Y ya estamos a Jueves y aunque el sueño nos maltrata, somos conscientes de que hemos pasado ya el ecuador del Festival y nos quedan tan solo tres días para disfrutar del mejor evento del año, así que nos desperezamos y cual Edmund Hillary, iniciamos el ascenso a nuestro Everest particular, el Meliá, no sin antes tomarnos el desayuno de los campeones y mentalizarnos para lo que promete ser un gran día.
Big Bad Wolves de Aharon Keshales y Navot Papushado: Una buena peli a tener en cuenta. Trata un tema tan serio y dramático como la pedofilia y el asesinato de una niña, y la consecuente ansia de venganza de su padre, así como la investigación por parte de un policía que se involucra en el caso a nivel personal, con unos puntos de humor y comedia negra muy logrados, que se integran de un modo fantástico en la historia y que no sólo no rompen la dinámica oscura, si no que le otorgan un dinamismo inusitado. Buena peli y con un final muy cabrón.
Un descansito para comer, disfrutar de una agradable charla con Marta mientras hacemos cola y hacer balance de lo visto hasta el momento, antes de entrar en la siguiente sesión.
The Philosophers, de John Huddles: Un ejercicio de lógica especulativa que sorprende por su frescura, enfoque y originalidad. Filosofía para «dummies», que invita al espectador a tomar partido y compartir o no los argumentos que se plantean en este juego. ¿A quien dejarías enterar en el búnker para asegurar la supervivencia de la especie humana? La única pega: los últimos quince minutos me sobran. Por lo demás, me ha gustado mucho.
Salimos encantados de la sesión y nos despedimos de Marta. Ella tiene peli y yo he quedado con Raúl Ansola y Albert Sanz, para lo que debería haber sido una sesión de firmas de nuestra antología No Eres Bienvenido, que al final se cancelo, debido a que solo asistieron cinco personas y decidimos, tras esperar la media horita de rigor, que mejor nos íbamos a tomar algo y a descansar un poquito, para afrontar el maratón que teníamos esa misma noche y que prometía ser genial. Pero antes de encerrarnos para pasar la noche en vela, nos quedaba aun otra película que ver.
Gallows Hill, de Víctor García: Peli de terror de corte clásico, en el que un grupo de personas de una misma familia se internan en una zona desconocida, sufren un accidente y se refugian en el peor lugar posible, un viejo hotel donde el Mal se ha establecido. Posesiones demoniacas en un film que nos recuerda bastante a la que fuera la premisa de Fallen -protagonizada en su momento por Denzel Washington-, aunque en un entorno y una atmosfera bastante alejada y tratada de un modo bastante distinto. Pese a que la peli sufre de cierta falta de ritmo narrativo y fluidez, en el que la narración de la historia no mantiene el mismo nivel y sufre diversos altibajos, en general es una peli muy digna y cumple con su cometido, que no es otro que entretener.
Nos vamos a cenar y tras un rato distendido entre amigos y copas, llega el momento de encerrarse a pasar la noche en nuestra primera maratón del año. Tres pelis con buena pinta, a las que nos morimos de ganas de hincarles el diente.
The Station, de Marin Kren: Una especie de «The Thing» venida a menos, que ni sí, ni no, ni chicha ni limoná…. No es una buena peli. No es una mala peli. Es una peli para verla sin más expectativas que el pasar la horita y media que dura entretenido e incluso, si uno no se muestra demasiado exigente, hasta disfrutándola. No esperéis nada de ella y no os defraudará.
Almost Human, de Joe Begos: Abducciones extraterrestres, retornos y cambios de personalidad que esconden un suplente bajo la piel de un viejo conocido. Un tema ya manido, pero en versión friki y viscosa. Un poco cutre, bastante genial, un tanto absurda y muy entretenida, con muchas carencias, pero también cositas brillantes. Lo que fue «La Cara del Terror», protagonizada por Jonhy Deep, pero en heavy y con mala baba….
Y nos quedaba por ver la que tenía toda la pinta de ser la gran triunfadora de la noche, pero el sueño nos pudo y ya sin recursos, decidimos claudicar y aceptar nuestra derrota.
Una lástima, porque era una de mis pelis de visión obligada. Pero cuando eres incapaz de mantener los ojos abiertos y no te estas enterando de nada de lo que ocurre a tu alrededor, es señal de que llegó la hora de aceptar la cruda realidad y dejarse llevar por los brazos de Morfeo…
Mañana Viernes, nuestro penúltimo día en el festival….
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