Buenos días, mis queridos Lectores Ausentes.
Hoy venimos con Cazadores en la nieve, de José Luís Muñoz, novela ganadora del XVI Premio de Novela corta de la Diputación de Córdoba, que si en algo destaca, es lo polémico de varios de los temas a los que hace referencia y sobre los que construye la historia que nos quiere contar, la de dos hombres enfrentados a su pasado y con un destino ineludible.
Eth Hiru es una pequeña población del valle de Arán próxima a Francia. Marcos, un forastero, aterriza en él cuando ETA declara su alto el fuego unilateral e irreversible. Un día, en el bar del pueblo, que es su centro social, Marcos coincide con el teniente de la Guardia Civil Antonio Muñiz, jefe del puesto, y cree reconocer su voz, lo que le llevará a revivir su pasado. La estancia del recién llegado a esa pequeña localidad rural coincide con una escalada de tensión entre sus pobladores, en la que afloran rencillas que dan paso al deseo de venganza y a la violencia. La aparente paz de ese enclave idílico se ve perturbada y todos se preguntan quién es el forastero y a qué ha venido.
Cazadores en la nieve es una novela negra telúrica que brota de las entrañas de la tierra y tiene como escenario el ámbito rural y, como trasfondo, el terrorismo, la lucha antiterrorista y sus abusos en uno de los enclaves más espectaculares y bellos de España que el autor conoce bien por vivir allí: el valle de Arán. Paisaje y trama se entrelazan en este thriller vigoroso y crudo en el que los personajes arrastran su dolor y buscan redimir su pasado
Et Hiru, en el Valle Arán, es un paraje tan bello como inhóspito, tan idílico como duro para vivir en él, a menos que seas de una pasta especial. Gente dura, ruda, acostumbrada a cuidar de sí mismos. Una pequeña comunidad en la que todo el mundo se conoce, en donde no hay lugar para los secretos y las miserias de cada casa andan de boca en boca en forma de susurros y rumores, pero en las que nadie se mete por el simple hecho de que no le atañen. Hacer la vista gorda, mirar hacia otro lado y que cada cual se apañe como pueda, sin dejar de guardar las formas y mantener las apariencias. Buenas vallas hacen buenos vecinos y permite la convivencia, aunque sepas que el vecino de enfrente es un borracho o que el de dos calles más abajo pega a su mujer…
Un paraje como este, perdido en la montaña, es el lugar idóneo para desaparecer, para intentar huir de tu pasado y empezar una nueva vida. Eso es lo que piensa Marcos, que ha dejado atrás su lucha y quiere borrar la sangre que mancha sus manos y ahogar los malos recuerdos en la nieve. Pero el ayer insiste en regresar de la forma más inesperada y las consecuencias de nuestros actos serán inevitables. Las viejas deudas siempre quieren ser saldadas.
Resulta sorprendente todo lo que el autor consigue en apenas poco más de doscientas páginas. A través de una suerte de western moderno, Muñoz nos ofrece una historia en la que cinco elementos clave definen su naturaleza. El pecado, la culpa, el odio, el castigo y la redención.
Personajes intensos, con un enorme trasfondo y ricos en matices. La escala de grises es vasta y compleja. En la vida real no hay héroes ni villanos, no hay buenos ni malos. Seres humanos incapaces de reprimir aquello que sienten, que se dejan llevar. Individuos que cometen errores, que han vivido condicionados por aquello en lo que han creído y cuyos ideales, si alguna vez existieron, han ido desmoronándose por el camino, transformándose , deformándose, hasta convertirse en poco más que una excusa con la que intentan convencerse a sí mismos. Esa excusa es la que guía sus pasos, la que los mantiene en pie un día más y con la que intentan convencerse de que lo que hacen es lo que deben hacer, que todo el camino recorrido, aunque errado, tiene una razón de ser. De una forma u otra, siempre huyendo hacia delante, sin poder evitar mirar hacia atrás.
El odio y la venganza nublan la mente, ciegan los ojos inyectados en sangre. No se valora lo que se tiene, no se admiten razones y justifican cualquier cosa, lo que sea, incluso el habernos convertido en algo despreciable, ruin y mezquino.
Personas que se perdieron y se echaron a perder, con una gran carga en las espaldas e incapaces de ver más allá, de olvidar lo que una vez fueron y soltar lastre. Convertidas en algo que en el fondo odian, pero imposibilitados de cambiar quienes son, pese a lo repugnantes que se saben.
Rememorar a través de una novela como esta lo que fue una de las caras más oscuras de nuestra historia, ETA y sus acciones, es una apuesta muy arriesgada por las susceptibilidades que se pueden generar. Tratar los abusos, el maltrato y la violencia de género tampoco es un tema sencillo. Y dejar patente la indolencia de la gente frente a ello, escudándose en que no es asunto suyo y que no son quien para meterse en casa ajena (algo que es plato de cada día a nuestro alrededor), tampoco, ya que no nos deja en buen lugar a ninguno, siendo esa pequeña comunidad un reflejo de la sociedad en general y una forma de pensamiento muy arraigado.
Con una prosa templada, segura de sí misma y que brilla por sus descripciones, Muñoz crea un paralelismo entre la crudeza del lugar y sus protagonistas, ahonda en la psique de sus personajes, profundiza en aquello que los mueve, aquello que temen, les duele y arrastran consigo. Sus decisiones y sus actos son fruto de quienes son, manteniendo el autor esa postura imparcial en todo momento, sin caer en el error de decantarse a favor de uno u otro y sencillamente mostrarnos quienes son y porque hacen lo que hacen, sin posicionarse. Algo que sería absurdo y que echaría a perder toda la novela. Se agradece esa honestidad, el dejar que sean ellos quienes hablen por sí mismos y evidenciando lo que decía antes: No hay buenos ni malos. Todos tienen deudas que saldar. Todos arrastran consigo sus propios monstruos y deben convivir con ellos.
Bien escrita, con un estilo perfecto para lo que nos quiere contar y demostrando conocer muy bien el escenario donde se desarrollan los hechos, es una novela que se lee del tirón, que nos deja un buen sabor de boca y que cierra todos los frentes abiertos sin dejar nada en el aire, después de darnos una bofetada de realidad, que falta nos hace.
Una obra casi perfecta que, pese a no ser redonda (el desenlace tiene toda su razón de ser, pero después de todo lo leído, esperaba algo más contundente y explícito, quizá por el tono de toda la novela, y me ha faltado no sé exactamente el qué, pero ahí me ha quedado algo pendiente), es una lectura que vale muchísimo la pena y que os recomiendo sin dudar.
Si tenéis ocasión, echadle un ojo, porque no os dejará indiferentes y la disfrutaréis.
Cazadores en la nieve
José Luís Muñoz
Editorial: Versátil
ISBN: 9788416580439
Páginas: 208 pág.
PVP: 16€
http://www.ed-versatil.com/web/tienda/cazadores-en-la-nieve/