Una de las cosas buenas que tiene el `caralibro´ es poder descubrir a autores de los que no has leído nada. A veces hay que arriesgarse y apostar por ellos, ya que te puedes llevar una muy agradable sorpresa. Y Oscar Ryan y su Luz en el lado oscuro ha sido un enorme sorpresón. Una novela que no da tregua al lector, con una prosa muy fluida, sin adornos innecesarios y donde no sobra ni falta de nada. Una trama que te engancha desde el principio. Muy buenos personajes. Con una historia que puede parecer algo típica y sonar a algo que has podido leer anteriormente, pero que en manos de este autor acaba siendo muy distinta de lo que parecía a priori, siendo original en muchos momentos.
Oscar
ha sabido darle la vuelta al clásico enfrentamiento entre ángeles y
demonios, alternando el presente con el pasado en forma de
flashbacks, donde el
lector irá conociendo más a Luzbel, un personaje lleno de
matices y con una fuerte y marcada personalidad. Los personajes
secundarios también tienen sus dosis de protagonismo, estando muy
bien perfilados.
El
ritmo de la novela no decae en ningún momento, convirtiéndola en
una lectura muy adictiva. ¿Y que decir del final? Me ha sorprendido
y de qué manera, hacía tiempo que un final no me impactaba tanto,
siendo totalmente inesperado, dándole un giro radical a toda la
trama. Una historia que podría encajar perfectamente en la Línea
Vértigo de DC Cómics, ya que no tiene nada que envidiar
a las mayoría de series de ese sello. Una obra muy visual y con un
estilo bastante cinematográfico.
En
definitiva, un título absolutamente recomendable y un autor muy a
seguir. Toda una muy agradable sorpresa.
Sinopsis:
Luzbel
se rebeló contra el modo tiránico en que Yahvé gobernaba el Cielo
y la Tierra. Pero perdió y fue expulsado del cielo, condenado a ser
el príncipe del inframundo por toda la eternidad. Desde entonces, y
cada sesenta y seis años, ejecuta una venganza cíclica contra el
caudillo celestial. Momento conocido como ofrenda.
La
nueva ofrenda no parece una tarea sencilla, pues el arcángel San
Gabriel intentará impedírselo a cualquier precio, caiga quien
caiga. Defender la ley y el orden, los dogmas que la iglesia impone.
El buen nombre de Yahvé es prioritario.
¿Deberíamos escuchar lo que Luzbel tiene que decirnos al respecto?
Hoy os traigo una jodida MARAVILLA, así, en mayúsculas. Una novela que no es que me haya dejado el culo torcido, sino que ha hecho que me explote la puta cabeza, dejándome con cara de lelo al principio y asintiendo como un imbécil al terminar, con una sonrisita cómplice en los labios y aplaudiendo con las orejas ante una lectura tan recomendable como difícil de clasificar.
Y es que una novela que ya de entrada, te pilla la biblia y le pega tal meneo que no deja títere con cabeza, explicándote como una chavalita adolescente fue violada por el sádico mensajero de Dios (y encima la pobre se tuvo que comer el marrón que este le metió en las tripas), que Jesusito era poco más que un puto hippie que se ponía hasta el culo y oía voces, o que el oscuro Señor del Averno ni es oscuro, ni señor y que en realidad vive en Madrid, en compañía de sus dos fieles cofrades, pues eso, que es una novela atrevida e irreverente como poco y tan solo es el principio de lo que está por llegar.
Y si, ELLAS son La Triada, el reverso de la Santísima Trinidad del Padre, Hijo y Espíritu. Ellas. Luz, Bel y Santi, la rubia, la morena y la pelirroja. Cuerpos de escándalo. Inteligencia, instinto y pasión. Tres demonios que nos enamoran, pues conocen mucho mejor la verdadera condición humana que los supuestos Chicos Buenos. Ellas saben que nos mueve, que nos empuja, lo que anida en nuestros corazones. Somos débiles y ni siquiera necesitan tentarnos. Pueden ser crueles y de hecho, lo son, pero no más de lo que podamos serlo nosotros mismos por naturaleza. Nos utilizan, por supuesto, pero ya se sabe… El fin justifica los medios y si nos atenemos a lo que han sido siempre los designios del Señor, pues ni tan mal, oiga. Pa cabrón caprichoso, rencoroso, manipulador y engreído, el barbudo del triángulo, que además, se fue a por tabaco y no volvió.
Lo admito sin tapujos: So Blonde me flipa. Conozco de primera mano lo que es capaz de hacer con las palabras. Sus historias tienen una narrativa tan personal, tan autentica y reconocible, que no debería sorprenderme y aún así, lo hace cada vez que saca algo nuevo de su procesador de textos. Y me rindo a sus pies, arrodillado frente a sus zapatos de tacón de aguja.
Y es aquí donde para mi, reside lo más fascinante de la novela: El estilo So Blonde. Fresco, desenfadado, sin tapujos e incluso sucio si es necesario. So es muy, pero que muy cabrona cuando quiere. Cruda, violenta, trágica y visceral, a veces directamente soez y con un humor negro como el sobaco de un grillo, pero sin dejar nunca de tener justo eso, estilazo. Lo más pijo que uno se pueda imaginar. Encanto y seducción, la elegancia y la exquisitez, pero con el vocabulario de la gitana del mercado, la de `Niña, a tres euros, las bragas a tres eeeuuurooos…´. Un contraste que me ha dejado muy loco. El glamour y lo castizo, la clase y la distinción paseándose por los arrabales como Pedro por su casa. Que una puede ser muy chic , pero la mierda sigue oliendo a mierda y la sangre salpica y deja manchurrones difíciles de lavar. Simplemente maravilloso.
Una
lectura inmersiva,
en la que te metes hasta las trancas y que no puedes dejar,
condicionado por la voz de la narradora, que de un modo hipnótico,
te lleva por donde le da la puñetera gana, sin que tengas siquiera
opción a cuestionarte lo que te dice. Pocas veces me ha sucedido
algo semejante, el dejarme llevar por la voz cantante si ponerle
peros, hechizado por los cantos de sirena. Y
lo mejor, que aunque sea el primer volumen de una trilogía,
la novela cierra de puta madre, cosa que uno agradece cosa mala en
estos tiempos que corren.
Nos encontraremos con los figuras de los textos bíblicos, que se han adaptado a los tiempos que corren con mayor o menor fortuna. Por ahí pululan Gabriel, Miguel, Lilith (pedazo personaje), Muerte y el cabronías de Caín, entre muchos otros, amén de toda la panda mafiosa de los Nacidos para Perder, con los que no puedes evitar empatizar. Hasta sale el Papa de Roma, y no es coña…
No quiero contar más. Es una obra a la que hay que llegar virgen y descubrirla por uno mismo, para que la experiencia sea la que debe. Solo apuntar que si os mola el cómic de The Preacher, pues que va a ser que La Triada. Canto primero: Tierra, hará que os meéis en las bragas del gusto, ni más ni menos.
Que
si, que esto da para serie. Y no de Netflix.
Mínimo, HBO.
Palabrita de calvo cabrón.
No
voy a decir que lo recomiende. Os diré que es directamente
imprescindible. Ya tardáis. Si no lo hacéis, es que sois unos
pringaos. Y ya…
Sinópsis
Auxíliame, oh, musa, pues temo que mi voz no alcance y debo hablar sobre las Tres. Tres eran las parcas. Tres fueron las Moiras Siempre fueron tres La Doncella, La Madre y La Vieja. Tres en Cielo, Tierra e Infierno. Tres por la vida, la muerte y la parte confusa y dolorosa que hay en medio. Y si el patriarcado robó el triunvirato y la trinidad… ellas serán una Tríada. Que mi súplica te sea grata.
Desde hace siglos, la Tríada holla la creación con sus tacones de aguja para burlar, tentar y joder… Como Dios manda. Pero ahora Luz, Santi y Bel han visitado al Príncipe en el Vaticano, lo que ha puesto muy nerviosos a los Chicos Buenos del Cielo, quienes harán cualquier cosa para saber qué traman las Nenas Malas, incluso pactar con los Nacidos para Perder. Se aproxima una crisis que puede significar el Fin de los Días, pero ¿qué ocurrirá con la humanidad? ¿Qué pasará con los Agentes Libres? ¿A qué coño vienen tantas mayúsculas en plan bíblico? Arcángeles y súcubos, hechizos y balas, acero y seda, santos y pecadores cohabitan en la Madrid actual.
So Blonde inicia en La Tríada: Tierra su obra más ambiciosa hasta la fecha para presentar una novela tan inclasificable como irresistible. Un mezcla diabólica de acción, terror urbano y comedia en la que el Infierno huele a perfume de lujo, los pentáculos se trazan con pintalabios y los coros loan a ritmo de rock’n’roll.
Lo dicho: ¡Una puta maravilla! Una jodida delicia, con un humor y una mala hostia que telita marinera. So Blonde en estado puro, libre de ataduras y sin cortarse un pelo. Esa mezcla entre fantasía oscura, humor corrosivo, épica y terror, es de un gusto exquisito. De lo marginal al más absoluto glamour, de lo impío a lo sagrado, derribando mitos a sangre y fuego y reescribiendo la religión.