Buenas tardes. Amigos.
Hoy tenemos con nosotros a Darío Vilas, un autor con un estilo muy personal, que recientemente acaba de ser galardonado con el premio NOCTE con la novela El Hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas y que tiene un amplio recorrido a sus espaldas. Piezas desequilibradas, Instinto de Superviviente, Lantana, Absurdario… Eso sin contar la cantidad de relatos repartidos en mil y una antologías.
Crudo, directo, visceral, con una concepción del terror, de lo fantástico y de la naturaleza humana que no dejan a nadie indiferente. Y es que Darío se muestra cercano, intimista, construyendo unos personajes tan complejos, tan contradictorios, tan humanos, que resulta imposible no encontrar en ellos esos rasgos que logran que de algún modo incomprensible, lleguemos a reconocer como propios. El ser humano es una criatura tan difícil de describir, tan absurda, incoherente, contradictoria y enfrentada a si misma desde el momento en el que nace, que parece un milagro que hayamos sobrevivido como especie y Darío es consciente de ello y lo plasma en sus escritos. Duros, rigurosos, violentos, inclementes y extrañamente bellos, son solo algunos de los adjetivos que se me ocurren para describir su trabajos. La honestidad, un realismo sucio y sin adornos inútiles e innecesarios, los elementos que Vilas utiliza en cada una de sus historias. Desde un tono introspectivo, sin caer en el recurso fácil y haciendo de sus obras verdaderas piezas de artesanía, su prosa golpea en el estómago y te deja a su merced.
Pero creo que lo mejor es que sea él mismo quien nos hable de sus cosas y nos explique un poco quien es y que pretende como autor. Os dejo con la entrevista:
1. AI -¿Quién es en realidad Darío Vilas?
La respuesta más simple sería que soy yo, pero lo cierto es que también lo es mi padre y lo fue mi abuelo. El que no es Darío Vilas es mi hijo, que se llama Xián. Pero ya se ocupa un primo de continuar la saga familiar.
En serio, no hay máscara, lo que soy es lo que veis. Lamento decepcionaros.
2. AI- ¿De dónde viene tu afición a la literatura y al vicio de juntar letras?
No creas que tengo demasiado vicio con esto de juntar letras, a veces me resulta hasta doloroso. Imagino que es por mi forma de concebir la literatura y la vida en general: como algo que me tocó, que nadie me consultó si me apetecía. Me vino dado y tampoco lo cuestiono.
La afición a la literatura me viene de una infancia algo itinerante. Cuando te ves obligado a cambiar de entorno contra tu voluntad te cuesta entablar nuevas amistades. Así que mi refugio fueron los libros. Después nos establecimos y ya era un vicio adquirido, así que decidí que me lo quedaba para que siguiera formando parte de mi vida.
3. AI- ¿Qué fue lo que te empujó a escribir una novela como El Hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas? ¿Cómo surgió la idea?
Me empujó mi condición de escritor, sea lo que sea que signifique eso. La idea surgió del aislamiento involuntario. Los patrones se repiten, como ves. Hay cosas que parece que van en nuestro ADN. Trabajaba de operario de producción en una fábrica, en concreto en un taller con niveles de contaminación acústica muy elevados, lo que nos obligaba a los empleados al uso de tapones de seguridad y, como consecuencia, a no poder hablar entre nosotros durante las ocho horas de jornada. Así que allí estaba, a solas con mis pensamientos, cargando piezas de chapa de carrocería recién embutidas, cuando Marquitos Laguna, protagonista absoluto de esa novela, empezó a susurrarme sus locuras. O las escribía o las ejecutaba, y por mi bien decidí que era mejor lo primero. Parí cuatro relatos y medio con el personaje que gustaron mucho, así que vi que había buenos mimbres para una novela.
4. AI- ¿Tienes algún autor favorito? ¿Alguien a quien tengas como referente?
Tengo muchos autores que me gustan, pero ningún favorito. En cada época te daría nombres diferentes. Ahora mismo estoy leyendo con devoción a Chester Himes, Bolaño y Juan Carlos Márquez, que poco tienen que ver entre ellos. Matheson siempre me acompaña desde hace una década, y Roald Dahl es el escritor de mi niñez del que mejor recuerdo guardo. Incluso me leí de pequeño sus relatos para adultos, cuando me ventilé toda su obra infantil.
Más nombres. Bukowski, Carver, Jack Ketchum, Pío Baroja, Ernesto Sábato, Christopher Moore, Joe Hill o John Ajvide Lindqvist. Si echo un vistazo a mi biblioteca, podría añadir unos cuantos.
5. AI- ¿Qué hace Darío Vilas cuando no escribe?
Paso todo el tiempo posible con la familia. De hecho, intento escribir lo menos posible, me roba tiempo que puedo dedicar a mi mujer y a mi hijo, que son mi absoluta prioridad. Con ellos o para ellos hago otras cosas, como trabajar en lo que me va saliendo, panadería casera, juegos absurdos y canciones inventadas sobre la marcha.
6. AI- ¿Cómo fueron tus inicios en el mundo editorial? Cuéntanos tus primeros pasos y cómo fue la experiencia.
No tengo nada reseñable que contar, la verdad. Empecé coeditando con mi amigo Rafa Rubio y la editorial Círculo Rojo, ansiosos por sacar a la luz los primeros relatos ambientados en la isla ficticia Simetría. Fue una experiencia grata, colocamos un buen montón de ejemplares de ese libro y nos sirvió como carta de presentación. En la misma línea, pero ya con el respaldo total de un sello editorial, debuté con Piezas desequilibradas (23 Escalones, 2011), mi primera antología en solitario, que también se vendió bien y seguía siendo una buena declaración de intenciones.
Todas mis experiencias en el mundo editorial han sido positivas, incluso las menos buenas o las malas de cojones. De todas saqué algo, aunque sólo sea aprender a distinguir aquello de lo que me conviene alejarme.
7. AI- ¿En qué andas metido ahora? ¿Nos puedes decir cuáles son tus proyectos en este momento?
Esta entrevista corre el riesgo de resultar del todo decepcionante, porque tendría que responder que no tengo ningún proyecto en cartera ahora mismo. Es así, como suena. Acabo de terminar una nueva novela, la primera que escribo de misterio, y me volcaré una temporada en tratar de darle salida, si es que la tiene. Tengo decenas de premisas apuntadas, muchos proyectos que se fueron quedando relegados por falta de tiempo o motivación, aunque la verdad es que casi nunca retomo viejas ideas, salvo que se redimensionen en mi cabeza y se conviertan en algo nuevo, como es el caso de la novela que comentaba. Me apetece hacer muchas cosas, pero no sé por dónde empezaré. Estoy en el período de barbecho que siempre precede a la finalización del último proyecto encarado.
Por si sirve de algo, he tenido mi primera experiencia con la narración cinematográfica y me apetece darle continuidad en un formato más largo. Siempre he sido muy cinéfago, en algún momento tenía que dejarme caer por ese nicho.
8. AI-Novela, antologías, revistas… Da la impresión de que el contar historias, es algo de vital necesidad para ti, a pesar de que de un tiempo a esta parte, pareces más centrado en tus propios proyectos personales. Una larga trayectoria, la tuya, en la que sorprende comprobar que hasta la fecha, siempre habías sido el Eterno Nominado. ¿Tu último trabajo ha supuesto de algún modo el reconocimiento tan largamente buscado?
No sé si es acertado decir que fuera buscando ese reconocimiento. Mentiría si dijera que no sienta bien, si uno escribe y publica espera que guste, es normal. Pero cuando empezaba no se me pasó por la cabeza que pudiera ser un escritor de esos a los que se les distingue con premios. Sí que tengo que admitir que cuando comenzaron a caerme nominaciones y me quedaba a las puertas siempre, se volvió frustrante. Así que el Premio Nocte que me concedieron este año vino a romper esa dinámica y a quitarme la etiqueta de Eterno Nominado que me adjudiqué a mí mismo.
Con respecto a lo que mencionas de los diversos proyectos en los que me embarqué en los últimos años, tienes razón en que antes mostraba cierta hiperactividad, metiéndome a la vez en un montón de fregados distintos y en colaboraciones de toda clase. Eché el freno por pura necesidad, porque llevaba un desgaste que podía abocarme a tirar la toalla, aparte de lastrar mi propia producción literaria. A día de hoy, rechazo por defecto cualquier propuesta de colaboración en proyectos compartidos con otros escritores. Creo que es una etapa quemada de la que poco puedo rascar a estas alturas. Sólo me lo replanteo con una serie de requisitos que me impuse a mí mismo. Es decir, que pasa por que esos proyectos me reporten algo más que camaradería con mis colegas. Para eso tengo los perfiles en las redes sociales.
9. AI- ¿Cuál es tu opinión referente al panorama actual de la literatura en nuestro país? ¿Piensas que tanto las editoriales como el público están dándole por fin la importancia que se merece a los autores patrios, o por el contrario, siguen siendo un tanto marginados en favor de autores extranjeros?
La pregunta que no podía faltar, la del panorama actual. No sé, creo que la cosa empezó a ponerse bien hace menos de un lustro y fue degenerando. Ahora mismo está todo jodido, más que nunca. Tenemos a nuestro alcance más alternativas para publicar de las que jamás soñamos, y sin embargo cuesta encontrar opciones que de verdad merezcan la pena. Tengo la enorme suerte de haberme cruzado con editores como los chicos de Tyrannosaurus Books, que cuidan la relación con el autor y se vuelcan con cada obra que publican. Como creo que debería ser. Pero otros compañeros con más talento no tienen esa suerte, y veo cómo tocan todas las puertas posibles y reciben un no por respuesta sin siquiera leer sus propuestas. También está el caso contrario, obras publicadas al abrigo de grandes grupos editoriales que deberían haber pasado por un filtro más riguroso.
Así que no me queda más remedio que admitir que veo la literatura de género nacional entrando en un mal momento, que quizás sí se haya dado al fin voz a los autores patrios, pero por motivos económicos (es más barato publicar a los de aquí, y suelen ser muy poco exigentes en cuanto a las condiciones contractuales). Para rematarlo, cada vez cuesta más separar el grano de la paja. Antes te pillabas un libro de uno de los grandes sellos editoriales y tenías la garantía de que, como poco, estaría bien escrito. Ahora ni eso. Y no hablo sólo de autores nacionales, esto es extensible a los foráneos o las pésimas traducciones que les hacen. Hay que ahorrar costes porque se vende muy poco, así que se resiente la calidad. Mala decisión, ajusta las tiradas, en lugar de abaratar costes.
10. AI- Si Darío Vilas no se dedicase a escribir, ¿en que se mantendría ocupado?
Creo que respondí más arriba, cuando hablé de pasar todo el tiempo posible con mi familia. Aparte de eso, supongo que trabajaría en lo que fuera saliendo. Lo mismo que hago en la actualidad, sólo que sin escribir.
11. AI- A Darío Vilas le asusta…
Que le pase algo malo a los míos. Dejar de respirar y no poder ver crecer a mi hijo. No salir al paso en esta época tan jodida en la que nos tocó bregar. Y las esculturas realistas.
12. AI- ¿Cómo definirías tu estilo cómo autor? Has tocado el género fantástico de distintas formas, pero me consta que siempre te has acercado a él desde una perspectiva muy particular, buscando un realismo me atrevería a decir que sucio, para ello. ¿En qué género te mueves más a gusto y que es lo que más te interesa?
Me siento a gusto contando cualquier historia que me seduzca, al margen del género o el estilo. Si uno echa un vistazo a mi producción literaria, comprobará que casi nunca repito patrones. El realismo sucio me gusta, lo mamé mucho y me desenvuelvo bien en él, pero casi siempre llevándolo al terreno de mis obsesiones personales. Estoy seguro de que un psicoanalista sacaría muchas conclusiones leyéndome, pero me parece un ejercicio estéril.
Casi siempre tiendo a meterme en el terreno fantástico. Lo que pasa es que me da respeto decir que escribo terror, porque no creo que sea así. Las etiquetas de género las dejo en manos del editor que publique lo mío, se me da fatal definir lo que hago.
Escribo novelas cortas y relatos, buscando la contundencia y cierta sonoridad. Igual ese es mi estilo, lo que me diferencia. Lo suyo sería preguntárselo a los lectores fieles, que alguno tengo.
13. AI- Por último: Cuéntanos cuál es el último libro que has leído, la última peli que has visto y el último tema musical que has escuchado.
El último libro que terminé de leer fue Cabeza de ciervo, de Francisco Miguel Espinosa (Línea Stoker de Dolmen). Os lo recomiendo, sin ser una novela incontestable, me deja claro que este chaval nos va a destapar las vergüenzas a muchos, porque es muy, muy joven, y exhibe una variedad de registros y recursos narrativos que asusta.
Después intenté leerme Mr. Mercedes, de Stephen King, y lo abandoné a mitad. No me gustó nada de nada, me parece indigno de un autor de su posición y con su trayectoria. Hasta ahora siempre me había entretenido, hasta en el peor de los casos. Es el primero suyo que dejo a medias.
La última peli que vi trataré de olvidarla. Y escucho música a todas horas, así que no soy capaz de concretar. El último disco que saqué de la bandeja fue “Nocturama”, de Nick Cave.
Pues eso es todo, colega. Muchísimas gracias por tu tiempo. Ha sido un verdadero placer charlar contigo.
El placer ha sido mío. Tenía ganas de dejarme caer al fin por el Athnecdotario. Un abrazo.