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She-Hulk: Abogada Hulka (Sí, a buenas horas…)

Pues sí. Como sabéis, voy a mi propio ritmo. La gente tiene prisa y yo no. Así que ahora, cuando hace apenas un par de meses que se estrenó, aunque para el mundo haya caído ya en el olvido por la voragine absurda en la que hemos entrado donde todo es efímero, os traigo mi opinión sobre Hulka.

Pues eso, que una vez iniquitada She Hulk debo decir que ha sido un gustazo. Muy, pero que muy fiel al espíritu y la esencia de los comics. Una serie fresca y divertida, sin pretender ser lo que no es, simpaticota, buenrrollera, juguetona, con un sentido del humor delicioso y que se ríe de si misma y sobre todo, se anticipa a sus haters y se chotea en su cara. Lo de las bromas internas, los personajes invitados, los guiños y referencias y lo de llevar el romper la cuarta pared a otro nivel ya ni lo menciono, porque es de perogrullo: puta maravilla.

Me he sentido super a gusto viéndola y con una sonrisilla tonta permanente. No puedo pedirle más. Me tienen ganado y con ganas de una segunda temporada.

La Liga de la Justicia de Zack Snyder

Pues que ya hemos visto La liga de la justicia de Snyder y oye, compro.

Es una visión del mundo de los supers totalmente distinta y casi diría que opuesta a la de Marvel. Allá, en general y salvo excepciones, son humanos mejorados por la ciencia y la tecnología, con poderes adquiridos. Aquí, son prácticamente divinidades, entidades superiores de naturaleza muy por encima de la humana. Vienen a ser el equivalente a los dioses y héroes de los antiguos mitos griegos y la primera alianza contra Darkseid no menciona a los mismos de manera gratuita. Es toda una declaración de intenciones por parte de Snyder. Esa es su perspectiva y así la desarrolla a lo largo del film. Construyamos monumentos en su memoria, compongamos canciones sobre ellos, alabemos sus gestas. Demos gracias al hecho de que están de nuestro lado, porque podrían aniquilarnos de un simple parpadeo si quisieran. Han elegido protegernos, cuando podrían esclavizarnos o simplemente, hacernos desaparecer.

Además, y aunque esto ya puede que sea cosa mía, no puedo evitar ver otra analogía con aquella también extraña alianza, la que imaginó Tolkien, entre los pueblos de la Tierra Media. Allí, hombres, enanos, elfos y hobbits; aquí Amazonas, Atlantes y humanos. En ambos mundos, razas distintas que en el mejor de los casos se toleran a duras penas o se ignoran, cuando no están directamente en conflicto, hasta que deben hacer frente a una amenaza en común, un enemigo que les supera en todos los sentidos y que les obliga a colaborar si quieren tener la mínima oportunidad. La diferencia en este universo que nos atañe, es la aparición de un Dios entre dioses, aquel que resucitó de entre los muertos y pieza fundamental. El referente mesiánico puede llegar a ser incluso exagerado, pero indudablemente necesario.

A la peli le sienta de lujo el material añadido y junto a la excelente labor del nuevo montaje, consigue el ritmo y la coherencia narrativa que no tenía antes. Así, la historia adquiere una fuerza, profundidad y épica que a mí me han ganado de calle. No es La Gran Película, pero es la peli que yo esperaba ver, que quería ver y que la JL se merecía.