Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar

El Círculo. El paso 8: Repaso a la saga JU-ON, previo al crossover SADAKO vs. KAYAKO y el film RINGS

Por José Luis Carbón.

En este nuevo capítulo, se analizarán:

-1998-2016 –Ju-On -Repaso a la saga

-2016 –Sadako vs. Kayako -Director: Kôji Shiraishi

-2017 –Rings -Director: F. Javier Gutiérrez

Tras el intento japonés de hacer resurgir a Sadako con las 3D y la globalización mundial del mito, parecía que la gallina de los huevos de oro, que era la novela de Koji Suzuki, no iba a dar más de sí, pero sólo faltaba una nueva variante que sumar al extenso universo de The Ring: el cruce o, tal y como la mayoría de hablantes usa, el crossover (1), es decir, la interrelación de historias diferentes en un nuevo, digamos, contexto. Por supuesto, en el caso cinematográfico obedece más a cuestiones puramente mercantiles, en el que se aseguran los públicos de ambas historias. En el aspecto narrativo, siempre hay un aspecto a priori interesante: saber qué pasará si unos personajes de un universo interactúan con otros de otro universo. No deja de ser un juego, como todas las ficciones, en el que a veces las posibilidades de éxito suelen estar centradas, como no podía ser de otra manera, en un buen argumento. La mayoría de los casos, por lo que se refiere al cine fantástico, no han sido precisamente memorables (recordar los casos de Aliens vs. Predator o Freddy vs, Jason).

En el caso que nos ocupa, nos encontramos en el 2016 con el psicotrónico (2)film Sadako vs. Kayako, dirigido por Kôji Shiraishi. ¿Y quién es Kayako? Pues el personaje, ya icono del terror también, el fantasma japonés llamado onryo (3) que protagoniza desde el año 1998 (justo el año que despuntó el primer film de la saga de Sadako The Ring, dirigido por Hideo Nakata, aunque la saga se iniciara antes, en 1995 con el telefilm Ringu, dirigido por Chisui Takigawa) otra extensa saga de j-horror: la de Ju-On. Ante de comentar el crossover, bueno sería repasar brevemente (4) las entregas que ha dado justo hasta el film que nos interesa para poder situarla en su contexto (o universo). Unas breves pinceladas:

-1998 Katasumi,dirigido por Takashi Shimizu

Corto que se rodó independiente pero que fue incluido en el film de episodios Gakkou no kaidan G, estrenado en televisón, con cortos de Kiyoshi Kurosawa, que nos muestra la aparición del fantasma maldito que sería la Kayako de los films (y protagonizada por la actriz Takako Fuji, que protagonizaría ese papel en todas las entregas de la saga desde el inicio hasta El Grito) y un uso interesante del montaje y del sonido. En los USA se estrenó como In a Corner.

-1998 «4444444444´´, dirigido por Takashi Shimizu

Segundo corto que también fui incluido en el film de episodios Gakkou no kaidan G y que nos muestra al hijo de Kayako, es decir, a Toshio Saeki, en la personificación del fantasma que deambula por el mundo de los vivos. Forma un díptico con Katasumi y el propio Shimizu los considera como precuelas de la saga. A destacar, como en el anterior, el uso del montaje y el sonido. Aquí el fantasma de Toshio es blanco, a diferencia del azulado en los films. Señalar que el número 4 es considerado de mala suerte en la cultura japonesa. (5)

-2000 Ju-On,dirigido por Takashi Shimizu

Primer film distribuido directamente para video (al igual que su segunda parte), con un interesante uso de historias cruzadas, todas en torno al asesinato de Toshio (hijo) y Kayako (madre) por parte de Takeo. La narración seriada en el que cada capítulo corresponde a un personaje, por lo tanto con diferentes puntos de vista, cronologías paralelas o flashback o forward que puede al principio parecer confuso, incluyendo el ritmo pausado que Shimizu le imprime a la acción, pero a poco que se entre en la historia la hace muy original y aterradora en las secuencias clave. La aparición de los fantasmas de Toshio, con sus apariciones fuera de cuadro y maullando (Takeo también mató al gato de la familia), y Kayako, con ese sonido tan terrorífico parecido al croar de la rama, marcó toda la saga posterior.

-2000 Ju-On 2, dirigido por Takashi Shimizu

Más que una segunda parte, un complemento con nuevos puntos de vista de personajes (de hecho uno de los segmentos que aparecía en la primera parte se vuelve a mostrar íntegramente en ésta, con algunas tomas nuevas) y unas escenas de terror más explícitas. El hecho de que casi 30 minutos del primer Ju-On fueran incorporados aquí y hubiera menos suspense en general hizo que tuviera críticas negativas. Suerte que decidió rehacer la historia para la pantalla grande.

-2002 Ju-On: The Grudge,dirigido por Takashi Shimizu

La puesta de largo cinematográfica y más que un autoremake del homónimo film del 2000, una ampliación a éste, en el que el tempo pausado y fragmentado (la misma historia, los mismos momentos) crean un terror muy físico. El cine de fantasmas, como hemos visto hasta ahora, en 1998 vivió una nueva edad de oro, con The Ring a la cabeza, llegados desde Japón, y Shimuzu aprendió bien la lección. Una maravilla.

-2003 Ju-On: The Grudge 2,dirigido por Takashi Shimizu

Los fantasmas de Toshio y Kayako atormentan a un equipo de rodaje que trabaja en su casa, donde se cometieron todos los crímenes. Historia brutal con escenas de impacto (final con reminiscencias de The Ring) y con la estructura narrativa de las predecesoras en las que se añade un montaje paralelo temporal muy interesante, dentro todo del minimalismo propio del director y ya de todo el universo de Ju-On.

-2004 El grito (The Grudge), dirigido por Takashi Shimizu

Autoremake para audiencias occidentales (aunque ambientado en Japón, de hecho por momento parece una continuación de las anteriores) de Shimizu obre sus obras anteriores, calcando imágenes de sus cuatro incursiones en el universo de Ju-On, pero sin perder el estilo que lo caracterizó (6). Nuestra añorada Buffy, Sarah Michelle Gellar, hace su papel de forma correcta pero es Bill Pullman, en sus breves apariciones, quien actúa en estado de gracia. Entretenida y con un especial cuidado en los efectos especiales. Por lo demás, todo estaba contado ya, o no…

-2006 El Grito 2 (The Grudge 2), dirigido por Takashi Shimizu

Secuela directa de la anterior, con Aubrey, la hermana del personaje de Karen (Sarah Michelle Gellar) tratando de detener la maldición. Se ahonda en el pasado de Kayako, con su madre haciendo exorcismos para liberar el mal de la gente pero dárselos de comer a su hija (de hecho, de lo mejor del film), más narrativa, recuerda la trama The Ring en la búsqueda de Sadako. Todo el suspense que se respiraba en las primeras entregas se pierde por momentos, la historia ya no puede dar más giros (excepto el flashback citado) y no llega a los momentos de El Grito.

-2009 El grito 3 (The Grudge 3), dirigida por Toby Wilkins

Una desaprovechada secuela ya no dirigida por Shimuzu (y se nota!!) con dos o tres momentos a recordar pero el resto predecible. La presencia de la actriz japonesa Emi Ikehata es lo mejor del film, y desaprovechada completamente en el papel de hermana de Kayako y que quiere acabar con la maldición con un exorcismo. Los que hayan visto el film coincidirán conmigo (espero) que toda la secuencia es de un ridículo predecible y espantoso cuando podría haber sido algo maravilloso. La trama sigue, como hacía El Grito 2, la historia de los inquilinos del edificio en Chicago donde se trasladó la maldición.

-2009 Ju-On: White Ghost,dirigido por Ryuta Miyake

Excelente cinta de Ryuta Miyake donde la segmentación de las historias, tal cual creara Shimizu, unida a una puesta en escena sencilla pero efectiva hacen de u visionado un complemento excelente a la saga. No tenemos a Kayako ni a Toshio pero el respeto al concepto del Ju-On (que no tuvo El grito 3) es de agradecer. El segmento del pizzero una joya.

-2009 Ju-On: Black Ghost, dirigido por Mari Asato

Al igual que su predeceora, esta Ju-On: Black Ghost, dirigida por Mari Asato, reelabora con respeto la maldición creada por Shimizu con buenas dosis de suspense y terror. Ha de ser vista junto con Ju-On: White Ghost ya que tienen la misma estructura temporal. Es de agradecer el suspense creado y la vuelta a ese terror presentido de las primeras j-terror que a finales de los 90 crearon escuela.

-2014 Ju-on: Beginning of the End, dirigido por Masayuki Ochiai

El reboot de la primera película, dirigido por Masayuki Ochiai, respetando la trama original y con buenas dosis de terror, aunque con unos planteamientos muy occidentales. Interesante, eso sí, el nuevo trazo dado a la maternidad (distanciándose así de la premisa original: Takeo enloquecido por los celos mata a esposa Kayako e hijo Toshio –ah, se me olvidaba el gato!-) ya que en esta ocasión Toshio no quiere a Takeo como padre y Kayako desvela a Takeo que no es hijo suyo tras lo cual deviene la tragedia. La parte negativa es el calco de muchas de las escenas más significativas de toda la saga y las muy predecibles apariciones de Kayako. Buen uso del sonido, respetando los films originales.

-2015 Ju-On: The Final Curse, dirigido por Masayuki Ochiai

La secuela del reboot que muestra a dos Toshios, el que murió hace años en la casa y el adoptado por parte de una familia japonesa, aspecto éste original, en un distanciamiento temático de la saga y la Kayako de siempre, en un film irregular, con sus momentos de terror más sugerido y cierta confusión narrativa al tratar de unir la continuación de la historia del film anterior con nuevas tramas.

Y hasta aquí el repaso a la saga de Ju-On, antes de pasar a comentar el crossover con The Ring. Anotar que el año que viene se estrenará la nueva entrega, producción norteamericana, de este universo con el lacónico título de Grudge y que según IMDb no se sabe si será un reboot (¿otro más?) o secuela (¿otra más?). Estaremos pendientes.

Y volvemos de nuevo al inicio del artículo donde presentábamos el crossover entre las dos sagas de terror más famosas de todo el cine japonés o lo que es lo mismo: Sadako vs Kayako, cruzando los universos de Sadako y su maldición en la cinta de video, y la de Kayako, y también Toshio, aunque se le relegue a segundo plano en el título. Decir, en primer lugar, que el film, dirigido por Kôji Shiraishi, en cuya filmografía destacan Ojos Blancos (Shirome) y Grotesque (Gurotesuku), juega con la baza que ya conocemos todos los detalles de ambas sagas, con toda la mitología que llevan encima y por lo tanto la trama argumental, por lo demás, tampoco tan descabellada (dos jóvenes sufren ambas una maldición distinta… ¿adivináis? Las dos deciden que las dos maldiciones se enfrenten entre sí) no va pareja a un film irregular, lleno de lugares comunes, en cada una de las franquicias, vistas ya en las secuelas, remakes o reboots, y con un aspecto visual al que le falta fuelle. Aspecto interesante el que se incorpore a la trama un personaje como el profesor Morishige , interpretado por un divertido Masahiro Komoto, investigador de las leyendas urbanas y deseoso de encontrarse con Sadako. Y digo interesante porque ya hemos visto en entregas anteriores como en los primeros films los que recibían la maldición de Sadako al ver su cinta de video tenían que luchar contra el reloj por encontrar una solución. Pero ya Sadako es un mito, una leyenda urbana que es conocida por todos. El profesor Morishige trata con una exorcista para que salve a una chica con la maldición pero la ceremonia se convierte en un ritual de sangre.

Aparece también un personaje con poderes psíquicos, Keizo Tokiwa, acompañado de una niña ciega que es psíquica (para lo que no hayan visto la cinta, tranquilidad, Godzilla no sale!!!), que explica que la única manera de acabar con la maldición de Sadako y con la de Kayako es enfrentarlas a ambas. Así tenemos este argumento tan psicotrónico como surrealista, con esta excusa argumental (tan válida como cualquier otra) que no lleva a la casa de Kayako y Toshio, al pozo y a donde haga falta!!! Una cinta que, por lo menos, no engaña a nadie y que sólo por el hecho de ver ese soñado enfrentamiento ya nos hace ganar algunos puntos para su disfrute. He dicho algunos. Por desgracia, en este tipo de crossover poco puedes aportar a unas sagas que ya están agotadas. No se profundiza en los temas, has de ir a la acción, en este caso a una doble acción que se ha de unir al enfrentamiento, por lo que a pesar de que los fans de ambas sagas puedan seguir queriendo más-de-lo-mismo temática y estilísticamente, las escenas buscan ese terror que ambas sagas dieron al inicio, cuando era novedoso, pero al final nos encontramos con un divertimento, una broma, un juego, un volver a lo primario del cine-barraca con un pasen y vean el enfrentamiento que más desean… Y he escrito broma porque el 1 de abril, fecha que en muchos países es el día que se celebra los santos inocentes, de 2015 se decidió hacer un cartel cinematográfico con el enfrentamiento de Sadako y Kayako. La respuesta de los fans fue unánime y de seguida los productores vieron el negocio.

Cartel falso vs verdadero

Que tras este film se anunciara la tercera parte de la parte norteamericana de la saga, Rings, parecía que la broma no podía ir más en serio: una conclusión a la saga protagonizada por Sadako y en la que se prometía un nuevo giro argumental que iba a trastocar los cimientos de la trama original.

Al hablar de Rings, dirigida en 2017 por F. Javier Gutiérrez, nos encontramos con un retorno al objeto que inició toda la maldición de Sadako: la cinta de VHS. Que aparezca este objeto dentro de un reproductor de video, en una subasta callejera, y que el personaje del profesor Gabriel (las concomitancias con el profesor Morishige, del film crossover comentado más arriba no son gratuitas) diga que es retro es toda una declaración de intenciones: nueva (¿y van?) puesta al día de la historia de Sadako, vale, aquí Samara, para la generación milénial con el uso de los elementos digitales como son los videos compartidos: el contenido del video de Samara se copia a archivos digitales.

La crítica fue unánime en calificar el film como fallido. A pesar de las buenas intenciones del director F. Javier Gutiérrez, cuyo film 3 días es más que interesante, el argumento tiene muchas lagunas para una secuela de una saga que ya estaba finiquitada. El propio director hacía estos sugestivos comentarios en la promoción del film, recogidos en la maravillosa revista Scifiworld a propósito del estreno de la cinta (7): “Culturalmente, estamos obsesionados con los vídeos, y la forma de ver esos vídeos ha cambiado radicalmente desde las dos primeras películas de The Ring. Antiguamente había todo un ritual para ver una cinta VHS. Elegías una cinta de la estantería, a veces tenías que rebobinarla, o ajustar el tracking… hacía falta tiempo, pero hoy en día, se pulsa un botón en alguno de los diferentes dispositivos que permiten ver vídeos, y el vídeo se reproduce instantáneamente. (…) Quería investigar de qué manera la tecnología modificaba radicalmente la mecánica de la maldición, y su forma de difundirse. No sólo es mucho más fácil ver los vídeos, sino que también es mucho más sencillo hacer copias y difundir la maldición.” Como podemos apreciar, todo ese ritual para poder ver un video en esos años del que habla el director, curiosamente pone de manifiesto hasta qué punto el que nos hayamos acomodado a leer mensajes o veamos vídeos sin ninguna necesidad de tocar un icono en una pantalla, nos ha hecho más vulnerable a todo lo que nos puede bombardear a cualquier hora desde nuestros móviles. Compartimos miles de gilipolleces por el simple hecho que es fácil hacerlo. No valoramos la gravedad de lo que enviamos o recibimos. El bombardeo es continuo y es en esa tesitura en la que nos movemos en lo que ya se podría considerar, después de la edad contemporánea, como la era digital. La película Rings trata el tema de pasada, lo insinúa en una de las escenas, para mí, más interesantes de la película: aquella en la que la protagonista va a buscar a su novio a la facultad y encuentra allí todo un grupo de universitarios que, al mando del profesor Gabriel, forman una especie de grupo que trabajan en el proyecto de su gurú para demostrar la existencia del alma humana en la existencia de Samara; para tal experimento van viendo los vídeos y el profesor va buscando los voluntarios que verán de nuevo del vídeo una vez copiado por los primeros. Lástima que esa trama no se haya desarrollado en profundidad con aspectos tan interesantes como el hecho de que si en nuestros días lo vídeos, los textos y las imágenes (o lo que comúnmente también se llaman memes) pueden difundirse fácilmente a cualquier lugar, todo lo que sea negativo, perjudicial, ilegal… también se difundirá, y por lo tanto, el mal (en sentido genérico) se viralizará mucho más rápido. Como vimos en la entrega anterior, con Rings (2005, Jonathan Liebesman), en la que se mostraba justamente ese tema tratado con mucha más profundidad que el largometraje de F. Javier Gutiérrez, al hacer que un grupo de jóvenes que grababan las experiencias paranormales tras ver el vídeo maldito, y van buscando voluntarios para luego ver video, salvar al anterior y seguir grabando experiencias y lo mejor de todo: COMPARTIRLAS!!! No deja de ser paradójico que Rings, el corto, desarrolle mejor ese tema que Rings, el largo!!!!

El tema de la digitalización de la imagen y su propagación ya aparecía también en la serie de televisión Rasen (1999, Jun’ichi Tsuzuki, Takao Kinoshita y Hiroshi Nishitani), comentada en entregas anteriores, y en la que la irrupción del universo digital era recibido por Sadako con los brazos abiertos, y nunca mejor dicho, en su movimiento típico movimiento cruje-huesos!!!

El mal, que representa Samara, vuelve a nacer, aunque en este caso se quiera insistir en el origen de ese mal. Como ya apuntó Roberto Morato en su crítica para la película en la decana revista de cine Dirigido Por (8): “La necesidad de dar un contexto y humanizar el mal es algo que lo desposee de todo aquello que lo hace interesante”. Efectivamente, no deja de ser curioso que todo lo misterioso a la vez que maligno de esa maldición perpetrada por Samara se pierda en una trama que busca lo racional. Se nos explica cómo Evelyn Osorio fue encerrada y violada por un sacerdote, Galen Burke (protagonizado por ese gran actor llamado Vincent D’Onofrio), se quedó embarazada, tuvo a Samara, ésta mostró poderes inexplicables, quiso ahogarla en pozo pero monjas la salvaron, se dio en adopción a los Morgan… como vemos, racionalizarlo todo.

Sadako, mito del terror, es ya presencia indiscutible en los sueños, corrijo, en las pesadillas que todo amante del terror o fantástico pueda tener. Una larga, variada y extensa saga de films, telefilms o series que dan fe de su éxito y, en algunos casos, de su fracaso. Por cuestión de espacio hemos creado un anexo en el Sadako volverá a aparecer en dos sagas no oficiales: la china de Bunshinsaba y la japonesa con Hikiko san. En el próximo número.

NOTAS

  1. Aunque en la página web https://www.fundeu.es/recomendacion/en-cine-cruce-mejor-que-crossover/ se afirma que “Aunque en español hay varios términos que se acercan a ese significado —como encuentro, fusión, híbrido o mezcla— y que serían válidos en algunos contextos, conviene tener en cuenta que, en otros y en función de las oraciones, pueden generar confusión y llevar a pensar, por ejemplo, en un tercer personaje («El esperado híbrido entre Batman y Superman»). Esta confusión parece menos probable si se opta por la alternativa cruce.” ahora mismo el uso de la palabra ya es generalizado entre la comunidad audiovisual y aficionados al cine en general.
  2. Una película psicotrónica es un término acuñado por el crítico cinematográfico Michael J. Weldon para referirse a esas películas de muy bajo presupuesto generalmente denostadas por la crítica.
  3. Ya vimos que los yurei se manifiestan de diferente forma, según la fuerza que los mantenga en nuestro mundo. Y se llamarán onryo cuando esos espíritus permanecen entre nosotros en busca de venganza, tanto en las personas que causaron su muerte como en las que aparezcan en su vivienda. Para más información os recomiendo la lectura de la web http://lasombradelkitsune.com/yurei/ .
  4. No es espacio éste para un comentario detallado de cada una de estas obras. Podéis encontrar más comentario en la interesante web http://revistacultural.ecosdeasia.com/un-repaso-a-la-saga-ju-on-ii/ .
  5. Como en chino la palabra para referirse al número 4 es 四 y se pronuncia “si”, casi igual que la palabra muerte 死 se evita por superstición. Esto sucede también en Japón ya que la lectura de las dos palabras sería “shi”. Por eso actualmente en muchos edificios públicos no existe una cuarta planta o habitación número 4.
  6. De hecho, tanto en el film como en las secuelas, nunca se pierde la ambientación japonesa porque la trama tiene lugar en Japón, se alude al fantasma de Kayako y Toshio y hasta el inglés se mezcla con el japonés, algo que no sucede en el caso de Sadako cuando se hicieron los remakes americanos, cambiando ambientación, estilo y hasta el nombre del espíritu japonés en Samara.
  7. Revista Scifiworld nº 95, Febrero-Marzo 2017, Artículo Rings, pág. 53.
  8. Revista Dirigido Por nº 475, Marzo 2017, Crítica Rings, pág. 14.


El Círculo. Paso 6: El remake americano, el corto y la secuela

Nuevo capítulo de la serie de artículos sobre The Ring,  el mayor icono de cine de terror asiático y que viene firmado, como siempre, por José Luis Carbón.

 

En este nuevo capítulo, se analizarán:
-2002 -The Ring (La Señal) -director: Gore Verbinski
-2005 -Rings -director: Jonathan Liebesman
-2005 -The Ring 2 (La Señal 2) -director: Hideo Nakata

Siguiendo con nuestro estudio del universo fílmico de The Ring, nos encontramos en un punto interesante, a la vez que crucial: la internacionalización del mito de Sadako. Ya vimos (1) cómo el hecho de que en el mismo cine asiático ya se hiciera el primer remake (The Ring Virus, 1999, dirigida por Kim Dong-bin) plantea el tema de la normalización mítica que recibe el personaje de Sadako. Por eso, ya podemos decir que con la nueva versión norteamericana, The Ring (La Señal) en el 2002, Sadako, o, lo que será ahora Samara, la historia de The Ring se verá en todo el mundo.

         Cartel original del film

Dirigida por Gore Verbinski, el nuevo remake fue una coproducción con Japón y la DreamWorks se encargó de occidentalizar a Sadako como Samara, de cambiar las localizaciones, de cambiar la idiosincrasia general de una cultura por la historia general que podría pasar en cualquier parte del mundo (occidental) (2). Fue tanto el éxito internacional, que hizo que mucha gente se interesase por la versión original japonesa, o sea, la versión de Hideo Nakata Ringu (1997), convirtiéndola en lo que hoy es ya una película de culto, y hasta en el mismo Japón el éxito arrollador hizo que Koji Suzuki volviera a estar de moda con su saga de novelas sobre Sadako.

Para el detalle: Koji Suzuki ayudó en las labores de guión (que es algo así como revisor de aspectos relacionados con la trama sobrenatural) a los guionistas Ehren Kruger (guionista que también se encargó del corto Rings del cual nos ocuparemos en unos párrafos y de la secuela The Ring 2 de Hideo Nakata) y Scott Frank (guionista que tiene en su currículum esa maravilla para los x-meníacos titulada Logan). En los USA se abrió la veda para nuevos remakes de films japoneses como The Grudge (2002, Takashi Shimizu) o Dark Water (2002, de nuevo con nuestro ya amigo Hideo Nakata).

Por supuesto, la pregunta que nos podemos hacer es si el éxito de una película como The Ring (La Señal) viene motivado por el hecho de que la película japonesa no fuera tan conocida. De hecho, un dato muy significativo se ha de señalar: el film de Verbinski se estrenó en los USA el 2 de octubre del 2002 (¡Qué buena la página IMDb que nos recuerda estos datos!) y el de Nakata…¡no tuvo estreno cinematográfico! Se estrenó directamente en video y DVD el 4 de marzo del 2003, es decir, después del éxito del primero. En este sentido, la originalidad de la obra, argumento principalmente, es escasa. El aspecto visual es otra cosa. Los hay quienes alaban su propuesta y los que tranquilamente se la despachan con un “es una burda copia de la original japonesa”. Obvia decir que nos encontramos con aspectos positivos y otros negativos.

Por la parte negativa nos encontramos con el argumento por todos conocido (iré rapidito: Una adolescente muere en extrañas circunstancias. Su tía, Rachel Keller, periodista, investiga su muerte. Llega hasta una cabaña donde estuvo su sobrina con unos amigos. Vieron una cinta de VHS. Rachel la ve. Al instante recibe una llamada telefónica en la que se le anuncia “siete días”. Se inicia la investigación, con la ayuda de su novio Noah, por descubrir quién hizo el video y para romper la maldición. Y digo negativa porque si ya has visto la cinta de Nakata, ya no vives el suspense de la misma manera. Hitchcock hizo conocedor al espectador de hechos que los personajes de sus tramas no conocían por lo que en muchas ocasiones creaba el ambiente propicio para participar en lo que estás viendo, de tener ganas de gritarle al protagonista que se dé la vuelta porque el asesino está escondido, o que vaya más despacio… en definitiva, de tener empatía y estar pendiente de lo que va sucediendo.

          Rachel ya intuye que algo no va bien.

El público que vio el film sin conocer la historia de la novela, el film de Nakata, o cualquiera de las versiones posteriores antes de la película que estamos comentando, notó como originales y terroríficas escenas (no todas, eso es cierto) que son un puro calco (lo del homenaje lo dejamos para Quentin Tarantino) de la versión japonesa. El hijo de Rachel, Aidan, ve el video maldito, lo que lleva al sufrimiento de su madre. Y es el personaje del hijo el que se revela de mayor importancia que en su versión original. Rachel, interpretada de forma convincente por Naomi Watts, representa la idea básica del amor fraternal por un hijo, la misma que hemos visto en cada una de las versiones anteriores sobre la novela de Koji Suzuki. Que la protagonista sea una mujer (en perfecta sintonía con su homónima japonesa Reiko Asakawa) no resta un ápice al tema universal.

Respecto al personaje de su hijo, Aidan, interpretado por David Dorfman, las concomitancias con el personaje del niño Cole Sear en El sexto sentido (The Sixth Sense, M. Night Shyamalan) fueron apuntadas por más de un crítico. Y razón no les falta. Al fin y al cabo, los dos niños pueden ver fantasmas (vale: si alguien en este planeta todavía no ha visto El sexto sentido, lo siento, creo que ya ha caducado el poder hablar de ella sin hacer spoiler, por cierto qué pena que ya no se escuche en nuestros días las expresiones tan castizas de destapar o destripar el final): Aidan tiene sus presentimientos desde que ha visto la cinta de VHS, sus visiones y, sobre todo, esa dependencia de la madre en cuanto los dos son presas de la maldición que les va a llevar a una muerte inexorable. Quizás el hecho de que Hollywood, en esa especie de obsesión por querer dotar todas las tramas sobrenaturales de una explicación racionalista, propio de todo lo occidental, haya querido dar a la trama del film esa especie de hay-que-explicar-todo-para-que-el-público-lo-entienda en lo relativo a la maldición de Samara.

                  En ocasiones veo muertos…                                                    ¡Pues ya somos dos!

Quizás este hecho racional le resta un poco todo lo positivo que tenía esa trama donde a veces lo sugerido, lo interpretado, en sus versiones japonesas, era su punto fuerte. Pensemos en la historia: una joven con poderes es asesinada, pero antes de espirar traspasa a una cinta de VHS unas imágenes que son mortales para quienes la visionan porque ella misma, su espectro, saldrá del pozo del cual fue lanzada para literalmente provocarte un ataque al corazón, absorber tu alma y esencia vital, a no ser, eso sí, que hagas una copia de esa cinta y la pases a otra persona para que la visione y así sucesivamente. Es de serie B, o Z, qué más da. Es absurda en cuanto a su pura narrativa popular. Hay algo de Stephen King en esa narrativa (ya comentamos en la primera entrega cómo el autor de la novela ha sido comparado con el padre de Carrie).

En la parte positiva un aspecto es el determinante de su éxito: el tono que rodea a cada una de las escenas de la película. Hay una especie de melancolía que se nota en ciertas escenas claves como la de Rachel en el resort antes de ver el video o la de aquella en la que se encuentra en el barco antes de llegar al faro donde vivía Samara. La música de Hans Zimmer por supuesto ayuda, y la fotografía, a mi parecer, espléndida, de Bojan Bazelli, remarca en tonos fríos la naturaleza que enmarca a los personajes y les da esa fuerza interpretativa que a veces el diálogo no consigue.

         Rachel y la naturaleza. Bellísimo plano.

Y es en esa atmosfera, además, donde el tenebrismo brilla de una forma especial, en las escenas entre madre e hijo, ante el temor de la muerte inminente. El desasosiego que produce en Rachel el saber que la muerte ronda a su hijo le hace más vulnerable a todo, pero también más fuerte.

La cinta de Gore Verbinki dio pie a la consabida secuela. Pero antes, un corto, titulado simplemente Rings, estrenado directamente en DVD en las ediciones de DVD en The Ring 2 (La Señal 2). En el 2012 la edición en Blu-ray de The Ring (2002) también se incorporó este corto con una calidad de imagen y sonido espectacular. Señalar de entrada que este corto condensa en 16 minutos todo el horror y suspense que el tema de toda la saga Ring nos viene diciendo desde su primera plasmación visual, como vimos, en el año 1995.

    El omnipresente círculo

El argumento es la quintaesencia de todos los films, series o telefilms que hemos comentado: un grupo de amigos se reúnen para ver el video maldito. Hasta aquí nada nuevo que ya no hayamos visto. Lo original viene a continuación: estos jóvenes compartirán y grabarán a partir del momento en que han visto el video, en una página web, todas las experiencias extrañas que van experimentando. Tras los hechos ocurridos en The Ring (2002), el video maldito circula (y nunca mejor usado el verbo) por ahí duplicándose por doquier. Jack Pierce, interpretado de forma genial por Ryan Merriman, decide entrar en un grupo donde ven la cinta por turnos y graban todos los hechos inexplicables que les suceden hasta que no pueden más y hacen la copia del video para que lo vea otra persona del grupo. Crean una página web donde todos los que han visto la cinta escriben y muestran sus experiencias, eso sí, antes de los siete días, tope, como ya sabemos, en el que tu vida se acaba. En el grupo comentan que nadie ha llegado al séptimo día. Jack comienza a experimentar visiones que nadie más ve, y los días van pasando… Realmente es un corto que sirve de nexo entre The Ring (2002) y su secuela. Y lo hace con un look futurista muy acorde con la idea de la globalización del terror, cómo la tecnología (todo podemos grabar todo) puede ayudar a entender algo lo misterioso y de esa angustia que todos los seres humanos tienen ante la muerte. Un gran corto que todo fan de la saga no debe perderse. Jonathan Liebesman, director de la desaprovechada La matanza de Texas: El origen (The Texas Chainsaw Massacre: The Beginning, 2006), imprime en Rings un ritmo desenfrenado junto con un uso muy interesante del sonido y los efectos especiales (atención al momento en que el protagonista observa como el agua cae en horizontal hacia la pared).

Como curiosidades, varias: que en un principio se pensó en una historia independiente de los films norteamericanos, que la actriz que da vida (y muerte!!!!) a Samara es Kelly Stables, la misma que veremos en The Ring 2 (2005), que el inicio de The Ring 2 (2005) sería la continuación del final del corto que estamos comentando, también, con los mismos actores: Ryan Merriman (en el papel de Jake) y Emily VanCamp (en el papel de Emily).

   Jake y Emily en Rings Jake y Emily en The Ring 2

Y es justo el final del corto el que nos permite hablar de la secuela The Ring 2, estrenada en el 2005 y cuyo director no es nada más y nada menos que Hideo Nakata, el creador del ya comentado The Ring (1998) y su secuela Ringu 2 (1999).

El inicio de The Ring 2 (2005) presenta a los ya conocidos Jack y Emily, justo en el momento en que Emily se dispone a ver el video maldito, a instancias de Jake y así salvarle la vida ya que le quedan minutos para que expire su plazo de una semana. Es un inicio prodigioso, donde el suspense que tanto ama Hideo Nakata, se muestra en todo su poder cinematográfico. Choca que el creador de la primera adaptación cinematográfica del mundo de Ringu, haya accedido a ser el director de una secuela de la que era el remake de su obra.

Cartel cinematográfico de The      Ring 2.  

Como ya señaló el escritor Darío Vilas de una forma magistral en artículo dedicado a la figura de Hideo Nakata (un verdadero estudio de su figura que todo aficionado al fantástico debería leer) para la revista de cine fantástico Scifiworld, “La Señal 2 mantiene algunas de las constantes del cine de Nakata, que se plasman en el regusto dramático de la relación entre Rachel (una correcta Naomi Watts) y su hijo Aidan (el grimoso e inexpresivo David Dorfman), redundando en el tema del abandono infantil, como ya hiciera en Dark Water (de hecho, de forma demasiado parecida, ya que hay una escena en la que el jefe de Rachel le comenta a esta que quizás el trabajo que le ofrecen sea poca cosa para una profesional de su experiencia, en un diálogo casi calcado a otro que aparecía en la cinta japonesa).”(3)

Efectivamente, ese regusto dramático domina parte de la cinta y el paralelismo con la espléndida Dark Water es más que notable a la par que interesante, en su intento de crear una atmósfera terrorífica dentro del entorno más frágil, el familiar.

Observamos, pues, que Nakata se adapta al cine USA y a la vez vuelve al tono oriental con algunas escenas. El hecho que la gran maquinaria hollywoodiense (como suele decirse) liquidase toda contención visual a la que Nakata nos tenía acostumbrado, es algo que ya se intuyó desde el momento en que se supo que se iba a hacer cargo de la secuela. Por otro lado, también es cierto que el hecho de que la figura de Samara tenga tantos minutos de gloria en el film (precisamente en el film de Gore Verbinski los puntos fuertes eran aquellos en los que sentías la presencia del fantasma de Samara) hace que pierda puntos ante lo que desde el inicio del cine llamamos suspense.

Un aspecto interesante de The Ring 2 desde el punto de vista del estudio de todas las versiones de la novela de Koji Suzuki Ringu, es el hecho de que una vez ya internacionalizada la figura de Sadako, Samara en nuestro caso para el mundo occidental, toda la historia de terror busca otros caminos por los que seguir, como es la búsqueda del origen de la maldad de Samara o la creación de un mundo sobrenatural mucho más enrevesado de lo que a priori suponemos.

Escenas como la de los venados que se detienen ante el coche de Rachel (con concomitancias con la escena del caballo en el film de Gore Verbinski) o la escena en la que Rachel ha de hacer un sacrificio y que comentaremos en unas líneas más abajo. Precisamente en todo el entramado sobrenatural que rodea a la figura del fantasma, icono del cine fantástico, y de terror en concreto, los personajes, como Rachel en film que comentamos, a pesar de ser conocedores de esa realidad no terrenal, se obsesionan por buscar una respuesta real, por solucionar el problema que tienen entre manos, la mayoría de veces por escapar (¿a dónde?), por volver de nuevo a sus vidas anteriores.

¿Qué es un fantasma? que se decía en esa cinta maravillosa titulada El espinazo del diablo (2001, Guillermo del Toro). ¿Quién es Samara? En uno de los cortos documentales (creados más como publicitarios que como estudios críticos) que forman el contenido extra del DVD de The Ring 2 titulado Samara: la creación de una figura icónica, el propio Hideo Nakata dice: “Para mí el mayor reto era cómo crear una sensación misteriosa y aterradora con la mirada de Samara.” Palabras muy interesantes porque el hecho que el cine de fantasmas, que siempre fue creado para generar el miedo, tiene, o habría de tener, esa mirada fantástica, la de los seres que están al otro lado.

Podemos sentir miedo por Samara, pero también compasión. Los descubrimientos de Rachel en la casa a la que llegó Samara, después de haber estado en un orfanato de monjas, el intento de su madre de ahogarla cuando era un bebé, la hacen tomar decisiones que tienen que ver con la vida de su hijo. Cuando va a ver a la madre en un centro psiquiátrico (interpretada por ese monstruo cinematográfico llamado Sissy Spacek) y ésta le dice que ha de ahogar a su hijo para que Samara no se quede en el mundo de los vivos, Rachel no duda en llevar a cabo su cometido, cual Abraham bíblico.

En la próxima y última entrega El Círculo: El Paso 7, comentaremos los films que completan toda la extensa saga de The Ring: los films japoneses Sadako 3D (2012, Tsutomu Hanabusa) y su secuela Sadako 3D 2 (2013, Tsutomu Hanabusa), el cruce con la saga The Grudge titulado Sadako vs. Kayako (2016, Kôji Shiraishi) y el reciente film norteamericano Rings (2017, F. Javier Gutiérrez).

NOTAS:
(1) En El Círculo: El Paso 5
(2) Veremos, en el estudio del reciente film Rings (2017, F. Javier Gutiérrez), el fenómeno de la globalización total del mito.
(3) Scifiworld, nº 57, enero de 2013, pág. 33

 

José Luis Carbón.