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La Fabrica de Relatos: «Daymon», de Athman M. Charles.

La vida es una caja de sorpresas.Vaya si lo es.
Y si no, que se lo pregunten a Daymon

Daymon jamas pudo imaginar al levantarse hace unas horas, que un acto tan cotidiano como salir a la calle a comprar tabaco le llevaria, apenas cuatro horas despues, a encontrarse en semejante situacion

Es bastante deplorable ver su aspecto ahora mismo. El chandal y la sudadera manchados de sangre. Los nudillos desollados. El labio partido, la nariz destrozada y ese ojo con tan mal aspecto. Por el modo en que se queja, da la sensacion de que debe tener algunas costillas rotas. Si a eso le sumamos varias brechas en la cabeza que no dejan de sangrar, el conjunto es realmente penoso.

Aunque lo que mas hubiera sorprendido a Daymon esta mañana antes de salir, es el saber que acabaria metido en un maletero, maniatado con alambre y rumbo a su propia muerte.
No…Seguramente Daymon no nos creeria si le dijesemos que dentro de un par de dias, van a encontrar su cuerpo sin vida, aun dentro del maletero  de este coche robado.
Pero asi son las cosas.

Y no es que Daymon no se meta en lios.Lo hace y muy a menudo. Un descerebrado como el lo hace constantemente. No hay nada peor que un camello del tres al cuatro que se cree el rey del barrio.
Pero lo que era harto improbable, por no decir absurdo, es que acabase de este modo.  Y a manos de este verdugo.
Una sorpresa en toda regla, sin duda alguna.
Pero asi es la vida, amigos mios. Una puta caja de sorpresas.

Y es por eso, que una noche cualquiera estas haciendo negocios en el garito de siempre y de repente, te fijas en una piva como ella.
Alta, deslumbrante. Un autentico bombon de piel morena y ojos verdes.Y lo que hace que te decidas a entrarle es el hecho de que es evidente que va bastante puesta.
Te acercas, haciendo uso de todas tus artes, aunque en seguida te das cuenta de que no va a ser necesario el aparentar ser el puto amo. La tia va lanzada. Ha salido a pasarselo bien y por lo visto, llegas en el momento oportuno.
Joder, Daymon. Eres un crack.
Os vais a tu coche y siguiendo las reglas de la cortesia y del cortejo, la invitas a unas rayas.
Le insinuas ir a algun lugar mas tranquilo y ella te indica la direccion de su casa.
Llegais, os poneis comodos, os meteis otro gramo y cuando estais los dos ya en el sofa, tu sin los pantalones y ella sin sujetador, te das cuenta.
Toma sorpresa, amigo Daymon.
¡La muchacha venia con premio!
Una polla casi mas grande que la tuya. Un jodido travelo.Y el muy hijo de puta sigue sonriendo.

Acto seguido, es cuando cometes el mayor error de tu vida, aunque claro, tu aun no lo sabes.
No voy a entrar en detalles. Sabes de sobra lo que le hiciste. Solo te dire, ya que tu no tienes ni idea y ademas, seguro que te importa una mierda, que la paliza que le diste casi la mata.

Te fuiste justo a tiempo. Los vecinos llamaron a la policia ante el escandalo que montaste .Los gritos los alertaron y eso fue lo que le salvo la vida.
Y en fin… El resto de la historia es previsible.

Lo que mas me sorprende es que no me reconocieras, Daymon.
¿Verdad que cuando salgo de noche estoy bellisima? Nada que ver con este tipo que te ha pedido fuego al salir del bar.Ni siquiera cuando hemos subido a este coche, con la excusa de pillarte algo, has sabido darte cuenta.

Y cuando te he dado el primer martillazo… ¡Si vieras la cara de gilipollas que se te ha quedado! Ni siquiera entonces, mientras me mirabas con esa cara de asombro, dolor y desconcierto, me has reconocido.
Es igual. No te lo tomare en cuenta. Soy consciente de que cuando salgo de noche, soy toda una mujer y resplandezco como una reina.

¿Sorprendido, querido? Te lo dije antes: La vida es una caja de sorpresas.

– La Fabrica de Relatos – «¿ Verdad, Padre?», de Athman M. Charles.

   Seguimos actualizando, queridos Lectores Ausentes y para la entrada de hoy, me apetecia compartir con vosotros otra de mis aportaciones a nuestro particular taller/concurso literario. El relato en esta ocasion, debia comenzar con la siguiente frase: «A dios rogando y con el mazo dando» y esto fue todo lo que mi inspiracion dio de si. Espero que os resulte suficientemente turbador, que es de lo que se trata.

¿ Verdad, Padre?

-«A Dios rogando y con el mazo dando». ¿No se dice así, Padre?-

Dejó caer el pesado saco al suelo, sin miramiento alguno. Tras ello, se arregló la camiseta y tras no recibir respuesta, pateó con saña el saco, del cual salió un gruñido de dolor.

-..Sigue vivo….-y sonrió.

Abrió la puerta de lo que parecía haber sido una granja, posiblemente de cerdos y encendió la luz.
-¿Lo huele, Padre? No es muy agradable que digamos…-

Agarró el saco y lo arrastró hasta el interior.
– ¿Por dónde íbamos, padre? Ah, sí…Le preguntaba si la frase esa resultaría apropiada para esta situación. ¿Usted qué opina?-

Un nuevo gruñido incomprensible.

-Uy, perdone…Había olvidado que no puede usted hablar. Déjeme un momento…-

Apoyó el saco contra una de las paredes y desató la cuerda que lo cerraba.
En ese momento, el saco comenzó a sacudirse violentamente y volcó, quedando tumbado. De su interior asomó primero un rostro amoratado, con un trozo de cinta americana a modo de mordaza y el cabello totalmente alborotado.

Era evidente que a aquel infeliz le habían dado un buen repaso. La ceja izquierda había desaparecido y una costra sanguinolenta ocupaba su lugar. Ambos ojos mostraban señales inequívocas de haber sido brutalmente golpeados, tal y como evidenciaban los moratones que los rodeaban y el derrame interno de uno de ellos, cuyas venas rojizas lo hacían destacar.

El individuo siguió forcejeando con el saco, retorciéndose hasta que tuvo más de medio cuerpo fuera.
Estaba maniatado a la espalda y eso hacía aún más difícil sus movimientos.
Resultaba una escena surrealista. El tipo vestía totalmente de negro, salvo por un detalle: El alzacuello blanco. Algo lógico, teniendo en cuenta que era sacerdote.

-¿Mejor? Verá, Padre…Le preguntaba eso porque nunca he creído en milagros. Es por ello que estoy haciendo esto. Aunque usted se esforzó en mostrarme el camino de la fe, nunca he sido capaz de entender a aquellos que se quedan sentados esperando a que las cosas ocurran por intervención divina. Usted se esforzó en inculcarme, Padre. Y los dos sabemos que se lo tomó muy a pecho, ¿verdad? Pero fíjese. Ni así funciono. Yo soy demasiado mundano y terrenal. Digamos que prefiero ser pragmático.-

El tipo, de unos treinta y pocos años y totalmente calvo, se acerco al sacerdote quien, instintivamente, se encogió asustado para protegerse.

-Tranquilo, Padre. No voy a pegarle. Lo de antes fue un error de cálculo. No pensé que se resistiría tanto cuando planeé esto. Si usted no hubiera intentado escapar, no me habría visto obligado a darle así.-

El calvo revisó las bridas con las que había atado las manos de su prisionero a la espalda y tras comprobar que seguían intactas y realizando su cometido a la perfección, dio la espalda al sacerdote, que no lo perdía de vista.

Dos metros mas allá, agarró un cepillo y se puso a barrer el suelo, apartando el estiércol y la paja a un lado, hasta que encontró lo que buscaba. Una trampilla. Golpeó la chapa de metal con el mango, para hacer saltar el óxido y la porquería que la habían prácticamente sellado e intentó abrirla. Cuando lo hizo, un hedor insoportable le echo para atrás.

-Ufffff… ¡Qué pestazo y qué asco!-Cuando reunió el valor suficiente, se asomó al agujero.

-Bien. Tal y como le iba diciendo, jamás he confiado en que «El Gran Jefe Supremo» haga nada por mí. Bueno, miento. Antes sí. Pero pronto descubrí que nuestro querido y bondadoso Dios nunca aparece cuando lo necesitas.
Y mire que le recé, le pedí y supliqué. De palabra y de corazón. Pero estaría muy ocupado con sus cosas o simplemente le importaba una mierda, porque ni caso, oiga. Usted ya lo sabe, ¿verdad, Padre?-

Los ojos del sacerdote decían que sí. Que sí lo sabía…y reflejaban un miedo atroz.

-En fin. Que uno no puede limitarse a quedarse inmóvil, esperando a que suceda algo, ¿no cree? Uno puede rezar, si cree que va a servir de algo, pero si realmente espera resolver sus problemas, lo mejor que puede hacer es tomar la iniciativa e intentar solucionarlo por sus propios medios.

Verá…Cuando se descubrió el pastel en el colegio, éramos pocos los que creímos que el destaparlo llevara a nada. Unos cuantos, la mayoría, creían en cambio que sí. Que a raíz del escándalo y las incontables denuncias, por fin alguien haría algo.

Veintidós alumnos, padre. Veintidós denuncias por abuso sexual. Joder, he conocido puteros de toda la vida que no han follado tanto, Padre.

Algunos de nosotros estábamos convencidos de que la ley por fin les daría su merecido a usted y los suyos. Que acabarían encerrados, pudriéndose en la cárcel. Justicia Divina, si me permite la expresión.
Pero estabamos equivocados, Padre. La fiscalía archivó el caso y a ustedes, la Santa Madre Iglesia se limitó a amonestarlos y a cambiarlos de comunidad. Dios tampoco trabajó ese día.-

El calvo se acercó de nuevo al sacerdote, que temblaba de puro terror. Gruñía y forcejeaba, intentando apartarse de su captor.

-Ya lo ve, padre. Dios no responde a nuestras llamadas. Dios no hizo acto de presencia ni oyó nuestros ruegos. Así que llegué a una conclusión: Si había que hacer algo, deberíamos hacerlo nosotros mismos. Y aquí nos encontramos, padre. Solos usted y yo. Por lo visto, a dios no le gusta hacer el trabajo sucio. Pero da igual, Padre. Ya le dije que soy un tipo mundano y terrenal, acostumbrado a hacer las cosas yo mismo.-

El sacerdote se retorcía en el suelo, intentando escapar de cualquier modo, pero era imposible. Vio con horror como el calvo le agarraba por las solapas y le obligaba a levantarse. Casi enloquece, presa del pánico, cuando su captor estiró el saco hacia arriba, encerrándolo de nuevo con él.

Se revolvió en un intento desesperado, pero fue inútil. El calvo acabó de introducirlo a la fuerza dentro y volvió a atar el saco sin mayor problema.

El sacerdote gruñía y pataleaba en el interior, mientras el calvo arrastraba el saco hacia el agujero. Llegó al borde y se detuvo. Empujó el saco un poco más y este quedo inclinado, a punto de precipitarse en su interior.

-Es usted un mierda, Padre. Me jodió la vida. Nos la jodieron a todos. Pero ahora voy a joderle yo. He encontrado un sitio perfecto para usted. Esto es el registro de la fosa séptica de la granja. Aquí se almacenan los purines…Mierda líquida, Padre….No creo que resulte agradable…Pero usted rece. Recele a Dios…Igual ahora si ocurre el milagro.-

-La Fabrica de Relatos- Trabajo, de Athman M. Charles

Buenas tardes de Domingo, amigos .

Hoy me apetecia compartir con vosotros una pequeña historia que escribi para ese peculiar taller literario que tenemos en el foro y al que decidimos llamar «La Fabrica de Relatos».

La premisa era tan simple como siempre: Nuestra narracion debia comenzar con una frase en concreto y en esta ocasion, la elegida fue «Nadie dijo que fuera a ser facil…».

No es un gran relato, pero admito que personalmente, disfrute muchisimo escribiendolo.

Quizas no este demasiado logrado, ya que por defecto, tengo la mala costumbre de ir demasiado al grano y dejar a un lado las descripciones. Aun asi, espero que lo disfruteis.

-Trabajo-
Nadie dijo que fuera a ser facil. Ni agradable. Pero en mi actual trabajo, uno aprende pronto que las expresiones como «Sencillo» o «Limpio» son tan abstractas, vacuas y carentes de sentido como los terminos «Lastima» o «Remordimiento». Sobretodo si tus clientes estan dispuestos a pagar sin rechistar lo que quieras cobrarles por tus honorarios, siempre y cuando hagas bien tu trabajo y ellos queden satisfechos.

No voy a decir que me guste mi trabajo. Eso seria una autentica estupidez y solo se me ocurre que habria que estar realmente muy enfermo como para disfrutar con esto. ¿Pero que quereis que os diga?: Me gusta el dinero. Me gusta vivir bien, sin privarme de nada y no tener que preocuparme como antes de si la mierda de nomina alcanzara para pagar la hipoteca este mes. No… Eso es cosa del pasado y no tengo intencion ninguna de volver a esa mierda de existencia.

Pero para poder gozar del nivel de vida que llevo en la actualidad, hace falta pasta. Mucha pasta. Y es ahi cuando uno entiende que pese a que al principio pueda resultar duro y cueste hacerse, el dedicarme a lo que me dedico es muy rentable y que el plantearse cuestiones como si lo que hago es repulsivo, abyecto o ruin no son mas que gilipolleces.

No disfruto con ello. No me siento orgulloso. Pero por esa regla de tres, tampoco se siente orgulloso de su tarea el enterrador. Ni el encargado de limpiar fosas septicas.

Simplemente hacen su labor porque alguien tiene que hacerlo y lo hacen por dinero, lo mismo que yo.

La unica diferencia entre nosotros es que ellos hacen su trabajo por una suma ridicula acorde con sus pateticas pretensiones y yo en cambio, lo hago por una pequeña fortuna que me permite vivir como yo quiero y como la mayoria de vosotros envidiariais.

En fin, que habra que ponerse a manos a la obra. Mi actual cliente, el sr. Yamamoto, tiene unos gustos algo peculiares… Hoy voy a hacer algo que nunca he hecho y que me resulta bastante inusual: Hacerlo con dos de vosotros a la vez.

Por supuesto, voy a cobrarle el doble. No resulta sencillo encontrar «piezas» accesibles y mucho menos, lograr traerlas hasta aqui sin levantar sospechas.

Vosotros lo sabeis. La gente es desconfiada por naturaleza y no se fia de nadie. Pero aun asi, tengo ya fichados a un par de nuevos posibles… Eso significa noches sin dormir, conseguir un nuevo vehiculo y mil cuestiones mas que tendre que ir preparando.

Y aunque como ya os he dicho, nadie dijo que fuera a ser facil, mientras tipos como el Sr. Yamamoto suelten la pasta, me seguire esforzando por darles el espectaculo que se merecen. Ademas, sera una buena ocasion para estrenar la nueva camara… Alta definicion, no os quejareis…

Hoy me voy a entregar a fondo con dos de vosotros y espero que colaboreis. No quisiera que me dejarais en mal lugar, asi que espero que griteis y lloreis mucho, ¿ de acuerdo ?.

Suplicad, rogad , implorad a dios… Eso les encanta…Nada como un primer plano de una cara aterrada y sollozante que se contrae en un rictus de dolor para satisfacer al cliente. Chillad frente a la camara, salpicadla….. ¡Le encantara! .

Empezare con la navaja de afeitar, todo un clasico. Despues las tenazas y las pequeñas amputaciones, para ponerme despues en serio con la sierra y los cuchillos.Estoy pensando que quizas al Sr. Yamamoto le guste ver como intercambio partes de vuestra anatomia o como os comeis trozos el uno del otro… No se, habra que improvisar. Creo que va a resultar uno de mis trabajos mas interesantes.

FIN.

Espero vuestras opiniones,amigos Lectores Ausentes. ¿He conseguido llamar al menos vuestra atencion? Si es asi, me doy mas que por satisfecho.

Un saludo y nos vemos.

La Fabrica de Relatos: La Infancia de la Tierra ha Finalizado, por Carlos Sisi

Buenas noches, queridos Lectores Ausentes.
A pesar de la hora que es, me apetecia colgar una nueva entrada en el blog para empezar bien la semana.
¿ Y que mejor manera de despedir al lunes que con un buen relato de Ciencia Ficcion?

En esta ocasion, La Fabrica de Relatos nos trae algo especial: Nada mas y nada menos que un relato original de nuestro amigo Carlos Sisi, autor de esa pedazo novela de terror titulada «Los Caminantes», que esta arrasando en el mercado editorial y que va camino de convertirse en una obra de culto.

El bueno de Carlos tuvo el detallazo de participar en la cuarta edicion de «La Fabrica» con esta genial historia que estoy seguro va a entusiasmaros. Tras comentarle mi intencion de colgarla aqui, no solo ha accedido, si no que lo ha hecho encantado.
Ante semejante muestra de amabilidad , solo me queda darle las gracias.

En fin, amigos mios. No lo postergamos mas… Con todos ustedes, este genial relato del maestro. Disfrutadlo.

-La Infancia de la Tierra ha Finalizado-

– La infancia de la Tierra ha finalizado. – Dijo el Director, impertérrito. Su único ojo estaba fijo en la enorme pantalla que cubría el frontal de la nave en la que se encontraba.
– ¿Es eso a lo que se refería, Director?. – Preguntó el ayudante. Agitaba su apéndice principal delante del teclado luminoso en el que registraba todo lo que iba pasando.
– Eso es, precisamente. ¿Lo ve ahí?

El ayudante miró la pantalla, y sí, naturalmente que lo veía: una diminuta nave espacial de aspecto rudimentario dotada de una especie de patas y recubierta de alguna suerte de malla metálica, pero irregular, ya que despedía destellos aleatorios en sus múltiples caras. Avanzaba con dificultad por el espacio profundo, propulsada aparentemente por un pequeño chorro de energía que se conectaba y desconectaba a intervalos regulares. Lo básico del principio de movimiento le provocó un brote de hilaridad que tuvo mucho cuidado de ocultar rápidamente.

– En efecto, señor. – se aventuró a decir al fin.
– Es el fin de la infancia, como decía. Tras largos años de dolorosa evolución, la raza humana abandona su hogar por primera vez y se aventura en el espacio. – El Director parecía pensativo. Era bastante más anciano que el ayudante y sus apéndices sensoriales cimbreaban pesadamente tras de sí.
– Pero… ¿esa nave es la amenaza? – Preguntó el ayudante. Pronunciaba “la amenaza” con gravedad, como si se tratase de la amenaza por excelencia.

– Esa nave es sólo la primera – dijo con un elegante cloqueo – Apenas nada, pero un indicio para quien sabe ver. Mejorarán su tecnología… en unos ciclos serán más seguras, más grandes, más robustas… más rápidas. Hoy alunizarán en ese asteroide suyo… un gran paso para ellos, sin duda; lo celebrarán durante mucho tiempo. Pero después querrán llegar más lejos. Enviarán pequeñas sondas robot y naves no tripuladas; pero acabarán poniendo el pie en todos los planetas de su Vía Láctea. Empezarán a colonizar… y para entonces, ya será demasiado tarde. Socavarán planetas hermosos con sus túneles fríos y llenarán el espacio de gigantescas estaciones mineras. Habrá guerras entre las mega-corporaciones que ellos mismos erigen, comunidades gigantes que se obcecarán en guerras sin sentido que durarán ciclos enteros, y todo por el control de unos cuantos sistemas. Lo consumirán todo.-

Mientras escuchaba, el ayudante observaba la evolución de la pequeña nave en la pantalla. Estaba apenas a cincuenta metros de donde se encontraban pero no parecía reparar en su presencia.

– ¿No pueden detectarnos, señor?-
-El Hombre, en su infinita egolatría, ha desestimado completamente que el espacio que le rodea no esté vacío. – Espetó el Director. – Se consideran el alfa y la omega, principio y fin, quintaesencia de la evolución. Por lo tanto su vehículo no está dotado de medidas de detección de tipo alguno. – Esto último lo dijo con una regurgitación acuosa que el ayudante interpretó como desdén.

– ¿Y cómo vamos a impedirles que hagan todo eso, señor?-
-Como la mayoría de las moléculas complejas detectadas en el medio interestelar, el ser humano está basado en la química del carbono y por lo tanto es extremadamente sensible a ciertas agresiones químicas. Llegado el momento, rociaremos el planeta entero. – Levantó uno de los apéndices más oscuros con un gesto amenazante.

– ¿Y morirán todos?-
-Todos no. Salvaremos unos cuantos para que la vida pueda iniciarse de nuevo. Los devolvemos a sus orígenes: a las cuevas, sin conocimientos tecnológicos, a los albores de su civilización.-

El ayudante hizo girar su ojo en todas direcciones; era un impulso nervioso al que acostumbraba a entregarse cuando pensaba.

– Pero señor… – dijo tímidamente con un tono sibilante – ¿por qué dejarles empezar de nuevo?, ¿por qué no eliminarles completa y definitivamente?-
-Por debilidad, me temo. – Contestó el Director, observando cómo la pequeña nave tripulada acortaba trabajosamente la distancia a la luna.
– El ser humano es capaz de actos de creación que nuestra raza, con sus trillones de años de evolución, pináculo de sabiduría y civilización ejemplar, no ha sabido emular. Son seres extraños, capaces de las más atroces aberraciones contra sí mismos, y al mismo tiempo de una creatividad esencial en la que son pródigos. Cuando alcances el rango suficiente podrás descubrir su… música… – dijo, modulando la voz de forma que parecía una pequeña cascada. Permaneció así, ensimismado, unos breves instantes hasta que agitó su cuerpo como una gelatina gigante y siguió desgranando tonos con modulación normal. – Nuestros sabios estudian su legado con la esperanza de, un día, descubrir el secreto de semejante creatividad y poder emularles.-

El ayudante encontraba todo eso fascinante. Accionaba el teclado luminoso para registrar toda la conversación con el Director y transmitir a su casta todo lo que había aprendido ese día. Era una información esencial sobre la que tendrían que discutir durante largos periodos.

– Entonces… ¿cuándo los…? – Preguntó al fin, sin convencerse de terminar la frase.-
-¿Los reseteamos?-
-Sí.-
-Dentro de pocos ciclos, ya. Antes de que consigan poner el pie en otro planeta más.

– Pero señor… – se atrevió el ayudante al fin, como librándose de un nudo que tenía en el conducto de deglución principal. – ¿cómo puede saber lo que van a hacer? A lo mejor no consiguen llegar a otros planetas. Quizá no prosperen tanto. Es posible que no hagan prospecciones mineras en los planetas de esta galaxia…-
-No lo entiendes… – dijo el Director emitiendo un sonido que bien podría ser un suspiro. – Esta es la onceava vez que los reseteamos… ¡y siempre acaban volviendo al mismo punto!-

Fin.

La Fabrica de Relatos: Los vivos eran los que no se daban cuenta de que….

Buenas,queridos Lectores Ausentes.

Nueva entrada dedicada a esa Fabrica de Relatos en la que aficionados y aprendices de Juntaletras elaboramos historias a partir de una frase concreta con la cual debe iniciarse el texto.

En esta ocasion,la frase en cuestion era la de la que veis en el titular y de entre todos los relatos participantes, me quedo con uno que espero os guste.

Su autor, un buen amigo y ademas,recientemente compañero en el mundo bloger,no es otro que Francis Cuevas,conocido tambien como Hardlock entre los asiduos al foro Somos Leyenda.

Su relato,titulado «Hija del Aire» es una muestra del talento de Cuevas,de su estilo inconfundible y una delicia para el lector.
Sin mas preambulos, os dejo con el:
-Hija del Aire-

«Los vivos eran los que no se daban cuenta de que sucedían cosas extrañas y maravillosas, porque la vida estaba demasiado llena de cosas aburridas y mundanas. Sin embargo, ella conocía muy bien el valor de la existencia. Apuraba cada ápice de vitalidad, cada corpúsculo de energía robado a sus amantes. Después de los festines solía materializarse, joven y exuberante, recorría las calles ávida de sensaciones; exploraba el placer y el dolor, el tacto de un torso o el azote del viento sobre el rostro mojado. Todo inútil, siempre debía volver a su mundo, eternamente encadenada a las sombras.»

«Elías Galeros puso su mente y su carisma al servicio de sus sueños: Dinero y poder. Se convirtió en un coleccionista, de propiedades, de influencias, de esposas. Casi un profeta del evangelio del éxito, ejemplo para todos los ambiciosos del país. Aquella casa fue su ultima adquisición, un palacete barroco, perfecto para deslumbrar.

Entonces sucedió, apareció ella. En la frontera entre el sueño y la realidad, radiante, perfecta, una diosa de luz, con su abrazo lo transporto a lugares que no creyó que existieran.

Durante meses, sintió miedo y fascinación, vio mermar su cuerpo, su cabello, su cutis, su antaño elegante porte, solo quedo una reata de huesos andantes. Abandono la vida publica y se recluyo en un pequeño mundo, ni las llamadas de sus socios, ni los sollozos de Helena, su mujer, pudieron hacer nada.

El antiguo semidiós terminó abierto en canal sobre una mesa se autopsias. Síndrome de fallo multiorgánico, dijo el forense y cerro aliviado el informe.»

«Jesuita y exorcista renegado, excomulgado por Roma; el nombre del profesor Argumosa corría por lugares muy diversos. Experto en resolver problemas especiales a un precio nada módico. La viuda lo visitó días antes, un despacho extraño en un edificio extraño, abarrotado de objetos singulares, de papeles, de polvo, de kippel. La escucho atento y le prometió ayudar a su esposo. Pero la ayuda llego tarde y solo pudo examinar el cadáver. Su ayudante, un siniestro oriental, pasaba una lámpara ultravioleta por el cuerpo. Manchas verdes y fluorescentes cubrían al muerto, eran mas intensas en manos, boca y genitales.

-Es lo que me temía- Dijo el profesor, hablando a alguien a su espalda.

-Entonces ya sabe lo que quiero- Respondió una voz femenina.

-Será peligroso, podríamos encontrar el mismo fin que su marido… peligroso y caro.

-¡Usted preocúpese de hacer bien su trabajo, yo me ocupare del dinero!.»

«Fabricar los amuletos protectores, consagrar las velas, hacer las invocaciones previas, los preparativos en la mansión fueron largos y tediosos; hasta que llego la conjunción adecuada.

El profesor, Helena y el silencioso mongol esperaban protegidos dentro de un pentagrama invertido. Pócimas ocres y amargas habían estimulado su conciencia, tras horas de concentración y llamadas silenciosas, una niebla densa se formo en la habitación. Lo lleno todo, solo el espacio sobre el pentagrama quedo libre, como una invisible campana de vació.

Unos balidos, la silueta de un macho cabrio se perfiló a un metro de los convocantes. El jesuita vaciló y comenzó a hablar en una lengua oscura y gutural, la criatura de los avernos uso el mismo idioma arcano. Enseguida se perdió en la nada, llevándose las brumas consigo.
-¿Qué ha pasado?- Pregunto la temblorosa señora de la casa.

-Lo mas difícil esta hecho- Respondió el imperturbable asistente, mientras la sujetaba para que no desfalleciese.- Este demonio ha aceptado el trato, nos traerá a la presa. Pero algún día volverá a cobrarle la deuda.

Así fue, no tardo mucho en llegar la devoradora de hombres, un frió intenso anuncio la llegada de la criatura. Una piel gris y arrugada, un sexo raído y bulboso y unas ubres flácidas conjugaban con un rostro que parecía una red de surcos profundos donde hubiesen quedado atrapadas dos brillantes estrellas. Una boca curva e inhumana con un solo diente largo y rojo completaban el repulsivo espectáculo.»

«Sus dos compañeros se cuidaron mucho de que Helena conociese las habilidades de su enemiga, podía inducir pánico, terror, engañar con visiones y un buen puñado de artimañas diversas. Por eso, cuando la vio atravesar el circulo protector y caer sobre ella, supo que era una mentira y mucho mas tranquila de lo que cabía esperar, hizo aquello por lo que había pagado.

Saco un pequeño frasco de su bolsillo y lo arrojo hacia donde instantes antes estaba aquel ser. En un estallido de humo, el súcubo se redujo a una masa viscosa y palpitante.

Argumosa se adelanto, y recogió una muestra antes de que se evaporase.

-La ultima de su estirpe, la ultima hija del aire.- Le oyeron murmurar.»
Si os ha gustado,os recomiendo que os paseis por el blog de Hardlock ( o Francis Cuevas,como prefirais),donde encontrareis mas historias como esta ,ademas de biografias curiosas y otros articulos que os sorprenderan.

Nos vemos.

La Fabrica de Relatos: La vida es una caja de Sorpresas

Buenas,queridos Lectores Ausentes.

Directamente salida de la Fabrica de Relatos,calentita y humeante, os dejo con esta pequeña ( y divertida) historia de manos de Angel Villan ( alias Skass), amigo de foro y juntaletras obsesivo que proximamente os sorprendera con su novela «Infectus».

-La Vida es una Caja de Sorpresas-

«La vida es una caja de sorpresas, de esas que esconden la cabeza de un payaso y sorprenden a la ingenua víctima cuando la abren. Pues yo, soy igual que esas cajas, y más en estas circunstancias…

Hará unas tres o cuatro horas que he despertado en mi particular caja de sorpresas. Forrada de blanco, mullida y muy cómoda. De una buena madera noble por fuera… Bien. Mis familiares se habían esmerado. Cuando mi consciencia había vuelto de vete tu a saber dónde, al principio fue bastante traumático, a pesar de mi buen humor que muchos califican de infinito. O calificaban, mejor dicho.

Y es que despertarte dentro de un ataúd no da muy buen rollo, que digamos.

Al menos la tapa se encontraba abierta y no sentí la claustrofóbica sensación de estar atrapado. Pude ver un techo muy alto, en madera vieja y sustentado por paredes de piedra. Cuando sonaron las melancólicas campanas, comprendí que era en una iglesia donde estaba. Pensé en qué demonios me había pasado, ¿era quizás la enfermedad esta, la catalepsia o como se llame, que te deja «medio muerto»? Fuese como fuese, algún novato negligente había dictaminado que había muerto, pero aquí estaba de nuevo. Mala hierba nunca muere, dicen.

Mi cuerpo aun no respondía mas que a abrir los ojos cuando desperté y así pude mirar un poco a mi alrededor, pero con el paso del tiempo me siento capaz de moverme, aunque no ya no pueda hacerlo.

Mi misa ha comenzado y yo me encuentro inmóvil, atento a las primeras palabras del sacerdote y a los emotivos discursillos de mis allegados.

La vida es una caja de sorpresas, y el payaso que está dentro de ésta va a saltar de un momento a otro. Apenas puedo contener ya la risa… «

La Fabrica de Relatos.

Aun no puedo creermelo. No creo que a nadie le importe demasiado y seguramente,algunos lo encontraran ridiculo..Pero para mi,resulta algo increible y maravilloso y que me produce una satisfaccion que no soy capaz de describir.
Y es que mis queridos Lectores Ausentes,resulta que el Blog ha llegado a la magica cifra de 10.000 visitantes.

Ya se que puede parecer algo sin importancia y que hay cientos,miles de blogs para los que esta cifra resultara irrisoria.Pero dejdme deciros que para mi,es algo grande.Muy grande.

Para un servidor,el hecho de llegar a ese numero tan redondo es algo que celebrar.Un triunfo.Una fantasia hecha realidad.
Cuando el tito Athman abrio esta pagina alla por el mes de Enero,lo hizo sin ninguna pretension,tan solo por mera curiosidad y sin saber muy bien que es lo que hacia.
Nueve meses despues,la criatura sigue viva y aunque este mal que lo diga,tiene una pinta saludable y estupenda,sinonimo de que la cosa marcha y sigue creciendo.

En fin,que me siento mas contento que un niño con zapatos nuevos y todo gracias a vosotros,amigos Lectores Ausentes.

Tanto a los que sois ya asiduos y formais parte de esto por derecho propio ( Los amigos de «Calados hasta los Versos»,mis compis de «Cinelogia Universal»,el equipo de «Deprisa,Deprisa» y otros tantos que no menciono por no extenderme, pero que no por ello dejan de ser imprescindibles para mi), como a aquellos que entrasteis de casualidad o por error,solamente puedo deciros : GRACIAS.
De corazon. Es un placer el saber que siempre estais ahi,dejando vuestros comentarios,vuestras impresiones y vuestros mejores deseos.
Gracias.

Y ahora,para que esta entrada tenga algo mas de chicha y fundamento,quisiera haceros participes de un proyecto en el que los compañeros del foro donde colaboro habitualmente y yo mismo hemos estado trabajando.
No es nada del otro mundo,pero lo que empezo como un juego ha alcanzado niveles mas que interesantes,hasta el punto de que quizas,solo quizas,la cosa se ponga seria y en el futuro,esta historia sea el primer paso hacia las ligas mayores.

«La Fabrica de Relatos» en una especie de concurso literario,mitad competicion y mitad taller literario,donde los participantes crean sus relatos ( pueden ser relatos cortos,microrrelatos,poemas o lo que se les ocurra) siguiendo solo dos premisas:
-El relato debe comenzar con una frase elegida con antelacion y que debe respetarse por todos los autores.
-Hay una fecha limite de entrega,que suele ser cada domingo por la noche,ya que el concurso actualmente es semanal.

Os dejo aqui el link,por si quereis curiosear.Advierto que hay obras muy,muy buenas.Unas serias,otras divertidas y algunas totalmente surrealistas.

Y para muestra,os dejo hoy con el relato con el que participe en la primera edicion y con el que quiero inaugurar la que va a ser una nueva seccion fija en el Blog,en la que os ire presentando algunos de los trabajos presentados en el concurso,para que deis vuestra opinion.
-AQUELLO-
La oscuridad no era un problema para el. Quizas lo fuera para el resto, pero para alguien en su situacion, aquello no era sino un dia mas de tantos.

Tras desperezarse ruidosamente, levanto su entumecido cuerpo del balancin en que se hallaba sentado. Con paso lento, pero seguro, avanzo por el vestibulo tanteando la pared hasta llegar a la puerta.Tras liberar el burdo travesaño de sus guias y quitar la cadenilla de seguridad, el pesado porton se abrio de golpe, permitiendole salir al exterior.

Silencio….Ni siquiera un solo sonido. La ciudad parecia muerta. Hasta hacia pocos dias todo era bien distinto. Las sirenas, las explosiones, los gritos, lamentos y maldiciones.Las suplicas, los disparos… Una sinfonia horrible que destrozaba los nervios y aterrorizaba el alma. El caos mas absoluto… Ensordecedor,terrible y abrumador.

Pero poco a poco,toda aquella algarabia de ruidos fue menguando. Cada vez se oia a menos gente. Tan solo unos pocos gritos histericos rompian la calma de vez en cuando. Algun que otro disparo esporadico, fruto seguro de alguien que se rendia y optaba por un final rapido con una bala en los sesos.

Al principio,las explosiones se sucedieron una detras de otra, pero al final tambien enmudecieron. Por ultimo, el mundo se detuvo y al final, se hizo el silencio.

Aun asi,ocasionalmente lograba oirlos. Hablaban entre susurros o se lamentaban con voz queda, intentando pasar desapercibidos. Algunos se tragaban las lagrimas, mientras intentaban por todos los medios mantenerse ocultos.

Estar solo en esas condiciones era algo terrible, pero el miedo y la impotencia eran demasiado fuertes para que nadie se atreviese a salir.
Y de todas maneras:¿Salir a donde? De todos modos, para el caso daba lo mismo. En su estado, los pòcos supervivientes no durarian demasiado. Estaban indefensos, incapacitados para lograr salir adelante. Estaban todos sentenciados.

Bueno,todos excepto el… aunque tampoco era seguro que lograse salir indemne de aquello.

La unica certeza era que todo se fue a la mierda aquella aciaga mañana del 10 de Septiembre.

El no tenia demasiada idea de que habia ocurrido en realidad. Tan solo contaba con lo poco que recordaba haber escuchado en la radio unos dias antes de la fatidica fecha. El famoso LHC, el Colisionador de Hadrones…

Creia recordar que su puesta en funcionamiento estaba prevista para mediados del pasado año, pero algo salio mal. «JAJAJAJAJA…¡Hay que joderse!….¿Que algo salio mal?…..JAJAJAJAJAJA…¡Pues si vierais como ha salido ahora!…JAJAJAJAJA»

No pudo evitar sonreir ante aquel pensamiento. En fin.. Por lo que podia recordar, en la radio habian comentado que se aplazo su puesta en marcha y no fue hasta aquella maldita mañana de hacia aproximadamente dos meses, el jodido 10 de Septiembre, cuando se volveria a intentar.
Y lo hicieron. Lo pusieron en marcha…. Y funciono. Aunque por lo visto, no demasiado bien.

No sabia que ocurrio en realidad. Solo que apenas 20 minutos despues, todo se fue a la mierda.

Algo se abrio.. No sabria decirlo de otro modo y a fin de cuentas, es la unica forma que se le ocurria de explicarlo: Una brecha, una agujero, la puta caja de pandora…

La cuestion es que algo se abrio y permitio que «Aquello» entrase en nuestro mundo.La Oscuridad Total… La Noche Eterna… «Aquello»…
Por que esa oscuridad no era algo normal ni de este mundo…»Aquello» se deslizaba sobre el planeta como un ser vivo, tragandose todo bajo su manto.. No habia luz ninguna que pudiera hacerle frente.

Aunque te escondieses,aunque te encerrases en un bunker sellado, «Aquello» lograba filtrase hasta su interior y adueñarse del lugar como lo habia hecho con todo…»Aquello» no conocia de muros ni barreras..Era inutil.. Ni con todas las luces encendidas. Ni con todos los focos del mundo prendidos a la vez se habria vislumbrado un resquicio de luz…»Aquello» ahogaba a la Luz. La envolvia,reduciendola hasta convertirla en un palido estertor.

¡Exacto!!! Aquello habia matado a la Luz. La habia devorado…aniquilado…
La Luz ya no existia y jamas volveria a existir.

«Aquello», la Oscuridad Total, era algo vivo. Ni la noche mas negra… ni el pozo mas profundo habian albergado nunca una oscuridad como esta.
Los hombres se habian convertido en unas pateticas criaturas indefensas y tullidas. No lograrian sobrevivir a algo asi. Jamas serian capaces de adaptarse a aquello.
El mundo que conocian habia cambiado para siempre.
Bueno… No para todos.. No para el…

No habia tanta diferencia si uno, como en su caso, era ciego de nacimiento.

Rebusco en el bolsillo derecho de su pantalon hasta dar con el paquete de cigarrillos. Saco uno, se lo puso en los labios y tras hacerse con el encendedor, lo prendio. Sonrio con satisfaccion al deleitarse con la primera calada y cogio su baston, apoyado al lado del porton. Volvio a sonreir y salio al exterior.

Espero que os haya gustado.O al menos, seais lo bastante comprensivos como para no lapidarme…

Un saludo.