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El Coleccionista, de Paul Cleave

Buenas tardes, Lectores Ausentes.

Para un fan de las pelis y novelas sobre asesinos en serie, es siempre un placer encontrarse con una nueva lectura sobre el tema. Y más, cuando la novela en cuestión no solo alcanza unas cotas de intriga y sorpresas capaces de hacernos remover en nuestros asientos, sino que además, logra sumergirnos con arte en la mente de uno de estos individuos, permitiendo que seamos capaces de descubrir, que no justificar, los motivos que le llevan a cometer sus atroces crímenes.

 

«Bienvenido a mi colección.»

 Lleva tiempo atesorándolos. Souvenirs de asesinos en serie. Ahora ha logrado el sueño de cualquier coleccionista: la «pieza» definitiva. Empieza el juego.

Cooper Riley está encerrado en una celda a oscuras cuando recobra el conocimiento. Al otro lado de la puerta metálica Adrian lo saluda: «Bienvenido, profesor. Bienvenido a mi colección».A Adrian siempre le han fascinado los asesinos en serie. Colecciona todo lo relacionado con ellos: historias, fotos, recuerdos? Y ahora a Cooper, profesor de psicología criminal y asesor de la policía. La «pieza» definitiva. Es experto en su tema preferido. Él podrá enseñarle lo que aún no sabe: cómo matar. Y para eso le tiene una sorpresa preparada.

 O Cooper espera que la ayuda venga de fuera, o le sigue el juego a Adrian, siempre impredecible, para que le abra la puerta.

 

Pese a que no es la primera novela del autor, El coleccionista es el primer título que Paul Cleave  publica en nuestro país. Este neozelandés  tiene ya una amplia experiencia a sus espaldas y Tate, su personaje, ya ha lidiado con toda clase de perturbados antes de que sus aventuras se viesen por fin traducidas al español.

Este es un punto importante a tener en cuenta, ya que mientras leemos El Coleccionista  nos percatamos de que las circunstancias en las que se ve metido nuestro protagonista son fruto de hechos acontecidos en el pasado y que han sido relatados en sus anteriores libros. No es que eso suponga un problema, ya que las explicaciones que se nos dan en la novela son referencia suficiente para hacerse una idea y comprender al personaje, pero si que es algo que despierta nuestra curiosidad por saber si el tipo ha sido siempre así o su carácter es fruto de esas experiencias.

El coleccionista sorprende al lector incluso en su planteamiento. Dos historias distintas, en apariencia independientes entre si, que convergen en una misma trama para asombro del lector. Personajes y sucesos que en principio no tienen conexión alguna y que a medida que se avanza en la lectura, llegan a causarnos cierto estupor al comprobar que no solo están relacionados entre si, sino que además, de un modo casi increíble. Demasiadas coincidencias que quizás no son tales, pero que suponen unos giros argumentales de lo que te hacen arquear las cejas primero y una vez aceptados, caer rendido a sus pies.

Por un lado conoceremos a Cooper Riley y a su captor, Adrian. Ambos personajes, tan dispares entre si, descubrirán que tienen mucho más en común de lo que pudiera parecer. El primero, un profesor que da clases en la universidad y que se dedica a estudiar la conducta e historia de los asesinos en serie. El otro, un tipo totalmente fuera de control, cuya demencia  ha sido alimentada tras los continuos abandonos y maltratos que ha sufrido en el pasado, con una  fijación que se divide entre el lugar donde fue recluido y donde sufrió toda clase de abusos y el coleccionar todo lo relacionado con asesinos seriales.

Por el otro,  conoceremos a Theodore Tate, un expolicia que acaba de salir de prisión  a quien se le contrata para descubrir el paradero de Emma Green, una joven desaparecida y que resulta ser alguien de gran importancia en el pasado del policía y de algún modo, una más de las causas que le llevaron a su actual situación.

En medio de todo esto, la continua mención a Melissa X, una asesina en serie cuya verdadera identidad nadie conoce y que se ha convertido en una obsesión para Tate.

Como podéis ver, distintas tramas urdiéndose entre las páginas de la novela  y un autor decidido a no darnos ni un respiro hasta que se resuelva el caso.

Resulta curioso comprobar como Paul Cleave utiliza a los distintos escenarios y personajes para narrar la historia. Pasando de uno a otro, notamos como incluso la forma de narrar cambia ligeramente según quien sea el protagonista del momento. Las escenas se suceden, sirviéndose de ellas para marcar el ritmo que necesita la novela, logrando crear una atmosfera que se va cargando y aumentando en tensión, pero manteniendo en todo momento el nivel óptimo para no desvelarse de manera precipitada ni dejar todo lo bueno para el final. Creo que ese es una de las mejores bazas de la novela: El haber logrado encontrar el ritmo adecuado para mantenernos alerta, pendientes y dispuestos a toparnos con cualquier cosa en cualquier momento.

Otro de los puntos destacables es sin duda el tratamiento de los personajes. Sin llegar al extremo de hacerles un estudio psicológico en toda regla, el autor es capaz de introducirnos en sus mentes, de lograr que entendamos como funcionan, cuales son sus motivaciones, sus recuerdos, sus miedos y sus anhelos. Es en Tate, Cooper y Adrian donde más se evidencia el buen trabajo de construcción, siendo ellos tres unos personajes muy logrados y bien definidos. En el caso de Emma Green y el resto de personajes, quizás el autor no se ha molestado tanto, pero aun así, logran tener la suficiente personalidad como para cumplir con su papel de forma eficaz e incluso destacar en algunos momentos puntuales.

Con un buen argumento y unos buenos personajes, solo nos queda hablar de como se desarrolla y finaliza la historia. El caso es que también destaca por la forma en que se resuelven los distintos frentes abiertos, cerrando con atino y buen hacer las distintas tramas una vez estas convergen en el hilo principal. Tanto el enfoque como el tratamiento me parecen más que convincentes y consiguen llevarnos a un desenlace que nos deja más que satisfechos.

Si hay algo que criticar, es como ya he comentado antes, la aparente casualidad que envuelve el caso. El que todos los personajes estén relacionados entre si, a pesar de que en un principio no existiera conexión alguna, puede suponer un pequeño escollo en cuanto a credibilidad. Sin ánimo de hacer spoiler, la transformación que sufre cierto personaje a medida que vamos descubriendo cosas sobre él me ha chocado. Es un giro argumental lícito y además, a la larga funciona, pero en un primer momento el lector puede pensar que el autor ha hecho trampa para darle un toque de imprevisibilidad a la novela y uno se queda mirando con cara de suspicacia.

Por lo demás, nada que objetar. Intensa, sorprendente, bien narrada y con algunas escenas muy, muy buenas, en una línea similar a Seven, El Silencio de los Corderos, American Psycho o la serie Mentes Criminales, pero desde una perspectiva diferente y un enfoque también alejado de ellas.

Si os gusta la novela policiaca, el trhiller y lo relacionado con los Serial Killer, seguro que la disfrutareis.

El Coleccionista

Paul Cleave

Editorial: Grijalbo

ISBN: 9788425347658

Páginas: 432 pág.

PVP: 19,90€  (En formato ePub 12,99€)

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