Estamos a Viernes, a las puertas del fin de semana y encarando la recta final de lo que será para nosotros el Festival. Los madrugones siguen siendo lo peor. Las lagañas y los bostezos se convierten en nuestros más fieles acompañantes, pero nada que no resuelva medio litro de café del bueno, bien cargado y calentito. Una vez recibimos nuestra dosis imprescindible de cafeína, el mundo parece arrancar y nos ponemos en marcha. Hoy va a ser un día tranquilito, en comparación con el de ayer, pero aun así, no vamos a tener tiempo de aburrirnos. Hacemos algunas compras imprescindibles (tabaco, bebida y algo para picar) y nos dirigimos al Retiro, a por la primera proyección del día….
The Machine, de Caradog James: Una de las sorpresas más agradables y satisfactorias con las que me he topado durante el festival. Excelente película de ciencia ficción, que aborda el tema del avance de la robótica y de la inteligencia artificial, hasta el punto de plantearnos la eterna duda de que significa exactamente estar vivo. Cuando una máquina no solo es consciente de su propia existencia y ha aprendido a razonar por su cuenta de la misma forma que lo hacemos nosotros, sino que además, siente, ¿Qué la diferencia realmente de un ser humano? ¿Son las máquinas el siguiente salto evolutivo de la raza humana? A mi entender, es lo que debería haber sido «Inteligencia Artificial», sin ser tan pretenciosa y perderse por el camino. Tiene algunos momentos tan bellos, tan sugerentes, que logra conectar con el espectador sin ningún esfuerzo y uno empatiza con los personajes sin poder evitarlo, de manera sencilla y de un modo increíble. El director ha sabido jugar con nuestra emociones y sentimientos, logrando que nos impliquemos y creando una fuerte conexión entre el espectador y los protagonistas, de la forma más natural. Cuenta con sus momentos de acción, en plan «Terminator», pero sin duda, lo mejor esta en la historia que nos narra y en como la presenta. Muy, muy recomendable.
Nada más salir, intercambiamos impresiones con nuestro querido Lluís Rueda y tras despedirnos, dirigimos nuestros pasos hacia el Auditori, donde vamos a pasar lo que queda del día, en una jornada que no vamos a olvidar.
All Cheerleaders Die, de Lucky McKee y Chris Sivertson: Pues eso, peli sin otras intenciones que entretener y divertir. Un largometraje con tías buenas (las animadoras de rigor) y muertes varias. Si además, se nos presenta un «chicas contra chicos» , magia celta y nigromancia, e incluimos un poquito de sexo lésbico light, pues tenemos una peli cojonuda, sin pretensiones y que da lo que promete. Me ha gustado. Buena propuesta para verla en compañía de los colegas, con un bol gigante de palomitas y algo de beber.
Queríamos ver Afflicted, de la que nos han hablado muy, muy bien y a la que le tenemos muchísimas ganas, pero no hemos conseguido hacernos con las entradas, así que nos vamos a dar una vuelta, mientras hacemos tiempo para lo que viene a continuación.
The Returned/ Retornados, de Manuel Carballo: Un film más que recomendable. En respuesta a que ocurrió tras la pandemia Z y después de conseguir finalmente un antídoto. Interesante crítica social, que demuestra lo subnormales y cabrones que somos los seres humanos. El planteamiento de la historia aprovecha la posibilidad de extrapolarlo a cualquier otro ámbito (quien dice retornados, dice cualquier otro grupo real de exclusión social) y la respuesta a nivel político, económico y social. Buen ritmo narrativo y logrando que nos sintamos parte de la historia. Logra crear momentos de gran tensión y el final es un punto muy positivo, que le da un valor extra a la peli. Un film de obligado visionado.
Insidious 2, de James Wan: Más de lo mismo. Si te gustó la primera, disfrutaras también de esta. No es una gran peli de terror, pero ya sabemos a lo que vamos, así que nada que criticar. Cinta amena, bastante entretenida y que cuenta con algunos momentos de humor que si bien se agradecen, en determinadas escenas rompen el clima de tensión logrado y hacen que se pierda intensidad. Un film de corte clásico, con un enfoque muy simple, pero que funciona si no eres demasiado exigente.
Y a la una de la madrugada, consideramos que por una vez podríamos acostarnos pronto, así que desandamos el camino y nos volvemos al hotel, no sin antes hacer la parada obligatoria y devorar un riquísimo frankfurt, antes de meternos en la piltra.
Se acerca el inevitable final de esta cuadragésimo sexta edición del Festival, al menos para nosotros. Un solo día para disfrutar, antes de volver al mundo real, a ese día a día cotidiano, mundanal y sin magia. Pero no adelantemos acontecimientos y dediquémonos a exprimirle al sábado hasta la última gota. Hay que aprovechar hasta el último minuto y nos acostamos deseando que amanezca, para despedirnos a lo grande, en una jornada final que sabemos va a ser memorable.