Por Francisco José Arcos Serrano
Bruce Wayne no logra percatarse de la llamada de auxilio de una singular joven… y eso desencadena una sucesión de acontecimientos que llega a alcanzar dimensiones grotescas. Un infierno se desata en el Callejón del Crimen. Seis adolescentes mueren de forma horrible. Una madre efectúa una desesperada súplica para que su hija desaparecida vuelva sana y salva a casa. Esas desdichas unen a la ciudad… pero los secretos que revelen podrían hacerla pedazos.
Un Hombre Murciélago atormentado por los remordimientos hace honor a su apodo, el de mejor detective del mundo, y desciende a lo más profundo del crimen de la ciudad, donde deja al descubierto las siniestras raíces del mal. En su búsqueda de justicia, el Cruzado de la Capa se enfrenta a algunos de sus más peligrosos enemigos y descubre atroces verdades acerca de las mismas personas a las que ha jurado proteger.
Esto es Gotham City. No todos los villanos llevan máscara. Ni todos los héroes llevan capa. Ni todas las víctimas son inocentes. Y hay secretos que deberían permanecer enterrados.
Para quien no conozca a David Lapham (error capital, sin lugar a dudas), para servidor es uno de esos creadores que han revitalizado el género negro en esto del noveno arte, publicando obras como Balas Perdidas –ganadora de dos Premios Eisner- o Mátame, dos títulos que no pueden faltar en la estantería de cualquier amante de los cómics.
La editorial DC no tardó en percatarse del enorme talento de este artista independiente y lo contrató para serializar una historia enmarcada dentro de Detective Comics, cuyo resultado es una auténtica gozada.
Lapham parte del concepto de Gotham como si fuera un caldo de cultivo, deteniéndose en los ciudadanos que viven en ella, cada uno de ellos con sus propios demonios internos y pesadillas que tienen que sobrevivir como pueden en estos edificios y callejones tan oscuros como las propias motivaciones de algunos de estos “anónimos” que se nos presentan en estas páginas.
No sólo seremos testigos de excepción de la vida de estos secundarios, también indagaremos un poco más en la psique de Bruce Wayne, un personaje igualmente atormentado por la gran culpabilidad que sostiene sobre sus hombros al haber fallado a la ciudad y a ciertas personas.
La trama urdida por este guionista no deja respiro al lector, presentando pistas y continuas sub-tramas que llevan a otras, mostrando por el camino un excelente elenco de personajes repletos de luces y sombras (algunos ya conocidos por el lector asiduo de Batman) que están implicados de forma directa o indirecta en el gran misterio que está investigando nuestro Caballero Oscuro.
Si todo esto no fuera suficiente, el propio Lapham oficia también como dibujante a través de sus bocetos y terminados para la ocasión por el español Ramón Bachs, el cual aporta con su estilo hiperdetallado un cierto elemento de dinamismo y contundencia en la recreación de esta “Ciudad del Crimen” (os aconsejo que os detengáis en sus viñetas, algunas esconden “tesoros ocultos”).
La edición de ECC en un excelente tomo en cartoné le imprime la importancia que tiene este título en la carrera de Batman, con toda seguridad una de sus mejores historias de los últimos 15-20 años.
Un título lleno de crudeza que mantiene en tensión durante su lectura y dejando con un poso de reflexión, como toda buena obra.
Ficha técnica
Batman: Ciudad del Crimen
EDICIÓN ORIGINAL: Detective Comics 800 a 808 y 811 a 814 USA
GUIÓN: David Lapham
DIBUJO: Ramón Bachs
FORMATO: Cartoné, 288 págs. A color.
PRECIO: 28,50 €