro alguna razón para disfrutarlo.

AI- ¿Cómo definirías tu forma de trabajar y que criterios sigues a la hora de afrontar un nuevo proyecto? ¿Qué consideras que requiere una buena traducción?

mdr5Por mi parte, siempre he procurado llevar un escrupuloso control de la terminología particular de las distintas novelas que pasan por mis manos. Si se trata de un volumen único, los glosarios me ayudan a mantener la coherencia léxica de principio a fin. Si se trata de la primera entrega de una serie, garantizan que los lectores no se lleven ninguna sorpresa desagradable en los siguientes volúmenes. Y si se trata de una saga ya comenzada, o de una retraducción, y no consigo ponerme en contacto con mis antecesores o estos no pueden ayudarme, intento hacerme con la bibliografía necesaria por todos los medios. (En este sentido es indudable que el hecho de que la literatura fantástica constituya mi mayor afición, además de la mano que me da de comer, ha resultado ser muy práctico en más de una ocasión.) Por último, si el corrector o el editor deciden modificar alguna de mis decisiones lexicográficas, lo único que les pido es que me lo comuniquen al finalizar el proceso de revisión para poder introducir los cambios pertinentes en mis glosarios y evitar así sorpresas desagradables en sucesivas entregas de la trilogía o serie en cuestión.

mdr6En cuanto a las características de una buena traducción, al menos en el ámbito fantástico, creo que es fácil distinguir tres estratos bien definidos: por una parte, tendríamos la base que proporcionan los rasgos propios de la lengua de partida, cuyos desafíos serán los más sencillos de resolver sin más ayuda que la de un buen diccionario bilingüe. En segundo lugar, nos enfrentaremos a los retos lingüísticos implícitos en la temática elegida por el autor: a veces habrá que bucear en toneladas de textos sobre arquitectura, o sobre forja de armas, o sobre atuendos y complementos del Siglo de Oro, náutica, argot carcelario, microbiología, cetrería, etcétera. Y, por último, habrá que tamizar muy bien el resto de elementos para separar las características inherentes a la lengua de partida de las del mundo y la cultura provenientes exclusivamente de la imaginación del autor. Aquí es donde, previa aclimatación al tono y el registro generales de la obra, el traductor se la juega de veras, pues si bien goza de una mayor libertad de movimientos para intentar transmitir a los lectores los frutos de la imaginación del autor, no es menos cierto que nos encontramos ahora en la neblinosa tierra de nadie que separa el trasvase de equivalencias entre lenguas del reino de la pura y dura interpretación de intenciones.

AI- Por último: Cuéntanos cuál es el último libro que has leído, la última peli que has visto y el último tema musical que has escuchado.

The Troop, de Nick Cutter, un híbrido entre El señor de las moscas y 28 días después que venía avalado por el premio James Herbert de terror y me ha dejado impresionado con su mezcla de terror de la vieja escuela y su prosa elevada, poética y quirúrgicamente precisa a la vez; The Imitation Game (Descifrando Enigma, en su versión española), una dramatización de la vida del extraordinario matemático Alan Turing, con un Benedict Cumberbatch pletórico, para mi gusto, arropado a la perfección además por una Keira Knightley francamente notable; y The Duke, de Lamb of God. Un tema muy especial que se quedó fuera de su último álbum, VII: Sturm und Drang, porque la banda quería sacarlo en un EP aparte con el que recaudar fondos contra la leucemia y el cáncer de linfoma. Inspiradora iniciativa que surge de una historia tan emotiva como lamentablemente trágica.

AI- Pues eso es todo, Manuel. Muchísimas gracias por tu tiempo. Ha sido un verdadero placer charlar contigo.

El placer ha sido mío. Un saludo para todos.

 

 

Entrevista a Juan Ramón Biedma, autor de La lluvia en la mazmorra.

Buenas noches, mis queridos Lectores Ausentes.

Hoy recuperamos nuestra sección de entrevistas tras cierto periodo de ausencia y que mejor modo de hacerlo que invitando a uno de los mejores autores de novela negra de nuestro país: Juan Ramón Biedma.

Por si a estas alturas todavía hay quién no le conoce, ahí va un resumen muy revelador, tomado de la propia página del autor, de lo que este señor ha dado de sí en lo que es, sin duda, una de las más fructíferas trayectorias literarias que podemos encontrar en nuestro país.

jrb1«Juan Ramón Biedma nace en Sevilla, estudia Derecho, y se dedica durante años a la gestión de emergencias, actividad que ha compartido con la de locutor de radio, guionista y crítico cinematográfico, así como con la colaboración en diversas publicaciones y antologías –La lista negra, Libertad Condicionada y otros relatos, Guernika variaciones, La Biblia-El libro, Aquelarre…
El manuscrito de Dios (Ediciones B), Mención Especial del Jurado en el II Premio de Novela fallado por la Semana Negra de Gijón del 2004 y finalista del Memorial Silverio Cañada, supone su debut en el campo de la novela, iniciando una trayectoria que se vería continuada con El espejo del monstruo (Ediciones B) -lectura obligatoria en la facultad de medicina de México- y El imán y la brújula (Ediciones B), premios Hammett, NOVELPOL y Crucedecables a la mejor novela policiaca del 2007. Sus siguientes trabajos fueron El efecto Transilvania (Roca Editorial) y la novela gráfica Riven. La ciudad observatorio (Ediciones B). En junio del 2010 publica El humo en la botella (Salto de Página) nominada al premio Hammett y merecedora del Premio Especial de la Dirección de la Semana Negra 2010, premio NOVELPOL y considerada por la Gangsterera como la mejor novela del 2010. En febrero del 2011, aparece Antirresurrección (Ediciones Dolmen) Nominada al NOVELPOL 2012 y al premio CELSIUS a la mejor novela fantástica del año.
En septiembre del 2014 es galardonado con el Premio Valencia de Novela Negra convocado por la Diputación de Valencia por su obra Tus magníficos ojos vengativos cuando todo ha pasado., editada por Lengua de Trapo en febrero de 2015.
Sus obras, continuamente reeditadas, citadas y seguidas por un numerosísimo grupo de lectores incondicionales, han sido traducidas hasta ahora al portugués, griego, alemán, ruso y turco…Juan Ramón Biedma nace en Sevilla, estudia Derecho, y se dedica durante años a la gestión de emergencias, actividad que ha compartido con la de locutor de radio, guionista y crítico cinematográfico, así como con la colaboración en diversas publicaciones y antologías –La lista negra, Libertad Condicionada y otros relatos, Guernika variaciones, La Biblia-El libro, Aquelarre…» 

Y ya sin más dilación, os dejo con la entrevista, que como siempre, sigue nuestro formato de mini test. Espero que la disfrutéis.

 

Entrevista a Juan Ramón Biedma

  • AI -¿Quién es en realidad Juan Ramón Biedma?

En cierta ocasión estaba tomando un café en una terraza de Gijón cuando se me acercó un sujeto que, muy amablemente, me dijo que le habían indicado que “Yo era Juan Ramón Biedma pero que aquello no podía ser, ya que había leído todas mis novelas y relatos y estaba seguro de que se encontraría a un borracho malencarado acompañado por una o dos prostitutas, buscando bronca con alguien del bar”.

Desde aquel día no sé qué responder a preguntas como la que acabas de formularme.

  • AI- ¿De donde viene tu afición a la literatura y el vicio de juntar letras?

El vicio siempre estuvo ahí, desde antes que yo pueda recordar, a veces latente y otras bloqueándolo todo, pero siempre desmontando lo que debería haber sido una vida mínimamente razonable.

  • AI-Tras Tus magníficos ojos vengativos cuando todo ha pasado,  ¿qué fue lo que te empujó a escribir La lluvia en la mazmorra? Me resulta un cambio de registro bastante obvio y curioso, pese a seguir en la línea de novela negra…

Para explicar -explicarme- este cambio de tercio es necesario retroceder a El humo en la botella, una novela contemporánea, situada tan en el fondo de la trinchera, que me obligó a distanciarme en los tiempos y las voces de dos historias de época para recuperar oxígeno antes volver al humo de las barricadas.

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  • AI- ¿Tienes algún autor favorito? ¿Alguien a quien tengas como referente?

La lista de mis autores predilectos es interminable y, aunque en ocasiones me parezca conclusa, todavía sigo enriqueciéndola con algún nombre de vez en cuando.

En cambio, autores de referencia tengo bastante menos. Imposible no mencionar en estos días a Enrique Jardiel Poncela, protagonista total de La lluvia en la Mazmorra, mi última novela, uno de los pocos autores dotados de un talento incomparable y sobresaliente capaz de renovar la historia de la literatura.

  • AI- ¿Qué hace Juan Ramón Biedma cuando no escribe?

Planifico toda clase de perversiones y formas de perjudicar a mis semejantes; sólo cuando empieza a resultarme casi imposible la tentación de llevar a cabo mis planes los pongo por escrito.

  • AI- ¿Cómo fueron tus inicios en el mundillo literario? Cuéntanos tus primeros pasos y cómo fue la experiencia.

Aunque durante muchos años me he dedicado a otras actividades, nunca he dejado de escribir en diversos medios con desigual continuidad, pero mi inserción en la industria editorial se produjo a raíz de un concurso organizado por la Semana Negra. De ahí mi vinculación, afianzada año tras año, con el festival.

  • AI- ¿En qué andas metido  ahora? ¿Nos puedes decir cuáles son tus proyectos en este momento?

Trabajo en una intriga editorial con un trasfondo metaliterario que no es más que una excusa para poner de manifiesto los problemas de identidad de la generación que va de los treinta a los cincuenta.

  • AI-Cuéntanos que es lo que te define como autor…

Todos me dicen que mi prosa, mis personajes, sus peripecias y los pasajes donde transcurren son muy reconocibles, sin embargo cada uno lo explica de una manera distinta y yo procuro no pensar mucho en ello, no sea que descubra mi propia fórmula y empiece a sentir deseos de plagiarme a mí mismo.

  • AI- ¿Cuál es tu opinión referente al panorama actual de la literatura en nuestro país? ¿Piensas que tanto las editoriales como el público están dándole por fin la importancia que se merece a los autores patrios, o por el contrario, siguen siendo un tanto marginados en favor de autores extranjeros?

No creo que a estas alturas sea ya la nacionalidad del autor el problema que tiene la comunidad lectora en el momento de afilar sus criterios -no siempre tan exigentes como debería-, y es una pena porque generaciones anteriores de colegas han podido escudarse ahí para justificar sus fracasos.

  • AI- Si Juan Ramón Biedma no se dedicase a escribir, ¿en que se mantendría ocupado?

Pues arrastraría mis días desdichadamente por el mundo dedicado a ocupaciones tan miserables como ganar dinero, disfrutar del tiempo libre, ser feliz y otras horrendas actividades de esa naturaleza.

  • AI- A Juan Ramón Biedma le asusta…

El personal médico y los lugares donde puede encontrárseles; he trabajado veinte años con ellos, sé de lo que hablo.

  • AI- A Juan Ramón Biedma le gusta…

Es posible que hubiera un tiempo en el que reservaba un tiempo para actividades rigurosamente extraliterarias y que disfrutaba con ellas pero a estas alturas no recuerdo ni de qué actividades se trataba ni de si ese tiempo existió realmente.

  • AI- ¿Cómo definirías tu forma de trabajar y que criterios sigues a la hora de afrontar un nuevo proyecto?

Supongo que para introducirme en una nueva historia debo tener la delirante idea de que nadie en el mundo la ha abordado antes, al menos con el mismo tratamiento al que yo voy a someterla.

Y creo que esa misma exigencia determina mi forma de trabajar, sustentada en un mecanismo de elección y descarte continuo.

  • AI- Por último: Cuéntanos cuál es el último libro que has leído, la última peli que has visto y el último tema musical que has escuchado.

jrb4El libro es ¿Por qué no se suicida usted? Los escritos de juventud del irrepetible Enrique Jardiel Poncela que, como ya he dicho, protagonista de mis novela La lluvia en la mazmorra, editados por su nieto, el gran escritor Enrique Gallud Jardiel.

La película, Los odiosos ocho, estupendo ejemplo de la altura que es capaz de alcanzar un creador cuando se sumerge de lleno en su mundo sin tener en cuenta injerencias externas.

Una canción, pues cualquiera del último disco de Bowie: compromiso con la propia obra llevado a sus consecuencias finales.

AI-  Pues eso es todo, Juan Ramón.  Muchísimas gracias por  tu tiempo. Ha sido un verdadero placer charlar contigo.

Toda la información sobre el autor y su obra, podréis encontrarla AQUÍ

 

 

Entrevista a Darío Vilas, autor de “El Hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas” y “Absurdario”

Buenas tardes. Amigos.

Hoy tenemos con nosotros a Darío Vilas, un autor  con un estilo muy personal, que recientemente acaba de ser galardonado con el premio NOCTE  con la novela El Hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas y que tiene un amplio recorrido a sus espaldas.  Piezas desequilibradas, Instinto de Superviviente, Lantana, Absurdario… Eso sin contar la cantidad de relatos repartidos en mil y una antologías.

Crudo, directo, visceral, con una concepción del terror, de lo fantástico y de la naturaleza humana que no dejan a nadie indiferente. Y es que Darío se muestra cercano, intimista, construyendo unos personajes tan complejos, tan contradictorios, tan humanos,  que resulta imposible no encontrar en ellos esos rasgos que logran que de algún modo incomprensible, lleguemos a reconocer como propios. El ser humano es una criatura tan difícil de describir, tan absurda, incoherente, contradictoria y enfrentada a si misma desde el momento en el que nace, que parece un milagro que hayamos sobrevivido como especie y Darío es consciente de ello y lo plasma en sus escritos.  Duros, rigurosos, violentos,  inclementes y extrañamente bellos, son solo algunos de los adjetivos que se me ocurren  para describir su trabajos.  La honestidad, un realismo sucio y sin adornos inútiles e innecesarios,  los elementos que Vilas utiliza en cada una de sus historias. Desde un tono introspectivo, sin caer en el recurso fácil y haciendo de sus obras verdaderas piezas de artesanía, su prosa golpea en el estómago y te deja a su merced.

Pero creo que lo mejor es que sea él mismo quien nos hable de sus cosas y nos explique un poco quien es y que pretende como autor. Os dejo con la entrevista:

 

1. AI -¿Quién es en realidad Darío Vilas?

La respuesta más simple sería que soy yo, pero lo cierto es que también lo es mi padre y lo fue mi abuelo. El que no es Darío Vilas es mi hijo, que se llama Xián. Pero ya se ocupa un primo de continuar la saga familiar.

En serio, no hay máscara, lo que soy es lo que veis. Lamento decepcionaros.

2. AI- ¿De dónde viene tu afición a la literatura y al vicio de juntar letras?

No creas que tengo demasiado vicio con esto de juntar letras, a veces me resulta hasta doloroso. Imagino que es por mi forma de concebir la literatura y la vida en general: como algo que me tocó, que nadie me consultó si me apetecía. Me vino dado y tampoco lo cuestiono.

La afición a la literatura me viene de una infancia algo itinerante. Cuando te ves obligado a cambiar de entorno contra tu voluntad te cuesta entablar nuevas amistades. Así que mi refugio fueron los libros. Después nos establecimos y ya era un vicio adquirido, así que decidí que me lo quedaba para que siguiera formando parte de mi vida.

3. AI- ¿Qué fue lo que te empujó a escribir una novela como El Hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas? ¿Cómo surgió la idea?

portada_gallinas_150pxMe empujó mi condición de escritor, sea lo que sea que signifique eso. La idea surgió del aislamiento involuntario. Los patrones se repiten, como ves. Hay cosas que parece que van en nuestro ADN. Trabajaba de operario de producción en una fábrica, en concreto en un taller con niveles de contaminación acústica muy elevados, lo que nos obligaba a los empleados al uso de tapones de seguridad y, como consecuencia, a no poder hablar entre nosotros durante las ocho horas de jornada. Así que allí estaba, a solas con mis pensamientos, cargando piezas de chapa de carrocería recién embutidas, cuando Marquitos Laguna, protagonista absoluto de esa novela, empezó a susurrarme sus locuras. O las escribía o las ejecutaba, y por mi bien decidí que era mejor lo primero. Parí cuatro relatos y medio con el personaje que gustaron mucho, así que vi que había buenos mimbres para una novela.

4. AI- ¿Tienes algún autor favorito? ¿Alguien a quien tengas como referente?

Tengo muchos autores que me gustan, pero ningún favorito. En cada época te daría nombres diferentes. Ahora mismo estoy leyendo con devoción a Chester Himes, Bolaño y Juan Carlos Márquez, que poco tienen que ver entre ellos. Matheson siempre me acompaña desde hace una década, y Roald Dahl es el escritor de mi niñez del que mejor recuerdo guardo. Incluso me leí de pequeño sus relatos para adultos, cuando me ventilé toda su obra infantil.

Más nombres. Bukowski, Carver, Jack Ketchum, Pío Baroja, Ernesto Sábato, Christopher Moore, Joe Hill o John Ajvide Lindqvist. Si echo un vistazo a mi biblioteca, podría añadir unos cuantos.

5. AI- ¿Qué hace Darío Vilas cuando no escribe?

Paso todo el tiempo posible con la familia. De hecho, intento escribir lo menos posible, me roba tiempo que puedo dedicar a mi mujer y a mi hijo, que son mi absoluta prioridad. Con ellos o para ellos hago otras cosas, como trabajar en lo que me va saliendo, panadería casera, juegos absurdos y canciones inventadas sobre la marcha.

6. AI- ¿Cómo fueron tus inicios en el mundo editorial? Cuéntanos tus primeros pasos y cómo fue la experiencia.

No tengo nada reseñable que contar, la verdad. Empecé coeditando con mi amigo Rafa Rubio y la editorial Círculo Rojo, ansiosos por sacar a la luz los primeros relatos ambientados en la isla ficticia Simetría. Fue una experiencia grata, colocamos un buen montón de ejemplares de ese libro y nos sirvió como carta de presentación. En la misma línea, pero ya con el respaldo total de un sello editorial, debuté con Piezas desequilibradas (23 Escalones, 2011), mi primera antología en solitario, que también se vendió bien y seguía siendo una buena declaración de intenciones.

Todas mis experiencias en el mundo editorial han sido positivas, incluso las menos buenas o las malas de cojones. De todas saqué algo, aunque sólo sea aprender a distinguir aquello de lo que me conviene alejarme.

7. AI- ¿En qué andas metido ahora? ¿Nos puedes decir cuáles son tus proyectos en este momento?

Esta entrevista corre el riesgo de resultar del todo decepcionante, porque tendría que responder que no tengo ningún proyecto en cartera ahora mismo. Es así, como suena. Acabo de terminar una nueva novela, la primera que escribo de misterio, y me volcaré una temporada en tratar de darle salida, si es que la tiene. Tengo decenas de premisas apuntadas, muchos proyectos que se fueron quedando relegados por falta de tiempo o motivación, aunque la verdad es que casi nunca retomo viejas ideas, salvo que se redimensionen en mi cabeza y se conviertan en algo nuevo, como es el caso de la novela que comentaba. Me apetece hacer muchas cosas, pero no sé por dónde empezaré. Estoy en el período de barbecho que siempre precede a la finalización del último proyecto encarado.

Por si sirve de algo, he tenido mi primera experiencia con la narración cinematográfica y me apetece darle continuidad en un formato más largo. Siempre he sido muy cinéfago, en algún momento tenía que dejarme caer por ese nicho.

8. AI-Novela, antologías, revistas… Da la impresión de que  el contar historias, es algo de vital necesidad para ti, a pesar de que de un tiempo a esta parte, pareces más centrado en tus propios proyectos personales. Una larga trayectoria, la tuya, en la que sorprende comprobar que hasta la fecha, siempre habías sido el Eterno Nominado. ¿Tu último trabajo ha supuesto de algún modo el reconocimiento tan largamente buscado?

No sé si es acertado decir que fuera buscando ese reconocimiento. Mentiría si dijera que no sienta bien, si uno escribe y publica espera que guste, es normal. Pero cuando empezaba no se me pasó por la cabeza que pudiera ser un escritor de esos a los que se les distingue con premios. Sí que tengo que admitir que cuando comenzaron a caerme nominaciones y me quedaba a las puertas siempre, se volvió frustrante. Así que el Premio Nocte que me concedieron este año vino a romper esa dinámica y a quitarme la etiqueta de Eterno Nominado que me adjudiqué a mí mismo.

Con respecto a lo que mencionas de los diversos proyectos en los que me embarqué en los últimos años, tienes razón en que antes mostraba cierta hiperactividad, metiéndome a la vez en un montón de fregados distintos y en colaboraciones de toda clase. Eché el freno por pura necesidad, porque llevaba un desgaste que podía abocarme a tirar la toalla, aparte de lastrar mi propia producción literaria. A día de  hoy, rechazo por defecto cualquier propuesta de colaboración en proyectos compartidos con otros escritores. Creo que es una etapa quemada de la que poco puedo rascar a estas alturas. Sólo me lo replanteo con una serie de requisitos que me impuse a mí mismo. Es decir, que pasa por que esos proyectos me reporten algo más que camaradería con mis colegas. Para eso tengo los perfiles en las redes sociales.

9. AI- ¿Cuál es tu opinión referente al panorama actual de la literatura en nuestro país? ¿Piensas que tanto las editoriales como el público están dándole por fin la importancia que se merece a los autores patrios, o por el contrario, siguen siendo un tanto marginados en favor de autores extranjeros?

La pregunta que no podía faltar, la del panorama actual. No sé, creo que la cosa empezó a ponerse bien hace menos de un lustro y fue degenerando. Ahora mismo está todo jodido, más que nunca. Tenemos a nuestro alcance más alternativas para publicar de las que jamás soñamos, y sin embargo cuesta encontrar opciones que de verdad merezcan la pena. Tengo la enorme suerte de haberme cruzado con editores como los chicos de Tyrannosaurus Books, que cuidan la relación con el autor y se vuelcan con cada obra que publican. Como creo que debería ser. Pero otros compañeros con más talento no tienen esa suerte, y veo cómo tocan todas las puertas posibles y reciben un no por respuesta sin siquiera leer sus propuestas. También está el caso contrario, obras publicadas al abrigo de grandes grupos editoriales que deberían haber pasado por un filtro más riguroso.

Así que no me queda más remedio que admitir que veo la literatura de género nacional entrando en un mal momento, que quizás sí se haya dado al fin voz a los autores patrios, pero por motivos económicos (es más barato publicar a los de aquí, y suelen ser muy poco exigentes en cuanto a las condiciones contractuales). Para rematarlo, cada vez cuesta más separar el grano de la paja. Antes te pillabas un libro de uno de los grandes sellos editoriales y tenías la garantía de que, como poco, estaría bien escrito. Ahora ni eso. Y no hablo sólo de autores nacionales, esto es extensible a los foráneos o las pésimas traducciones que les hacen. Hay que ahorrar costes porque se vende muy poco, así que se resiente la calidad. Mala decisión, ajusta las tiradas, en lugar de abaratar costes.

10. AI- Si Darío Vilas no se dedicase a escribir, ¿en que se mantendría ocupado?

Creo que respondí más arriba, cuando hablé de pasar todo el tiempo posible con mi familia. Aparte de eso, supongo que trabajaría en lo que fuera saliendo. Lo mismo que hago en la actualidad, sólo que sin escribir.

11. AI- A Darío Vilas le asusta…

Que le pase algo malo a los míos. Dejar de respirar y no poder ver crecer a mi hijo. No salir al paso en esta época tan jodida en la que nos tocó bregar. Y las esculturas realistas.

12. AI- ¿Cómo definirías tu estilo cómo autor? Has tocado el género fantástico de distintas formas, pero me consta que siempre te has acercado a él desde una perspectiva muy particular, buscando un realismo me atrevería a decir que sucio, para ello. ¿En qué género te mueves más a gusto y que es lo que más te interesa?

Me siento a gusto contando cualquier historia que me seduzca, al margen del género o el estilo. Si uno echa un vistazo a mi producción literaria, comprobará que casi nunca repito patrones. El realismo sucio me gusta, lo mamé mucho y me desenvuelvo bien en él, pero casi siempre llevándolo al terreno de mis obsesiones personales. Estoy seguro de que un psicoanalista sacaría muchas conclusiones leyéndome, pero me parece un ejercicio estéril.

dario-vilasCasi siempre tiendo a meterme en el terreno fantástico. Lo que pasa es que me da respeto decir que escribo terror, porque no creo que sea así. Las etiquetas de género las dejo en manos del editor que publique lo mío, se me da fatal definir lo que hago.

Escribo novelas cortas y relatos, buscando la contundencia y cierta sonoridad. Igual ese es mi estilo, lo que me diferencia. Lo suyo sería preguntárselo a los lectores fieles, que alguno tengo.

13. AI- Por último: Cuéntanos cuál es el último libro que has leído, la última peli que has visto y el último tema musical que has escuchado.

El último libro que terminé de leer fue Cabeza de ciervo, de Francisco Miguel Espinosa (Línea Stoker de Dolmen). Os lo recomiendo, sin ser una novela incontestable, me deja claro que este chaval nos va a destapar las vergüenzas a muchos, porque es muy, muy joven, y exhibe una variedad de registros y recursos narrativos que asusta.

Después intenté leerme Mr. Mercedes, de Stephen King, y lo abandoné a mitad. No me gustó nada de nada, me parece indigno de un autor de su posición y con su trayectoria. Hasta ahora siempre me había entretenido, hasta en el peor de los casos. Es el primero suyo que dejo a medias.

La última peli que vi trataré de olvidarla.  Y escucho música a todas horas, así que no soy capaz de concretar. El último disco que saqué de la bandeja fue “Nocturama”, de Nick Cave.

 Pues eso es todo, colega. Muchísimas gracias por  tu tiempo. Ha sido un verdadero placer charlar contigo.

El placer ha sido mío. Tenía ganas de dejarme caer al fin por el Athnecdotario. Un abrazo.

 

ENTREVISTA a So Blonde, autora de Azafata AVEnturas: Los chicos de Emi

Buenas noches, amiguitos.

¿Qué mejor en una noche de sábado, que conocer un poquito más a So Blonde, la rubia más dura, lista, divertida y peligrosa del mundillo literario español? Hablamos con la autora de Azafata Aventuras: Los chicos de Emi, publicada por Ediciones aContracorriente,  y de los relatos Widow´s Island (No Eres Bienvenido) y Una historia para Halloween (Hell or Win), una de las componentes de Tiempo de Héroes. Eso es solo una pequeña muestra de lo que una nena rubia con dos tacones y un calibre 38  son capaces de hacer. Os aseguro que la entrevista no tiene desperdicio….

 

AI -¿Quién es en realidad So Blonde?

So Blonde es un seudónimo y también un personaje, debajo hay una persona real  con algunas cosas en común con su avatar y otras muchas, la verdad, pues no. So tiene, por ejemplo, una libertad de la que carece el ser humano, porque se permite, quizás en muchas ocasiones, la licencia de traspasar algunas barreras y dar rienda suelta a ciertas ideas, a la par que experimentos, que en  otros lugares físicos serían menos viables. Es un fruto de la red, que comparte algunas facetas con la realidad, pero a veces la sobrepasa, la idealiza, estereotipa o rompe moldes. Eso lleva a que yo misma en ocasiones venere a esa rubia alocada, en otras la envidie, la odie o incluso me caiga mal. Nadie en la realidad puede ser así, demos gracias.

So  es una idealización en el subconsciente colectivo.  Es un personaje y un seudónimo que escribe cosas sin pensarlas demasiado.

So  es una idealización en el subconsciente colectivo.  Es un personaje y un seudónimo que escribe cosas sin pensarlas demasiado.

AI- ¿De dónde viene tu afición a la literatura y al vicio de juntar letras?

Desde mi más tierna infancia he sentido una gran fascinación por los cuentos  y las historias, alimentada por los momentos en que me quedaba embobada escuchando cómo mi abuela nos narraba episodios de la mitología y otros cuentos fantásticos ( «Las mil y una noches», «Los cuentos de la Alhambra»…). Después,  comencé yo misma a leer y a descubrir un mundo inabarcable que me absorbió y que a su vez  era capaz de transcender. Las tramas y los personajes no morían en la última página o quedaban suspendidos en un tiempo inexistente. Se mezclaban en mi imaginación unos con otros, intercambiaban características y visitaban otros mundos. Cobraban vida otra vez, pero no eran los mismos. De esta manera me creé mi propio imaginario. Al principio la imagen y las ideas iban muy cogidas de la mano y se  sustentaban de forma mutua. Dibujaba  figuras, casi siempre femeninas o de parejas, los protagonistas varones eran excepcionales, que daban paso a una escena y luego a una historia medianamente compleja y casi siempre trágica. Mis pobres heroínas iniciales terminaban en la mayoría de ocasiones por morir de forma violenta y repentina, luego, eso sí, recibían digna sepultura con mucha pompa y boato, que eso de Eros y Thanatos ya era lo más del romanticismo en mis años jóvenes. Por supuesto, las defunciones no eran tan definitivas como en la realidad, lo cual restaba algo de emoción pero aportaba dinamismo a la historia, y todo era posible desde una resurrección zombi chic hasta un eterno y circular día de la marmota.

 AI- ¿Qué fue lo que te empujó a escribir una novela como Azafata AVEnturas? ¿Cómo surgió la idea?

Azafata-Aventuras-de-So-Blonde«Azafata Aventuras» es mi cuarta novela y un experimento pues es la primera que en realidad escribió So. Quería ver si podía cambiar mi tono narrativo y explotar una vis cómica que hasta el momento se había limitado a pequeñas pinceladas en otros textos, pero que en este lo abarca todo. Aunque pueda parecer lo contrario es una novela con una gran carga estructural, estudiada y calculada, que rompe con los cánones de las narraciones al uso y que, creo, quedó bien en general.

La idea surgió de escuchar anécdotas e historietas de amigas y compañeras de gimnasio que se dedican a esta profesión. Me pareció un tema divertido e interesante para desarrollarlo. Yo no creo que haya que ir muy lejos o inventarse épicos escenarios y mundos para contar buenas historias, me llaman mucho la atención las pequeñas tragicomedias laborales y personales del día a día y que muchas veces quedan relegadas al olvido.

 AI- ¿Tienes algún autor favorito? ¿Alguien a quien tengas como referente?

Hay mil referentes  de estilos totalmente opuestos.  La mezcla de todo lo que me ha llamado la atención me presta a día de hoy un gran servicio en determinados momentos. Nin me enseñó lo que Austen no se atrevió a decir. Massimo Manfredi y Javier Negrete me han reencontrado con la épica clásica,  Robert Graves y Mika Waltari me hicieron amar la novela histórica. Vázquez Figueroa   me enseñó la importancia del ritmo y Mediano, la de los giros argumentales. Respeto a Salichard por lo nimio y detallista de sus historias y al dúo Weis y Hickman por enseñarme las bases de las sagas que perfeccione con Rice.  Pero el que me enseñó a soñar y a creer en la literatura fue Tolkien.

 AI- ¿Qué hace So Blonde cuando no viaja ni  escribe?

Uuuuuuh, muchas cosas, la principal: el tonto.  Luego, si el tiempo da de sí, pues también voy al gimnasio, que este cuerpo tan lozano y vigoroso mis sudores me cuesta;  leo, esto es primordial  porque me relaja, me da ideas y alimenta esa amalgama incoherente de datos que mi cerebro almacena con un orden bastante cuestionable; quedo con amigos y familiares  y con gran tiranía, pero mucho amor nos ponemos la cabeza como un bombo hasta que sentimos que algún cable huele a quemado en nuestro interior. También  enamoro cosas, algunas vivas, otras, no, e incluso alguna de ellas con dos patas ¡oye! ¡Ah!, y el trabajo, claro, una faceta importante que me realiza como ser útil y productivo dentro de la sociedad (y que me permite comprar, aunque esto es secundario, comidita rica para mí y mis seres queridos. Mikaela Jodoroska, mi gata, me recuerda cuán importante es esto (Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, los crispis son buenos, y el trabajo rrrrrealiza).

 AI- ¿Cómo fueron tus inicios en el mundo editorial? Cuéntanos tus primeros pasos y cómo fue la experiencia.

Pues, como casi todas las primeras veces, fue más bien mala. Yo iba borracha y él me dijo: «La puntita nada….» Coño, no esto no era. Pues eso, que un poco así, el mundo editorial es duro y malo y asco y sobre todo muy cansino con sus plazos y gilipolleces varias. Yo, hoy por hoy, no me considero una autora asentada, muchas veces tu valía o tu capacidad a la hora de escribir se ve restringida por las propias limitaciones de las editoriales, los tejemanejes de las distribuidoras o la indiferencia del público. En nuestro país te preguntan « ¿A quién conoces?» antes de «¿Qué haces?»

 AI- ¿En qué andas metida ahora? ¿Nos puedes decir cuáles son tus proyectos en este momento?

Pues intento vender novelas. Estoy moviendo la  versión integral de «Edificio Hadron» (otra bonita comedia) y aparezco en más antologías de las que puedo recordar con editoriales de distintos niveles. Tengo por ahí, en el aire, la publicación de el segundo libro de «Tiempo de Héroes» una obra coral de la que formo parte con otros autores en que me ha dado muchas satisfacciones.  La verdad es que estoy contenta pues es ahora cuando los editores me dicen: «quiero leer algo tuyo.»  Esto me anima a repasar novelas antiguas y a plantearme las nuevas con más ganas. A mí lo que me cansa de escribir es luego buscar a alguien que te lo comercialice.

Luego tengo unas cuantas cosas en el aire que son ideas maravillosas y muy bonitas pero que se topan con la dura y taimada realidad económica.

 AI-Novela, antologías, relatos en Wattpad,  integrante de ese divertidísimo blog que es Con Un Par de Tacones junto a otras cuatro muchachas que escriben y nos hablan de todo un poco, siempre desde ese punto de vista tan especial y auténtico… Da la impresión de que necesitas estar siempre metida en mil y un fregados y que la literatura y el contar historias, es algo vital de necesidad para ti…

Ah, sí, yo me apunto a bombardeo. Muchas veces no rige tanto la necesidad de contar historias como tales, como la de exponer mis pensamientos e idas de olla. Internet y los blogs te permiten hacerlo de forma inmediata y compartir así esos pequeños textos que no tienen cabida en la forma de publicación más seria. Creo que dentro de algunos años (en realidad esto es ya es un hecho) se sacarán tomos con la recopilación de posts y estados igual que se hace con las columnas y artículos de los periódicos.

Pero, vamos, que  mi supuesta hiperactividad creativa (tengo periodos de tocarme el xixi hasta sacarle brillo) se debe a que tengo mucho tiempo libre.

 AI- ¿Cuál es tu opinión referente al panorama actual de la literatura en nuestro país? ¿Piensas que tanto las editoriales como el público está n dándole por fin la importancia que se merece a los autores patrios, o por el contrario, siguen siendo un tanto marginados en favor de autores extranjeros?

Ji. Esto tiene miga. Creo que hay una apuesta por autores españoles, por cosas nuevas y hechas aquí pero es una apuesta muy en plan indie, un paso dado por editoriales pequeñas que muchas veces trabajan por amor al arte. Las editoriales españolas, en muchas ocasiones, son únicamente distribuidoras y arrendatarias de traducciones y derechos de libros que han tenido éxito en sus países de origen. Valoro el esfuerzo que hacen por traer y editar en castellano ciertos títulos, pero también veo que venden mucha basura extranjera que no pasaría los filtros editoriales que se les exigen a autores nacionales. Por otro lado hay cosas hechas aquí muy, muy, muy buenas que podrían comerse mercados extranjeros pero que no encuentran una salida ni un apoyo real de la industria. Siempre digo que esto no es «cine español» con sus limitaciones que lo alejan de los grandes mercados y producciones, se puede (y se hace) una literatura patria de tanta calidad como grandes bestsellers de fuera.

 AI- Si So Blonde no se dedicase a escribir, ¿en que se mantendría ocupada?

Creo que intentaría sobrevivir al día a día, como hacemos todos. Tengo pocas habilidades reseñables. Las musas fueron parcas conmigo. Pero reconozco que pasiones no me faltan, Me encanta leer, explorar todas mis facetas artísticas y vitales, aunque algunas no den para mucho; y sobretodo ser cada día un poco mejor en algo. Yo pienso que Vivir en mayúsculas es de por sí,  un arte  que conlleva mucho tiempo, esfuerzo y estudio. Así que aunque solo fuera con eso, ya estaría ocupada.

 AI- A So Blonde le asusta……

Los dinosaurios, mucho, en serio, y los tiburones. También las cartucheras y la piel de naranja, pero esto último a un nivel más subconsciente.

En realidad, me aterran cantidad de cosas: quedarme sin ideas y el paso infructuoso del tiempo podrían ser dos ejemplos destacados.

AI- ¿Cómo definirías tu estilo cómo autora? Has tocado el género fantástico de distintas formas, la comedia, el grindhouse… ¿En qué género te mueves más a gusto y que es lo que más te interesa?

1520661_345888245550524_109911314_nNo me catalogo dentro de ningún género en particular. Yo escribo historias con distintos propósitos e intento adaptarme si es un encargo, aun así no siempre lo consigo cien por cien y se me escapa un ramalazo en dirección opuesta a la trazada. Quizás, como en la vida misma, hay facetas para todo y distintos momentos para sacarlas a la luz. Pero, que tire la primera  a quien no se le haya escapado una carcajada en un momento serio o dramático, o  un llanto repentino en medio de una fiesta. C`est la vie. De todas maneras esto es un oficio y siempre digo que un buen carpintero tiene que poder hacer una silla o una mesa o lo que toque.

 AI- Por último: Cuéntanos cuál es el último libro que has leído, la última peli que has visto y el último tema musical que has escuchado.

Estoy leyendo ahora mismo «El huerto del espantapájaros» de Allan J. Arcal, un nene que comienza hora en el sub género del fataterró. Está bien escrito y es entretenido. A la vez, bueno, no al mismo tiempo, releo a Erich Fromm, que se ha convertido en la actualidad en una especie de conciencia morena que me reconcilia con la realidad.

Hace poco me vi «Las animadoras deben morir» una mierda de película que no me acabó de decepcionar porque no esperaba nada de ella pero que me aportó muy poco.

Y mientras os escribo esto tengo puesto« Black Velvet» de Robin Lee que me moja hasta el tobillo con ese lento estilo sureño.

 AI- Pues eso es todo, rubia. Un placer charlar contigo, ya lo sabes.

Gracias a ti, nene.

 

 

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Entrevista a Carlos Molinero, ganador del premio Minotauro con su novela Verano de Miedo.

Buenas noches, amigos.

Hoy tenemos con nosotros a un invitado muy especial. Carlos Molinero está en boca de todos, en el candelero,  tras haberse hecho con el galardón del premio Minotauro con su novela Verano de Miedo, una revisión al género vampírico que pretende recuperar el viejo espíritu de películas como Noche de Miedo (obvio homenaje en el título) o Jóvenes Ocultos. Estoy ahora mismo a puntito de empezarla, siendo consciente del gran debate generado sobre ella y os aseguro que tengo ganas de saber a quien darle la razón, pero de entrada el argumento promete, el hecho de utilizar un estilo narrativo tan poco convencional (casi me atrevería a decir que la pura evolución del género epistolar aplicado a las nuevas tecnologías) y lo poquito que llevo leído, me tienen muy intrigado. Sea como sea, os puedo asegurar que Carlos es un tipo agradable, simpático, un tanto agobiado por la crisis de los cuarenta, convencido de lo que hace,  y que ha sido un placer que nos hable de la novela, de sus proyectos y de otras cositas interesantes.

Sin ganas de seguir dando la brasa con mis tonterías, os dejo con la entrevista. Espero que la disfrutéis.

1. AI -¿Quién es en realidad Carlos Molinero?

En realidad, no sé, en ficción te digo que es un poco cliché. No tiene la crisis de los cuarenta, la crisis de los cuarenta le tiene a él. Hace cosas estúpidas y peligrosas que nunca hizo poniendo en peligro su escasa salud. Se gana la vida escribiendo guiones, cosas que es cada día más ficción y menos realidad.

2. AI- ¿De dónde viene tu afición a la literatura y al oficio de juntar letras?

1412703174372Supongo que de mi padre, que desde pequeño nos metió en el cine y en la lectura como algo divertido, en ser un niño un poco autista con demasiada imaginación, demasiada y aterradora imaginación.

Mi primera especie de novela la escribí con ocho años. Una suerte de mezcla de detective y fantasmas. A los nueve grabé un programa de radio de terror en cintas de audio “Crescendo” con gran éxito en mi familia y patio de vecinos.

Y a los diez escribí los estatutos de una secta llamada “Muerte Total”, cuyos acólitos terminamos en el despacho del director por llamar a los telefonillos de alguna profesora de inglés veinteañera y perseguir a nuestras compañeras por la calle con máscaras de gato robadas a una función teatral.

3. AI- ¿Qué fue lo que te empujó a escribir una novela como Verano de Miedo? ¿Cómo surgió la idea?

Cuando hace años, no diré cuantos, terminé de rodar la película “Salvajes”, quería hacer algo más lúdico, que alimentara mi parte friqui. Pensé algo de vampiros para un guión, pero no terminaba de funcionar. Tenía personajes muy claros y su cabeza, su forma de pensar era lo que me parecía más interesante. Al poco fue surgiendo la idea de hacer una novela, pero cuando leí “Crepúsculo” y volví a leer “Drácula” oí la voz de Bram Stoker: “Tienes que recuperar al vampiro como figura de maldad absoluta, la muerte, la sangre, el formato epistolar”. Y así lo hice. Yo lo llamé inspiración. Los psiquiatras trastorno disociativo de la realidad.

4. AI- ¿Tienes algún autor favorito? ¿Alguien a quien tengas como referente?

El concepto empanada mental es la descripción de mi cabeza, así que no quiero genera más caos en el mundo.

Para “Verano de Miedo” los referentes son muy claros.

Por la parte vampírica la criatura fundacional “Drácula” de Stoker y “El misterio de Salem´s Lot” de Stephen King.

Por la parte de llevar este mundo terrorífico a la meseta castellana Rafael Azcona y su visión ácida y tierna de sus personajes. Un autor que ha sido un modelo es Emilio Carrere, un genio que merece ser reconocido y más conocido. Su humor afilado, su aproximación al terror y la fantasía sin perder la comedia es fascinante.

 Por último hay historias que lees en la infancia y se quedan grabadas, yo “El monte de las ánimas” de Becquer y muchas de sus leyendas son historias que incrustan el fantástico en mitad de noches veraniegas. Recuerdo con especial susto una versión en cómic que leí a finales de los setenta que sigue invadiendo mi cerebro.

5. AI- ¿Qué hace Carlos Molinero cuando no escribe?

Leo bastante, pero menos de lo que quisiera. Voy al cine todo lo que puedo. Veo series como todo el mundo. Demasiadas, como todo el mundo. Intento no engancharme a ningún videojuego porque con la edad soy más compulsivo y hasta que no los termino no paro. No juego online para no morir como si fuera un adolescente coreano. Voy mucho al teatro. Como mejor que hace unos años, pero sigo comiendo mal. Intento hace algo de deporte por prescripción, pero no por convicción, ni por apetencia.

Un parte que me desgasta mucho, pero también me aporta mucho a todos los niveles es la enseñanza. Estoy de profesor en la ECAM, la escuela de cine en la que nací, el Instituto del Cine de Madrid y hago algunas visitas a masters de guión como el de la UPSA o el de la Carlos III-ALMA.

 Ahora estoy con un par de cosas de teatro rondando la cabeza y quiero volver a rodar una peli, pero en plan kamikaze y subversivo, es decir, sin un puto duro.

Además con el cliché de la cuarentena hago cosas que necesitarían mucha explicación para intentar no parecer ridículas, así que os las voy a ahorrar. Hago cosas ridículas típicas de cuarentón. Usad la imaginación. Pero de un cuarentón pobre. Nada de Ferraris y similares.

6. AI- ¿Cómo fueron tus inicios en el mundo editorial? Cuéntanos tus primeros pasos y cómo fue la experiencia.

Mis inicios en la escritura fueron en el Taller de Escritura de Enrique Paéz. Sin Enrique no habría sido escritor y seguramente habría sido algo todavía más nocivo para la sociedad.

El primer año de su taller quería apuntarme, pero no tenía ni una peseta, así que con todo el morro le envíe un relato y le pedí una beca. Me llamó por teléfono a los pocos días y me invitó a su taller totalmente gratis. Allí aprendí muchas cosas, no solo de escritura. Ese año al final de curso el taller público un relato de cada uno de los alumnos y fue la primera vez que me vi dentro de un libro. La primera y casi la última hasta “Verano de Miedo”.

7. AI- ¿En qué andas metido ahora? ¿Nos puedes decir cuáles son tus proyectos en este momento?

Además de lo dicho anteriormente de teatro y película en plan Bola de Cristal, “solo no puedes, con amigos sí”, estoy de guionista en la serie “Cuéntame”, escribiendo ahora mismo el capítulo 284, ahí es nada. Los Alcántara son más longevos que los Kennedy. Cosa no muy difícil, por cierto.

Hace casi veinte años algunos amigos escritores y mutantes similares montamos un taller de literatura gótica, de la que salió material muy interesante, pero poca gente acabó sus novelas porque éramos demasiado tranquilos.

Ahora con los años nos hemos vuelto a juntar en un taller de novela negra, pero en plan radical. Nos reunimos una vez a la semana y hay que llevar escritas siete páginas de tu novela a doble espacio. Hay que escribir y escribir. No tiene que ser bueno, no tiene que ser original. Tiene que existir y ya está. De momento la cosa fluye.

8. AI-Premio Minotauro… ¿Qué nos puedes contar en lo que concierne a presentarse a un certamen de estas características? Es evidente que el premio es suculento, además de la promoción y la publicidad que conlleva, pero no es menos cierto que la polémica está servida. Son muchos los detractores y los que dudan de la imparcialidad del jurado y de la legitimidad de los ganadores. ¿Cuál es tu opinión personal al respecto, ahora que eres parte implicada dentro y  te has convertido  en el foco de todas las miradas y comentarios?

“Verano de Miedo” es una novela que escribí hace años y moví sin suerte por casi todas las editoriales. Así que lo de ganar el Minotauro me ha dado mucha alegría, porque pensaba que era una novela que no saldría del disco duro. Yo no tengo ni idea del mundo editorial, pero en el caso de mi novela uno de los jurados, Ángel Sala, director del festival de Sitges, era colega, pero cuando leía la novela no sabía que el autor era yo.

Cuando tras la deliberación abrieron la plica y vio quién era el escritor por lo visto dijo: “Ahora entiendo muchas cosas”.

9. AI- ¿Cuál es tu opinión referente al panorama actual de la literatura en nuestro país? ¿Piensas que tanto las editoriales como el público está n dándole por fin la importancia que se merece a los autores patrios, o por el contrario, siguen siendo un tanto marginados en favor de autores extranjeros?

BzYb1FiCIAA9uDiMe preocupa que solo haya o Bestsellers con promoción de estreno de Hollywood o libros muy minoritarios, que pasan desapercibidos y cuya edición es más una acto de convicción, que un posible negocio. Me da mucha tristeza que autores que antes se publicaban sin dudar, ahora ya están desaparecidos. Y no son gente menor. Clive Barker, por ejemplo, creo que sus dos últimas novelas todavía no están en castellano.

En cuanto al panorama de los autores españoles me parece que están marginados, pero no con respecto a los autores extranjeros en general, sino respecto a los autores de superventas. Me parece también que la literatura no tiene el peso que debería en la televisión o en la prensa. Muchas veces la dificultad para un autor es que simplemente sepan de tu existencia.

Pero bueno vivimos en un país que está rebuscando ahora los huesos de Cervantes porque murió en la miseria, estuvo en la cárcel y le hicieron ediciones piratas para aburrir.

Afortunadamente para los escritores la cosa no ha ido a peor.

10. AI- Si Carlos Molinero no se dedicase a escribir, ¿en que se mantendría ocupado?

Yo estudié la carrera de matemáticas, así que si hubiera sido estudioso y aplicado me habría sacado una oposición de profesor de instituto. Vamos que no sería profesor de instituto.

Supongo que como muchos de mis compañeros habría terminado en la informática. Con suerte para la humanidad programando en alguna consultora de medio pelo, sin suerte para el género humano en algún banco enredando con fórmulas para predecir la bolsa y similares.

Sí, amigos, el crack económico podría haber sido todavía peor.

11. AI- A Carlos Molinero le asusta……

Que llegue el día que no pueda pagar la hipoteca y el banco se quede con mi devaluada casa, mis libros y algún órgano interno que esté medio sano.

La enfermedad y muerte de mis padres.

La enfermedad y muerte de mis amigos.

La enfermedad y muerte de mí mismo.

No os riáis, así estaréis a los cuarenta.

12. AI- Tu novela destaca por…

Es una novela de vampiros como Stoker y King mandan. Los vampiros son inhumanos y sanguinarios. Los humanos son frágiles y cobardes. El amor duele mucho en vida, pero todavía más después. Y muchas veces cuando todo está perdido el humor es lo único que nos permite mantener la cordura y enfrentarnos a nuestros miedos o a nuestra propia muerte.

Los adolescentes no son guapos, no son demasiado listos, no los quiere nadie y sufren mucho para perder la virginidad y no para mantenerla.

Además su forma a base de correos, chats, SMSs, etc. es adecuada para el mundo en que vivimos, fragmentarios, ruidosos y caóticos. Creo que sintoniza muy bien con los cerebros hiperestimulados de este siglo.

¿He dicho ya que los vampiros son malos y sanguinarios?

13. AI- Por último: Cuéntanos cuál es el último libro que has leído, la última peli que has visto y el último tema musical que has escuchado.

El último libro que he leído es “El balcón en invierno” de Luis Landero.  Lo único que puedo hacer es recomendarlo porque todo lo que diga se va a quedar corto. Leedlo sin dudar.

Ahora estoy leyendo “Condenada” de Chuck Palahniuk (siempre tengo que mirar en Google como se escribe). Con Palahniuk soy un fanático sin criterio. Todo lo que escribe me divierte, me remueve, tanto que dejo sus libros para leer en momentos de medio tranquilidad.

La última película que he visto es la de “Dos días y una noche” de los hermanos Dardenne. A mí me ha gustado mucho y dentro de las películas de estos belgas es casi un thriller. Tengo pendiente ir a ver “Drácula, la leyenda jamás contada” y la verdad es que tengo bastante miedo. Pero no del miedo-risa, del miedo de “¿qué habrán hecho?”. Este fin de semana cae.

En lo de la música voy a ser dramáticamente sincero y voy a coger el último tema que tenga en el Spotify. Para mí esto es un acto de intimidad de primera magnitud. Me daría mucho más pudor que la gente ve mis lista de Spotify que las páginas porno o los vídeos de gatitos. En realidad no soy un pervertido. No veo vídeos de gatitos.

La última canción que tengo es “Asmodee” de un grupo de Death Metal sueco que se llama “Necrophobic”.  No es mi grupo favorito, pero molan bastante. Llegue a ellos a través de las recomendaciones automáticas de Last.fm o de Spotify.

Pero vamos, que en lo musical tengo la misma empanada que en todo lo demás.

Lo mismo subo a Twitter o algo parecido las listas de música con las que escribía cada personaje para mostrar que realmente soy alguien que necesita ayuda. Aunque sea musicalmente hablando.

Y por favor, si se acerca un vampiro y dice que es simpático y brilla bajo el sol… Miente. O no es un vampiro. O simplemente va a desangraros hasta morir.

Tened cuidado.

Pues eso es todo, compañero. Muchísimas gracias por  tu tiempo. Ha sido un verdadero placer charlar contigo.

El placer ha sido mío. Un saludo.

 

 

Entrevista a Óscar Bribián, autor de El Sueño del Depredador

Entrevista a Óscar Bribián, autor de Raazbal, Mentes Perversas y la inminente El Sueño del Depredador.

1.   AI -¿Quién es en realidad Óscar Bribián?

OB- Alguien que descubrió muy pronto que la imaginación es el más poderoso de los entretenimientos.

2.   AI- ¿De donde viene tu afición a la escritura?

ob1OB- La necesidad de comunicar y transmitir historias nació muy pronto, quizá porque también leía bastante y, debido a algún cambio de ciudad motivado por el trabajo de mi padre, esa ruptura de amistades infantiles hizo que en esa época mi entretenimiento se basara en los cómics, los libros y los juegos. Con 8 años escribí mi primer relato, que pocos años después fue seleccionado para una modestísima obra teatral escolar. Por esa época me pasaba muchas noches elucubrando historias, a modo de escenas cinematográficas, que repetía una y otra vez en mi cabeza como un director perfeccionista. A veces lo volcaba en papel. Aunque no fue hasta los dieciséis años cuando la creación literaria se convirtió en un hábito.

3. AI- ¿Que fue lo que te empujó a escribir una novela como El Sueño del Depredador, novela que a pesar de seguir manteniendo ciertos toques fantásticos, se aleja tanto de cosas como Raazbal? ¿Cómo surgió la idea?

OB- En realidad, Raazbal nació a edad muy temprana (aunque se publicó en 2010), en una época en la que leía bastante novela histórica y perduraba el poso de lecturas fantásticas. Ahora es muy diferente, aunque el poso fantástico sigue existiendo, sobre todo en mis relatos cortos, pero prefiero desenvolverme en otros ámbitos. El sueño del depredador es un thriller policíaco y psicológico donde juego un poco con la ambigüedad fantástica gracias a la imaginación de algún personaje. La idea nació a raíz de documentarme acerca de la psicopatía y las enfermedades mentales para otra novela inédita. Pensé que nadie había abordado ciertos temas en niños, y a esto le añadí la necesidad de mostrar una novela negra cuyo trabajo policial resultase más cercano al lector y más realista, en cuanto a lo anímico y lo procedimental, con menos estereotipos anticuados y menos fuegos artificiales sin sentido.

Poco a poco estos elementos se fusionaron con la idea de introducir pistas que tuvieran que ver con poesías de terror. He tenido etapas en las que he leído bastante poesía y tenía seleccionadas unos cuantos versos oscuros que le vinieron muy bien a la trama. La historia tiene mimbres suficientes para entusiasmar a los amantes del género negro y satisfacer a los lectores del fantástico.

4.- ¿Tienes algún autor favorito? ¿Alguien a quien tengas como referente?

OB- Siempre hay favoritos. En la adolescencia me encantaba Tolkien y más tarde Lovecraft. Tras ella tuve a Hesse como referente existencial. Ahora prefiero prosas como la de Julio Llamazares o James Ellroy, historias realistas como las de Steimbeck o fantásticas como las de Barker. Todos evolucionamos a la vez que lo hacen nuestras lecturas. En el relato breve destacaría a Borges, Cortázar o Lord Byron.

 5. AI- ¿Qué hace Óscar Bribián cuando no escribe?

OB- Obviamente, leer. Intento compaginar literatura con ensayos de variadas temáticas: Historia, Sociología, Criminología. Además de eso, soy aficionado a juegos de mesa o estrategia y wargames, habiendo diseñado algunos.

6. AI- ¿Cómo fueron tus inicios en el mundo editorial? Cuéntanos tus primeros pasos y cómo fue la experiencia.

OB- Publiqué por primera vez un libro en solitario en el año 2009. La experiencia fue ilusionante en un principio, agridulce más tarde (cuando entiendes que hay que pelear más duro de lo que la gente se imagina para hacerse un hueco en las librerías) y enriquecedora finalmente. Creo que estoy bastante bregado pese a ser relativamente joven para esto. Eso es lo que me dieron los primeros años de publicaciones. Ahora soy más exigente conmigo mismo y con las editoriales con las que firmo contrato.

7. AI- ¿En qué andas metido ahora? ¿Nos puedes decir cuáles son tus proyectos en este momento?

esddOB-Tengo dos frentes abiertos. Por un lado, estoy escribiendo un nuevo thriller que comparte algunos protagonistas y personajes con El sueño del depredador, en un nuevo caso que se presenta en la brigada de homicidios, incluyendo referencias a prácticas ocultistas y celos amorosos terribles. Por otra parte, un trabajo por encargo: una suerte de novela coral con infinidad de personajes que servirá de trasfondo para un juego de mesa de ciencia ficción que se está gestando.

En la recámara, una novela sobre policías locales, patrulleros, bastante realista y descarnada, y un muy posible ensayo sobre grupos de manipulación psicológica (sectas destructivas, para que nos entendamos), sobre los que investigué este año bastante ampliamente.

8. AI- ¿Papel o  ebook?   ¿Cuál es tu preferencia a la hora de publicar? ¿Crees que los libros electrónicos suplirán al formato físico?

OB- Por el momento prefiero publicar en papel, que tardará aún bastantes años en ser superado por el ebook, pero no me gusta la exclusividad. Van a repartirse el mercado durante lustros. Si está en mi mano, prefiero publicar en ambos formatos. El sueño del depredador aparecerá también en digital, y creo que es lo correcto, a un precio asequible. Como lector sigo leyendo más en papel, pero ambas opciones me gustan y tienen sus ventajas.

9. AI- ¿Cuál es tu opinión referente al panorama actual de la literatura en nuestro país? ¿Piensas que tanto las editoriales como el público está n dándole por fin la importancia que se merece a los autores patrios, o por el contrario, siguen siendo un tanto marginados en favor de autores extranjeros?

OB- La literatura, en cuanto a creación, creo que va viento en popa en España, existen excelentes obras y autores, pero falta masa lectora y apertura de miras, ya que sigue habiendo determinados géneros mucho más minoritarios de lo que debieran ser, como el fantástico en todas sus vertientes. Ante la escasez de masa lectora, las editoriales procuran arriesgar menos que si hubiera un poso cultural más importante. Los autores extranjeros que llegan son relativamente pocos, excepto en el caso de los anglosajones, que cubren el mayor porcentaje del mercado. Pero siempre se le va a dar más importancia al autor anglosajón, por razones obvias. Si lo vemos desde un punto de vista empresarial tiene su lógica, y las editoriales son empresas, máxime si hablamos de editoriales con recursos suficientes para importar y traducir obras foráneas de autores que, por escribir en inglés, son los más exportables del planeta y los que mayor relevancia suelen tener en medios de prensa, por proceder de los países referentes..

10. AI- Si Óscar Bribián no se dedicase a escribir, ¿en que se mantendría ocupado?

OB- Seguramente leería más, y le dedicaría más tiempo a los juegos de mesa y estrategia, y al deporte, que cada vez es más residual por la falta de tiempo para todo.

11. AI- A Óscar Bribián le asusta……

OB- El olvido.

12. AI- El género fantástico  siempre ha sido un lugar donde te has sentido cómodo y eso queda patente al revisar tu bibliografía ¿Algún motivo para ello?

OB- Es un género tan válido como cualquier otro, con sus ventajas y desventajas. La fantasía permite multiplicar las posibilidades de una historia y explorar mucho más en la imaginación. Además, es un escenario idóneo para tratar temas trascendentes desde una aparente intrascendencia, porque aquéllos no son tan palpables en este tipo de historias y sin embargo pueden calar tanto o más hondo. De todas formas, siempre me he sentido bastante cómodo tanto en el realismo como en el fantástico, sencillamente tengo rachas en las que se sumerjo más en un estilo u otro.

13. AI- Por último: Cuéntanos cuál es el último libro que has leído, la última peli que has visto y el último tema musical que has escuchado.

OB- Todo por la pasta, de Ed Mc. Bain, entretenido pero inferior a su obra más reconocida, Cop Hater. La última película tampoco es una novedad, 12 años de esclavitud, desgarradora e imprescindible. Escuchar, últimamente cualquier cosa de Passenger.

Pues eso es todo, compañero. Muchísimas gracias por  tu tiempo. Ha sido un verdadero placer charlar contigo.

Lo mismo digo, muchísimas gracias por el apoyo.

 

 

Entrevista a Claudio Cerdán, autor de Cien Años de Perdón y de Un Mundo Peor.

Buenas noches, queridos amiguitos. Hoy tenemos un invitado muy especial, un autor al que no deberíais perder de vista si sois aficionados al género negro y policial. Alguien cuyo nombre seguro conocéis y que está en boca de todos. Con todos ustedes, el gran Claudio Cerdán, quien ha tenido a bien el responder a nuestro breve cuestionario y comentarnos varias cositas interesantes.

Os dejo con la entrevista…

 

1. AI -¿Quién es en realidad Claudio Cerdán?

Un tipo despistado que olvida contestar las entrevistas a tiempo. Aparte de eso, se considera un escritor de novela negra que trata de superarse libro a libro. Acaba de empezar, pero el chaval le pone ganas.

2. AI- ¿De donde viene tu afición a la escritura y en especial, al género negro?

cc1Todo viene del afán de contar historias. Hay quien tiene una cámara de cine, otros que hacen teatro e incluso cómic. Yo escogí la escritura por descarte de todo lo demás, ya que nadie me contratará para hacer una superproducción, no soy actor, ni sé dibujar. Cuenta Andreu Martín  en su libro “Cómo escribo” que de pequeño inventaba historias para sus juguetes. Luego se sorprendía como amigos suyos jugaban a lanzar piedras a sus indios de plástico. Me siento muy representado en esa anécdota. Creo que la profesión va por dentro antes incluso de saber cuál es.

3. AI- ¿Que fue lo que te empujó a escribir una novela como Un Mundo Peor, novela que a pesar de formar parte de ese Alicante que has construido con tus obras, se desliga bastante del tono habitual al que nos tiene acostumbrados. ¿Cómo surgió la idea?

Venía de escribir una novela ambiciosa, compleja y difícil como CIEN AÑOS DE PERDÓN, donde llegaba a controlar hasta seis subtramas y lleno de limitaciones. En fin, una pesadilla para este escritor, motivo por el que tardé casi tres años en acabarla. Una vez terminada quise cambiar de aires totalmente, o al menos todo lo que pudiera. De ahí surgió UN MUNDO PEOR, una novela más introspectiva, lineal y clásica que la anterior. La idea inicialmente era para hacer un guión de cine, pero ya os he dicho que todavía no me ha llamado Spielberg.

4.- ¿Tienes algún autor favorito? ¿Alguien a quien tengas como referente?

Unos cuantos. James Ellroy fue el primero que me dejó impactado. Añadid al ya citado Andreu Martín, Francisco González Ledesma y Mariano Sánchez Soler, o a los guionistas Warren Ellis y Garth Ennis.

5. AI- ¿Qué haceClaudio Cerdán cuando no escribe?

Piensa en escribir.  Mi chica me pregunta ¿por qué estás tan callado? Y yo regreso a la tierra y no me atrevo a contar las cosas que me pasan por la cabeza.

6. AI- ¿Cómo fueron tus inicios en el mundo editorial? Cuéntanos tus primeros pasos y cómo fue la experiencia.

Me daban mucha envidia los escritores que recibían cartas de rechazo de las editoriales. A mí simplemente no me contestaban. Ojo: esto me ha estado pasando hasta hace poco. En aquellos momentos vi la posibilidad de publicar una novela fantástica, así que la escribí. De ahí nació EL DIOS DE LOS MUTILADOS y CICATRICES. Aparecieron en una editorial ya desaparecida, y aunque la experiencia no era lo que esperaba, me encantó recibir el feedback de los lectores. Luego publiqué EL PAÍS DE LOS CIEGOS, con el que me empecé a colar en premios y festivales. Y tras tres años sin publicar, en ocho meses he sacado dos libros. Así de raro es este mundo.

7. AI- ¿En qué andas metido ahora? ¿Nos puedes decir cuáles son tus proyectos en este momento?

Actualmente estoy escribiendo una historia enorme, larguísima, sobre corrupción urbanística. Preparaos para un ladrillo futuro. Y a corto plazo, os puedo anunciar que en septiembre saldrá una nueva novela en la editorial Alrevés. Se trata de una obra ambientada en la Revolución Rusa, con tintes de misterio, bélica, histórica, western, terror e incluso fantasía. Ah, y género negro, eso siempre.

8. AI- ¿Papel o  ebook?   ¿Cuál es tu preferencia a la hora de publicar? ¿Crees que los libros electrónicos suplirán al formato físico?

La realidad, esa que impidió al bueno de Rajoy cumplir con su programa electoral, me ha obligado a mí y a mi familia a exiliarnos al extranjero. Por eso me he comprado un ereader, para poder seguir leyendo desde el culo del mundo. Hasta ese momento solo leía en papel. Me gusta ir a pasear por librerías, por puestos de mercadillo, por saldos, por locales regentados por ancianos que huelen a polvo y que parece que te vayan a vender a Gizmo. Si me preguntas dentro de unos meses o años, te podré contestar con más conocimiento de causa.

9. AI- ¿Cuál es tu opinión referente al panorama actual de la literatura en nuestro país? ¿Piensas que tanto las editoriales como el público está n dándole por fin la importancia que se merece a los autores patrios, o por el contrario, siguen siendo un tanto marginados en favor de autores extranjeros?

Me gustaría pensar que sí. Aún así a la gente le gustan unos libros y no otros. Yo leo indistintamente a autores patrios y a extranjeros. Lo que no entiendo, ni entenderé, es a quien abomina de lo que se hace dentro de nuestras fronteras. Desde siempre hemos tenido grandísimos escritores nacionales: Cervantes, Quevedo, Cela, Jorge Javier Vázquez…

10. AI- Si Claudio Cerdán no se dedicase a la literatura, entre otras cosas ¿hubiera sido…?

Un gilipollas frustrado. Me habría gustado ser dibujante, pero nunca me formé para ello. Todo lo que hago es autodidacta.

11. AI- A Claudio Cerdán le asusta…

En lo que están convirtiendo este país. El gobierno dice que va a arreglar la Sanidad privatizando hospitales, que está mejorando la Educación al despedir a profesores, que va a acabar con el paro abaratando el despido… Eso es terror. Y no digo terrorismo, que me cierran el Twitter.

cc412. AI- Alicante, siempre Alicante. La Ciudad como escenario recurrente, como punto de encuentro, como lugar al que retornas una y otra vez y que casi se ha convertido en un personaje más dentro de tu obra…¿Algún motivo para ello?

Creo que un escritor de novela negra debe conocer los ambientes en los que escribe. Viví durante años en Alicante y me pareció una ciudad asombrosa para ambientar historias policíacas. Con EL PAÍS DE LOS CIEGOS quise fundar un escenario para futuras novelas. Creé una gran cantidad de personajes con la idea de regresar a ellos en el futuro. Y así ha sido, aunque como os adelantaba en la siguiente novela me voy a Rusia.

13. AI- Por último: Cuéntanos cuál es el último libro que has leído, la última peli que has visto y el último tema musical que has escuchado.

El último libro terminado fue EXTRAÑOS EONES, de Emilio Bueso. Todo lo bueno que se pueda decir de esa novela se queda corto. Y ahora mismo estoy a cien páginas de terminar LA TRISTEZA DEL SAMURÁI, de Víctor del Árbol. Un autor al que tenía mucha curiosidad por leer y que me terminó de convencer cuando coincidimos en Cuenca. Como os digo, a falta de unas pocas páginas, la novela es la hostia. La última peli fue LA HERIDA, de Fernando Franco. El último tema ha sido EL ÚLTIMO PEDAZO DEL PASTEL, de Rafa Pons. No me canso de recomendar a este cantautor.

AI- Pues eso es todo, compañero. Muchísimas gracias por  tu tiempo. Ha sido un verdadero placer charlar contigo.

El placer ha sido mío. Un saludo.