Buenas tardes, mis queridos Lectores Ausentes.
Hoy es el gran día. Hoy, veintitrés de junio, sale por fin a la venta Cenizas, la nueva novela de Juan de Dios Garduño, una obra que muchos esperábamos con verdadera ansiedad y ganitas locas y de la cual vamos a hablar hoy aquí, intentando no reventar nada de la historia, pero si dando nuestras primeras impresiones tras su lectura.
¿Qué puedo decir de Cenizas, para ir abriendo boca? Bueno, como todos sabéis, Cenizas es la continuación de esa verdadera joyita que fue Y pese a todo, novela que catapultó a nuestro querido Juande hasta la fama como autor nacional y en la que se basa la película Extinction, protagonizada por Matthew Fox.
Si bien podemos considerar a Cenizas como una segunda parte, lo cierto es que la novela es una obra que funciona por si misma de manera independiente y que más que enlazar directamente con la obra principal, lo que pretende es tomar a algunos de sus personajes y ese escenario post-apocalíptico que tanto nos gustó, para crear una historia totalmente nueva ambientada en ese mismo universo. Juande resuelve algunas de las dudas que nos quedaron a algunos sobre lo que les depararía el futuro a nuestros protagonistas y nos pone en situación diez años después. A partir de ahí, la inclusión de nuevos personajes y una trama que sirviéndose de lo ya conocido, toma otros derroteros inesperados, se convierte en una apuesta arriesgada que opta por alejarse del tono intimista de la obra original y adentrarse en un terror más puro, sangriento y desatado.
Si en Y pese a todo, lo que definía la historia era la relación entre los tres personajes principales, los sentimientos, la culpa y la redención, donde el hielo, la nieve y los albinos eran casi una excusa para recordarnos todo aquello que nos hace humanos, en Cenizas esa profundidad queda atrás y el autor nos ofrece una novela donde lo que prima es la acción, el horror, la sangre y las vísceras. ¿Eso es todo? En absoluto.
Juande se guarda un as en la manga y como buen tahúr, lo saca sobre la mesa cuando corresponde. Esa baza no es otra que hacer un crossover que en un primer momento, nos descoloca por completo e incluso nos puede rechinar un poco hasta que logra asentarse y encajar, pero que una vez lo hace, le da un giro de tuerca al argumento que le sienta de verdadero lujo, y que a su vez, se convierte en la verdadera trama de la novela.
Si, amiguitos. Una novela tan distinta y en apariencia, tan inconexa con este helado mundo de monstruos como es El arte sombrío, hace su aparición como el que no quiere la cosa y no solo eso, sino que se convierte en causa y efecto de la obra. Nos reencontraremos con dos personajes que tienen un peso vital en el devenir de los acontecimientos y nos hará caer en la cuenta de que los supervivientes del apocalipsis no se enfrentan a su extinción a manos de unos mutantes blancos que quieren devorarlos, sino que son simplemente las víctimas de un juego que escapa a su comprensión. Simples peones en un tablero en el que se baten el cobre fuerzas que no pueden ni imaginar.
Si algo hay que destacar, es la presencia de uno de esos dos personajes. Conocemos de sobra la devoción que siente Garduño por la obra de Stephen King. El maestro de Maine ha sido una inspiración para Juande en todo momento y eso es evidente desde la propia ubicación del escenario de la historia, como en otros tantos elementos y guiños. Cenizas no va a ser una excepción y si existe una referencia clara e innegable, al menos yo la he tenido presente en todo momento desde la aparición de este personaje, es a La tormenta perfecta, por citar la más relevante, aunque hay un porrón más relacionadas directamente. El individuo en cuestión, con su peculiar vestimenta y porte, su aire cínico, burlón y esa apabullante superioridad, ha tomado forma en mi mente bajo el aspecto del terrible y maravilloso Randall Flag… Y hasta ahí puedo leer.
Si eso no fuera suficiente, los Mitos de Lovercraft tienen también algo que decir en la novela, aunque sea tan solo de forma simbólica. La mitología judeo-cristiana. Las figuras Arquetípicas del Inconsciente Colectivo. Y tantos otros temas, guiños, referencias y huevos de pascua que uno puede encontrar, algunos sutiles y bien introducidos y algún otro que, de obvio, descarado, explícito y metido a calzador, te salta a los ojos en exceso y no acabas de verlo bien incluido dentro de la narración, aunque eso ya es una apreciación subjetiva y personal.
En fin, vayamos terminando, que me enrollo con chorradas y se hace tarde. Resumiendo, la novela me ha molado mucho. Es entretenida, en ciertos aspectos salvaje, muy original con el tema del crossover y con unas dosis de terror muy, muy, muuuuy superiores a su antecesora.
Es evidente que Juande ha disfrutado escribiéndola. No hay límites ni cortapisas. Desenfreno y disfrute puteando, masacrando, desmembrando y exterminando. El tío se lo ha tenido que pasar pipa. Muchas muertes y cada cual más jodida y violenta. Monstruos a mogollón y humanos cabrones liándola parda. Lo veo: Terror y mala baba mientras Juande sonreía dándole a la tecla. Y eso es bien, muy, muy bien. Yo me lo he pasado teta con ella, la he disfrutado muchísimo y doy fe de que es una excelente historia de terror crudo que no se queda solo en eso, sino que va más allá de la típica novela post-apocalíptica con criaturas. Considero que es un título imprescindible en cualquier biblioteca que se precie como tal.
Eso no quita que servidor, ante una hipotética situación en la que tuviera que verme en la jodida tesitura de tener que elegir entre Cenizas y su antecesora, me quedaría sin duda con Y pese a todo. Esa elección no tiene nada que ver con el nivel ni la calidad, ya que ambas gozan de una excelente salud en ese aspecto. La cuestión que me hace decantarme por Y pese a todo es algo tan simple como el que Juande me gusta más en su faceta más intimista, más psicológica y profunda. Al cabroncete se le da de miedo el drama. Para mí, su mejor obra hasta la fecha es sin discusión alguna El camino de baldosas amarillas y como ya le comenté en su momento al autor, esa novela es tan redonda, tan intensa, tan dura, que hubiera funcionado igual de bien sin la necesidad de ningún elemento fantástico en la trama.
Lo dice alguien que ama el terror, que disfruta con él y que lo considera su género favorito con diferencia sobre el resto. Pero es que El camino, al igual que Y pese a todo, brillan por eso, por sus personajes, por su humanidad, por su profundidad. En Cenizas jugamos en una liga distinta. Incluso a un deporte distinto. No se deben ni se pueden comparar porque son dos cosas diferentes, con un enfoque e intención completamente dispar y sin nada que ver salvo estar ubicadas en un mismo universo. Ambas funcionan, cumplen con su objetivo, ofrecen aquello que prometen y dejan al lector más que satisfecho, con un buen sabor de boca, cada una a su manera. Y eso, amiguitos, es todo lo que importa.
Pues eso, ya sabéis. Que ya tardáis en haceros con ella, que el yate no se paga solo y que el cabroncete de Juande se lo ha currado para que disfrutéis. No os va a decepcionar y vais a gozar como perras con su lectura, palabrita del niño Yisus.
Cenizas / Extinction (Y Pese a Todo…) 2
Juan de Dios Garduño
Editorial: Palabras de Agua
ISBN: 9788494654954
Páginas: 228 pág.
PVP: 16,10€
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