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Vienen cuando hace frío, de Carlos Sisí

Buenas tardes/noches, mis queridos Lectores Ausentes…

Pues que me acabo de ventilar esta misma mañana Vienen Cuando Hace Frío, de Carlos Sisí y así tal cuál, en caliente, solo puedo decir que me lo he pasado como un jodido enano.

La crisis económica azota Estados Unidos. Joe Harper acaba de perder su empleo y decide abandonar Baltimore y mudarse a la cabaña que su abuelo, el mítico Cerón Harper, le dejó en herencia cerca de Sulphur Creek, en las montañas de Canadá. Es un lugar remoto y aislado, al lado de un parque natural, ideal para vivir con poco dinero mientras espera a que todo mejore. Para su sorpresa, pronto descubre que Sulphur Creek se vacía durante los duros meses de invierno. Con cualquier excusa, los lugareños abandonan el pueblo para mudarse temporalmente. Un hecho curioso, que Joe atribuye a las extremas temperaturas, pero que parece adquirir otro significado cuando uno de sus vecinos le susurra: «No pase aquí el invierno. Ellos vienen. Vienen cuando hace frío».

Me repatean esas afirmaciones tan gastadas de «fulano es el Stephen King español» y desde luego, Carlos no es King ni maldita falta que le hace. Sisí tiene su estilo propio, su sello reconocible y que define por si mismo sus obras al punto de decir cuando lees algo suyo aquello de: «Si, esto es de Carlos, sin duda«. Pero he de reconocer que en esta ocasión y sin que sirva de precedente, solo expuesto como algo anecdótico y siempre según mis impresiones, la verdad es que una vez pasada la última página, me ha venido a la cabeza una referencia, tanto a nivel narrativo como estilístico. Una de las obras del Maestro de Maine: Desesperación.

Más allá de buscar similitudes ni buscarle parecidos, es la propia narración en sí, tanto por su ritmo como por su forma y por su prosa, así como unos pocos elementos comunes que coinciden, que mi cerebro ha hecho esa conexión involuntaria y de la que he sido consciente sin venir a cuento.

Dejando esa asociación personal y sin fundamento alguno más allá de mi propia percepción, he de decir que Vienen cuando hace frío me ha parecido una jodida delicia. Un caramelito. Una chuchería, una pastilla de chocolate, dulce e intenso, que se deshace en la boca dejando ese regusto tan especial, que hace que sonriamos.

Ágil, muy fluida, con un ritmo siempre acertado y adaptándose a las necesidades que en cada momento requiere la narración, me ha hechizado ya desde las primeras paginas, trasladándome por completo a la historia, metiéndome en la trama y desconectándome del mundo real.

Un excelente tratamiento de los personajes ( pocos, pero más de lo que pensaba en un principio y además, más complejos de lo que pudiera parecer a priori), haciendo que empaticemos con un tipo que en un primer momento, no tiene nada que ver con nosotros y todo ello en un escenario que, a pesar de parecer recurrente dentro del género de terror, no tarda en darnos más de una sorpresa . O varias.

Diría que hay tres partes diferenciadas en la novela, aunque no sea algo especificado por el autor, sino por el propio devenir de los acontecimientos y la atmósfera que se respira en cada una de ellas, que hace que el lector sea consciente de esa evolución.
Muy bien escrita, atreviéndose a probar cosas nuevas y saliendo, de alguna manera que no sé bien cómo explicar, de su zona de confort, Carlos nos trae una historia de terror que va a más y más; y que no se queda solo en eso, sino que se arriesga a ir un paso más allá, por unos derroteros que sin abandonar el género, si se adentran en otras fórmulas del fantástico que, al menos a mi, me han encantado. Ya sabéis de mis gustos personales y cual de las facetas del mismo es la que más me apasiona, así que ahí lo dejo. Me atrevería a decir que esta novela se sitúa por méritos propios, aunque de forma inesperada, entre las tres mejores obras del autor.

No me enrollo más. Solo decir que la he disfrutado muchísimo, que se me ha hecho corta, pero siendo una experiencia muy, muy intensa. Que Sisí demuestra que aprende constantemente en su trabajo como autor, sorprendiéndonos con nuevas herramientas, registros,  recursos y trucos de magia del oficio de escribir, cosas chulas en cada nuevo proyecto que nos presenta y eso se nota a nivel de calidad literaria. Y que a pesar de todo, Carlos es de los que ve el vaso medio lleno, por jodidas que nos vayan las cosas a todos los niveles, sea en la ficción o en el mundo real, aunque no lo merezcamos.

Muy, muy, muy recomendable. Tardáis en poneros con ella.

 

Vienen cuando hace frío

Carlos Sisí

Editorial: Insólita

ISBN: 978-84-947020-2-0

PVP: 18,27€

 

Los Caminantes: Aeternum, de Carlos Sisí

Buenas tardes, mis queridos Lectores Ausentes.

No tenéis ni idea de las ganitas que tenía de traeros esta reseña.  Nada más y nada menos que la dedicada a Los Caminantes. Aeternum, de Carlos Sisí.

Dejando a un lado esa vieja amistad que me une con su autor y sin que ella condicione en absoluto mis impresiones respecto a la novela, debo decir que estamos, sin lugar a dudas,  ante el mejor episodio de la saga. Así, tal cual.

lca1“…La vacuna Esperantum ha hecho posible la creación del Nuevo Mundo en las calles de Barcelona. Los supervivientes se han organizado para recuperar parte de la ciudad y pasan sus días limpiando las calles de zombis. Pero este delicado equilibrio se verá seriamente amenazado cuando la vacuna empiece a perder efecto y las personas a las que se les ha administrado comiencen a ver a sus compañeros como una amenaza…”

 Es alucinante comprobar la evolución de Carlos como autor. Todo lo que ha aprendido por el camino hasta llegar aquí se plasma en la obra que tenemos entre manos y lo hace de un modo tan evidente, que no puedo sino esbozar una sonrisa cómplice al recordar cómo empezó todo y como han cambiado las cosas durante este trayecto. Pese a ese toque personal inimitable y esos guiños a la cultura popular que todos sus seguidores y frikis de pro encontraremos maravillosos, Aeternum transita por  un lugar mucho más tétrico y desolador que en anteriores ocasiones, con un pulso dramático y amargo que me ha sorprendido. Un tono mucho más oscuro, en el que el autor por fin ha sabido dejar atrás ese positivismo que sabe que siempre le he criticado en sus trabajos y que por fin abraza sin reparos la oscuridad. Duro y cruel como pocas veces lo he visto, Sisí no permite que los sentimientos hagan mella en sus decisiones como autor a la hora de decidir el destino que les aguarda a sus personajes, quienes van a sufrir como nunca antes lo han hecho, pese a todo lo que ya han vivido.

Y es que esta es una novela de personajes, valga la redundancia. Les conocemos bien. Hemos compartido tanto con ellos, hemos padecido a su lado, hemos derramado tantas lágrimas juntos,  que los consideramos como propios y deseamos con todas nuestras fuerzas que logren salir adelante, que consigan su propósito de  tener una nueva oportunidad, de sentar las bases de un nuevo mundo, viviendo tranquilos sin tener que pelear por su vida a cada minuto. Pero Carlos no está dispuesto a ponerles las cosas fáciles en absoluto. Todo lo contrario. En esta ocasión van a enfrentarse a unas situaciones que escapan por completo de cualquier cosa que jamás pudieran esperar, a algo que va a cambiarlo todo para siempre y de lo que no van a poder huir.

El autor va al grano, como suele ser habitual en él. Lejos de llenar páginas y páginas de pura paja, Carlos hace que cada palabra cuente, que cada escena tenga vital importancia, de que en todo momento haya algo que nos tenga en ascuas, pendientes de lo que les depara el destino a nuestros protagonistas. Siempre fiel a ese estilo ágil que ya es parte de su sello, Sisí hace gala de una seguridad y convicción a mil años luz de su primera novela. Eso le confiere una fuerza y una madurez inusitada, aportando dinamismo y crudeza a partes iguales, en lo que para mí es sin duda su mejor novela hasta la fecha.

 La fluidez con la que se va desarrollando la historia, ese halo de desesperanza y fatalismo; esa atmósfera de desasosiego y derrotismo que somos incapaces de quitarnos de encima a medida que vamos avanzando en la lectura, mientras va  jugando con nosotros y nuestra angustia, haciendo un magnífico uso del cliffhanger, demorándose adrede, y con toda la maldad del mundo,  en algunos momentos decisivos para potenciar el dramatismo de la escena y su relevancia en lo que acontecerá después, demuestran que Carlos tenía muy claro lo que pretendía: Hacérnoslo pasar mal, de un modo muy, muy satisfactorio.

Hay un difícil equilibrio entre utilizar esas herramientas y conseguir al mismo tiempo que la novela fluya de forma natural, entre la acción pura, el desnudar a los personajes y en crear la tensión previa a esas escenas en que el autor nos da un puñetazo en los morros y nos deja noqueados, incluso antes del gran clímax final. No es en absoluto sencillo saber utilizar tantas cartas y lograr que funcione. En este caso, lo hace y de una forma que solo puedo catalogar como redonda.

Reencontrarse con  viejos amigos como Dozer, Aranda, Susana, la dulce Alba, Jose y otros tantos , o conocer a algunos nuevos personajes tan carismáticos como los anteriores, es siempre un placer. Reencuentros y despedidas, porque no todos lograrán sobrevivir a la nueva amenaza que se cierne sobre ellos. Me ha resultado un poco extraño, diría que incluso triste, ver su evolución. Una evolución que no es tal, sino todo lo contrario. Tras tanto sufrimiento, tras tanta lucha, tras tantos compañeros caídos y esperanzas perdidas,  el miedo, el derrotismo y la fatalidad les han ganado la partida y ya no son los mismos. Algo se ha roto dentro de ellos, han cruzado un límite del que nunca podrán regresar. Reducidos a una sombra de lo que un día fueron, vencidos , derrotados, agotados en extremo y sin un atisbo de esperanza, veremos facetas de ellos que no conocíamos, versiones que no son más que un reflejo de toda la mierda que han tenido que tragar.  Lo peor de sí mismos, sus debilidades y sus miedos, atormentados, incapaces de sobreponerse y seguir adelante, cuando no ven  ya hacia dónde tirar ni si vale la pena intentarlo de nuevo.  La suerte está echada y la única oportunidad para la especie humana es justo el dejar de ser tal, al menos como entendemos lo que significa ser humano.

Y la sombra del Padre Isidro planeando sobre ellos. Un pasado que no pueden dejar atrás y que se empeña en alcanzarles una y otra y otra vez…  Si hay algo que me ha fascinado, es ese toque en el que Carlos coquetea con lo imposible, con lo oculto, lo paranormal. Lo que empezó con Alba y su tarta de coco, puede llegar mucho más lejos de lo que podíamos imaginar.

lca2Con Aeternum, Carlos nos muestra su lado menos amable y optimista. Decidido, inmisericorde, no le tiembla el pulso a la hora de ejercer de Dios mezquino y cruel, caprichoso y deleznable, puteándolos hasta extremos que nos hacen temblar de rabia e impotencia. Pero siempre desde una lógica innegable ante las situaciones que nos encontramos, haciendo que sus decisiones tengan todo el sentido del mundo, a juzgar por cómo se desarrollan los hechos. Era inevitable, no podía ser de otro modo, como diría el agente Smith en Matrix. ¿O quizá sí?  Hay que aplaudir esa valentía. Son pocos los que se atreven a atormentar y sacrificar a sus personajes por mucho que la historia lo pida, por mucho que así deba ser. Yo me he cagado en todo lo cagable y he maldecido a Carlos por ser tan cabrón…Pero admito que me ha encantado lo que ha hecho y aplaudo por ello.

Una vez terminado el libro, habiendo ya maldecido al autor por el buenísimo mal rato que me ha hecho pasar, solo cabe una pregunta más: ¿Qué sucederá ahora? Ese final me ha puesto la piel de gallina. Mal rollo, mucho mal rollo ante lo que se avecina. Uno lo intuye y ve que las cosas, por muy mal dadas que vengan,  SIEMPRE pueden empeorar.

 Solo queda saber cómo lo va a hacer Carlos, con que nos va a sorprender en el futuro y si seguirá por esta nueva senda que ha iniciado con Aeternum, donde ya no queda lugar para la esperanza…. Solo puedo aseguraros una cosa: Yo no me lo perderé.

 

Los Caminantes: Aeternum

Carlos Sisí

Editorial: Minotauro

ISBN: 978-84-450-0217-9

Páginas: 544 pág.

PVP: 18.95 € (Epub: 9.99€)

 

 

 

Panteón, de Carlos Sisí

Buenas noches, mis queridos Lectores Ausentes.

Uno de los mayores miedos que puede sufrir un escritor, es el de que su nuevo trabajo no esté a la misma altura que los anteriores, aquellos que le dieron una reputación y que le han supuesto la fama y el reconocimiento. Ha de ser difícil convivir con la duda hasta que los primeros lectores no dan su opinión, hasta que el público -que en definitiva es quien decide a quien alabar o a quien echar a los leones-  le dice “¡Hey, tío…! ¡Lo has vuelto a  hacer!”

panteon-carlos-sisi_portadaCuando alguien como Carlos Sisí saca una nueva novela, la expectación es inmensa. Más, cuando como es el caso,  la obra ha sido ganadora de un certamen tan importante como es el Minotauro, algo que está generando todo tipo de debates y comentarios. No voy a hablar sobre ese tema, porque a fin de cuentas y como ya digo, son los lectores quienes tienen la última palabra y son ellos quienes deciden si la obra es merecedora ya no solo del ilustre galardón, si no del reconocimiento a nivel de público y ventas.

Si hay algo que admiro de Carlos en su faceta de autor, es sin duda su afán de superación, su capacidad para no encasillarse y lo inteligente que ha sido aceptando nuevos retos, queriendo experimentar con distintos géneros, sin ponerse limitaciones de ningún tipo. Lo fácil sería acomodarse y darle a sus fans más de lo mismo. Pero no. Ha llovido mucho desde que Los Caminantes se cruzaron en nuestras vidas. Una genial trilogía que ya evidenciaba el talento del autor y nos permitía ver su constante evolución. Tras los zombies, Carlos nos mostraba una vertiente distinta del terror, mucho más realista y cotidiana con Edén Interrumpido. Un modo magnifico de cambiar de registro y demostrarnos a sus lectores que hay un millón de historias distintas bullendo en su cabeza y aun por contar. Hace apenas unos meses, llegaba La Hora del Mar, una novela mucho más compleja y trabajada que las anteriores, en las que el autor hacía sus pinitos con la ciencia ficción, sin dejar a un lado el terror en forma de inminente apocalipsis.  Un eco thriller que no tiene nada que envidiar a los ofrecidos por  grandes maestros internacionales del best seller. Mucho más ambiciosa que sus antecesoras, la novela supone un antes y un después en la bibliografía del escritor, tanto por la variedad de personajes como en las distintas ubicaciones donde sucede la acción y los diversos planteamientos que nos ofrece su lectura.

Con semejante currículum, no es de extrañar que en cuanto supimos de la inminente publicación de Panteón, se nos pusieran los dientes largos. Y lo cierto es que no nos ha defraudado.

Estamos ante una novela de aventuras ubicada dentro de la ciencia ficción más tradicional. Una space ópera que coquetea con varios géneros y que le debe, y mucho, a todo el bagaje friki y cultural que el autor ha reunido a lo largo de su vida. Desde sagas cinematográficas tan míticas como Alien, Star Wars o Indiana Jones, hasta los relatos de terror cósmico del maestro Lovecraft,  pasando incluso por los videojuegos -con títulos tan conocidos como Dead Space o Halo-, son muchas las fuentes que han alimentado la imaginación de Carlos y le han llevado a crear una historia como la que tenemos entre manos.

Carlos goza de varias virtudes y una de ellas es la honestidad. Siempre comenta que su intención no es otra que entretener. Engatusar al lector para que se olvide durante unas horas de sus quehaceres diarios y pueda evadirse de la realidad.  En este caso, puedo afirmar con toda rotundidad que lo consigue con creces. Uno empieza a leer y queda atrapado de inmediato por la historia, sumergido por completo en la trama y en ese universo imaginado por el autor. Un universo amplio, complejo y rico en detalles, que personalmente, espero que siga explotando en el futuro. Puede sacarle aún mucho jugo, tanto por un escenario increíble, como por lo bien construidas que están las bases sobre las que se sostiene.

 

Sinopsis

La Tierra, el planeta original, explotó hace algo más de diez mil años. Por aquel entonces el hombre ya había iniciado su periplo por el espacio. En esta nueva Era, la guerra y la paz son elementos de una misma balanza que se equilibran cuidadosamente desde La Colonia, el enclave científico por excelencia. Desde allí, la controladora Maralda Tardes detecta actividad bélica en un planeta alejado de cualquier ruta comercial, y decide iniciar un protocolo estándar de inspección. Mientras tanto, Ferdinard y Malhereux, dos jóvenes chatarreros, esperan pacientemente en el subsuelo de dicho planeta a que acabe la guerra en la superficie para saquear los restos del combate y extraer un suculento beneficio. Entre los restos de la batalla encuentran un extraño artefacto que parece pertenecer a una civilización antigua y desconocida y tras el que van los atroces mercenarios sarlab y los científicos de La Colonia por igual. Poco se imaginan Mal y Fer que lo que tienen en su poder podría ser la llave para liberar una amenaza más antigua que la galaxia.

 

Se nos presentan apenas tres facciones enfrentadas en esta historia y  tan solo con ellas podemos hacernos una idea de lo que podría llegar a ser ese universo, hasta donde se podría desarrollar y expandir.  Tenemos a La Colonia, asumiendo unas funciones que la convierten en la supuesta valedora de la Justicia a nivel interplanetario, equilibrando la balanza de poder según su criterio y sus propios intereses, entre paternalista y soberbia, tan necesaria como arrogante y sin embargo, tan expuesta a sucumbir y ser destruida por la ambición y el ansia de poder como cualquiera… o por algo mucho peor.

Tenemos a Los Sarlab, el máximo exponente de los muchos clanes de mercenarios que pululan por la galaxia, haciendo el trabajo sucio de las corporaciones, saqueando y luchando bajo las órdenes del mejor postor. La batalla es su razón de ser y  seguirán haciendo lo único que saben mientras haya quien esté dispuesto a pagar por ello, por lo que su lucha no tendrá fin, sea aquí o en cualquier otro lugar de la galaxia.

Y tenemos la última pieza del tablero, que prefiero no desvelar, aunque a poco que avancéis en la lectura intuiréis a que me refiero. Lo que supone el cambio de paradigma para toda la humanidad. Es ahí donde el autor tiene su mejor baza para continuar desarrollando la historia, llevándonos de la mano para descubrir cuán lejos puede llegar. Un elemento que además de resultar imprescindible para descifrar el misterio, nos deja con ganas de saber más al respecto y abre un millón de posibilidades ante nosotros.

Me resulta fascinante la facilidad de Carlos para dar vida a sus personajes. Lo sencillo que resulta hacernos con ellos y lo bien que funcionan. Fer y Mal,  la pareja protagonista, son unos buscavidas adorables. Unos aventureros que a pesar de haber vivido mil y una aventuras, están lejos de la idea que tenemos del héroe. Tipos normales que hacen su trabajo y no dudan en jugársela si la ocasión lo merece, pero a los que no les van las heroicidades,  les acojonan las balas y  tiemblan ante la posibilidad de morir, como a cualquier hijo de vecina. Dos tipos a los que yo, no me preguntéis la razón, he estado visualizando como a Jay y Bob, el silencioso (si, lo sé. Estoy fatal. XDXDXD).

Pero si en algo destaca el autor es en la creación de los villanos. Creo que el padre Isidro es insuperable en todos los aspectos, pero debo admitir que Jebediah, el líder de los Sarlab, tampoco se anda con chiquitas. Cruel, despiadado, invencible. Modificado de pies a cabeza, este ciborg tiene más de máquina que de ser humano. Una máquina de matar perfecta cuya ambición no conoce límites y que se considera a sí mismo como un ser superior, imbatible y al que todos los demás deben someterse. Esta mezcla entre Terminator y Darth Vader (y con este último las similitudes van más allá de lo que es evidente, como descubriréis cuando leáis la novela), da como resultado un malo de película. Un personaje que por sí solo hace que valga la pena leerse el libro.

Aunque ni siquiera Jebediah es rival para el Mal, en mayúsculas, que amenaza con extenderse y destruir todo lo que conocemos, hasta la existencia misma, si logra escapar de su cautiverio. Nioolhotoh, entidad indescriptible que va más allá de lo comprensible, cuya voracidad no tiene límites y para el que conceptos como la vida o la muerte son algo carente de significado, pues no conoce ni una ni otra, resulta un magnífico homenaje a los horrores cósmicos imaginados por Lovecraft. Un ente terrible que podemos incluir en la caterva de Dioses Primigenios, si acaso no los devora antes.

El resto de personajes están bien logrados y resultan interesantes ejerciendo su función dentro de la obra. Aunque por alguna extraña razón, no he llegado a sentir empatía con Maralda. La oficial tiene un papel vital en la historia, hasta el punto de ser una de las protagonistas principales. Bien construida y siendo creíble en todo momento, aun no comprendo porque no ha habido química entre nosotros, dejándola por mi parte en un segundo plano cuando en realidad debería estar en primera fila, junto a Mal y Fer. Por su parte, Tarven For me ha parecido uno de los personajes mejor perfilados y definidos de toda la novela. Sus acciones, sus motivaciones y su forma de enfrentarse a cada nueva situación logran que las escenas en las que hace acto de presencia resulten de lo mejor de la historia. Mención aparte para El Hombre Alto, quien cual emperador Palpatine, maquinando desde las sombras infiltrado en el Senado, nos deparará uno de los momentos más álgidos y emocionantes de toda la novela, así como un nuevo misterio que resolver.

En cuanto a los secundarios, funcionan a la perfección  asumiendo su rol y ofreciendo algunos momentos brillantes, sirviéndonos de ellos para ver la historia en toda su magnitud y obtener a través de ese modo una visión más precisa y profunda de cada una de las facciones enfrentadas.

Carlos_Sisi_1Carlos no ha dejado de evolucionar, de aprender el oficio.  Eso es algo tan obvio que resulta innecesario mencionarlo de nuevo. Pero no por ello ha perdido ese estilo suyo, tan personal y cercano, tan fresco y peculiar.  Una prosa sencilla, pero efectiva, que hace que el lector se vea arrastrado por la historia sin apenas proponérselo, dejándose llevar y deseando seguir pasando página tras página para saber qué ocurrirá a continuación.

Como única pega, tengo que hacer referencia a los diálogos. En algunos momentos puntuales, el lenguaje utilizado por los personajes no se ajusta en modo alguno a la idea que nos hemos hecho de ellos. No pegan con su persona. Ciertas palabras, ciertas expresiones, me han chirriado. Y el uso de algunas coletillas que en un primer momento he encontrado muy acertadas e incluso divertidas, ha terminado siendo algo  excesivo. Se me ha quedado grabado a fuego lo de “Sagrada Tierra” y es que si la frase de marras no se repite como unas veinte veces, no lo hace ninguna.

Salvo por este pequeño detalle, que como digo es algo puntual, Panteón es una novela excelente. Con un ritmo trepidante, acción a raudales y algunos momentos sencillamente brutales, Carlos nos ofrece una historia de esas que en manos de un buen director y un mejor presupuesto, podría convertirse en una peli de culto. Divertida y muy, muy entretenida, palomitera al cien por cien y con ese poso final que es ya como un sello personal de Carlos: El optimismo y la fe en la raza humana.

 

Panteón

Carlos Sisí

Editorial: Minotauro

ISBN: 9788445001172

Páginas: 360 pág.

PVP: 17,55€

 

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Festival de cinema Fantástic de Sitges: Diario de a bordo -Día 3-

 

12/10/2012

Si hay que madrugar, se madruga. Pero madrugar “pa ná”, es tontería. Y lo ha sido, porque sigo sin internet, sin poder conectarme a actualizar y sin poder sacar las putas entradas de los coj$%&…

Inspiro profundamente, exhalo hasta la última partícula de aire de mis pulmones y decido aplicar mis insuperables técnicas de relajación, aprendidas a través de años de experiencia en la práctica de las antiguas artes orientales. Utilizo mis conocimientos en meditación Zen, respiración Tántrica, Yoga, Tai-chi, feng shui, Yoko Ono, Lakasitos y Mitshubisi, para lograr reponerme del disgusto y afrontar el nuevo día.

Mis esfuerzos parecen dar resultado y más tranquilito, emprendo rumbo al Auditori. Tengo que aprovechar el tiempo que me queda antes de la sesión matutina y en la sala de prensa, con dos cafelitos entre pecho y espalda, actualizo mi muro de Facebook, dando cuenta de cuales son mis primeras impresiones sobre las pelis que he podido ver hasta el momento.

Al salir, me acerco a la firma de ejemplares que tiene lugar en la carpa de Fnac. Veo a Elio Quiroga, pero no hay ni rastro de Carlos Sisí. Era una firma conjunta organizada por la editorial Minotauro y me extraña que el bueno de Carlos no aparezca por ningún lado.

Me encuentro con Marta y tras un desayuno de campeones a las dos de la tarde (en Sitges, el tiempo es más relativo de lo que Einstein creía y el reloj biológico hace cosas raras), nos vamos directos a la que para mi, va a ser la primera y última peli del día.

ABC,s of Death (Kaare Andrews, Angela Bettis, Ernesto Díaz Espinoza, Jason Eisener, Bruno Forzani i Héléne Cattet, Adrían Garcia Bogliano, Xavier Gens, Lee Hardcastle, Jorge Michel Grau, Noboru Iguchi, Thomas Malling, Anders Morgenthaler, Yoshihiro Nishimura, Banjong Pisathanakun, Simon Rumley, Marcel Sarmiento, Jon Schnepp, Srdan Spajosevic, Timo Tjahjanto, Andrew Traucki, Nacho Vigalondo, Jake West, Ti West, Ben Wheatley, Adam Wingard, Yudai Yamaguchi)

Curiosa, salvaje, gamberra, divertida, surrealista y en ocasiones escatológica recopilación de cortometrajes de alrededor de cuatro minutos cada uno, cada cual con un título que lleva como inicial una letra del abecedario y cuya única premisa es tener a La Muerte como inspiración. 26 cortometrajes, 26 directores y muy mala leche. De todo un poco en cuanto calidad, desde autenticas joyitas hasta cosas inclasificables, pero siempre llevando al espectador hacia los extremos.

http://www.youtube.com/watch?v=BqKeFZU0g0w

Más tarde, rueda de prensa de la peli en la carpa de Fnac, con la presencia de varios de los directores, incluido Nacho Vigalondo. Resulta curioso comprobar los distintos puntos de vista de cada uno de los creadores y en como han enfocado el proyecto. Distintas formas de entender La Muerte y reflejar esa visión en los cortometrajes. Muy divertido, aunque se pone de manifiesto que el  humor escatológico es algo en lo que resulta fácil regodearse, ya que son varios los directores quienes abordan el tema que da pie a la recopilación desde ese enfoque.

 

Yo regreso al hotel, a repasar notas y apuntes, echarme una siestecita y pegarme una ducha.  Fresco y con ganas de lo que viene a continuación,  abandono el cuchitril de mala muerte y bajo por el Paseo Marítimo, rumbo a una cita  a la que no puedo faltar.

Presentación y firma de ejemplares de la editorial Minotauro, con la presencia de Carlos Sisí con su novela La Hora del Mar y con Elio Quiroga con El Despertar.

Llegamos a la nueva ubicación del espacio Brigadoon, en El Escorxador y allí, encuentro con varios amigos y compañeros de oficio y afición (Juande Garduño, Iván Mourin y Cristina Borrell, Jezz Burning y Martín, Miguel Aguerralde y Eli Arencíbia, Daniel Pérez Espinosa, Mónica Mateo, Miriam Heredia, David Díaz Arnau , Jean Larsen y familia, Daniel Expósito y Silvia Lorenzo). Interesante y divertida charla en la que aparte de llevarme un ejemplar de El Despertar de regalo (cuanto daño ha hecho Big Ban Theory  y cuantos conocimientos aparentemente inútiles almaceno en mi cabeza), disfrutamos de las explicaciones de los autores y compartimos su particular visión del fin del mundo y de lo complicado de la naturaleza humana.

Al finalizar el evento, desafiamos a la madre naturaleza, que con algo que se parecía mucho al Diluvio Universal, intentaba y arrastrarnos  por las calles que bajaban literalmente inundadas.  Me pregunto si ha sido cosa de Minotauro y una promo de tres pares que se les ha ido de las manos…

Risas, charlas, confidencias, ideas y nuevos proyectos entre gente querida y afín. La mayoría va marchándose tras una tarde muy fructífera y divertida, quedándonos  un pequeño grupo de valientes dispuestos a disfrutar de lo que queda de la velada.

El aguacero ha sido tal, que hasta vemos con tristeza como se suspendia la esperada y multitudinaria Zombiewalk, algo que supone un palo muy gordo para todos los aficionados que llevan desde primera de hora de la mañana con los maquillajes y resto de preparativos. Aun así, cuando la lluvia amaina ya bien entrada la noche, no son pocos los que deciden montra su propio evento, paseando por las calles del casco viejo de la ciudad y reuniéndose en la plaza, con lo que al final podemos decir tuvo lugar una Zombiewalk alternativa, de una forma poco habitual y fuera de lo común, por cuenta y riesgo de los propios participantes que con ese espíritu festivo y valiente, se negaron a rendirse y se animaron a ir por libre.

Miguel Aguerralde, Eli, Carlos Sisí, Marta (que se reúne con nosotros para cenar, acompañada de su pareja Vangelis) y un servidor se dan un homenaje low cost, a base de bocatas gigantes, refrescos e infusiones, mientras matamos la noche hablando de aquellas cosas que tanto nos gustan. Nos despedimos de los Canarios y tras dejar a Marta en el cine, Vangelis y este que escribe acompañamos a Carlos a su hotel. El pobre ha tenido un día duro y cargadito de aventuras, así que le dejamos retirarse. El camino de vuelta resulta una experiencia muy agradable, en la que Vangelis y un servidor empiezan a hablar de zombies y terminamos haciendo una tesis doctoral sobre Lovecraft y el horror cósmico, la obra de Poe y el peso del terror clásico en las obras actuales.

Ha sido un buen día, dedicado casi en exclusiva a la literatura. Y cuando parecía que no podía mejorar, ya rumbo al hotel y con la cama como única meta, lo hace….

 

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La Hora del Mar, de Carlos Sisí

Buenos días, mis queridos Lectores Ausentes.

Hoy, a 9 de Octubre de 2012, sale por fin a la venta uno de los títulos más esperados por este, vuestro servidor,  desde que tuvo conocimiento de que su autor estaba trabajando en él.

Todos sabéis de la gran amistad que me une con ese tipo simpático y buena gente que es Carlos Sisí, archiconocido escritor malagueño y autor de esa fantástica trilogía zombie que es la saga de Los Caminantes. Soy un tipo afortunado al contar con el aprecio y la confianza de Carlos, quien tiene siempre el detalle de contarme entre sus primeros lectores antes de que sus títulos vean la luz de manera oficial. Algo que para mi supone no solo motivo de alegría y felicidad, sino la oportunidad de comprobar en primera persona si el autor ha sabido mantener el tipo respecto a su anterior trabajo y corroborar mis palabras cuando digo que Carlos se ha convertido en un referente para muchos de nosotros.

Y es que cuando alguien ha parido algo como Los Caminantes, con semejante legión de fans rendidos a sus pies, la presión que esto supone cuando decides ampliar tus horizontes y cambiar de registro para contar historias igual de aterradoras, pero alejadas del subgénero de los podridos, tiene que ser brutal.

El miedo a si gustará. El si sabrás mantener el nivel. El demostrarle a los demás y a ti mismo que eres capaz de seguir sorprendiendo…

Cuando Carlos publicó “Edén Interrumpido”, esas preguntas quedaron resueltas para todos. No solo demostraba que era capaz de manejarse con soltura con otro tipo de historias, sino que además, en mi opinión, eso le permitía utilizar nuevos recursos y herramientas literarias que hacían patente su enorme talento y lo mucho que ha evolucionado como escritor. Su arte, suyo y de nadie más, se ha visto reforzado por las tablas que da el trabajar con ahínco, por la experiencia de estos años de intenso recorrido y por la ilusión y cariño que le pone en todo lo que hace . Se ha convertido en un auténtico artesano en su oficio y lo vuelve a demostrar con La Hora del Mar.

Con La Hora del Mar, el autor nos trae una historia llena de sorpresas. Se presenta como un thriller medioambiental, si. Pero también es ciencia ficción pura.  Y terror abisal. Y novela de aventuras. Y como no, novela apocalíptica con todas las letras. Todo eso y mucho más tiene cabida en sus más de quinientas páginas, en las que el lector vivirá una de las mejores y más espectaculares experiencias literarias de su vida.

Para los más quisquillosos, no voy a venderle la moto a nadie diciendo que estamos ante un ejemplo de alta literatura, ni falta que hace. Esa no es la intención del autor ni el propósito de la historia. Esto es puro entretenimiento, desde un enfoque serio y espléndidamente desarrollado, que nos sumerge en la lectura y nos permite disfrutar del fin del mundo,  sentados en primera fila, gafas 3D y bol de palomitas incluido.

Intensa, demoledora en algunos momentos, el autor se aprovecha de una amplia y cuidada documentación sobre fenómenos tan extraños, curiosos y atemorizantes como reales y demostrables, para tejer un argumento bien entramado y mejor desarrollado, con el que nos atrapa desde las primeras páginas y que nos mantiene agarrados al libro, incapaces de soltarlo.

Queremos saber más. Necesitamos saber que ocurrirá a continuación. Que nuevas y desagradables sorpresas aguardan a nuestros héroes, personajes que luchan por su supervivencia y por la de nuestra especie, y que se enfrentan a algo para lo que la raza humana no está preparada en modo alguno, pese a los avisos y a saber que lo que ocurre es algo que hemos provocado nosotros mismos.

La mar. Si, la Mar. Su fecundidad y su carácter son rasgos  claramente femeninos y así es como la siento. Un lugar que ha fascinado al ser humano desde el inicio de los tiempos. De sus aguas generosas surgió la vida en la Tierra. Por lo visto, será también ella la encargada de terminar con ella, albergando entre sus aguas algo que escapa a nuestra comprensión y que supone  a todas luces, el fin de la era del hombre.

Decir que La Hora del Mar me ha gustado sería poco. Me ha sorprendido capítulo a capítulo, logrando que recordase viejos artículos leídos sobre algunos de los extraños sucesos reales que se comentan en la novela. Me sigue fascinando la capacidad de Carlos en crear villanos atípicos y tan destacables, que permanecerán en nuestra memoria por mucho, mucho tiempo. Su talento a la hora de introducir toneladas de información en la narración, sin que nos demos cuenta ni se note, es algo que agradezco, ya que no soporto los tochos sobre datos y detalles que algunos autores meten en sus obras y que están metidos con calzador, quedando un pegote imposible de digerir sin dormirse de puro tedio. Aquí, Carlos utiliza a sus personajes de forma certera para ello, saliendo cada uno de los temas y su explicación de manera natural y agradable en los distintos diálogos, como algo espontáneo y sin intención por parte del autor.

En fin, amigos. Que podría seguir durante horas comentando las virtudes de esta novela, pero creo que lo mejor es que seáis vosotros quienes la juzguéis y me digáis que os parece. Yo lo tengo claro: Carlos ha vuelto a superarse una vez más y demuestra que no solo hay vida más allá de los Zombis, sino que le quedan aun muchas historias que contar y que cuando lo haga, seguirá haciéndolo con el mismo talento al que nos tiene acostumbrados y dejando claro que es un excelente escritor, más allá de géneros.

«Hay una única cosa tan salada como el mar: Las lágrimas de los hombres cuando sienten que se acerca su fin…»

 

La Hora del Mar

Carlos Sisí

Editorial: Minotauro

ISBN: 9788445000847

Páginas: 500 pág.

PVP:19,95€

 

Edén Interrumpido, de Carlos Sisí

Buenos días, mis queridos Lectores Ausentes.

Hace ya días que tenía ganas de colgar esta reseña. Por diversos motivos no pude hacerlo en su momento, cuando tuve el honor de ser uno de los lectores cero del que es el último trabajo hasta la fecha  de mí admirado y querido Carlos Sisí.

Recién terminada la lectura de  Edén Interrumpido, solo puedo describir como me sentí con un único adjetivo: ¡Maravillado!

¡Que mala leche se ha gastado el autor! ¡Que forma tan magistral de relatar el descenso al infierno de la locura de su protagonista!

Ser testigos de como el pobre desgraciado va consumiéndose hasta caer en la más total demencia, con un punto de partida tan cotidiano  y un argumento tan simple, tan sencillo y familiar, me hizo plantearme si por un casual el propio autor no  se habría visto en semejante tesitura en algún momento. Si acaso lo relatado partía de una premisa real y de algún modo, autobiográfica, salvando las distancias. Porque Carlos lo detalla de un modo tan creíble, describiendo con todo lujo de detalles ese viaje a la locura, esos intentos desesperados de solucionar el problema, ese laberinto burocrático tan inútil como desquiciante, que parece que él mismo haya sido victima de algo semejante, aunque sin llegar a perder la cabeza.

Un hombre normal, un tipo cualquiera, feliz con su nueva vida, optimista y vital, se encuentra con algo tan aparentemente estúpido como pude ser el molesto perro de un vecino, y Carlos  va y lo convierte en el inicio de una pesadilla tan kafkiana  que uno no puede creer lo que le esta pasando. Es perverso, muy perverso.

La evolución de Carlos como escritor no deja  de sorprenderme.  Se hace evidente que ha crecido. Que ha hecho sus deberes y que ha convertido esto su oficio. Un cambio progresivo, que sin ser radical, es indiscutible. Su estilo se ha vuelto más depurado y cuidado con los detalles, con las pequeñas cosas que le dan valor a la obra. Si en sus anteriores novelas ya comprobamos  su buen pulso a la hora de darle ritmo a la historia y profundidad a los personajes, comprobamos con agrado que incluso aquí hay un cambio sustancial que demuestra su capacidad de perfeccionarse en cada nuevo escrito

El sacarle jugo a un hecho aparentemente sin importancia, a una situación que ocurre a diario en cualquier lugar del mundo y retorcerla hasta convertirla en una pesadilla, es una buena muestra del saber hacer del autor.

Ha madurado, y mucho, en la forma de narrar, en la forma de encajar las situaciones y lo que acontece dentro del engranaje de la novela. Esta construida con esmero y resulta curioso comprobar la fluidez con la que el lector se involucra en la trama y va descendiendo, horrorizado, al derrumbe físico, psíquico y vital del protagonista, mientras se pregunta uno como coño hemos llegado a esa situación tan absurda, trágica y surrealista.

Carlos ha crecido como autor. Se lo dije con Hades Nébula y me reafirmo. No ha dejado de pulirse, de mejorar, de afianzar su estilo y forma de escribir. Hay una diferencia no solo evidente, sino abismal.

Recomendable de verdad. Os va a sorprender la capacidad de Carlitos para mantenernos atentos a la historia, viendo como los acontecimientos se suceden de forma tan dramática, de un modo tan pausible como aterrador, hasta un final donde la realidad se manifiesta tan terrorífica y disparatada como la peor pesadilla que os podáis imaginar.

Y el contenido en crítica social no pasa desapercibido para nadie. En este mundo de internet y televisión, todos opinamos, siendo juez y parte, ensalzando o lapidando según unos criterios que en demasiadas ocasiones son erróneos o fruto de nuestra propia ignorancia, limitándonos a seguir a la turba enfurecida.

En resumen: Una buena novela. No os la perdáis o lo lamentareis.

 

Edén Interrumpido

Carlos Sisí

Scyla Ebooks

ISBN: 978-84-480-0528-3

Formato: EPUB con DRM

Fecha Publicación: 10/03/2012

Páginas: 90 pág.

Precio: 0,99 €

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Los Caminantes: Hades Nébula, de Carlos Sisí (Por Francisco José Arcos Serrano)

Hace pocos días terminé la lectura de “Hades Nébula”, el último libro de la trilogía “Los Caminantes”, de Carlos Sisí, publicada por Minotauro. El pulso narrativo mostrado en su última obra es inmejorable, convirtiéndola en una lectura muy entretenida y en la mejor de la saga, dejando sin respiro al lector durante el periplo de los personajes en la que es la novela más larga de la trilogía.

¿Qué nos podemos encontrar a estas alturas en una nueva novela de zombies? Pues muchas cosas buenas y originales, si cabe.

En ella comprobamos que el estilo ‘marca de la casa’ de Sisí sigue ahí, pero va mucho más allá y da un nuevo giro o vuelta de tuerca al género, lo que lo hace doblemente interesante.

La acción, tensión y las descripciones truculentas de los otros libros de la saga siguen vigentes, pero en esta ocasión, son los personajes quienes han logrado tocar mi  fibra sensible,  experimentando lo que ellos han vivido y sintiéndome como uno de ellos, sobreviviendo lo mejor posible al asedio zombie.

Entrando más en materia, hay un salto geográfico desde Málaga a Granada, transcurriendo los hechos en la Alhambra, fortaleza que da mucho juego en la trama principal de la novela, haciendo un uso muy ingenioso y a la vez muy cercano de tan apropiado escenario.

A los fans del género Z les encantarán ciertos guiños o influencias, como la serie de cómics ‘Los muertos vivientes’, o del inevitable George Romero, padre del zombie actual. Una de las cosas que más miedo y tensión provocan, no son los Caminantes en sí, si no algunas decisiones tomadas por los humanos que intentan sobrevivir, sacando lo peor de sí mismos, convirtiendo estas acciones en la base de gran parte de las tramas y subtramas que tejen la red principal del libro.

Otro detalle a tener en cuenta es la acertada dosificación de los hechos: Sisí, como buen maestro de ceremonias, intercala momentos más costumbristas o profundos con otros de arrebatadora violencia, dando un equilibrio casi perfecto (digo ‘casi’, porque me da la sensación de que en algunos pasajes se olvida de algunos personajes que podrían dar más juego en una determinada circunstancia para otorgarles más protagonismo a otros…), que engancha de principio a fin.

Un clímax de infarto, sumado a todo lo anterior, hacen de ella una lectura imprescindible tanto como si eres un ‘zombiemaniaco’ como si no, ya que la fuerza que destilan todos los personajes que se pasean por aquí te llegarán hondo, y te llenarán de cierta tristeza cuando leas la palabra FIN, y tengas que volver de nuevo a las páginas del primer libro que abre la trilogía, porque no te podrás desprender de ellos en muchísimo tiempo. A mí me ha pasado.

Deseando leer nuevas obras que salgan de la pluma de este mago que tantos momentos mágicos me ha hecho experimentar, con un arte y un modo de narrar que está al alcance de muy pocos.

 

Los Caminantes: Hades Nébula

Carlos Sisí.

Editorial: Minotauro.

Páginas: 448

Precio: 18,95 Euros.

ISBN: 9788445078464

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-Noticias- Novedades en el Athnecdotario y otras cositas de interes

Buenas noches, queridos Lectores Ausentes.

Hoy vengo cargadito de buenas nuevas.

-La editorial Almuzara, la misma que aposto por descubrirnos la que a dia de hoy, es para mi la mejor novela de zombies jamas escrita ( Estoy hablando de «Guerra Mundial Z» o mas conocida como la «WWZ» ), y que anteriormente ya nos habia ofrecido la curiosa y popular «Guia de Supervivencia Zombie», vuelve a la carga con lo que sin lugar a dudas su nuevo exito editorial: «La Guerra de la doble Muerte«, de Alejandro Castroguer. Quien no conozca a este hombre, buen amigo de esta casa, escritor con talento, lector empedernido,amante de la musica clasica y cinefilo compulsivo, a buen seguro lo hara  pronto. Y es que vamos a oir hablar mucho de el y su fantastica novela.

Por fin sabremos que futuro les aguarda a sus peculiares  y carismaticos personajes y si la rata del hambre les dara tregua a Judith,Salvador y como no, Ahab, Batablanca y los demas.

-Ya ha salido a la venta «Necropolis«, la esperadisima segunda parte de «Los Caminantes«, de Carlos Sisi. Otra obra que resultara un exito rotundo, teniendo en cuenta que «Los Caminates» acaba de sacar ya la cuarta edicion. ¡Casi nada! Carlos ha conseguido algo que parecia imposible y es que lograr que una segunda parte supere en calidad a la primera no es nada habitual.

 Dolmen tiene la enorme suerte ( fruto de su perspicacia y saber hacer) de contar en su cantera con apuestas seguras como es el caso de Carlos, que ha demostrado con su ultimo trabajo que se ha convertido en todo un icono y figura  representante del genero fantastico en nuestro pais.

– Y para finalizar esta entrada, un par de apuntes sobre las novedades en el Athnecdotario:

 En primer lugar, no se si os habeis fijado que ahora todos los temas sobre los que hemos hablado en el web-blog han sido clasificados y colocados por fin en categorias. Si visitais la ventana de «Contenidos», vereis el fichero en imagenes, un detalle genial y con mucho arte, regalo de mi buen amigo Oscar Felipe, gran dibujante e ilustrador y mejor persona. Gracias por todo, Doc…  Ha quedado de lujo.

Y por ultimo, que no menos importante, presentar al ultimo fichaje del Athnecdotario.  Tenemos un nuevo colaborador habitual, que sera quien se encargara de la seccion de Proyecciones. El es Nacho88 , amigo, compañero forero en Somos Leyenda, amante del septimo arte y un tipo con muchisimo criterio y caracter, como podreis comprobar en breve.

Aquellos que echabais de menos el hablar sobre cine de genero,  por fin podremos satisfacer vuestros deseos ( espero XD)

Y eso es todo amigos. No olviden vitaminarse y supermineralizarse.

«Los Caminantes: Necropolis», de Carlos Sisi. Primeras Impresiones.

«Los Caminantes: Necropolis», de Carlos Sisi.

Recuerdo que cuando el bueno de Carlos dejo caer que estaba ya trabajando en la continuacion de esa genial novela que es «Los Caminantes», me alegre muchisimo, aunque admito que la noticia no me sorprendio en absoluto.
Carlos habia creado con su primera publicacion un relato fantastico, que enganchaba desde las primeras paginas y que conseguia implicar al lector en las andanzas de los supervivientes de Carranque, siendo testigos de sus vicisitudes en ese entorno hostil que es un mundo dominado por los zombies y bajo una amenaza totalmente inesperada y sorprendente, encarnada en la figura del Padre Isidro, uno de los villanos mas brillantes que he tenido el placer de conocer.

Es por ello que tenia claro que la historia de los malagueños podia dar aun mucho de si y que los supervivientes tenian aun muchas cosas que contar.
Lo que no me esperaba para nada, es que el futuro que les aguardaba fuera tan incierto.

Cuando Carlos me comento que habia ya terminado de escribir «Necropolis» y que me hacia llegar una copia para que le diese mi opinion al respecto, me senti un tipo afortunado por el hecho de que tuviera ese detalle conmigo y me permitiese ser uno de los primeros en leerlo.
Por causas ajenas a mi voluntad ( mi trabajo y los niños me tuvieron ocupado aquellas semanas ), no pude ponerme con el inmediatamente, viendome obligado a leerlo a ratos perdidos y sin poder prestarle toda la dedicacion que se merecia.
Por fortuna, pasadas unas semanas por fin encontre algo de tiempo y pude ponerme en serio con el, centrando mi atencion de manera exclusiva en sus paginas y saboreandolo con fruicion.

Mi mayor temor era que la novela no llegase a la altura de su antecesora, algo que se da en demasiadas ocasiones y que ha dado pie a aquello de «segundas partes nunca fueron buenas»…
Temor infundado, queridos Lectores Ausentes. No solo esta a la altura, si no que la supera con creces, haciendo patente la evidente evolucion de Carlos como escritor, con una narracion mas fluida, mas cuidada y utilizando nuevos trucos que ponen de manifiesto que el autor ha hecho los deberes.

Siempre fiel a su estilo, Carlos sigue con esa narracion dinamica, intensa, tan y tan cinematografica que consigue que «visualicemos» las escenas sin problema. Haciendo alarde de su talento, logra crear unos picos de tension magnificos, de los cuales se aprovecha con inteligencia para saltar de una trama a la otra, dejando al lector ansioso por seguir leyendo y por descubrir que sucedera a continuacion.
 

La historia se divide en varias subtramas, cada cual mas interesante, en las que veremos como se las apañan nuestros viejos amigos y en las que seremos testigos como en apenas 24 horas, todo aquello que conocemos puede cambiar para siempre.
Los de Carranque se enfrentaran en esta ocasion a nuevos enemigos, tan despiadados como los propios caminantes y que llegaran a hacerle sombra al propio padre Isidro.
Conoceremos a otros supervivientes de la plaga cuyo destino parece estar ligado de algun modo al de nuestros amigos y cuyas acciones decidiran sobre el futuro del asentamiento.

Si hay algo que resaltar, es el hecho de que el autor esta vez no se anda con chiquitas y no le tiembla el pulso a la hora de mostrar la crudeza de un mundo como el que nos presenta. Hay un par de escenas especialmente durillas, donde constataremos la crueldad del ser humano, la locura que puede embargar a este y como hasta el mas duro y preparado puede verse superado por las circunstancias.

Ya no quedan heroes. El miedo y el sufrimiento no permiten eso. Lo unico que importa es sobrevivir un dia mas,  continuar respirando, sea cual sea el precio a pagar y aquello a lo que nos enfrentemos.
Cuando todo esta perdido, o caminas o revientas. Es asi de simple.. y de cruel.

Podria seguir comentando todo lo bueno de esta segunda parte, pero me seria imposible no hacer spoilers ni destriparos las sorpresas que os aguardan en sus paginas. Asi que solo os dire una cosa mas: Vais a flipar.

Carlos lo ha hecho, señores. Se ha superado a si mismo y ha parido una novela que demuestra que lo suyo no fue casual. Que el exito de Los Caminantes no fue por aquello de «la suerte del novato» en absoluto. Con «Necropolis», Carlos ratifica que es un ESCRITOR, con todas las letras y que esto solo es el principio de una carrera que promete ser larga y fructifera.
 
Un saludo.