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Los últimos días de Nueva París, de China Miéville (Nova, 2017)

Una reseña de FJ Arcos Serrano

 

udnp1Marsella, 1941. En el caos de la guerra, el ingeniero estadounidense Jack Parsons tropieza con un grupo clandestino antinazi, incluido el teórico surrealista André Breton. En los extraños juegos de los diplomáticos disidentes, los revolucionarios exiliados y los artistas de vanguardia, Parsons encuentra y canaliza la esperanza. Pero lo que involuntariamente desencadena es el poder de los sueños y las pesadillas, cambiando la guerra y el mundo para siempre.

Tenía ganas de leer algo nuevo de China Miéville, uno de los autores más admirados e icónicos de la fantasía actual y creador del llamado new weird o “fantasía antisistema”.

Cada flamante obra suya es capaz de redefinir los límites del género hasta límites insospechados (os recomiendo títulos como Embassytown o El rey rata) y en la novela que hoy os traigo por aquí vuelve a confirmar su enorme talento como escritor que no deja indiferente a nadie.

Antes de adentrarnos en mis impresiones sobre este libro es muy recomendable que os grabéis esto con fuego: China Miéville implica al lector en cada una de sus historias de una forma muy particular, así que mi consejo es que os dejéis llevar y entrar sin ningún tipo de prejuicio ya que cualquier cosa puede pasar en sus novelas.

Dicho esto a modo de introducción y centrándonos ya en Los últimos días de Nueva París nos encontramos a un pletórico Miéville con esa característica prosa suya enrevesada y densa acompañado para la ocasión de una reflexión contemplativa que se torna cada vez más importante conforme avanzamos en su lectura, todo ello bajo un plano artístico que sirve de impresionante telón de fondo para conceptos como la resistencia contra la opresión o las formas de pensamiento totalitario que aquí se nos muestran.

Con este escritor no puedes hacer una lectura rápida ya que lo recomendado es tomárselo con mucha calma y releer ciertas partes que no se han asimilado bien a priori (al menos a mí me ha pasado así…).

Estamos ante una novela que al principio cuesta entrar en su historia, incluso a más de uno se le puede atragantar la particular y confusa forma de narrar del escritor; Aparte de esto quiero daros un consejo para quienes os interese este libro: en la parte final hay un apéndice de las obras surrealistas que aparecen en la historia y que, una vez consultadas, se va menos perdido y se puede disfrutar mucho mejor de esta experiencia lectora (otras muchas quedan en el aire, para que sea el propio lector el que rellene esos huecos como muestra del sentido del humor tan especial del escritor inglés).

Los últimos días de Nueva París es una novela corta de aventuras donde lo onírico y lo surrealista se dan la mano y que sinceramente creo que no es el mejor libro para comenzar a leer a China Miéville, pero que desde aquí recomiendo si lo tuyo es el weird pasado de vueltas y si muestras interés alrededor de todo lo relacionado con el movimiento del surrealismo.

En definitiva: una lectura que recomendaría con reservas.

 

 

Ficha técnica

Título: Los últimos días de Nueva París

Autor: China Miéville

Editorial: Ediciones B (Nova)

Páginas: 240

ISBN: 978-84-666-6086-0

Precio: 18 euros

 

 

 

Seveneves (Siete Evas), de Neal Stephenson (Ediciones B, 2015)

Una reseña de FJ Arcos Serrano

 

Cuando un hecho catastrófico convierte la Tierra en una bomba de relojería, se inicia una carrera desenfrenada contra lo inevitable. Las principales naciones del mundo elaboran un ambicioso plan para garantizar la supervivencia de la humanidad más allá de nuestra atmósfera. Pero los intrépidos pioneros sufren todo tipo de peligros imprevistos, hasta que solo queda un puñado de supervivientes…

seve1Los más devotos de la sci-fi recordarán sin dudas la obra Criptonomicón (1999), título de Neal Stephenson que ganó el importante Premio Locus y el favor generalizado de los lectores. Si algunos de vosotros no la conocéis ya estáis tardando…

Centrándonos en esta Seveneves (candidata de nuevo a los Premios Hugo y Locus), el escritor nos presenta un repentino suceso conocido como el Agente, el cual destruye la Luna convirtiéndola en siete gigantescos fragmentos que orbitan alrededor de nuestro planeta. El autor nos introduce así con esta premisa en una trama desconcertante y asombrosa que esconde una amenaza catastrófica para la supervivencia en la Tierra y que obligará a sus supervivientes a unirse para buscar una forma de subsistir.

La novela se vertebra en tres partes bien diferenciadas: la primera con los preparativos de la EEI; la segunda con el comienzo de la lluvia sólida y los esfuerzos de sus habitantes por sobrevivir, y la tercera con la aparición de la Tierra de las Siete razas de la humanidad, descendientes de las «siete Evas» que da título a la novela.

Tengo que decir que hay conceptos y personajes que me han sorprendido muy gratamente (la Estación Espacial Internacional y algunos de sus habitantes (Dinah, Ivy o el Doctor Harris, por citar sólo a algunos), todos ellos con un desarrollo muy sólido y creíble en todo momento.

En contraposición, entiendo que tal ingente cantidad de descripciones científicas y detalles técnicos pueda echar para atrás a más de un lector (de hecho en algunos pasajes la enorme cantidad de datos científicos que Stephenson vuelca durante la narración lastra en ocasiones el ritmo interno del libro). A pesar de este escollo inicial y de algún que otro altibajo en la trama, el escritor nos ofrece una visión completa de las consecuencias directas de un desastre que ejemplifican lo mejor y lo peor de la humanidad.

seve3Otro de los detalles que no me ha terminado de convencer es su tercera parte, la cual consiste bajo mi humilde punto de vista en un salto narrativo demasiado abrupto en relación con los dos primeros tercios de la novela.

En definitiva: Neal Stephenson nos ofrece una compleja obra de ciencia ficción donde combina ciencia, filosofía, tecnología y psicología y que lo ha llevado a convertirse en uno de los diez autores de ficción científica más vendidos durante el 2016 en Estados Unidos.

No es la típica novela que pueda recomendar a cualquier lector/a, ya que exige un trabajo extra por nuestra parte debido a la complejidad de las ideas que aquí se nos muestra, pero si eres de esa clase de persona que lo quiere saber TODO con respecto a un suceso en particular, Seveneves se convierte en una experiencia lectora de esas que no se olvidan tan fácilmente.

 

Ficha técnica

Título: Seveneves (Siete Evas)

Autor: Neal Stephenson

Editorial: Ediciones B

Páginas: 816

ISBN: 978-84-666-5895-9

Precio: 30 euros

 

 

 

El Club de los Mejores, de Arthur Gunn

Buenas tardes, mis queridos Lectores Ausentes.

ecdlm1Hoy venimos con  un título de esos que suponen toda una declaración de intenciones. Una obra intensa, potente,  de esas que dejan al lector con la satisfacción de haber disfrutado de una lectura de las que de verdad vale la pena. Me estoy refiriendo a El Club de los Mejores, un thriller atípico, aunque sea imposible no encontrar ciertas referencias sobre otras lecturas que mencionaré después, y que nos llega de mano de Arthur Gunn, pseudónimo por el que ha apostado  el amigo Claudio Cerdán para firmar su nuevo trabajo.

Las razones para ello, las encontrarán en el propio libro, donde Claudio comenta al respecto, aunque no hay que ser un genio para deducir que son dos los motivos que le han podido llevar a ello. Por un lado, distanciarse quizás de una obra que se sale de lo habitual en su bibliografía y con la cual da un salto, con la idea de demostrar, o dejar atrás, esa estúpida creencia mayoritaria, según la cual, si un thriller lo escribe un yankee o cualquier otro autor extranjero, seguro que es un pelotazo, mucho mejor que lo que pueda escribir un españolito de a pie, donde va a parar. Por otra parte, quizás también ese  distanciamiento para con su obra, esa efímera máscara (el secreto sobre la autoría se descubre en el mismo momento que abres el libro), se deba a querer distanciarse de una novela que contiene algún elemento con el que el autor se siente demasiado cercano o implicado de algún modo, permitiéndole el firmar así el ver los hechos desde otra perspectiva. Quién sabe…

Pero me voy por las ramas, así que intentaré centrarme un poco. Recuerdo que cuando tuve el libro en mis manos, quise hacer lo de siempre, antes de ponerme con su lectura: Echarle un ojo a las primeras páginas, para ver como arrancaba. Recuerdo también lo que sucedió apenas un rato después, cuando no pude evitar mandarle un privado a Claudio, a través de Facebook, para comentarle al respecto. Creo que fue algo así:

«Disfrutando cosa mala con El Club de los mejores, Mr. Gunn. Lo acabo de empezar y me he metido ya 40 páginas del tirón sin darme cuenta. Empieza fuerte… Y ya te digo que no sé por dónde has tirado, pero esas primeras cuarenta páginas me han hecho salivar.´´

Como podrán ver, lo cierto es que ya no pude soltarlo. Dejé abandonada otra lectura con la que estaba en ese momento y  me metí el resto del libro entre pecho y espalda, sin pestañear ni asomo de remordimiento ninguno.

Todo secreto tiene su precio. Y toda promesa rota, su castigo.

UN SECRETO DE LA INFANCIA

Los cuatro niños pedaleaban con todas sus fuerzas sin darse cuenta de que huían de sí mismos. Era un día agradable y soleado. El recuerdo del aire puro se convertiría, años después, en la constatación de sus pesadillas.

UN JUEGO DE TRAMAS Y AMENAZAS.

-No podemos contar nada- dijo Walter–. Este debe ser nuestro secreto.

Y por primera vez en su vida, se sintió muy solo.

-No es culpa mía -repitió para sí mismo-. No es culpa mía.

¿PODEMOS ESCAPAR DE LOS NIÑOS QUE FUIMOS?

Muchos años después, alguien llamará a medianoche a la puerta de Walter.

Todo secreto tiene un precio. Y toda promesa rota, un castigo.

Es medianoche cuando alguien llama a la puerta de Walter. Se trata de Cormac, un viejo amigo que necesita desesperadamente su ayuda: han secuestrado a su mujer y la matarán si no paga un rescate de un millón de dólares. Walter intenta ayudar a Cormac, pero esa misma noche ocurre algo totalmente inesperado que hace que toda su vida salte por los aires.

Walter se verá envuelto en un juego de trampas, sorpresas y amenazas cuya clave podría estar en algo que ocurrió mucho tiempo atrás, cuando los amigos tenían ocho años. Algo que prometieron no contar jamás a nadie.

El Club de los Mejores es un thriller lleno de tensión y ritmo sobre los niños que fuimos y los adultos en quienes nos hemos convertido. Una novela absolutamente adictiva que ha sido comparada con Mystic River, de Dennis Lehane, y El cuerpo, de Stephen King.

El Club de los Mejores no da tregua. Como digo, arranca fuerte, con una escena inicial que ya nos atrapa desde el principio y logra mantener esa atracción  a lo largo de toda la novela. Excelente ritmo narrativo, jugando con el lector con continuas sorpresas, haciendo que cada nuevo avance, cada nuevo descubrimiento, cada nueva revelación, nos haga  querer saber más y más. La tensión  no decae en ningún momento y los giros inesperados no hacen más que alimentarla hasta que llegamos al desenlace, donde sospechas, suposiciones y conjeturas serán confirmadas o no, en un clímax que si bien no es explosivo, si  resulta muy satisfactorio, y lo que es más importante, coherente y acorde con toda la historia, sin artificios innecesarios ni salidas de tiesto.  Todos los cabos bien atados, sin fisuras ni absurdeces demasiadas veces vistas. Dejándonos un buen sabor de boca y cara de satisfacción al pasar la última página y dar por terminada la historia.

Gran cambio de registro  por parte del autor, que sale no solo bien parado, sino que con nota. Cierto que hay alguna cosilla a la que quizás se le adivinan un poco las costuras, pero nada que pueda señalarse acusadoramente con el dedo y mucho menos nada de lo que no pequen muchos grandes best-sellers internacionales, entre los cuales, sin conocer la verdadera identidad de su autor, está obra pasaría como una de ellas, pelotazo en ventas y disponible en cualquier escaparate.  Yo la he disfrutado muchísimo y  si hay algo que destacaría, es la existencia de un segundo texto, debajo de la propia trama de la novela, que tiene una profundidad que puede pasar desapercibida, pero que en mi opinión, es donde reside la verdadera esencia de la historia. Veo mucho de introspección sobre los que una vez fuimos y lo que ha quedado a día de hoy, en quienes nos hemos convertido. Eso parece obvio en la obra, pero Claudio no se queda en lo superficial, va un poquito más allá y de forma inconsciente, nos lleva a recordar quienes fuimos una vez, que quedó de aquellos niños y en todo lo que dejamos atrás (para bien o para mal), en los secretos que guardamos y cargamos con nosotros,  y lo que entendemos por amistad.

ecdlm2Como sea, la red de engaños que teje es una verdadera delicia, aunque admito que me ha costado bastante empatizar con el protagonista principal, justamente porque es humano, con sus pocas virtudes y sus muchos defectos, creíble, y como todos, tiene algunas facetas en su carácter, en su personalidad y en su moral, que chocan de frente con el lector, quién curiosamente llega a sentirse mejor persona que él, o  al menos eso quiere creer. Y eso es digno de análisis y toda una MasterClass de cómo debe crearse a un personaje bien definido, con carácter, personalidad y perfectamente desarrollado.

Emoción, suspense e intriga, cualidades  de las que debería presumir cualquier thriller que se precie. Y como vengo diciendo desde un principio, al mismo nivel que cualquier autor extranjero superventas, de esos que te puedes encontrar en grandes librerías, El Corte Inglés, Carrefour o cualquier otro ejemplo de punto de venta a espuertas, convirtiendo el título en aquello que llaman «La Novela del Año´´. Aunque en mi opinión, considero que les pasaría la mano por la cara a más de uno, por su enfoque, nivel y calidad.

 

El Club de los Mejores

Arthur Gunn (Claudio Cerdán)

Ediciones B

ISBN: 978-84-666-5991-8

Páginas: 408 pág.

PVP: 19.00 €

http://www.edicionesb.com/catalogo/autor/arthur-gunn/1376/libro/el-club-de-los-mejores_4121.html

 

“La última noche en Tremore Beach” y “El mal camino”. Dos novelas de Mikel Santiago.

Por Armando Galiá `Armi´, viejo amigo de esta casa y fiel seguidor, que se estrena de esta forma como reseñador en el Athnecdotario.

 

Saludos, a todos los que tengáis a bien interesaros por esta reseña:

Por mi parte esto arranca porque en algún momento leí alguna buena crítica o comentario sobre estos dos libros, lo que me hizo quedarme ya un algo con los títulos y el autor. Al poco tiempo las vi ofertadas por catálogo (¡qué casualidad!) y encima con algo de rebaja por pillarlas las dos juntas. Y así me las compré y me las he leído.

El caso es que un servidor acostumbra a leer lo que se postea en este sitio, y también me puede a veces el vicio de soltarme echándole comentarios espontáneos. En uno de estos, semanas atrás, me extralimité sin venir ni a cuento mencionando que tenía estos dos títulos pendientes de empezar a leer. Estaba seguro, y por eso lo dejé caer, de que la reseña que me había animado a adquirirlos la había leído aquí en el Athnecdotario… Y resulta que no, que debió de ser en algún periódico u otro lugar. ¡Vaya!…

Pero a raíz de esto, y siendo ya un “conocido de la casa” al fin y al cabo, fui amablemente invitado a debutar aquí marcándome yo mismo ese “Post” que, en realidad, no existía en este sitio.

Admito que, aún agradeciendo la invitación, la sugerencia me pilló un poco de través, que yo no me considero más que un lectorcillo de poco alcance, sin mayor costumbre ni método como para currarme “comentarios de texto” así en plan medianamente extenso. Que no se si para reseñar así en largo voy a saber echarle tampoco mucha mayor profundización de la que me saldría en las cuatro o cinco frases de un comentario espontáneo cualquiera. Pero vale, mira, por mí que no quede:

Después de leídas puedo al menos empezar a decir que me parecen, las dos novelas, como para zampárselas de tirón, si es que las podéis pillar en un fin de semana o así, sin nada que os interrumpa la lectura hasta el final. Sea como sea, aquí voy y las comento un poquito las dos, a como me salga y (me perdonéis) manque sea un poco a lo bruto:

LA ÚLTIMA NOCHE EN TREMORE BEACH.

  ms1 Primera y exitosa novela de Mikel Santiago (2014). Una absorbente intriga con ciertas fugas a lo paranormal.                              

   Todo parecía ir volviendo a la normalidad en la vida de Peter Harper, un músico en busca de tranquilidad e inspiración en la apacible costa de Irlanda. Pero una noche de tormenta lo cambió todo…

Del autor, Mikel Santiago, sabemos que es músico, y más cosas y todo, además de escritor. Así que cuesta poco inclinarse a creer que cae en la tentación de “verse” o “retratarse” a sí mismo en ese protagonista en primera persona de esta primera novela (aunque seguro que mucho menos de lo que nos pueda dar por sospechar a priori, que también somos muy malpensados):

Tenemos aquí a un músico de éxito, divorciado de un matrimonio con dos hijos y en plena crisis creativa. Temporalmente retirado en una casa solitaria junto a la playa, en algún lugar de las costas de Irlanda, donde intenta volver a encontrar inspiración y pretende estar reinventándose y componiendo algo nuevo, mientras se desentiende como puede de los agobios mundo exterior. En realidad como que intenta huir de sus heridas emocionales, o esconderse de ellas, o curarlas aunque no sepa cómo.

Ese sería el resumen de las circunstancias del protagonista al principio de la novela. Yendo un poco más al ajo: Parece ser que el tipo tiene incluso algunos antecedentes familiares, algo difusos, como de precognición y “sexto sentido”. Él mismo llega a experimentar algo de eso. De momento sólo de forma que podría pasar por anecdótica, si bien un poco inquietante. Lo que pasa es que la cosa parece verse potenciada de repente como secuela de un inusual y traumático accidente: El protagonista sufre (saliendo medianamente ileso, a Dios gracias) el impacto de un rayo, en plena carretera y en una noche de tormenta. A partir de ahí, sus visiones premonitorias (si es que son realmente eso) adquieren en ocasiones la forma de sueños vívidos, y tremendos, y extremadamente explícitos, que se confunden con la realidad hasta el punto de no quedar claro dónde situar los límites entre puro sueño, circunstancias reales y mero sonambulismo.

Aquí no tengo más remedio que decir que sufro de una cierta fascinación friki y fantasiosa por todo eso de lo onírico. Así que en lo que respecta al tema de los sueños, o alucinaciones y similares, me cuesta poco que me resulten sugestivas las historias que mezclan y hacen interactuar ambos mundos. Desde luego es mi punto preferido de la novela. Bien es verdad que ese punto es, al fin y al cabo, lo único declaradamente “fantástico” y rayano en lo “sobrenatural” de toda la historia. Y, como a mí me atrae especialmente “lo fantástico”, seguro que por eso aprecio más ese relativamente poco, aunque fundamental, que tiene de eso la novela. Lo cual no significa que nada de todo el conjunto me desmerezca en lo demás. La novela engancha y se lee con interés en todo lo que engloba, en todo su suspense y desarrollo. Al margen de la intriga y lo oscuro también van encajando de lo más bien los diferentes momentos con los que se va construyendo e hilvanando todo. Ya sea la ternurilla de alguna situación íntima y familiar, jugando y cantando con los niños, o todos los otros puntos de su irse relacionando con los demás personajes y entorno… y el ir surgiendo cosas, en general…

Siguiendo un poquito más con la historia: El tal Peter Harper, el protagonista, se ve obligado a lidiar con esa incipiente crisis alucinatoria que parece anticipar un gran mal. Algo siniestro y malévolo que acecha y se les viene encima a todos los personajes principales, en forma de sucesos angustiosos y de fantasmagóricos asesinos nocturnos. Justo cuando ha hecho buena amistad con sus vecinos de la otra casa aislada de la playa, que empieza a tener buena relación con cierta chica del pueblo cercano, que se va abriendo un poco también para con el resto de vecindario… Y que recibe a sus dos queridos críos (hermana mayor y hermano menor) de visita de vacaciones de verano, lo que le resulta de lo más vivificador y refrescante… Salvo porque, fatalmente, les implica también en esa crisis y en ese peligro (supuesto, imaginario o cierto) que está al caer, según sus visiones. Ya de entrada es terrible para nuestro hombre que, de momento y sin que se pueda confirmar ni desmentir nada sobre la validez premonitoria de sus alucinaciones, éstas, por sí solas, ya le hagan meterse en situaciones comprometidas para con sus amigos y vecinos, y hasta metiéndoles miedo a sus propios hijos. Sin pretenderlo para nada, pero atrapado y dominado por esa anomalía puntual que le hace vivir visiones como si fueran absolutamente reales e incluso moverse y actuar físicamente respondiendo a la “realidad virtual” que le imponen esas vivencias tan lúcidas.

Y supongo que hasta ahí puedo resumir lo que más se me queda de todo lo que es el planteamiento y meollo. Insistir, quizá, en que para mí lo más disfrutable es todo lo referente a la mezcla de alucinación y realidad, en los momentos en que se da… que también son los que son y no más.

Como ya he dado a entender al principio, yo tampoco soy de saber meterme a echarle analíticas de si la ambientación, o los personajes, o cualesquiera otros elementos resultan más o menos “sólidos”, o “bien construidos”, o a valorar el estilo del autor, o a tener varemos o criterios con que puntuar su calidad. La cosa, para mí, se reduce al hecho de que una narrativa que me resulta fluida y certera me lleva a visualizar sin esfuerzo los escenarios, la acción y las circunstancias de todo lo que va contando, y que lo que cuenta se hace interesante. Que aunque no me sepa meter más a fondo en otras consideraciones, digo yo que para disfrutar de una lectura lo fundamental es lo dicho ¿no? Pues eso.

Si acaso, el problemilla que he tenido (¡culpa mía!) ha sido quizá el de esperar aún mayores sorpresas o giros extraños a partir de cierto punto. Y no. El tramo final es de pura resolución, bastante tensa y con su dosis de violencia y no pocos apuros, pero no de últimas revelaciones sorprendentes. Las aclaraciones finales sobre los puntos oscuros acerca de algunos de los personajes son simplemente necesarias para dejarlo todo bien sentado, pero no resultan excepcionales a tenor de lo que ya se venía anticipando y dado a intuir. Vamos, que no se reserva más vueltas, ni “trampas” argumentales con que abofetear y pasmar un poco más al lector para todo lo que ya es el clímax de la historia. Todo lo que es desconcierto, intriga y expectación sobre “en qué desembocará todo esto” se da, básicamente, en la primera mitad de la novela. Luego ya no hay muchos más líos ni retorcimientos en el terreno del “esto resulta ser real y esto otro alucinación”. Vale. Está bien. Que la novela no es tan larga como las de Dan Brown y similares como para atiborrarla más de tirabuzones y requiebros hasta el final, pero conste que aún así tiene chicha buena y suficiente… Ya digo que sólo culpa mía el quedarme con hambre de más mezcla y confusión entre sueños y realidad. Que soy de natural demasiado goloso para lo puramente fantástico y algo menos para lo que “sólo” sea intriga y suspense en sí…

Confío en no haber destripado demasiado el argumento, que sólo he mencionado lo más básico en dos o tres parrafitos de nada. Para conocer a todos los personajes, detalles, momentos, docenas de pormenores que ni he mencionado, desarrollo de la historia, y la historia en sí y su desenlace, no cabe sino leer la novela. Que no es de ahora mismo, que es del 2014. Y que diga lo que diga yo a día de hoy, parece ser que ya viene bien avalada por bastante éxito anterior de crítica y público. Que se lee de lo más bien y que yo no puedo sino sumarme a recomendarla. También.

 

EL MAL CAMINO.

Segunda novela de Mikel Santiago (2015) en la que nos vuelve a construir una intriga, de nuevo circunscrita a un entorno casi recién estrenado por un protagonista en “off” y, en este caso, sus dos familiares más directas, y en donde aquél se acaba viendo obligado a penetrar en cosas tremebundas, más o menos por fatal casualidad y de manera casi indirecta al principio.

ms2   Bert Amandale se había trasladado a vivir a Saint-Rémy arrastrado por su mujer y por la necesidad de cambiar sus vidas.

   Aunque para un novelista de éxito como él, la tranquilidad de la Provenza parecía estar sumiéndole en una nueva rutina que no terminaba de encajar.

   Pero entonces, un hombre surgido de la oscuridad desencadenó una extraña serie de acontecimientos que acabarían por convertir su vida en una terrorífica pesadilla.

Bueno, aquí han puesto un par de frases más de sinopsis en la contraportada que en la anterior novela, por lo menos en la edición que tengo yo de ambas… Hablamos ahora de la segunda novela del mismo autor. Pilladas las dos por mí en el mismo lote y leídas la una atrás de la otra. Seguro que merecen ser desgranadas independientemente la una de la otra, pero ya veremos si puedo evitar (o no) comentar esta segunda estableciendo más o menos constantes comparaciones con la anterior, que seguramente sería más bien injusto o inadecuado. A ver…

Decir que ese “hombre surgido de la oscuridad” resulta ser un fulano que irrumpe en plena carretera por la noche y que es mortalmente atropellado, no por el protagonista, sino por su amigo tarambana y paranoico (Chucks, estrella del Rock en horas bajas, para más señas) que de momento se da a la fuga. Pero que después descubre que en realidad no hay cadáver ni indicios de que haya ocurrido realmente ese accidente que él está seguro de haber tenido.

Aquí el protagonista es escritor y… ¡Hala!: ya me vuelvo a remitir a eso de que quizá el autor se deja caer en lo de pintarse a sí mismo (bla, bla, bla) hasta cierto punto, en ese protagonista masculino y de nuevo en primera persona. Claro: Es que también el propio estilo del autor y las características del personaje (escritor de éxito pero con sus altibajos creativos) y la manera de ir relatándose a sí mismo, nos hace visualizar, un poco o un mucho, casi al mismo prota del otro libro ¡aunque no lo es, eh! Además el personaje no es tampoco ajeno al terreno de la música, si bien aquí el músico propiamente dicho es ese otro tipo con el que se desencadenan los acontecimientos que dan lugar a la intriga en sí.

Los precedentes básicos: Bert Amandale, el prota, casado y con hija adolescente. Se han trasladado los tres a La Provenza (Francia) desde Londres. Él, escritor, su esposa galerista de arte, y la hija con más tirada a la música que a los estudios y con el algo de rebeldía propia de su edad. El matrimonio ha pasado sus crisis y aún están en ello. La nena también ha tenido algún episodio crítico por abuso de drogas en el pasado… Lo de las drogas (pastillas a veces mezcladas con alcohol más que nada) tampoco le es ajeno al prota. Aparte de no estar desentendido del todo del tema, forma parte de su pasado y de su inquebrantable y fraternal amistad con el rockero. Y va y resulta que el rockero en cuestión también se ha mudado por su cuenta a escasa distancia de ese vecindario provenzal, medio rural y medio elitista… Esa circunstancia, por cierto, tiene bastante de “agua y aceite”, puesto que el prota conserva su gran amistad con el tipo, pero su esposa más bien mantiene un fuerte resentimiento hacia él. Descubriremos que ese personaje fue responsable, años atrás, de un accidente en que murió su pareja, que era la mejor amiga de esa esposa del escritor ¡Vaya por Dios!

Y de pronto surge el tema de que ese tal Chucks, el rockero, parece haber tenido ese otro accidente. Le ha salido al paso esa persona misteriosa en plena noche y se la ha llevado por delante. Hay unas últimas palabras de la víctima, algo sobre una “ermita” (aunque en francés: ermitage)… El rockero, que había bebido, de momento se da a la fuga. Luego vuelve, pero no encuentra (¡ni él ni nadie a la postre!) rastro alguno del cadáver ni indicios del accidente. Así se lo cuenta días después a su amigo Bert, el protagonista.

Lejos de quedar como un misterio irresuelto, quizá con más probabilidades de haber sido una alucinación o un sueño, la cosa acaba provocando una serie de inquietudes, sospechas y paranoias que implican y afectan directamente al prota… También descubriremos que su amigo Chucks ya había tenido en el pasado episodios patológicos de manía persecutoria que ahora parecen reproducirse. Con todo, las sospechas del protagonista acaban inclinándose por creer, antes que dudar, en la veracidad del episodio y en las supuestas implicaciones que parecen irse descubriendo al respecto. Entran en juego una pareja de aristocráticos regentes de cierta clínica de desintoxicación sita en los alrededores. Está la cuestión de la posible identidad de la víctima del accidente: un investigador de “conspiranoias”, de cuya muerte se divulga la noticia poco después, aunque parece ser que en otro accidente distinto (¡¿?!) y a muchos kilómetros de allí, como alejando cualquier posible relación… Y no es la única muerte, aún dentro de esa primera mitad de la novela, que contribuye a potenciar las sospechas de algo siniestro, y que emparanoia todavía más al protagonista. Lo cual acaba repercutiendo fatalmente en sus relaciones familiares (que ya venían algo tocadas de antes) y en cierto rebrotar de sus adicciones tóxicas (o viceversa)…

Pero, al fin y al cabo: ¿Qué hay de fondo en todos esos datos acumulados sobre experimentos aberrantes con cobayas humanas de cierto personaje investigado por la supuesta víctima y, de rebote, por su atropellador? ¿Qué relación con la tan reservada y discreta clínica de desintoxicación? ¿Y con el pequeño edificio anexo que podría corresponder a una “ermita”? ¿Y con los inquietantes cuadros y fetiches que tienen los propietarios de la clínica en su casa, y que parecen sugerir una relación con lo del “mad doctor” antes mencionado?… ¿Y acaso no son reales y ciertas esas voces de supuestos espías, de una posible conversación con walkie-talkies, que se cuelan por el amplificador de la guitarra y hasta quedan grabadas?

Bueno… ¡Pues habrá que irlo descubriendo!

Aquí también hay algunos momentos-sueño, o pesadilla (¡Bieeen!). Aunque resulta bastante más incierto hasta qué punto hay que darles el valor de verdaderas advertencias fantasmagóricas venidas del “más allá” (que vale que parece innegable que tienen esa función en el contexto) o son sólo pesadillas y alucinaciones producto del subconsciente sin más. Acaba habiendo uno, el más detallado, que me recuerda bastante a la escena del sueño de La Semilla del Diablo: El protagonista se ve introducido en una especie de aquelarre en que están implicados la mayoría de convecinos, amigos, conocidos o saludados del lugar… Este sueño desencadena luego una serie de reacciones desafortunadas, pero tampoco queda claro de momento (al menos parece bastante más ambiguo que en la novela anterior) que sea una “verdadera advertencia paranormal”, sino que también puede ser una consecuencia alucinatoria extrema de su vuelta al abuso de las pastillas… De todos modos, ese sueño casa demasiado bien con las sospechas crecientes de que quizá toda la comunidad de sus nuevos vecinos y amistades estén compinchados en esa supuesta trama oscura y amenazante. ¿Será así?…

Sea más o menos acertada la comparación, que a cada cual le salen los referentes que le salen, este argumento me ha venido recordando a las extrañas aventuras del agente Pendergast de las novelas de Douglas Preston & Lincoln Child, de las cuales tengo un puñado, aunque no todas. Y es que todo parece ir encarado a descubrir algún montaje criminaloide de características morbosas y bastante inverosímiles, así como dignas de Cuarto Milenio. Si no de género abiertamente fantástico, sí de cierta naturaleza increíble: ¿Un “mad doctor” y sus experimentos aberrantes, como posible génesis de vete a saber qué continuidad secreta de sus actividades en clave de secta o cónclave?… Bueno. Será, si es que acaba siendo realmente así, porque de momento todo es dudoso y dudable… Claro que aquí no hay ningún raruno y peculiar agente del FBI que venga a hacerse cargo de resolver el misterio. Aquí, lo que sea que resulte, se lo va a tener que comer todo el protagonista… Y a ver hasta dónde consigue, o no, dejar al margen y no implicar a su mujer y a su hija, si es que de verdad pueden estar corriendo un peligro real por culpa de… bueno… de lo que sea…

… Y… Supongo que ya no procede desvelar más. Me quedaré con las ganas de contar dónde, cuándo y cómo se descubre cierta prueba inesperada, por ejemplo, que tiene su aquél, como muestra de que este tipo de detallitos están bien entrelazados a lo largo del relato.

ms3 Como comentario final, nada más que insistir en la recomendación… porque a mí me han gustado, claro: Que si tenéis ocasión, leedlas. Las dos, o cualquiera de las dos. Seguro que si sois un poco inquietos y aún no conocíais al autor, hasta os dará por interesaros por él y por sus antecedentes de relatos anteriores publicados por Internet y demás… (O no ¡qué se yo!)… Yo sólo digo que las dos novelas atrapan. Que tienen una narrativa lo bastante bien afinada y engranada como para no dejarte soltar la historia. Al final tampoco son las dos lo mismo, aunque (ya digo que también por leerlas las dos seguidas) el propio estilo, enseguida reconocible de la segunda a la primera, y según qué detalles y “tics” de la manera de elaborar el relato, parecen solapar un poco la una a la otra. Pero al final también se confirma la capacidad del autor para no necesariamente repetirse en la historia que cuenta cada vez, con según qué similitudes evidentes de estilo y maneras, pero sobretodo demostrando un remarcable buen hacer en ambos casos. Valen la pena las dos, y cada una por sí misma. Para pasarlo bien leyendo. Y…

Eso…: Que supongo que ya está lo que yo haya podido tener que decir aquí, absteniéndome en lo posible de “espoilear” más de la cuenta.

Más info en:

http://www.edicionesb.com/catalogo/libro/la-ultima-noche-en-tremore-beach_3188.html

http://www.edicionesb.com/catalogo/autor/mikel-santiago/1190/libro/el-mal-camino_3626.html

 

 

 

Elantris, de Brandon Sanderson. Edición X Aniversario (Ediciones B, 2016)

Una reseña de FJ Arcos Serrano.

21904gBienvenidos a la ciudad de Elantris, la poderosa y bella capital de Arelon llamada la «ciudad de los dioses». Antaño famosa sede de inmortales, lugar repleto de poderosa magia, Elantris ha caído en desgracia. Ahora solo acoge a los nuevos «muertos en vida», postrados en una insufrible «no-vida» tras una misteriosa y terrible transformación. Un matrimonio de Estado destinado a unir los reinos de Arelon y Teod se frustra, ya que el novio, Raoden, el príncipe de Arelon, sufre inesperadamente la Transformación y se convierte en un «muerto en vida» obligado a refugiarse en Elantris. Su reciente esposa, la princesa Sarene de Teod, creyéndolo muerto, se ve obligada a incorporarse a la vida de Arelon y su nueva capital, Kae. Mientras, el embajador y alto sacerdote de otro reino vecino, Fjordell, usará su habilidad política para intentar dominar Arelod y Teod con el propósito de somerterlos a su emperador y su dios.

Brandon Sanderson debutó en 2006 ante los lectores en castellano con Elantris, una novela de fantasía épica que marcó un auténtico hito. Cuando se cumple el décimo aniversario de su publicación, Ediciones B la relanza en esta edición especial, convertida en la edición definitiva del autor, la cual empieza con un prefacio de Dan Wells (la primera persona que leyó el manuscrito completo) y un nuevo prólogo de Miquel Barceló, su primer editor en castellano. Esta edición finaliza además con un epílogo en que el propio Sanderson nos cuenta por qué escribió esta novela y su importancia en el Cosmere, el fascinante universo que comparte la mayoría de sus obras. Como extras de esos que cualquier lector agradece, se incluye también una versión canónica del apéndice «Ars Arcanum» y la inclusión de su propia cinta de lectura y de unos maravillosos mapas realizados por Isaac Stewart.

Tengo que decir que Elantris fue una de esas novelas que se me escaparon en su momento, ya que en esos años no era demasiado aficionado al género de fantasía, cosa que ha cambiado con el tiempo, of course.

Agradezco desde estas líneas a Ediciones B por editar de nuevo esta novela, coincidiendo con su 10º Aniversario, así que no tenía excusas para lanzarme a ella de la mejor manera posible.

Cuando hoy en día hablamos del género de fantasía a todo el mundo le viene a la cabeza la figura de George R. Martin, autor superventas que no necesita presentación alguna. Para servidor este escritor se ha quedado desde hace ya algunos años en su personal zona de confort, publicando cada “X años” una continuación de su ya mundialmente famosa saga y así hasta que el lector se canse de ello.

Con los años queda patente que Brandon Sanderson le está comiendo terreno al barbudo más conocido de Nueva Jersey, publicando incluso varias novelas en un mismo año y sin bajar prácticamente ni un ápice de calidad.

Lo primero que llama la atención cuando te metes de lleno en Elantris es la ambición desatada de Brandon Sanderson, donde ya vemos a un escritor muy seguro de sí mismo, desplegando un gran catálogo de recursos que son difíciles de ver en un autor novel.

En esta novela hay bastantes cosas que sorprenden: desde el original sistema de magia que utilizan algunos personajes, incluyendo esa fabulosa manera que tiene el escritor para adentrarnos cada vez más en la historia, hasta llegar a esos personajes que parecen realmente de carne y hueso. Sin lugar a dudas es esta una auténtica joya de la corona que sería motivo suficiente para recomendar esta novela con los ojos cerrados (y más, cuando nos convertimos en auténticos voyeurs gracias a que lo que se narra es a través de los puntos de vista de los principales personajes: Sarene, Raoden y Hrathen).

bswPara esos fans del escritor que hayan empezado a leerlo con otras novelas, decir que aquí os vais a encontrar temas tan recurrentes como el sentido del héroe, la religión o la política, pero tratados por un prisma especial.

Podría estar hablando del magistral trabajo del escritor, y de la emotiva e intrigante historia que se esconde tras los muros de Elantris, pero lo mejor es que cuando dispongáis de algo de tiempo (ahora en verano sería una época ideal para poder disfrutar de sus 800 páginas) la leáis y si queréis comentar algo después, por mí encantado.

Sin lugar a dudas, Elantris se ha convertido de la noche a la mañana en una de mis novelas favoritas de fantasía, cosa que me extraña hasta a mí, ya que suelo ser bastante exigente con este género.

 

Ficha técnica

Título: Elantris. X edición

Autor:  Brandon Sanderson

Editorial: Ediciones B

Páginas: 800 páginas

ISBN: 978-84-666-5884-3

Precio: 25 euros

 

 

El marciano, de Andy Weir

Una reseña de Francisco José Arcos Serrano

 

16520gSeis días atrás el astronauta Mark Watney se convirtió en uno de los primeros hombres  en caminar por la superficie de Marte. Ahora está seguro de que será el primer hombre en morir allí. La tripulación de la nave en que viajaba se ve obligada a evacuar el planeta a causa de una tormenta de polvo, dejando atrás a Mark tras darlo por muerto. Pero él está  vivo, y atrapado a millones de kilómetros de cualquier ser humano, sin posibilidad  de enviar señales a la Tierra. De todos modos, si lograra establecer conexión, moriría mucho antes de que el rescate llegara.

Sin embargo, Mark no se da por vencido; armado con su ingenio, sus habilidades y sus conocimientos sobre botánica, se enfrentará a obstáculos aparentemente insuperables.

Por suerte, el sentido del humor resultará ser su mayor fuente de fuerza. Obstinado en seguir con vida, incubará un plan absolutamente demencial para ponerse en contacto con la NASA.

Esta novela nos propone una historia de ciencia ficción un tanto alejada de lo habitual, detalle que se agradece enormemente ya que desde hace algunos años he seguido en mi búsqueda de esa GRAN novela del mencionado género que de verdad me diga algo: una en la que partiendo de bases científicas reales se llegue a soluciones brillantes, y creedme si os digo que en El marciano he encontrado esto y mucho más, a pesar de algunos elementos que no me acaban de convencer.

La narrativa de Andy Weir se basa en un estilo muy rápido y ameno, lo que ayuda sin lugar a dudas a que la novela no resulte pesada en ningún momento; una de las particularidades de su escritura estriba en la utilización de las entradas del diario de nuestro protagonista Mark Watney, implicándonos desde un primer momento en la supervivencia de éste.

andywEncontramos en Mark  un personaje cuyo sentido del humor inunda prácticamente cada una de las situaciones complicadas en las que está inmerso para intentar entablar contacto; podríamos señalar al respecto que ésta marcada característica de su personalidad resta credibilidad en algunos momentos de tensión que deberían haberse aprovechado algo mejor. Podríamos decir también que Andy Weir se centra tanto en la historia en sí que diluye por el camino un trabajo psicológico de los personajes, sacrificando quizás así una parte importante para algún tipo de lector que quiera indagar más sobre ello.

En definitiva: El marciano es una novela que a pesar de los pequeños defectos que he comentado anteriormente, no deja de ser una historia que engancha cosa mala, manteniendo la tensión en todo momento, y más teniendo como protagonista a uno tan carismático como es el propio Mark.

Por otra parte la portada de la edición española me parece muy acertada: muy colorista y que transmite parte de la desazón que encontramos en estas páginas.

 

Título: El marciano

Autor: Andy Weir

Editorial: Ediciones B

Páginas: 416

ISBN: 978-84-666-5505-7

Precio: 21 euros