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La Serpent d’Ocean, en Nantes (Francia)

Entre la ciudad de Nantes y Saint-Nazaire, en la costa francesa orientada al Atlántico, se halla el estuario del río Loira, una amplia zona natural convertida en exposición de arte permanente que sorprenderá al viajero. Y de entre todas las obras expuestas, la que resulta más espectacular, por su increíble tamaño y por sus particularidades a la hora de disfrutar de ella, es sin duda la Serpent d’Ocean, el esqueleto una serpiente de 130 metros de largo, construido por completo de aluminio, que emerge del océano según sube o baja la marea. Esa forma cambiante de la escultura, según las condiciones de la mar o como incide la luz solar, dependiendo de la hora, en su reflejo sobre las planchas de metal, le otorgan una falsa sensación de realismo, de vida propia al esqueleto, de auténtico movimiento, que sorprende y estremece.

Autoría: MagicShoot Chaleil philippe

Su creador, el artista chino Huang Yong Ping, era un reconocido representante del movimiento avant-garde en su país de origen durante la década de los 80, pero fue justamente esa tendencia a ir por delante, desafiando las tendencias y el orden establecido con sus formas de activismo cultural, lo que le llevó a ser censurado por las autoridades chinas y a tomar la decisión de mudarse a Francia en 1989.

Autoría: Emmanuel Le Guellec

La Serpent d’Ocean no es el primer esqueleto de ofidio gigante de Yong Ping. El artista fue invitado en 2016 a participar en la macro exposición Monumenta, en el Grand Palais de París, donde expuso su obra Empires, que incluía una serpiente todavía más grande, una colosal escultura de 240 metros ,que se enroscaba rodeando 305 contenedores marítimos, en lo que se entiende como una mirada crítica al comercio mundial y la globalización. Pese a lo imponente de su tamaño, sin duda queda eclipsada por su sucesora, que si bien es algo más pequeña, hace de su maravillosa ubicación y la forma en la que se integra con el paisaje, en como interactúa y se percibe en medio de la naturaleza, algo imposible de superar.

Autoría: AFP VIA GETTY IMAGES

Descubriendo a Heinrich Lossow, el artista obsceno y su obra “El pecado” (1880)

Esta pintura hace referencia al Banquete de las Castañas, la famosa orgía celebrada, supuestamente en el Vaticano, el 30 de octubre de 1501. El banquete fue organizado por el ex cardenal Cesare Borgia, hijo del Papa Alejandro VI.

Lo acontecido en el banquete fue registrado por el Obispo Bucardo en el Liber Notarum, una de las más importantes fuentes de la epoca, que recoge información  sobre la vida de los distintos Santos Pontífices del Renacimiento en la corte. 

Según dichas crónicas, el banquete tuvo lugar en el Palazzo Apostolico. Medio centenar de prostitutas o meretrices se dedicaron a colmar de atenciones a los invitados. Según las propias palabras del obispo:

En la noche del último día de octubre de 1501, Cesare Borgia organizó una fiesta en sus aposentos del Vaticano con“ cincuenta prostitutas honradas ”, llamadas cortesanas, que bailaron por la tarde con los sirvientes y otras personas presentes, primero con sus ropas y luego desnudos. Después de la cena, se retiraron de las mesas candelabros con velas encendidas y se colocaron en el piso, y alrededor se esparcieron castañas, que las cortesanas desnudas recogieron, arrastrándose a cuatro patas entre los candelabros, mientras papá, Cesare y su hermana Lucretia miraban. a quienes pudieran realizar el acto a menudo con cortesanas. Los ganadores fueron premiados con túnicas de seda, zapatos y otras cosas. «

El cuadro, como es obvio, causó una gran conmoción en su momento, criticado tanto por la Santa Iglesia como por la plebe, quienes se sentian escandalizados ante lo explícito de la escena, por otro lado soberbia y de una belleza, fuerza y talento innegable, pese a lo lujurioso de su temática o justamente por ello. 

Hay que tener en cuenta que Heinrich Lossow fue un artista muy peculiar, un gran pintor e ilustrador de renombre, que en su tiempo libre daba rienda suelta a su vena más viciosa y libertina, con una extensa colección de obras personales y fuera de encargo de temática pornográfica, con cierta obsesión por el tema.

Descubriendo a Yuliya Litvinova, ilustradora y artista conceptual.

La artista se llama Yuliya Litvinova y me he quedado impactado con esta obra suya, Little birdies. La imagen es durísima. Una preciosidad, pero con una crudeza tan despiadada, tan visceral, que te pega tal puñetazo al hígado que te deja seco. Sobran las explicaciones.

No puedo dejar de contemplarla, de fijarme en todos lo detalles, en su belleza, en el dolor. Estoy sorprendido, horrorizado, fascinado, todo a la vez. Es algo que no suele ocurrirme casi nunca, que una obra consiga dejarme tan tocado, que me impacte de tal modo.

Más trabajos de la artista, aquí:https://www.artstation.com/artwork/nQG96E