Buenos días, mis queridos Lectores Ausentes.
Hoy venimos con Vuelo Nocturno, de Antoine de Saint-Exupéry. El aclamado autor de El Principito nos presenta este trabajo, anterior a su obra cumbre, en la que nos habla de su propio oficio por entonces y que por desgracia, resulto ser dramáticamente premonitoria.
El piloto Fabien afronta la noche en su vuelo de correos desde Patagonia a Buenos Aires. Enfrente una violenta tormenta difícil de eludir y que llena de extrañeza a la tripulación. Podría ser algo más.
En Buenos Aires, Rivière, su patrón, creador de los vuelos nocturnos, medita sobre su «obra» en la compañía. Personaje duro e inflexible, pero no insensible, exige un compromiso absoluto con la organización y con el cumplimiento del servicio. Y lo hace cuando mientras masca la tensión por una fisura que puede llevar al «drama»: de las tres escalas que surcan los mares de la noche por el cielo de Sudamérica, una de ellas, perdida en un imprevisto ciclón de nieve y fuego, tendrá muy difícil su vuelta. Mientras tanto, la esposa de Fabien se muestra muy inquieta sobre la situación de su marido. Rivière tendrá que afrontar la situación en medio de su propio e inexorable «drama».
Una pequeña gran aventura, épica en esencia, dramática por naturaleza, bella y absurda a partes iguales y con un mensaje final que si bien supone una oda al esfuerzo, a lo indomable del espíritu humano y al valor y sacrificios de unos pocos hombres (siempre anónimos para la mayoría y aquí encarnados en la figura de Fabien, quienes han hecho posible que el mundo siga girando), me ha dejado un sabor agridulce, ya que no soy capaz de abstraerme de esa segunda lectura en la que uno entiende que no somos más que fichas, peones prescindibles con tal de que algunos logren sus objetivos. Simples números, a los que hay que apretar las clavijas, que ningunear y tratar con frialdad para mantenernos en funcionamiento.
Vuelo nocturno nos lleva de vuelta a un pasado en que cada paso adelante en cuanto avances tecnológicos se refiere era una gran gesta en sí mismo. Los orígenes de la aviación, en una época en que solo unos locos eran capaces de asumir el riesgo de pilotar esas aeronaves tan precarias y surcar los cielos con ellas, solos, sin más apoyo ni compañía que su propio coraje y un objetivo a cumplir. Esos mismos que en aquel momento, no podían imaginar siquiera donde llegarían con su sueño y convirtieron la aviación en lo que es hoy.
Subidos a la carlinga de la nave, pájaro de hierro en el cielo y ataúd de metal en demasiadas ocasiones, aquellos hombres se enfrentaban a lo desconocido, a mil peligros distintos y a la soledad, dependiendo solo de su pericia y de la suerte que no siempre les acompañaba.
Con una prosa cuidada y bella, Saint-Exupéry nos hace partícipes de esa lucha diaria en la que esos hombres afrontaban su misión, su trabajo, pese al temor, con la esperanza de ver amanecer un nuevo día y regresar a su hogar. Y desde el otro extremo del mundo, en su peculiar trono burocrático, entre papeles y horarios, rebelándose a aceptar una derrota, la figura de Rivière, el jefe. Alguien a quién no puedo comprender aunque lo intento. Su mantra personal “Hay que seguir adelante, a cualquier precio, sea como sea” es una letanía que aunque cierta, me irrita. Sus pensamientos acerca de sus hombres, esa bipolaridad en cuanto a lo que siente por ellos, amándolos como solo lo haría un padre, pero dispuesto a sacrificarlos por un supuesto bien mayor, se me ha atragantado. Los admira, sufre por ellos, pero no duda en utilizarlos como simples peones. Veo el dolor en sus ojos asumiendo un papel que nadie envidiaría, pero sigue adelante y lo hace convencido. Entiendo lo que pretende transmitir Saint-Exupéry, pero no logro conectar con el personaje y me tira para atrás su aparente frialdad, que sé que no es tal, pero es lo que genera. No hay muerte honorable, ni perdida que pueda justificarse con palabras ante la esposa que espera un regreso que jamás tendrá lugar.
De todos modos, es una obra que debéis leer para entender a qué me refiero y que hace gala de una carga emocional tremenda, trágica, a la vez que sirve de homenaje a esos héroes que una vez alzaron el vuelo para no volver.
Vuelo Nocturno
Antoine de Saint-Exupéry
Editorial: Berenice
ISBN: 9788415441823
Páginas: 144 pág.
PVP: 14,95€