Buenas tardes, mis queridos Lectores Ausentes.
Hoy venimos con una novela entretenida, muy divertida y llena de guiños a grandes clásicos, tanto del cine como de la literatura, que a mí me ha encantado. Con un objetivo claro y sincero, sin más pretensión que hacer que el lector pase un buen rato, la novela no solo cumple con su cometido, sino que lo hace por todo lo grande, logrando que el lector disfrute como un enano con la historia y el modo en que se cuenta.
La obra en cuestión no es otra que Cara de Muerto, de Luís Guallar, autor a que ya conocemos por su anterior trabajo El Puente del Diablo, quien repite en esta ocasión con la editorial Tyrannosaurus Books, aunque esta vez dentro de la colección Monsters Unleashed, que cuenta hasta el momento con otros dos títulos, Drácula y los crímenes de Jack el destripador, de Miguel ángel Naharro, y Batalla por Chicago: Drácula vs la Momia, de Tony Jiménez.
Para Colton Wheeler no resulta fácil vivir a la sombra de su difunto hermano Patrick, uno de los delincuentes más buscados de todo Texas. Pero cuando el misterioso forajido al que unos llaman Mano Lenta y otros Cara de Muerto comienza a sembrar el terror, Colton encuentra el modo de limpiar el nombre de su familia: él cazará a ese monstruo imparable de dos metros y formado por pedazos de cadáveres. Pero Colton no puede detener solo a «Cara de Muerto», así que tendrá que reunir a un variopinto y desavenido grupo de asesinos, pistoleros y mercenarios para cazar al que no es otro que la monstruosa creación del fallecido doctor Frankenstein. ¿Qué busca ese monstruo en su sangriento periplo por el país? ¿Lograrán detenerle antes de matarse unos a otros? La cacería ha empezado.
En esta ocasión, Luís se ha decantado por llevar a uno de los monstruos a los que mayor afecto le he tenido siempre, el de Frankenstein, a un escenario que el autor conoce muy bien y por el cual me consta que siente especial debilidad: El salvaje Oeste. Toda la épica de los viejos westerns, donde los tipos son duros de verdad, tu vida vale lo rápido que desenfundes tu revolver, las chicas son despampanantes de armas tomar y los forasteros no son bienvenidos y suelen meterse en problemas en cuanto cruzan las puertas batientes del saloon, es utilizada con arte por Guallar, quien se siente allí como en casa, para traernos de vuelta el viejo espíritu, la esencia misma del Far West, en una historia que en cierto modo, sirve de homenaje al género.
Resulta imposible hacer recuento de la infinidad de guiños a libros, series y películas que uno puede encontrar en la novela. Algunos son muy evidentes (magistral esa escena en plan duelo final de El Bueno, El Feo y el Malo o Por un Puñado de Dólares), el mismo apodo de Frankie (llamado Mano Lenta en ocasiones), la mención a un conocidísimo Doctor West o la propia formación del grupo de caza, que nos recuerda inevitablemente a Grupo Salvaje, tanto por cierta afinidad con la evolución de los personajes, como por su marginación y su dificultad para encontrar su lugar en el mundo.
Justamente esa es la idea en torno a la que gira la novela. La imposibilidad, tanto del propio monstruo como de sus cazadores, de encajar en ningún sitio. Su pasado es un lastre del que no pueden librarse. Viven, o sobreviven, a la sombra de otros y condicionados por sus propios actos. Lo intentan, quieren ser normales, formar parte de eso que llaman sociedad, pero su propia naturaleza es incompatible con ello. El monstruo del doctor Frankenstein es un ser capaz de las peores atrocidades, una bestia desatada que desconoce la compasión y la piedad. Violenta en extremo, inteligente de un modo espectacular, puede parecer que es la personificación del mal. Yo lo dudo. En la propia novela se deja claro que Frankie únicamente se limita a imitar, a ser un reflejo de lo que ve, obviando la hipocresía y las falsas formas. Es un mundo cruel, donde la vida no vale nada y la criatura no hace otra cosa que repetir aquello de lo que es testigo a diario, aunque de una forma tan brutal, tan desinhibida y libre de prejuicios, que aterra.
Me ha parecido brillante a forma en que el autor hace un repaso de aquellos elementos claves del western para ofrecernos algo más que una novela de aventuras y terror. Hay lugar para el humor como lo hay para el gore, pero lo mejor de todo, es como nos transmite esa curiosa y extraña relación entre los personajes. La amistad, entendida como solo puede hacerse entre pistoleros, es parte imprescindible de la historia. Incluso cuando los cazadores encuentran al monstruo, puede verse que a pesar de estar en bandos contrarios, tienen mucho en común y aunque lejos de que llegue a forjarse cierta camaradería, sí que podemos ver la comprensión, abstracta y confusa, pero existente. Cierto toque crepuscular que encaja bien dentro de la amalgama de sensaciones y estados que encontramos en la historia.
Resultan curiosos los dos giros argumentales que nos encontramos en la obra, ya acercándonos al final. Uno era casi previsible, con matices y solo porque estamos ya resabiados y sabemos que las cosas que se mencionan nunca suelen ser por simple azar, sino que hay una intención y tienen su razón de ser. El otro, que me ha parecido muy bien llevado, supone un toque de genialidad en la que Guallar vuelve a esa idea de que los personajes son unos marginados, unos fuera del sistema, haciendo que por una vez eso sea bueno, al ser la única excepción frente a una comunidad que funciona como un solo ente. El individuo, con sus peculiaridades propias y personales, frente a la masa gris y descerebrada, la perfección llevada al extremo más irracional y absurdo, que actúa en bloque como un solo individuo, sin diferencias entre unos y otros. Una metáfora muy acertada que aparte de funcionar como tal, ofrece uno de los momentos más salvajes, divertidos y sangrientos de la novela.
En definitiva, Cara de Muerto es mucho más de lo que parece. No es solo la historia de monstruo de Frankenstein creando el terror en el Salvaje Oeste. Es más bien la historia de unos individuos perdidos y sin esperanzas, a quienes la soledad y la incomprensión lleva por la vida sin opción a cambiar de rumbo, en la que el autor no precisa de parafernalia innecesaria, ni pretensiones absurdas para ello, apostando por un enfoque directo, ligero y entretenido, que nos ha convencido por competo.
Cara de Muerto
Luís Guallar
Editorial: Tyrannosaurus Books (Monsters Unleashed)
ISBN:97884942208
Páginas: 292 pág.
PVP: 17,95€
.