Buenas tardes, amigos.
Hoy vengo con la reseña de una lectura ligera y sencillita, de esas de echarte un rato en el sofá y despacharla bien a gusto. Se trata de El Rayo Rojo, el primer título de la colección Rebro de Dissident Tales, escrita por Roberto Malo e ilustrada por Carlos Gregorio Simón Godoy, más conocido por CalaveraDiablo, quien con su arte dota a la obra de la fuerza y la presencia de la que el texto pueda carecer y consigue de ese modo evitar que se quede en algo más que una anécdota curiosa y divertida, bien escrita, pero algo falta de intensidad. Ojo, la historia que nos cuenta Roberto no está nada mal, siendo fiel a su estilo desenfadado, cercano y buscándole tres pies al gato, pero lo cierto es que al partir de una premisa en apariencia tan sencilla y sin posibilidad de desarrollar la trama en profundidad a causa de la extensión y el propio espíritu de la colección, uno llega a pensar que le falta algo de chicha y carácter. Por suerte, como digo, las ilustraciones que acompañan al texto suplen con creces esa necesidad y ofrecen al lector un verdadero regalo para los ojos. A nivel visual, la obra es espectacular y las ilustraciones se encargan no solo de reforzar la historia, sino de convertirse en su alma, en su esencia.
Roberto Malo sigue en su línea, con ese estilo a medio camino entre lo fantástico, el humor sutil, el surrealismo y la sencillez más impostada. De lectura sencilla, la narración busca ser cercana, creíble y desde una perspectiva en la que el lector se siente como si lo que se le narra fuese algo posible, algo que te confiesa un amigo en el que confías y que ha vivido en sus propias carnes.
Por su parte, Carlos Gregorio Simón hace su magia y como ya digo, nos hace disfrutar como enanos con lo genial de sus ilustraciones. El artista se sale en esta ocasión. Confirma que está mejor que nunca y sus trabajos así lo demuestran.
El argumento es simple, por muy disparatado que pueda parecer. Un escritor en plena crisis creativa decide dar un paseo nocturno por las calles de Teruel, lugar donde vive. Dicen que Teruel existe y como para demostrarlo, una nave alienígena no solo conoce su ubicación, sino que decide que ese es el mejor lugar para abducir a un espécimen humano, en este caso el pobre juntaletras, quien se ve convertido en conejillo de indias para uso y disfrute de estos peculiares extraterrestres. Y si, digo bien. Disfrute. Y es que entre los muchos experimentos a los que le someten, está el de ser usado sexualmente por una hembra de muy padre señor mío. Una tiparraca azulada, de más de dos metros de altura, pero con unas curvas y un tipazo de infarto, que ya quisiera yo que me secuestrase cuando quisiera…
Una vez satisfecha la curiosidad alienígena, el escritor es devuelto a su casa, aparentemente sano y sin haber sufrido ninguna consecuencia tras semejante suceso. Salvo por un pequeño detalle, que hará que su mundo, su apacible existencia, se vea trastocada para siempre. Desde ese momento, lo más surrealista y absurdamente divertido que jamás hubierais podido imaginar se hace realidad. Y hasta ahí puedo leer para no destriparos nada.
He de decir que he disfrutado de la lectura. Es una novela como digo sencilla y no busca otra cosa que entretenernos un rato, poner más de una sonrisa en nuestra cara y deleitarnos con las ilustraciones que encontraremos en ella. Honesta, sin pretensiones de ningún tipo, salvo cumplir con su tarea, algo que hace con creces. Una excelente relación calidad-precio, que supone un más que potable punto de partida para esta colección.
El Rayo Rojo
Autores: Roberto Malo (texto) y Carlos Gregorio Simón Godoy “CalaveraDiablo” (ilustraciones).
21×15 cms.
100 páginas.
20 Ilustraciones A COLOR (página completa).
Cubierta con solapas.
PVP: 10 Euros.
.